¿Se puede rapear con fe en medio del caos? ¿Llorar escuchando trap? Delgao dice que sí, y El sinvergüenza, su nuevo disco, es la prueba. Después de hacerse un nudo con la vida, el segoviano lo ha soltado todo en un ajuste de cuentas con lo que fue, con lo que dolió y con los que estaban por interés. Colabos top, beats de lujo y una parada en el Mallorca Live Festival para que puedas atarlo. Si alguna vez cantaste los temas de Balada kinki, esta es la versión adulta y desatada.
¡Hola, Delgao! Un placer tenerte por aquí. Acabas de lanzar tu tercer álbum: El sinvergüenza. ¿Qué tal van esas primeras sensaciones?
¡El placer es mío! Estoy contentísimo de haber parido este trabajo y empezar a disfrutar la mejor parte: las reacciones de la gente, la acogida, los conciertos, los mensajes de apoyo.
El disco tiene momentos de rabia, de creencia, de ironía, calle, fiesta, etc. ¿Qué recuerdo te llevas del proceso de creación?
Recordaré con mucho gusto haber transformado los sentimientos negativos que me invadían durante esta etapa de mi vida en algo tan bonito como un disco. Aunque no sea mi trabajo más enternecedor precisamente, me ha ayudado mucho a desenredar ciertas emociones que tenía hechas un nudo.
¿Alguno en concreto que te remueva especialmente?
El rencor ha sido uno de los hilos conductores del álbum, hablando de las letras. Y he conseguido sacarlo fuera de mí gracias a estas canciones. Por ejemplo, Ni 1 porrito me dejaste pa mi noche menos ganste me ha desahogado una barbaridad.
Algo que también salta a la vista son los featurings: has trabajado con María Escarmiento, D3llano, L0rna, Fran Laoren. Gente nueva y también pionera. ¿Cuál fue la colaboración que más te sacó de tu zona de confort?
Creo que fue la de Sule B. Es un tema de hip hop clásico y, aunque lo haya hecho mucho en el pasado, tenía el género algo oxidado. De todas formas, el rap es como montar en bici. En general, todas las colaboraciones han salido muy fácilmente y con mucha naturalidad. Y entre risas.
¿Alguna que tengas pendiente?
Me encantaría trabajar con mucha gente como Metrika, Jimena Amarillo, Barry B, o Ben Yart, y otras muchas personas de las que ya tendréis noticias más adelante.
“Ahora que me he sacado las sombras, los siguientes pasos los daré hacia un camino lleno de luz.”
Hoy en día es difícil sostener un proyecto musical siendo joven y autónomo. ¿Qué crees que es lo que más cuesta: lo económico, lo emocional o la constancia?
Yo siempre he sido currante, paciente y constante. La parte que se me ha complicado alguna que otra vez es la guita. Pero, como digo en Blindao, “Me volví a quedar a cero, sí, pero volví a remontarlo”. De todas formas, algo me dice que muy pronto este asunto dejará de ser un problema.
“Salgo pa’ la street, me siento solo / Debo hacerlo por mi gang”. ¿Te da miedo que el éxito te aleje justo de eso que te da sostén? Tu gente, tu barrio, tu esencia.
Jamás he sentido ese miedo porque desde que empece solo trabajo con hermanxs de otras madres, cada éxito mío es un éxito suyo.
En este álbum abordas un montón de temas. En El sinvergüenza hablas de los favores, de colegas interesados, de la calle; mientras que Tengo fe simboliza el cierre de una mala racha. ¿Qué cosas sientes que has dejado atrás con este álbum?
Sobre todo el rencor, la falta de fe y la pobreza (risas).
¿Cómo te imaginas este siguiente capítulo? ¿Qué te gustaría que tuviera?
Ahora que me he sacado las sombras, los siguientes pasos los daré hacia un camino lleno de luz.
En temas como Blindao o Malagradecida se siente esa mezcla de orgullo y dolor. ¿Encontraste barreras emocionales escribiendo desde algo tan íntimo o fue liberador?
Nunca he tenido problema en sobreexponer mis sentimientos en canciones, no sé escribir sin hacerlo. Pero me ha costado más de un disgusto gordo en mi vida real últimamente escribir de una manera tan directa. Mi madre creía que iría a la cárcel por injurias por hacer Malagradecida (risas).
“Nunca he tenido problema en sobreexponer mis sentimientos en canciones, no sé escribir sin hacerlo. Pero me ha costado más de un disgusto gordo en mi vida real.”
Además de la burla (desde el respeto) a los grandes como Tupac, el disco también está lleno de simbolismo irónico religioso. ¿Qué relación tienes a día de hoy con la espiritualidad?
Envidio la forma de ver la vida y sobre todo la muerte que tienen los creyentes. Además, estoy enamorado de la estética religiosa. En parte quiero ser como ellos, intento obligarme a tener fe.
Afincado en Madrid pero, ¿qué representa para ti Segovia más allá de ser tu ciudad? ¿Crees que influye en tu forma de concebir la escena?
Segovia me ha enseñado todo lo que sé de rap y música urbana. Por más que me ponga popero a veces, siempre está esa influencia en mi música y me marcará de por vida. Llevo esa bandera con orgullo.
Quiero que nos detengamos un momento en tu trayectoria. ¿Qué queda de aquel Delgao de Balada quinqui en este Sinvergüenza?
Las baladas no, pero lo quinqui desde luego que sí.
Acabas de tener tus primeros dos shows de esta nueva etapa: Madrid y Segovia. ¿Qué tal fueron?
Increíbles. Ambos sitios son mi hogar. Me subí al escenario y sentí como si cientos de personas a la vez me abrazaran y me dijeran que me quieren y que todo va a salir bien. La energía que se sintió fue indescriptible.
También pasarás este verano por algunos festis como el Mallorca Live Festival. ¿Qué podemos esperar de este show?
Voy a dejar a un lacito las baladas y voy a ir con el arsenal: solo temazos, solo fiesta, solo saltar hasta sudar.
Por último, si alguien escucha el álbum dentro de diez años, sin saber quién era Delgao en 2025, ¿qué te gustaría que entendiera de ti?
Que lo estaba pasando un poco mal el pobrecito y necesitaba desahogarse haciendo un poco el capullo.