Una tarta negra de más de tres pisos acapara la atención de una sala donde numerosas figuras de negro, como si se tratase del cuartel de los Men In Black, orbitan sobre ella. Copa de vino en mano, los asistentes se detienen a descifrar las obras expuestas. Unas Crocs con uñas acrílicas, lámparas de cera, tablas de skate psicodélicas… El equipo de Inizia Zone ha vuelto a hacer de las suyas con un sold out que ya empieza a ser tradición y una tarde cargada de actividades.
Entramos a una enorme sala gris cemento pero adornada por el popurrí de obras de los artistas de Inizia Zone, cada una de ellas hija de su padre y de su madre. Tan solo poniendo un pie dentro se nota que esto ha subido de nivel respecto al año pasado. La clase y la elegancia han tomado el relevo de la espontaneidad que caracterizó a la primera edición de este evento. Las cervezas frías dejan paso a copas de vino y, pese a que no se ha exigido un dresscode de etiqueta, sí que se ha insistido bastante en vestir de negro.
La oscuridad predomina en la ropa, las obras, el vino tinto y las aceitunas (sí, todo muy castizo), pero el aura del evento es brillante. Hay una ilusión palpable en todos los miembros del equipo, porque no está de más recordar que este es un proyecto pequeño con apenas un año de recorrido que se las ha apañado para vender todas las entradas en cuestión de minutos, así que recomendamos que estéis atentos para la próxima vez que organicen algo porque esta gente está muy demandada.
Lo que ayudó a construir este hype fue el cartel que prepararon y los invitados. Tomás y Poul vienen en calidad de CEOs de Topo Colectivo para compartir su experiencia profesional trabajando con artistas como Cruz Cafuné, Abhir Hathi o Quevedo. “Es más fácil de lo que parece”, suelta Tomás ante un público que todavía no acaba de procesar cómo han juntado a tantos artistazos en el videoclip de La última, de Quevedo. Lo bonito que hay detrás de la magia no es la ilusión como tal, sino el saber que alguien se ha tomado el tiempo de crear esa ilusión para ti. En esta velada, el equipo de Topo ha compartido con nosotros su magia y todo lo que hay detrás de ella.
Otro de los platos fuertes ha sido el showcase de Bby Demon. El artista de armadura esmeralda ha venido escudado por parte de su colectivo, Key Mob, y ha estado presentando su disco Yelmo. La sala se ha vuelto un cuartel de soldados medievales que alzan sus espadas al son de las melodías de juglar moderno que canta Bby Demon. No es el único cantante que se ha dejado ver por el evento, ya que hemos podido cruzarnos con sus compañeros Uve Key y Yung Wiss, o incluso Claudio Montana. Ya os podéis imaginar el aire de misterio que se respiraba por allí.
Tras el showcase ha tenido lugar un divertidísimo bingo en el que ni mis acompañantes ni yo hemos podido cantar una mísera línea, pero un afortunado se ha llevado a casa una nueva alfombra como premio. No sabemos quién es, pero nosotros lo bautizamos Aladdin. Tras esto llega el esperado momento de meterle mano a la tarta y todos nos abalanzamos sobre los tres pisos de bizcocho y chocolate como si solo hubiésemos comido aceitunas en toda la tarde. Tras el atracón, empieza un desfile por el que pasan marcas como D-SAS-3, D3S3RTICA o Bangerslab, para cerrar con un DJ set que sirve de calentamiento para el auténtico cierre del evento: un after en Sala Sol con Garzi y Kas Rules a los platos.
Como bien indica el nombre de su colectivo, esto no es más que el comienzo de todo. Estamos expectantes de ver qué es lo próximo que organiza este equipo tan variopinto con algo más de recursos. Eso sí, va a haber que ir buscando espacios más grandes porque no puedo sentir otra cosa que compasión por toda la gente que se ha perdido un evento tan único. ¡Nos vemos en la próxima!
