W*IP

En un mundo donde la tecnología se fusiona con la identidad, donde las fronteras entre lo humano y lo digital se desdibujan, el cyborg emerge como una figura poderosa, desafiante y liberadora. “El cyborg es una especie de yo personal, postmoderno y colectivo, desmontado y vuelto a montar; es el yo que las feministas deben codificar", nos recordaba Donna Haraway en los años 80 en su Manifesto Cyborg, un eco de revolución que resonaría en el colectivo VNS Matrix, quienes más tarde proclamarían el Manifiesto Ciberfeminista.

En esta era digital, donde cada clic es un paso hacia un territorio inexplorado, surge la exposición W*IP (Work in Progress), una oda a la importancia de los procesos por encima de los resultados. Es un tributo al aprendizaje colectivo, despojado de la obsesión por el producto final, por la inmediatez. Contra el aceleracionismo y perfeccionismo, W*IP visibiliza y valora el error, la dedicación y el aprendizaje, siguiendo los pasos del ciberfeminismo de los 90.

En este vasto tejido de interconexiones digitales, la comunidad LGBTIQ+ se entrelaza en una red rizomática de apoyo, solidaridad y resistencia contra la tecnofobia tradicional y la dominación masculina. La tecnofobia femenina jamás existió, simplemente se nos atribuyó una incapacidad tecnológica desde el menosprecio patriarcal. Ahora, desde una posición emancipada, creamos, construimos y moldeamos el futuro digital con más determinación.

W*IP es una exposición colectiva comisariada por Pau Jiménez que reúne a artistas de recorridos muy diferentes, entre ellas Ada Sokół, Clara Harguindey, Harriet Davey, Laura Tabares, Lola Zoido, Mayte Gómez, Natalia Stuyk, Sarah Mayer, Simone García y Vitória Cribb. Este evento es un testimonio del poder del ciberfeminismo en la era tecnológica actual. Es un recordatorio de que, a través de la colaboración, la resistencia y la creatividad, podemos forjar nuevas redes digitales más igualitarias.