Las noches de Nitsa en la Sala Apolo siempre ofrecen lo que se espera de ellas. Y, a veces, nos dan incluso más. Algo así nos pasó el viernes pasado en TORO que, pese a nacer hace poco más de dos años de la mano de Engalanan, Wicboyx y softchaos, ya se ha coronado como una de los eventos más especiales y rompedores de la escena barcelonesa. Después de un flamante concierto de Kyne y Villano Antillano, TORO organizaba y, por qué no decirlo, coronaba un afterparty que apuntaba bien alto. Ya recompuestos, te contamos todos los detalles.
Ajeno al evento, más a media tarde, tuvimos la suerte de asistir a los conciertos de Kyne y Villano Antillano organizados por Primavera Sound en el Apolo. Como telonera y poniendo el día a tono, Kyne y su último álbum, Sad&Horny. Tanto en el disco como en el propio directo, y como también pudimos disfrutar en la Suite Sessions #2, la artista fluctúa entre dos personalidades: naif y macarra vs. frágil, orgánica y, ante todo, acústica.
Acto seguido y a la espera del gran público que se extendía por toda la sala, llegaba una explosiva Villano Antillano. KLK, Cascara de coco, Hedonismo, Ride or Die (que todavía no nos podemos sacar de la cabeza) y, para cerrar el show por todo lo alto y soltando al aire, “a ver, venga, que esta seguro que no se la saben”, tocó su Bzrp Session. Entre canción y canción no faltaron mensajes reivindicativos por las mujeres trans, y sus últimas palabras antes de aparcar el micrófono fueron las mismas que me dijo hace un año: “Y recordad, nos tenemos las unas a las otras”.
Una vez el reloj pasó la media noche, el afterparty, la furia rave y la oscuridad del techno inundaron la sala. Así, TORO daba el pistoletazo de salida con el vibrante DJ Set de Villana. Junto a ella, la segunda malvada: Villano Antillano bailaba, grababa stories, sonreía y nos mandaba besitos. La noche estuvo repleta de sonidos y ritmos agresivos, experimentales, ardientes y oscuros. Procedentes de Brasil, Puerto Rico, Nueva York y Barcelona, los platos fueron pasando por Engalanan, softchaos y Slim Soledad.
Una vez más, y os aseguro que durante todo el evento, nos quedó muy claro por qué TORO ya es una fiesta de referencia. No solo por crear un espacio donde la música (y, te digo, con buen gusto) es una prioridad, que busca rejuvenecer y seguir el legado de la cultura rave en el presente mediante la obra de artistas, DJs y perfiles que celebran la diferencia, o esa otredad que muchxs decimos, sino también por dar vía libre a la expresión y despejar el espacio de las comunidades que no tienen acceso. Todo, por supuesto, mientras la familiaridad y destruir las pistas de baile siempre son el must de la noche.