Quizás te suenen de Mai neva a la ciutat, canción que se hizo muy viral en TikTok a finales del año pasado, o quizás te suenen más por su Catalonia Girls, la versión Mediterránea de California Girls de Katy Perry. Si aún no los conocías no te preocupes, que hoy te los presentamos. Ferran, Vicenç y Àngel son Fades, un trío de filólogos queer (dos mallorquines y un catalán) que tenían un micro, una tarjeta de sonido prestada, unas minifaldas y un sueño, que era llegar a convertirse en la queer band catalana de referencia, y así ha sido.
Parecen las tres mellizas, pero ya os aseguro que ellos son mucho más divertidos. Con la misma melodía con la que conocimos a Ana, Teresa y Helena cuando éramos pequeños, se presentaron Fades al mundo con 123 a finales del 2022. “Un, dos, tres, som les tres fades i us durem de puta farra”. Luego vinieron, Cacaolat, Gay Revenge, su primer EP Amigues y autotune y, por supuesto, Catalonia Girls. El resto es historia. Su destino residía en una tirada de tarot, o al menos Àngel nos cuenta que ese fue el motivo principal por el que se mudó a Mallorca un año a estudiar. “Todo fue improvisado y orgánico, casi como si las cartas supieran lo que iba a pasar”, nos cuenta.
Sin embargo, detrás de todo el humor de sus letras se encuentra una reivindicación de identidad cultural e idiomática, y es que es precisamente la comedia el vehículo principal mediante el cual llevan a cabo su cometido: normalizar la lengua catalana y desacomplejarla, especialmente en ambientes queer. Un proyecto interdisciplinar que abraza la catalanidad jugando con los géneros musicales y el no-binarismo.
Por suerte, aún tenemos Fades para rato, ya que su nuevo EP va a ver la luz este septiembre. “El título es Metallix y hace referencia a una transformación de las Winx Club: brillantinas, minifaldas y muchos láseres”, nos adelantan. Performers, tiktokers, obviamente cantantes, activistas… Fades son muchas cosas y podría estar aquí durante rato, pero mejor dejo que os cuenten ellos mismos.
¿Podríais presentaros para quienes no os conozcan? 
Ferran: Yo no soy Clara Lago.
Vicenç: Y yo no soy Eva...
Àngel: No somos nadie.
Ferran: (Risas) Realmente somos tres filólogos maricas que no sabemos cantar pero que, gracias al autotune y al algoritmo, sorprendentemente, podemos ser una queer band catalana y nos gustaría poder ser los referentes que no teníamos cuando éramos pequeños.
¿Cómo nace Fades?
Àngel: Una tirada del tarot me dijo que mi destino era Mallorca. Decidí ir allí para cursar un año de la carrera de Filología Catalana y allí conocí a Ferran y a Vicenç. Después de compartirles mi sueño de querer hacer una canción, empezamos a hacer raps de broma y al final nos decidimos a montar un grupo. Todo fue improvisado y orgánico, casi como si las cartas supieran lo que iba a pasar.
Imagino que también sois bastante diferentes entre vosotros. ¿Qué creéis que os diferencia más entre sí?
Vicenç: Aunque parecemos las tres mellizas, cada una bebe de imaginarios diferentes. Yo, personalmente, no puedo evitar ser una ratchet y sentirme La Zowi. Ferran es un hijo de Nicki Minaj y, en cambio, Àngel es un K-poper y J-poper en toda regla. Tres maricas muy clásicas, la verdad.
Ferran: Y tenemos inquietudes artísticas que nos unen como la literatura, la moda y la coreografía. Realmente, somos amantes de la cultura pop.
¿Es algo que también se nota a la hora de crear música? ¿Cuál creéis que es el fuerte de cada uno y cómo lo implementáis entre vosotros?
Àngel: Nosotros creamos de manera conjunta y nos cuesta imaginarnos componiendo de manera independiente. Al final, las canciones salen de pasar tiempo juntos y de pensar en el tipo de música que nosotros mismos querríamos consumir.
Vicenç: Sí es cierto que cada uno tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Yo no sé dar ni una nota (ni con autotune).
Ferran: ¡Pero en barras no te gana nadie! Como a Àngel haciendo armonías. En cambio, a mí la parte de producción es la que mejor se me da.
Detrás de este proyecto no hay nadie, es decir, como el nombre de vuestro disco indica, sois simplemente amigas y autotune, ¿cómo os gestionáis? ¿Cuál es la función de cada uno?
Àngel: Gestores, bookers, taxis, relaciones públicas, community manager, fotógrafos, directores de arte, compositores… Realmente, todo lo hacemos nosotros y de manera bastante asamblearia. Aunque es cierto que cada uno tiene un rol asignado. Yo, como soy leo, me encargo de la parte escénica y de la coreografía. Vicenç, sagitario, es el estilista y administrador económico y Ferran, escorpio, es el productor musical y gestor de redes.
Hablando de vuestro álbum, Amigues i autotune, habéis dicho que lo hicisteis en tan solo tres semanas, ¿cómo surgió la idea y cómo fue todo el proceso?
Ferran: Pues teníamos un micro y una tarjeta de sonido que no era nuestra y que teníamos que devolver al cabo de tres semanas y, por tanto, solo teníamos tres semanas para hacer el disco. Aunque dos canciones las añadimos más tarde.
Vicenç: El proceso fue un poco horroroso porque grabábamos dentro de un armario en pleno mes de agosto en Mallorca. No suena muy divertido, pero fue toda una experiencia porque no solo fue el comienzo del proyecto, sino también el de nuestra amistad.
¿De dónde salen las ideas para hacer los temas?
Àngel: De conversaciones, de ideas locas que surgen cuando salimos de fiesta, de historias, de noches mágicas, etc. A veces salen muy improvisadas y a veces las planteamos con un objetivo más claro, como Catalonian Girls o Minifalda.
¿Y para hacer vuestros ya famosos tiktoks?
Vicenç: Bueno, primero de todo, tuvimos que aprender a perder la vergüenza y asumir que hacer el ridículo está bien.
Ferran: Yo soy un poco adicto a las redes y desde el primer momento les insistí para que fuera un proyecto también muy presente en TikTok y concebir las redes sociales como nuestras mejores amigas.
Àngel: Claro, y porque nos sirven para poder vendernos como artistas completas: cantar, actuar, bailar, entretener, hacer comedia.
Creéis que después de cómo os funcionaron temas como Catalonian Girls o Mai Neva a la Ciutat, ¿os ha aumentado la presión a la hora de hacer música?
Vicenç: Obviamente, al principio nunca pensábamos en la repercusión de una canción, básicamente porque no habíamos pensado ni en publicarlas. Ahora hay un poco de inseguridad a la hora de escribir letras y de tomar decisiones porque a veces se nos queda un poco grande. Aun así, la presión nos ha servido también para querer mejorar con las cosas que publicamos.
Si algo os define es que sois divertidísimos, pero detrás de ese humor que tenéis para todo se esconden reivindicaciones, tanto LGBTIQ+ como de la lengua catalana. ¿Qué importancia tiene para vosotros el humor reivindicativo en vuestra música?
Àngel: Básicamente el grupo surgió por eso. Justamente lo que queremos es naturalizar la lengua catalana y desacomplejarla. Nos hemos dado cuenta de que en la comunidad queer catalanohablante la gente se siente a menudo más cómoda usando el castellano y nosotros queremos apostar por un ambiente queer y en catalán.
Otro tema que reivindicáis es precisamente el disfrute del pop. Un género que se critica siempre a pesar de ser mainstream. Se está hablando mucho últimamente a raíz del concierto de Taylor Swift. El discurso, aunque no se ha cambiado del todo, sí que ha evolucionado a señalar esa misoginia interiorizada que acarrean muchas de las críticas al género, ¿qué opináis sobre la estigmatización del pop?
Ferran: Que la gente es muy carca. Se tiene que aprender a dejar atrás esquemas tradicionales y patriarcales elitistas. Entender la cultura de masas como baja cultura está pasado de moda. Escuchar un disco de Aitana es igual de enriquecedor que leer una novela de Dostoyevski.
Aparte de reivindicativos sois muy fashionistas, o así lo mostráis no solo en vuestros looks del día a día, sino también en vuestro último single, Minifalda. ¿Qué papel juega la moda en el desarrollo de vuestra imagen como grupo? 
Vicenç: Al final es un proyecto artístico interdisciplinar y nos encanta la performance. Dentro de la performance de Fades no podía faltar una buena dirección estética y una reivindicación de la feminidad mediante la moda. Es una buena manera de combatir el patriarcado a golpe de tacón y sintiéndote preciosa.
¿Cuáles son vuestras marcas favoritas?
Vicenç: Obviamente Dominnico, son el presente y el futuro de la moda. También vestimos de Alineo Studio siempre que podemos. Además, nos encanta Reparto Studio y Alejandre Studio. Internacionalmente, somos fans de Balenciaga y Dsquared2.
Aparte de cantantes, ahora también sois columnistas, tenéis una sección llamada Autotune o Barbarie en Diari de Mallorca, donde recomendáis música. La música catalana parece estar muy centralizada en Barcelona y en su acento, aunque sí que es verdad que, poco a poco, y gracias a vosotros, a Maria Hein o a Maria Jaume, entre otros, se está abriendo un poquito más el género a otros dialectos. ¿Qué importancia tiene para vosotros el poder disponer de ese altavoz para recomendar?
Ferran: Realmente es una suerte poder decir que tenemos el altavoz para difundir música en nuestra lengua y, sobre todo, la que está hecha en las Islas Baleares. En la música catalana existen diversas escenas de géneros superdiversos, y reducirla a uno solo es un error que nosotros demostramos a través de la columna.
Vicenç: Lo que podemos señalar es que la variante central es la predispuesta para explotar musicalmente y gracias a Maria Jaume, Maria Hein o Júlia Colom se consigue combatirlo. Lo que hay que hacer es difuminar las fronteras políticas e intentar ver la lengua catalana en su conjunto y no de manera segmentada.
¿Nos hacéis alguna recomendación?
Àngel: Yo que soy catalana, cuando llegué a Mallorca me enamoré del Plan-ET. Es un traper malote con bigote que hace hyperpop. No hace falta añadir nada más. Escuchad Xulo (2023) y Deliri (2024).
Vicenç: Realmente fue un pionero y podemos afirmar que nos ha abierto las puertas a nosotros y a muchos otros artistas mallorquines como Xisk o Na Kate.
Respecto a la lengua, sí es verdad que siempre hay mucha polémica en Twitter sobre que en las canciones se habla mal catalán, que los jóvenes hablamos fatal, que si Pompeu Fabra se levantase… ¿Cuál es vuestra opinión como filólogos catalanes y como cantantes?
Ferran: El foco del problema no es que los jóvenes hablen mal el catalán, el problema tiene unas dimensiones sociales mucho más amplias. Lo que sí tenemos que hacer los jóvenes es mantener nuestra lengua y hablarla con naturalidad, ya sea en contextos formales o en la calle, en el día a día, coloquialmente.
En muchas entrevistas habéis comentado que os faltan referentes LGBTQ+ en el panorama urbano catalán, ¿cómo veis que está evolucionando desde que empezasteis? ¿O no lo ha hecho?
Àngel: Cuando decimos que nos faltan referentes a menudo se lee como una inexistencia y no es así. Les Roba Estesa son un claro ejemplo en la música catalana. Ahora bien, lo que nosotros decimos es que no había tantos como los que requiere una sociedad como la nuestra. Está claro que la situación ha mejorado, disponemos de personas abiertamente LGTBQ+ en la cultura mainstream catalana como la Mushkaa o el periodista Marc Giró.
Vicenç: Ahora bien, es cierto que nos hace falta un personaje público catalán con un discurso crítico como Samantha Hudson. Para nosotros, como mallorquines, ella ha supuesto un punto de inflexión.
Ya para terminar, vais a presentar vuestro próximo proyecto en septiembre, ¿verdad? ¿Qué nos podéis adelantar?
Ferran: Sí, seguro que saldrá antes de que acabe el año. La planificación del proyecto comenzó antes de sacar nuestro primer disco y está siendo un proceso muy largo. No ha sido fácil porque todo es autogestionado y aún somos estudiantes universitarios. Nos hemos profesionalizado en producción, en letras, en looks, en puesta en escena y en performance y queremos mostrarlo con este disco. En cierta manera es nuestro disco soñado, lo que querríamos haber hecho desde un principio.
Nuestro objetivo con este disco es jugar con los géneros tanto como podamos: jugar con los géneros sociales y el no-binarismo y jugar con los géneros musicales, estirándolos al máximo y creando combinaciones imposibles y nuevas texturas. El título es Metallix y hace referencia a una transformación de las Winx Club: brillantinas, minifaldas y muchos láseres.
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Full look ALINEO STUDIO