Jaydime es una de las caras de la escena Detroit en España. Apareció por sorpresa con su EP Dime, allá por 2021, aunque ya habían visionarios que pregonaban su éxito desde que apareció en el colectivo emergente Raw Souljas. Desde entonces, el artista de Madrid no ha parado de reinventarse. Ha sabido captar los sonidos más frescos de la escena estadounidense y plasmarlos en ritmos pegadizos y melosos. Ahora es el turno de Wavyyy, su último EP de tres canciones, en el que se puede escuchar desde un sexy drill al puro estilo Cash Cobain hasta un featuring con Icy Vedo en el que apuesta por un new-jazz que se siente como estar subido a una ola.
Con el lanzamiento de este nuevo EP, Jaydime nos da a entender que nunca se cansará de innovar en su música. Para él acomodarse en un género nunca ha sido una opción. Su discografía está marcada por su paso (todavía vigente) por el colectivo CTDS, fábrica de talentos como Gloosito, Baby Pantera o Shynelevell; pero Jaydime ha sabido llevar su carrera musical en solitario a la vez que firmaba discos conjuntos con su grupo. Mientras que salían lanzamientos como Ctds Vol.3, cargado de flows agresivos y trap oscuro, Jay sacaba en solitario SLE (Siento la espera), que recuerda a los temas más tristes de Polo G o Rod Wave.
Queda demostrado que el artista sabe que en esta industria no te puedes quedar parado. Una de las claves de Wavyyy es la elegancia con la que ha logrado importar el estilo más fresco del panorama de Estados Unidos. Trae el estilo pero marca la diferencia con barras personales y esa picardía de barrio tan característica de CTDS. Se ve que Jay disfruta lo que hace, y este EP es un síntoma claro de ello. Sonidos veraniegos cargados de referencias a prendas de diseño y copas a rebosar de jarabe, y temas recurrentes en su música como el scamming o la vida en el poblado (Aranjuez).
La primera canción, Bandit, empieza con la barra “Piel en las zapas no pimpin’”. En el videoclip se ve a Jaydime lavarse los grills con un cepillo de dientes. Es maravilloso que haya raperos que no guarden las formas y muestren una personalidad más divertida, y es que la intención de este EP es clara: refrescar el panorama mientras nos echamos unas risas. 
El segundo single, titulado LYS (Lean y Sprite), está producido por Vampi, joven promesa en la escena que forma parte de Menace102, uno de los colectivos emergentes más interesantes del panorama. Jaydime no duda en tender la mano a la siguiente generación para que le ayude a traer un sonido renovado. El tema recuerda a Cash Cobain, el artista anglosajón que ha popularizado el sexy drill, con el que ya han probado suerte artistas como Abhir o L’haine. LYS viene acompañado de un videoclip a mano de Jean Lafleur, quien ha firmado visuales para artistas de gran calibre como Aitana o Sen Senra. Está claro que Jaydime ha dado un gran salto respecto a su anterior proyecto, Dimeworld, rodeándose de lo más top del panorama. Eso sí, su mensaje y la intención de su música se ha mantenido clara desde sus inicios. Jay nunca dejaría el barrio ni la gente que le ha ayudado atrás, por lo que sigue trayendo a viejos amigos como OldPurp.
El tercer (y último) tema de Wavyyy se llama Yo y mi Kup, y viene acompañado de un feat de Icy Vedo y una base cálida, obra de Chiru. La base es new-jazz, un subgénero que apareció en EUA a mediados de 2023, en el que se usan sintetizadores lentos y baterías tropicales como marimbas o bongos, aunque los orígenes de esta fusión se remonta a finales de los 90. Tanto Jay como Icy son responsables de ser los primeros en traer este sonido junto a otros como Gese Da O o C Marí. Ellos lo llaman ‘surf music’, y no podemos estar más de acuerdo. 
Wavyyy se siente como estar bajo el agua mientras que el sol atiza con todas sus fuerzas. Es estar en lo más alto de la ola con un vaso de jarabe en la mano. Es un toque de atención para la escena urbana, un pequeño aviso de lo que está por venir a manos de Jaydime, quien no va a dudar en cambiar su estilo si el tiempo le lleva a ello. Quién sabe lo que se podrá esperar de este artista en un año, pero una cosa la damos por contada: la música hablará.