Cuando Engalanan comenzó a trazar sus primeras líneas dentro del mapa de la industria musical, no sabía que recorrería avenidas de oportunidades. DJ, booker, city connector, project director y algún que otro título más forman parte del multidisciplinar perfil del artista catalán. Podríamos definirle a grandes rasgos como trabajador del arte y rebelde cultural.
Su obra se asocia a la música electrónica y al mundo clubbing de vanguardia. Ha pisado las cabinas de Razzmatazz, Primavera Sound Boiler Room, Floorgasm, FIST o Playground, además de ser curator y miembro del colectivo Toro, que organiza fiestas en la ciudad barcelonesa. Para Engalanan la música es honestidad, vulnerabilidad, comunidad y libertad. Hablamos con el DJ sobre sus orígenes, referentes y proyectos pasados, presentes y futuros.
Algunos de los puestos creativos que te definen son el de DJ, booker, project director y PR pero, ¿quién es Engalanan?
Nunca estoy seguro sobre cómo definirme, creo que contengo multitudes y estoy mutando constantemente como forma de disfrute y supervivencia. DJ, booker, city connector, project director, art director… Un chico de 25 años de Cornellà de Llobregat que se nutre de forma orgánica, intentando trazar un camino lo más honesto y vulnerable posible.
¿Algún significado tras tu nombre artístico que debamos conocer?
Engalanan proviene de mi abuelo, que emigró a Cornellà desde Castilla-La Mancha tras la Guerra Civil como mucha otra gente de otras partes del país. Una emigración a la periferia de Barcelona buscando nuevas oportunidades como clase obrera. Mi abuelo pasó unos años en la cárcel, donde aprendió a escribir y leer, y durante ese período redactó muchos textos sobre la política en España, contexto familiar, poesía, presente pero sobre todo pasado.
En sus escritos siempre hablaba de la añoranza, de los paisajes que recordaba de la tierra de donde venía y de todo lo que embellecía/engalanaba la libertad. Reiterando la palabra ‘engalanan’. Nunca pude conocer a mi abuelo pero tengo la suerte de tener sus escritos para poder seguir trazando nuevos contextos conociendo un poquito más de dónde vengo y de lo que me nutro.
Razzmatazz, Primavera Sound Boiler Room, Pacha Ibiza o Vancouver Pride son algunas de las apariciones que se te presentan esta temporada. ¿En qué punto de tu carrera como DJ te encuentras?
No tengo expectativas ni ningún objetivo, cada vez entiendo más la música como una forma de tomar espacios y crear nuevas narrativas/comunidades. No quiero pensar en mi carrera como DJ como algo definido ni que parte del ego, sino como algo que muta y se mueve de forma orgánica y honesta.
Deseo poder seguir disfrutando de compartir música, viajando y conociendo nuevas personas. Me hace muy feliz pensar que la música me está permitiendo vivir tantas experiencias en mi vida, estoy muy agradecido.
Tu primer mix en Soundcloud y algunos de tus primeros bolos datan del año 2020. ¿Cómo ha ido evolucionando tu proyecto hasta llegar hasta aquí? ¿Por qué decidiste apostar por el mundo del clubbing?
Pues partí en un contexto totalmente distinto, mi trabajo al principio era muchísimo más personal, noisy, oscuro y experimental. Ahora está más dirigido al club, estoy aprendiendo muchísimo de tocar en clubes, me parece algo muy bonito y que estoy disfrutando mil. Es un reto y me emociona mucho.
Uno de tus proyectos más destacados es la fiesta Toro, con sede en Barcelona y junto a Wicboyx y softchaos. Os mostráis como colectivo que crea comunidad en torno a la cultura. ¿De qué va Toro?
Toro se funda en 2019 en una nave industrial en L’Hospitalet. Juakipesudo y Marygarlic tatuándome dos toros en las piernas a mano alzada mientras 100 personas bailan al ritmo de Cardopusher/Safety Trance con un increíble DJ set. Toro está formado por Adrián Rodriguez Castillo (n. 1998, Cornellà de Llobregat), Teresa M. Stout (n. 1990, West Covina), y Unai LaFuente (n. 1998, Vilanova i la Geltrú). Como trío trabajamos a través de las prácticas artísticas para elevar procesos de rebeldía cultural, en la búsqueda de oportunidades para la desobediencia.
El punto de partida artístico de Toro es la cultura sonora de la música electrónica, pero nos inspira el reto de conectar diferentes modos de hacer y crear escenarios efímeros que sean multigénero, multidisciplinares y discursivos. Mezclamos bookings interesantes, prácticas artísticas y rompemos las reglas tradicionales de programación, nos centramos en generar conexiones con nuestra comunidad a nivel local e internacional.
Nuestro compromiso es fortalecer redes, crear vínculos con colectivos queer, destruir las pistas de baile celebrando la diferencia y dar vía libre a la expresión, sea cual sea la forma en que se manifieste. Hacemos esto para dar espacio a las comunidades que no tienen acceso, exigir espacio para nuevos sonidos y abrazar nuevos errores.
Habéis llevado Toro a otras ciudades como Nueva York, Berlín o Praga. También habéis colaborado con otras fiestas y comunidades como Floorgasm, FIST, Culpa, Playground o Frxxxdom. ¿Cómo surgen este tipo de sinergias creativas?
Ponemos en común valores y contexto. Creemos que es importante la unión entre comunidades para ayudarnos las unas a las otras, aprender de nuevas formas de trabajo, de las luchas a las que se expone cada colectivo con su contexto social, lucha contra clubes y otras grandes fuerzas de poder. Cuanto mayor sea la red, mayor apoyo y ayuda tiene la comunidad para encontrar espacios y crear nuevas narrativas.
Recientemente has presentado algunos mixes para Maricxs, Club Carry, o d’Anges. A la hora de crear tus sets, ¿qué te inspira? ¿Qué sonidos o géneros te definen?
Normalmente me baso en el sonido que me gustaría compartir con ese colectivo, fiesta o sello. A la hora de crear mis sets me inspiro en lo que estoy escuchando en ese momento y, sobre todo, a quién me dirijo y lo que quiero hacer sonar.
Pudimos verte hace unos meses en la Boiler Room de Barcelona en Razzmatazz. ¿Qué es lo que más disfrutas de estar en la cabina? ¿Cómo recibes al público?
Lo que más me gusta es estar rodeado de amigas felices bailando, sentirme querido y abrazarme con todas. Siempre que estoy tocando estoy abrazado a la amiga que tenga cerca. Creo que ser DJ es una forma de compartir y alimentarse. Tener un set es una excusa para juntarnos, como quedar para cenar. Ahí se trazan conexiones y vínculos.
En los últimos años has participado en el despliegue sonoro de los desfiles de Dominnico en la MBFW Madrid. Como profesional multidisciplinar, ¿de dónde nace tu sensibilidad por el mundo de las artes?
He tenido el privilegio de trabajar junto a Dominnico durante unos años poniendo banda sonora a sus desfiles, es uno de los trabajos que estoy más orgulloso y feliz de haber presentado. La sensibilidad por el arte es algo que todo el mundo posee, no creo en el arte como algo de difícil alcance, excepcional, que se tenga que entrenar o parta de ningún tipo de aprendizaje.
Con todo este recorrido profesional y artístico, ¿qué apuestas de futuro tienes? ¿Dónde ves a Engalanan?
Pues con ganas de seguir fluyendo y disfrutando de todo lo que me traiga la vida.
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Full look RAGA MALAK