Tres millones de streams en el día de su lanzamiento. No hay otra frase con la que empezar. El tiburón de Me muevo con Dios (MMCD) se posicionó casi completamente en silencio, dejando a su público hablar por él, pero causando la abatida necesaria en el momento preciso. Top #2 mundial de Spotify. Top #1 en Apple Music. Ni más ni menos que el cuarto mejor debut de un álbum español de la historia de Spotify España. Hablamos con Cruz Cafuné.
Entrevista extraída de ACERO vol. 5, publicada en julio de 2023. Hazte con tu copia aquí.
Nos cuenta que se enorgullece de no haber cedido ante la presión, pero que vaya que si la había. Normal que muchos se emocionen ante lo que parece una reminiscencia. “Pucho, el trono es pa’ mi”, reclamaba Cruzzi a C. Tangana y a otros más en su primer disco en solitario. Entonces era 2018, y aquellos jugadores no son los mismos. Pero la disputa por el trono está más viva que nunca.
Y ya no hablamos siquiera de Cruz Cafuné, sino del éxito que también están viviendo Quevedo (quien, de hecho, ocupa el primer puesto de estos debuts), Juseph, La Pantera, o Abhir Hahti. Desde un casi lejano Cayó la noche Remix, hasta una más reciente mixtape con cuarenta y seis artistas canarios. Un archipiélago que experimenta un apogeo cultural nunca antes visto. Y lo mejor es que, entre ellos, lo saben. Y se las gozan increíble.
Hay nombres que se repiten varias veces a lo largo de la entrevista. Lo iréis viendo. Provocan en el lector lo mismo que en el oyente del disco: cercanía. Se menciona con frecuencia a Lex Luthorz, productor y también CEO de Mecén, label al que el tinerfeño pertenece junto a Choclock, Itchy & Buko, o Gese Da O. Se nombra también a todos los anteriores. Y es que hay algo en él que invita a sumergirse en las profundidades de su mundo. Sumerjámonos pues.
Siempre la misma duda, ¿cómo te llamo? ¿Cruzzi? ¿Cibi? Mi preferido ya sabes que es Carlitos.
Como quieras, me da igual.
Carlitos, ¿quién eres?
Soy Carlos, de Tenerife, hago música.
Muy bien. Oye, tú no tienes como la típica frasecita de rapper, ¿no? Tipo, “la más pegá de España” o “real hasta la muerte, baby”. La única que recuerdo es “Es Cruzzi, ¡El Almirante!”, de un remix tuyo de Dominicana de Tego Calderón.
¿Escuchaste esa canción?
Claro.
Qué bueno. No, no tengo. ¿Cómo se llama eso? ¿Epi...? ¿Epíteto? Lo que en tragedia griega se usaba para recordar quiénes eran los dioses.
¿Como ‘Aquiles, el del talón flojo’?
No sé si el del talón flojo, o el del talón chueco (risas). Pero no tengo. Es solo Cruzzi.
Plantea el Almirante. Continúa con tu movida: agua, mar. ¡El Almirante! (risas). Entrando en materia. Siento a mucha gente pendiente de esta entrevista. Hasta los del equipo que estamos hoy contigo somos fans. ¿Cómo has gestionado las expectativas? ¿Ha recaído mucho la atención en ti en estos meses?
Las expectativas me dan igual. Si fuera por eso hubiera sacado algo antes, porque la peña estaba muy, muy pesada. Pero sí, la atención la he tenido más que nunca. Es loco, porque haciendo el disco yo sabía que podía conectar con la gente, pero no sabía que la recepción iba a ser así de heavy.
Es que es fuerte. Antes de su publicación ya estaba la gente intentando averiguar la fecha de tu release, como en Deporvidas. Viste todo eso, ¿no? ¿Qué pensaste?
Brutal, porque era lo que yo hacía cuando era más joven con los artistas que me gusta- ban. En foros, en Reddit. La frase la escribí por otra cosa pero, sí, ha sido casi justicia poética.
De hecho, en Sangre y fe con Quevedo rememoras un poco esa época escuchando música en el Toyota.
Claro, sí. Es que es muy loco que Choclock y yo estuviéramos en 2014 en su coche sin nada que hacer, sin dinero, bajando a la playa, hablando de música, de chicas. Ahora es como que ha dado la vuelta todo. Muy crazy.
Creo que quien viene del hip hop otorga una presencia especial a la letra. En tu caso, aparte de la habilidad métrica, también presentas mucho tu universo: amor, religión, Canarias, euros, basket... hasta perfumes. ¿Cómo se siente hacer googlear a los chavales todo el rato?
Sinceramente, son las cosas de las que hablo con mis amigos. Pero porque yo soy un friki, pregúntales (risas). Hay un vídeo mío del otro día hablando con Elio sobre diamantes: sobre los cortes, la pureza, los colores, los quilates, el precio, que si de laboratorio o naturales, que si con este mueren niños, con este no... (risas). Es broma. Pero como no posteo mucho en redes sociales, las letras son el update de mi vida. Hablan de lo que me gusta ahora mismo.
Entonces, ¿alguna temática que en otros momentos hayas tenido más presente?
El alcohol, porque ya no bebo. Y el otro día Choclock me dijo que en este disco hablaba menos de sexo, no sé si eso es bueno o malo (risas). Pero tampoco es algo consciente.
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Sudadera BOTT2019, pantalón CARHARTT WIP.
Las estrofas, creo, parecen a veces un ejercicio de flexeo y ostentación, de braggadocio. ¿Hay una intención en ello?
¿Lo ves así? ¿Por qué?
No creo que sea exclusivamente algo tuyo, sino del género. Parte de la pose rapper se articula en torno a las batallas, la herencia del gangsta rap y el discurso de ‘nuevo rico’ de quien tiene orígenes humildes. En el disco hay mucha barra tipo, “me alquilo un BMW solo para dar botes”.
No lo sé, también es que me lo paso bien exagerando. Me lo paso bien haciéndolo y me lo paso bien contándolo.
Pero, ¿hay una voluntad explícita? ¿O es parte del juego?
No sé. La música que me gusta está hecha en su mayoría por gente que hace lo que le da la gana. Y a mí, la gente que hace lo que le da la gana, me cae bien. Pero es verdad que me dijo mi hermana pequeña: “La frase de 4 PREZ de ir en excursiones en jet-ski es flexeo”. Y yo como, no, ¡eso es amor! Tú y yo solos, en moto de agua, alguna calita, pasamos el día, tal. Me contesta, “ya, pero es que la gente normal no hace eso”. Y le dije, bueno, pues... yo sí (risas). ¡Pero tampoco hay nada loco en alquilarte una moto de agua! ¡Son 20 euros!
A ver, moto de agua no, pero la suite del Ritz, ¿sabes? Tampoco...
Pero no sé, ¡la gente cumple años! La peña a lo mejor piensa que esto es así todos los días. Pero no, hay canciones para cuando estás enfadado, para cuando te querías ir de fiesta, estabas feliz, triste; yo qué sé. Tú no eres la misma persona todo el rato.
Con esto, cobra más sentido aún el paralelismo que has hecho sobre las redes sociales. Nadie comparte lo rutinario de tu vida en Instagram.
Y que entre la canción transcurre el tiempo. Igual entre la doce y la trece del tracklist han pasado dos meses.
Ah, necesito hablar de moda contigo: Issey Miyake, Luisaviaroma, Goyard, Leonard Paris, y Off-White; por decir algunas que referencias. Hay un cambio a partir de 2020 en tu relación con la moda. ¿Cómo surge?
Sí. Porque a partir de mitad de 2020 empecé a tener dinero para gastar en ropa (risas). A mí me gustaba la moda por el rollo del hip hop de que tienes que molar. Porque vaya, ¡se te exige que moles! A nivel cultural. Y molar mola. Pero, no sé, ni siquiera he sido solo yo. A partir de esa época, mi círculo pudo permitirse más. Empecé a ir a boutiques con Lex, a joyerías, a regalarnos cadenas por los cumpleaños... ese tipo de chorradas. Pero, vaya, ¡yo de moda no tengo ni idea! A día de hoy incluso me cuesta disfrutar de según qué pasarelas.
¿Cuáles sí disfrutas?
No sé. Louis Vuitton, por ejemplo. Las más apegadas al streetwear. Pero cuando noso- tros hemos hablado fuera de entrevistas, tú puedes intentar meterme a Vivienne Westwood por los ojos y aun así a mí no me gusta.
Otra constante es el amor, que siempre está muy presente en tu arte. Fabiola, la canción que le dedicas a tu hermana pequeña, es un pecho al descubierto. ¿Fue duro componerla?
Tenía la idea de hacerle una canción desde hacía mucho tiempo. En 2020 Govea me enseñó una demo del beat. Luego el piano se regrabó con un piano real y los vientos los hizo Hugo (Escandaloso Xpósito). Lex también metió muchas horas.
Esa canción a mí me suena muchísimo a Lex. Me remite muchísimo al momento Soul Villain de hace... ¿12, 15 años?
Y Nano. Nano (Govea) es como un mini Lex al que le flipa el soul. Le das un piano y la lía. Lo dicho, me la enseñó y tal, pero no hice nada durante un par de meses. Un día tirando freestyles me salieron como las primeras, no sé, ¿ocho frases, diez frases? Y se quedó otra vez en una carpeta un año. Terminamos la canción en dos de las últimas sesiones de estudio. La sesión de grabación fue larga porque quería que todo quedara bien. Me preocupaba que se entendiera, que fuera respetuoso con ella y con nuestra historia. Pero tenía clarísimo que la quería meter en el álbum.
Es que implica un nivel de exposición muy, muy vasto. Podrías tirarte un disco solo de barras y estaría bien también, pero me haces aprenderme el nombre de tu madre (risas). ¿Cantarás Fabiola en directo?
Sí, quiero cantarla. Justo estamos teniendo los ensayos de la gira y dándole forma al tracklist. Me encanta hacer baladas, pero no puedo cantarlas todas en directo. Si no es muy aburrido. En la gira anterior, la balada que hicimos fue En bajo perfil. En esta próxima planteo Te enamoraste de un G porque no la canté entonces. Pero, claro, también quiero meter Fabiola. Así que a lo mejor voy alternando.
Igual cantarla en Tenerife tiene más sentido.
Claro, claro. Con mi hermana y con mis padres. Ahí quiero cantarla seguro.
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Jersey WASTED PARIS.
Quizá la segunda movida más profunda en tus letras sea la religión. ¿Qué es para ti Dios?
Pues es que cuando digo que soy cristiano la peña asume cosas de mí. Porque en la península los cristianos son fachas (risas). Pero el Dios en el que yo creo es del que hablaba Jesucristo, no el judeo-cristiano con barba que al morir te juzga categóricamente. Rollo, ¿robaste una camiseta con 15 años? Pal’ infierno. Eso no. Cuando Jesucristo hablaba de Dios no decía Yahvé sino Elohim, que significa algo así como ‘todos nosotros’. En ese momento la religión y la ley eran lo mismo, y él hablaba de crear redes de ayuda en comunidad. A él le podían seguir niños, mujeres, prostitutas, asesinos, ladrones; porque Dios estaba en todos nosotros. Pero, claro, la Iglesia se posiciona en contra de matrimonios de gente del mismo sexo o de que pueda haber sacerdotisas; eso contradice a como yo lo veo. Me mola pensar que el amor es lo que articula todo lo que está vivo. Es una fe, porque no es científico. No hay un aparato para medirlo, no se mide en ‘amortios’ (risas). Mi fe la vivo a través de símbolos cristianos porque me he criado con una madre muy cristiana. Hacíamos la vigilia del jueves santo, el domingo de ramos...
¿Comías carne en Pascua?
¡Claro que no! Y hacíamos torrijas. Y estoy confirmado, comulgado, bautizado; todo. Pero cuando digo que soy cristiano me miran como, ok, tú vas a capeas (risas).
¿Cuál es tu barra favorita del disco?
Pff, no lo sé. ¿Tú tienes? ¿O has escuchado el disco solo una vez? (Risas).
¿Te imaginas? Qué va. Pues la primera frase que me viene a la cabeza es la de “chocho rojo Karl Marx” (risas). Pero no creo que sea mi favorita. ¿Quizá el verso sobre Off-White en Retro 11s?
Pues, tía, en realidad, sí soy amigo de la gente que curra en Off-White. La verdad es que se portan muy bien conmigo (risas).
No sé, hay muchas. Es más, la primera vez que he escrito algo en Genius ha sido por una letra de Luisaviaroma. Y hablando de esto: La Blackie, Hoke, Miky Woodz, Kris Floyd. Muchísimas colaboraciones. Ha habido algo de ten- sión con la colabo de West Side Gunn. Es tu momento, ¿cómo surgió ese combo? ¿Por qué llamarlo Corintios 13:12?
(Se ríe MUY fuerte). ¿Lo del título me lo puedo saltar, porfa? ¿Puedo no responderlo?
¿Qué? ¡No! ¿En serio? ¡Ahora es mucho más intrigante!
Terminando el álbum un día Lex me dice de vacile, “¿y si metemos a alguien de Griselda en el disco?”, y nos echamos a reír. Pero realmente se le quedó la idea en la cabeza y sin decirme nada, consiguió el contacto del manager de West. De primeras, Lex me manda el pantallazo con la respuesta del pibe, que decía algo tipo, “es tanto dinero, pero le tiene que gustar. Solo hace dos o tres colaboraciones al año, no aseguramos nada”. Entonces Lex se puso a cortar samples como un loco. Yo elegí uno, después de eso él lo loopeó, lo produjo, tal. Yo escribí y grabé un montón, como tres minutos o así. ¡Grabé fleje! Y Lex cogió las partes que más le gustaban porque, claro, si este tío se iba a montar, tenía que ser la polla.
De esa letra me llama mucho la atención que es muy in- ternacional. Muchas de las referencias son cosas que él podía identificar: Rimowa, The Wire, Ruff Ryders, Harrods, Jordan Breds... Parece un tema hecho para él.
No sé. Ya te digo que Lex quitó un montón, a lo mejor él sí lo hizo de de manera consciente. Pero como que pum, pum, pum, pum, lo chopeó, y se quedó en lo que es mi verso. Traduje la letra al inglés y la mandamos. Un par de días después respondieron que le había flipado y quería grabar ya. Así que nos mandaron el invoice y grabó su parte el mismo día.
Durísimo. ¿Entonces no me vas a decir nada del título?
(Risas) Preferiría que no.
Bueno, me quedo con que hay algo de ACAB por ahí. Tristemente no tengo el imaginario de los corintios, así que en esa parte me pierdo.
Aun así, te digo: lo de Twitter no lo sentí como un drama. Mola que la gente debata sobre cómo se hace música cuando se mueve dinero. Porque cobrar o pagar un feat es lo más normal del mundo. Alguien con muchísimo presupuesto no puede hacer una colaboración de All Stars a golpe de talonario porque si no molas, no molas. También tienes que entender que para un artista AAA, colaborar contigo supone una serie de esfuerzos. No solo es tiempo de grabar, sino que tiene que modificar su calendario y sus planes. Si está en medio de un rollout hay que retrasar la salida de la canción o adelantarla. Que él coja y diga, “¿cuándo quieres sacarlo? ¿El 26 de mayo? Venga, lo gestionamos” es muy necesario para que pueda suceder.
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Jersey WASTED PARIS, pantalón ARTE ANTWERP.
La cultura allí es diferente respecto a los negocios.
Claro. Y que no te manda una basura porque él valora su legado. Cuando pagas un verso es ilegal no repartir los derechos de autor. Pero le estás haciendo un buyout a su verso, él no tiene puntos de máster. Tú puedes hacerle un buyout en plan, oye, no te voy a dar porcentaje porque no me da la gana pero, ¿qué quieres? ¿50 racks? Toma, pa’ ti. Gástalo como quieras, pero ahora la canción es mía. También se dan muchas prácticas abusivas de artistas AAA. Hay una cosa de los gringos que se llama ‘change a word, get a 50’. O sea, ‘cambia una palabra, quédate un 50%’. Son prácticas en plan, “si quieres que yo interprete la canción, me quedo un 50, 60, o un 70% de los derechos, porque si no la sacara yo, no generaría tanto dinero”. La peña tiene que entender que sí, se hace dinero con la música. ¡Y gracias a Dios! Y cuando hay dinero en algo, hay interés: en la música, en el fútbol, en lo que tú quieras. Tener una visión bohemia de la música es romántico, pero me parece también una excusa. Es una posición muy cómoda para alguien que se come una mierda.
Ya 4 Prez salió con un banger de Jersey Club que nadie se esperaba. Pero de ahí al amapiano, necesito saber qué pasó. ¿Cómo fue componer Folelé? ¿Cómo conociste a Boj?
El amapiano me empezó a flipar en cuaren- tena. Puse un tuit en 2020 que decía que era el género de ese año y se rieron un poco de mí. Y, mira, ha tardado 3 años, no acerté, pero llegó. Lo fiché porque se empezaron a hacer las sesiones de Balcony en Londres. Esos DJs lo empezaron a viralizar en nuevos círculos. Y como a mí me gusta mucho esa cultura, lo investigué y fue como, ¿qué es esto del amapiano?.
Tiene un nombre muy bonito.
Empecé a investigar y me hice fan increíble. En septiembre de 2020, Ed Sheeran sacó un remix de amapiano de Bad Habits. Y fue como, ok, vale, pues ya está permeando.
Tipo, ¿es más comercial, me puedo permitir incluirlo?
No, permitir no. Lo hubiera hecho igual. Pero que un género africano esté haciendo el crossover al mainstream internacional es como, ¡wow! Tengo tres o cuatro canciones de amapiano, pero no molan tanto. Claro, te vas acercando a un género y vas cogiendo poco a poco los códigos. Pero a Lex no le terminaban de convencer. A Choclock sí le gustaban, pero veía que necesitaban más trabajo. Gese Da O produjo uno muy guapo, a mí ese me gusta mucho. Buco me escribió para tener una sesión en Madrid y dijimos, oye, ¿y si hacemos un amapiano? El tema entero salió en tres horas. Itchy tenía una base medio empezada y fui tirando frases al micro sin pensarlo. Empecé cantando. Luego Buco me animaba a rapear un poco, un estribillo, rap otra vez... Y para el estribillo me salió lo del puente, lo de “en las noches de luna llena, viene a mi casa, etc”. Y molaba, pero Buco creía que podíamos hacerlo mejor. Y no sé por qué me salió decir “¡olelé!” o “¡dulelé!”, algo así. Así que me recordó a “folelé” y probé a repetirlo. IItchy pensaba que estaba tarareando palabras inventadas, algo africano en plan yoruba. Le expliqué que era canario y significaba libélula. Entonces los dos me miraron así, en plan, ¿en serio? Esto es superguay, usémoslo.
De mis favoritas. Presiento que el disco abarca multiplicidad de géneros también porque hay muchísimos productores. De hecho, llevamos hablando de ellos casi toda la canción. Pero, más allá incluso, hay canciones en las que están subidas, ¿diez? ¿Doce personas?
Sí, sí.
Pienso en Babi boy, Retro 11s o FaXXxxx. ¿Qué es lo que te atrae de crear en conjunto?
Para mí lo más guapo de la música es conocer a gente que comparte tu pasión, viajar y comer (risas). Cuando mejor me lo paso es cuando somos varios en el estudio. Aun así, por los tiempos que hemos tenido, este disco es donde más cancio- nes he escrito yo solo. Lo normal es que seamos dos o tres en el estudio. Incluso si hago una canción solo, me gusta en- señársela a la gente para ver si cambiarían algo. Ese esfuerzo colaborativo siento que enriquece.
¿Nutre de otra forma, ¿no?
Cuando empezamos con BNMP en 2016, a la gente le choca- ba que hubiera varias personas escribiendo. Sin embargo, en otros géneros como el rock, es normal que varias personas escriban la canción. Y es bonito que cada género tenga sus códigos y procesos.
Durante el disco, haces varias pausas para explicar tu falta de competición con Quevedo, ya sea en Sangre y fe o en Me muevo con Dios. También hay un feat con La Pantera. Ambos son talentos de menos de 22 años. ¿Crees que trabajar con gente joven te lleva a conectar más con esa audiencia? El estilismo en esta sesión de fotos lo está haciendo Carla Menéndez, bastante joven también.
No sé si me ayuda. Al final el público generalista no entiende por qué la música que hacemos suena como suena, o por qué nos vestimos como nos vestimos. El tema con La Pantera lo empezamos en abril del año pasado, en una semana que fui a Gran Canaria para compartir con ellos. Ahí sí que noté la diferencia de edad. Me fui superinspirado, porque ellos son pibitos y se viven un poco más la peli. Me transmitieron mu- cha energía.
Has remarcado que no quieres que se confunda la idea del álbum con la del tiburón cryptobro heteruzo. No obstante, lo que proyectas sí converge con esa idea en ocasiones: dinero, negocios, powermoves... ¿Tanto la rechazas?
No sé, me gusta el dinero, pero a ti también. Y me gusta el sexo, ¡pero a ti también! (risas). No hago de ello mi marca personal ni me lo pongo por bandera ni baso toda mi vida o personalidad alrededor de eso. Creo que hay diferencia.
¿Qué sientes musicalmente que te habría gustado tocar con el disco que no pudiste?
Más amapiano. Pero es que es larguísimo (risas). Lo sacaré fuera del proyecto y ya está. En líneas generales, estoy muy, muy contento.
Lo pulido que está el branding del disco creo ha sido fundamental para su éxito. Como el detalle del menú de autor de la prelistening por el equipo de Gofio, que además es estrella Michelín.
¿Te gustó?
¡Me gustó muchísimo! La comida gritaba mar y Canarias. ¿Cómo fue eso? ¿Participaste en la elección de los platos?
No, no participé. Conocí Gofio porque fuimos a cenar y me fli- pó. Y, bueno, son canarios y en la diáspora canaria, si alguien es canario ya es amigo tuyo (risas). Así que lo planteamos un poco en broma, en plan, ¿oye, contactamos con Gofio para que haga el catering?
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Sudadera RHUDE, pantalón customizado por Carlos Varela.
Todo es un poco en broma, ¿eh?
Sí, un poco. Pero finalmente dijeron que sí y superagradecido. Se involucraron muchísimo. Les conté un poco lo del disco y dijeron, “venga, pues vamos a hacerlo marino”.
¿Cuál fue el plato que más te gustó a ti?
¿Sabes que yo no comí?
Mentira.
Porque estaba muy nervioso. Comí la banderilla que pusieron al inicio, el caldo millo y ya. Que estaban las dos cosas buenísimas, pero nada más.
Jo, pues qué regalazo para el resto, la verdad. Habíamos hablado alguna vez de que te molaba cocinar, ¿no?
¡Me flipa cocinar! Pero hace un montón que no cocino porque estoy viajando y no paro. Como mi casa está en Tenerife pero llevo en Madrid desde febrero, me como cualquier basura a las dos de la mañana o un catering de estos de tuppers preparados (risas).
¿Cuál es tu plato estrella?
¿El que mejor me sale? Se llama Mafe. Solo lo he hecho dos veces en mi vida y las dos veces me ha salido brutal. Te juro que todo el mundo se queda flipando. Es un plato de Senegal, pero se consume en más países. Es arroz con un guiso de maníes, tomate y carne. Y picante como una hostia, pero buenísimo.
Habrá que probarlo. Cuando pensaba en esta entrevista sentía como que había un periodo tuyo algo off the record, donde sí sucedían EPs, pero no parecías tan presente. Como que no ha habido un momento de conversación alrededor de Visión Túnel, o Cáncer/Capricornio/Virgo. ¿Me equivoco? ¿Te estabas reservando?
No, es que odio hacer promo (risas). No me gusta nada de nada, pero hemos apostado muy fuerte con este disco como para quedarme yo en casa. Pero, ¿reservándome? No sé. Me gusta que la música hable. Antes, en 2017, hacía anotaciones en Genius o verificaba las que estaban bien. Pero dejé de hacerlo también porque quiero que la gente se monte su propia peli. También te digo, luego hay peña que se tira unos triplazos muy locos (risas).
¿En Genius? ¿El más grande que has escuchado?
No sé. Pero algunos dicen cosas tipo, “esto es una referencia a no sé quién”. Y es como... ¿Eh?, no. Claro que no (risas).
¿Como la gente que vincula Movezz en silencio con Passion Fruit de Drake?
Es que, ¿en qué se parecen? ¿En que es un four to the floor, en que es un kick? Es cierto que el sample de la batería es del Coolie Dance, que es un rhythm jamaicano. Pero es que esa batería también es la de Culo (Pitbull), de Salió el sol (Don Omar), Mr. Vegas, otra de Nina Sky... (risas).
#Facts. Ya, que tampoco lo ha inventado él. Aun así, aparte de la canción, sí hay como una tendencia de vincularte a ti con Drake.
Mola porque no lo dicen como algo peyorativo, pero también es de ser un poco corto de miras. La gente que dice eso es peña que no se entera mucho de música o no escucha mucho rap. A mí me gusta mucho el sonido de Toronto, y entiendo que Drake es de allí. Me flipa aunque sea de peña que no es explícitamente de allí pero comparten esa vibra. Como Eli Sostre. Un amigo me dijo: “A mí la canción de 1€ cada vez no me gusta porque la base parece una de Jack Harlow”. Y fue como, wow, claro. Sí, puede parecer una base de Jack Harlow, pero en tanto en cuanto también puede parecer una base de Drake. También dijeron de No se emula que se parecía a una de Drake. Y lo único que pasa es que es trap rápido, pero se asocia.
¿Pero tú crees que la equiparación viene solo por el sonido?
¿Por qué otras cosas pueden asociarlo?
Estéticamente puede haber códigos comunes, quizá. Aunque en música yo creo que se ve la diferencia, es decir, Drake no hace reggeaton o pluggnb.
O porque los dos somos guapos (risas). No sé, a mí me encanta Drake, pero también me encanta PartyNextDoor, me encanta Division, Mula, Pressa, Smiley, P-Rain; me encanta todo... ¡Torontontero!
Si eso te ayuda a entenderlo un poco más y a conectar conmigo, guay. Prefiero eso a que me digas que me parezco a cualquier otro artista español, o a cualquier otro artista hispanohablante. Pero es lazy. Yo desde mi primer disco, aun siendo de rap, hay un reggaetón, un afrobeat, una balada. No sé.
Has comentado alguna vez que te gustaría crear un circuito de promoción de artistas en Canarias, para evitar un poco el madridcentrismo. ¿Te lo has planteado desde una perspectiva seria?
Sí, y más o menos tengo un plan. Pero por ahora soy joven y quiero centrarme en la música. Sin entrar en cosas concretas, me he empezado a fijar hace poco en emPawa, una incubadora de artistas que tiene Mr Eazi en Ghana. No es un sello, así que el modelo de negocio no es un abuso como el de las mayors actualmente.
Hablando de majors, le tiras beef a Warner.
A Warner Chappell, sí. Ellos saben por qué.
Por último, de cara a proyectos futuros. Ya hemos mencionado la preparación de la gira. Igual es un poco abrumador pero... ¿cómo enfocas ahora volver al estudio y a grabar?
Sobre la gira, solo puedo decirte que será un set muy largo. Y respecto a la música, la enfoco igual, normal. Porque yo no todo lo que grabo lo saco, es más, saco muy poca música para todo lo que hago. Pero estoy centrado sobre todo en los ensayos. En eso, y en mudarme a Madrid.
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