San Tosielo está de celebración: hace un año lanzaron su primer álbum, ahora empieza su primera gira por España y ya tienen su segundo EP listo para salir. Es el punto de su carrera en el está todo por ganar, aunque la ilusión en su caso reside en su filosofía de trabajo: Pavlo y Chufo tienen claro que lo importante es hacer las cosas por diversión.
Que no os engañe que la entrevista esté más o menos organizada, a los de San Tosielo se les puede categorizar como kitsch, camp, o gente a la que le gusta hacer el tonto, como se ha dicho toda la vida. Es por eso que la conversación fue divertida, amena y difícil de encajar en la estructura habitual de pregunta-respuesta. Y es que el meme alcanza cada parte de su proyecto: congas en sus conciertos, videoclips con croma verde y disfraces de todo tipo (el último de ellos, con temática vampiresca). Lo único que se escapa a esa norma son las letras de sus canciones: el dúo tinerfeño suele pillar al público desprevenido mezclando el latineo y la música bailable con letras como navajas.
¿Qué tal el verano, cómo lleváis la vuelta al cole?
Chufo: Pues la verdad es que no ha habido verano, ha sido de curro. Vamos a sacar un EP en octubre y hemos estado trabajando en eso, con los vídeos y tal. Es todo lo que hemos ido sacando de los vampiros, se va a llamar Vanpiros esiten.
Pavlo: Hay que decir que hacer los vídeos del EP implicaba ir a la playa, es decir, que estaba bien. Pero alguien tenía que ir a levantar este país, que la playa no va a venir a mi casa (risas).
Ya decía yo que no paro de ver lo de los vampiros, últimamente no veo otra cosa de vosotros, ¿lo habéis elegido por algún motivo en especial?
Pavlo: Sí, claro, es que ahora estamos en plan vampiresco total. Cuando sacamos el primer EP se llamaba Emosido versionado por el graffiti de ‘emosido engañado’, y este segundo EP es por el graffiti, que nos salió por Twitter, de ‘vanpiro esiten’.
Chufo: Íbamos a hacer un TikTok porque este hombre y yo, cuando estamos juntos, decimos, venga, vamos a currar, y ese curro es a las dos de la mañana grabarnos TikToks. Nos pusimos unas gafas que eran de marciano y que alguien nos regaló en el concierto de la Clamores y este puso de caption, “wow, esiten”. Él se rió, yo no porque no conocía el meme, me lo explicó y yo, Chuf, nombrazo para el EP. Entonces se unieron el mundo vampiro con el mundo surfero, ya verás por qué.
¿Cómo habéis empezado en la música cada uno? Contadme un poco, porque he visto que tenéis temas sacados por separado y que Chufo ha ayudado a producir Me muevo con Dios, de Cruz Cafuné.
Chufo: Yo empecé de flipadito con catorce años a tocar la guitarra, me gustaban Sum 41, Blink, todo ese rollo. Hasta los dieciséis fue como hobby, luego a los diecisiete descubrí Arctic Monkeys y quería ser el cantante. Ahí fue cuando dije, yo quiero ser rockstar, ni ingeniero ni nada. Siempre estaba haciendo música en casa y conocía a Choclock, que tenía un grupo de indie también en Tenerife y nos hicimos colegas por eso, aunque por entonces él no se llamaba así ni nada, fue antes de BNBP (Broke Niños Make Pesos). El caso es que él me producía y cuando yo estaba en primero o segundo de carrera, él se iba a Barcelona y me enseñó lo básico. Si no hubiese sido por él, no sabría producir.
Pavlo: Yo empecé a tocar la guitarra con la misma edad, más o menos en secundaria, pero era más de Justin Bieber o Álex Ubago, tiraba más por otra rama, aunque también tuve mi etapa Arctic Monkeys, The Kooks, Two Door Cinema Club, etc.; me creía el más indie (risas). Me encantaba ese rollito cuando iba a patinar.
Empecé a hacer música con un vecino mío pero fue luego en la cuarentena cuando dije, vale, voy a aprender a producir un poco, y empecé a grabar y autoproducir mis canciones. Que si lo escucho a día de hoy parecen demos, suena muy poco procesado; me las grababa, las colocaba una bajo la otra, le metía un par de efectos como podía y para arriba. Luego conocí a este hombre por Instagram, mi hermano sí sabía quién era él y estaba cansadísimo de escucharme cantar en mi cuarto. Me decía, tío, por favor, afina la guitarra (risas). Y un día me dijo, sigue a este pibe que yo creo que está igual de aburrido que tú.
Chufo: Y efectivamente, estaba muy aburrido. Estaba viviendo en Holanda en ese momento, me fui para hacer música y luego es verdad que no hice mucha (risas). Estuve trabajando en un call center, pero muy a gusto porque sí aprendí a producir un poco más. 
Ya lo habéis dejado caer un poco, pero, ¿cómo habéis empezado a interactuar con la escena canaria?
Chufo: Pues justo por eso, porque conocí a Choco con diecisiete años y él era muy amigo de Cruzzi, y a raíz de eso nos hicimos colegas. Con Cruzzi tuve mi primer curro como músico para hacer las guitarras de Majalulo, fue la primera vez que pensé, hostia, que me van a pagar para hacer esto, y de ahí empecé a trabajar con ellos.
Después, a Abhir lo conocí porque tiene un tema con Cruzzi, Tentaciones, y lo produjimos con Choco. Yo no sabía quién era él, de hecho como cantaba medio inglés, pensaba que era de Londres o algo (risas), y al ver que había sacado el tema le escribí. Con él fue un poco bromance, conectamos al toque, al día siguiente ya estaba componiendo para él Mil días. La verdad es que gracias a Dios, hasta ahora hemos podido currar con amigos. No hemos tenido que forzar nada.
Pavlo: De hecho, estamos forzando el hecho de no forzarlo (risas). Es decir, si nos proponen sesiones y tal me apetece, pero no quiero que sea frío o raro; si queremos currar con gente nueva, quiero conocerlos primero fuera del estudio. Yo a Choco y a Abhir les conocí como fan. Tengo fotos con Choco del primer Aguere de Cruzzi, que es una sala de Tenerife. Me gustaba mucho lo que hacían, los conocí después cuando empecé a currar con Chufo porque él era el guitarrista de Abhir y fue otro bromance. Aunque el primer día que le vi no cruzaba palabras con él, le dije que el concierto fue increíble y ya está, no dije nada más (risas).
Pavlo, vi que cuando subisteis la canción de Navaja, dijiste que para ti era muy especial y que cualquiera que te conozca sabía lo que significaba para ti, ¿fue por eso?
Pavlo: Sí, soñaba con hacer un tema con él y con Cruzzi. De hecho, ni me planteaba trabajar con ninguno de ellos, era una cosa de cuando hacía música más parecida a lo urbano y pensaba que esta gente estaba en otra liga. Ni siquiera cuando nos hicimos colegas pensaba que fuéramos a sacar algo juntos, son otros mundos, por eso cuando empezamos a trabajar ni me lo creía. Conseguimos llegar a ese punto en común que para mí era flipante.
Me llegó un mensaje de Chufo diciendo que Abhir le había pasado una demo por si queríamos hacer un tema con él, yo estaba en un cole trabajando de profesor y dejé a los chicos haciendo deberes, salí al pasillo, escuché la canción, entré otra vez y estuve diez minutos esperando a que llegara el recreo para escribir mi verso. Me quedé solo en la clase y escribí como para hacer cuatro canciones (risas). También parece que no, pero muchas veces uno mismo no se siente bueno del todo hasta que otra persona a la que admiras te valida y te dice, oye, que lo que hiciste está guapísimo, que fue un poco lo que pasó. Fue un punto de inflexión. Mira, eso queda bien, si lo puedes poner en negrita y cursiva (risas).
Chufo: A mí me hizo muchísima ilusión también. Nunca tuve ese rollo de fan pero sí me sentí validado, ya no solamente por estilo, sino porque él tiene un approach mucho más serio, mucho más cuidado. Me hizo ilusión que se fijara porque habíamos sacado dos videoclips nada más, No vuelvas y Nada que ver, y los dos eran muy meme, el único serio que tenemos a día de hoy es el de Navaja y fue porque como era con Abhir intentamos hacerlo bien porque iba a llegar a más gente y no queríamos que él hiciera el ridículo. A día de hoy pensamos que teníamos que haberle puesto una nariz de payaso 100%, un vídeo vacilón como el que hicimos con Cruzzi o con Choco.
Ya que mencionamos tema de videoclips, es una cosa bastante característica de vuestro trabajo porque son muy cutres pero tiene su punto. Me estaba viendo antes el de Wishlist. ¿De dónde habéis sacado un lápiz gigante?
Chufo: Te vamos a pasar un link y te lo vas a hacer tú misma en casa (risas).
Pavlo: Es un churro de piscina y luego le pusimos fieltro beige y lo pinté con permanente en la punta, luego la goma es cartulina rosa. Llámalo dire de arte si quieres o arte-maniaco incluso.
Chufo: O profe de primaria (risas). La lista era un mantel, ¿sabes estos que por debajo tienen un material para que no se moje? Pues era eso.
Tengo que preguntar por el de toy joya. Intuyo que ahí no hubo una idea planeada detrás.
Pavlo: No, no, sí que estaba planeado. La idea era justo hacer fotos con iPhone que dijeran cada frase y ponerla.
Chufo: Y después teníamos planos, en plan, uno que salga con un antifaz robando las joyas. Para eso había que ir a comprar el antifaz. Sí es verdad que un sesenta por ciento fue planeado y el resto es que entramos a casa y empezaron a llegar todos los pibes que estaban luego ahí, que en realidad no estaban invitados, pero ya que estaban les cogimos y les sacamos fotos.
Una de las cosas más características de vuestra música es que mezcláis un sonido muy bailable y mucho sentido del humor con letras que son un poco para echarse a llorar, ¿de dónde sale ese mix?
Chufo: Porque el fin de San Tosielo es hacer directazo. De hecho, hoy en día, cuando estamos componiendo, me estoy imaginando ya encima del escenario: qué puede corear la gente o cómo va a reaccionar, por eso no son baladitas. Además, antes de San Tosielo yo hacía folk, era guitarra, y eso no lo quiero más, lo de la gente ahí sentada mirando; lo disfruté en su momento pero quiero ya trallita. No me imagino cómo podría haber sido Siento tanto en la Clamores, por ejemplo, creo que en la seguridad de ‘somos unos cutrones’ barremos para casa y si al final sale mal vamos a salir airosos: la gente sabe que es nuestro rollo.
Pavlo: A mí a veces me apetece tener más música lenta pero defender eso en directo es mucha responsabilidad a nivel performativo: los silencios y la voz tienen que estar en su punto… Yo soy más de gritar, no me apetece pasar esos nervios porque si voy a hacer una balada la tengo que cantar bien. A mí me tocó hacer eso en una boda: mi primo me pidió por favor que cantara y me hice el loco hasta la semana antes, que ya no hubo manera (risas). Canté en acústico Felices los cuatro, de Maluma; Yo no me doy por vencido, de Luis Fonsi, y Rayito de luna, de José Feliciano, que es un bolerazo. De todas formas, las letras no son todo primera persona, hay también inspiración externa en partes como películas, en cosas que nos cuentan o en momentos en los que nos hemos sentido así pero ya no.
¿Me podéis dar alguna referencia del mundo del cine? He visto que Chufo lleva un tatu de Her.
Chufo: Her es uno, pero la verdad es que vienen sobre todo de The Office. No por nada, sino porque es lo que más vemos.
Pavlo: The Office es una serie de comedia pero en realidad hay mucha miseria. No sé si la has visto, pero hay decadencia: son todos patéticos y hacen cosas ridículas. Luego, de repente, una frase que te llega directa al pecho. Tenemos una canción por sacar inspirada en una frase de Andy Bernard que dice, “Ojalá nos hubieran avisado de que estos eran los tiempos dorados antes de que pasen”.
Habéis empezado vuestro primer concierto oficial con un sold out en Clamores, yo estuve ahí y fue superdivertido, se notaba que os lo estabais pasando genial. ¿Cómo lo vivisteis?
Pavlo: ¡Yo flipé! Cuando vimos que habíamos vendido todo, pensé, vale, va a haber un montón de gente, pero no pensé que iba a haber un montón de gente totalmente entregada. Desde arriba lo viví así, para mí había una sala llena de personas que se sabían todas las canciones. Desde que empecé a hacer música, soñaba con escuchar a la gente cantando lo que había escrito, y este era el primer concierto que hacía en condiciones. Llevaba los in-ears puestos y no escuchaba al público y a mitad de la primera canción, cuando me quité el casco y escuché el grito de la gente, dije, vale, este casco no me lo voy a poner en todo el concierto. Estuvo muy bueno.
Chufo: Yo tampoco me lo creía mucho, la verdad. Al día siguiente hubo resaca emocional.
¿Creéis que os da respeto sacar temas más abiertamente serios? Por eso de que las letras supertristes siempre van con quilos de humor.
Pavlo: A mí es que me dan un poco de pereza los videoclips en los que la gente quiere solamente salir guapa, el típico vídeo de un plano mirando a cámara con ojitos. Hay artistas a los que les pega y es lo que necesitan para su proyecto, pero yo no quiero eso. Por muy intensa que sea la canción, luego con el vídeo quiero expresar lo contrario porque también me siento así. También decíamos que nos molaría un videoclip que tenga estilazo: bien vestidos y con planos guapos. Luego al verlo terminado nos quedamos con la sensación de, y qué más, eso ya se está haciendo, y lo que nosotros hemos encontrado de más es eso.
Chufo: Y la cosa es que, por ejemplo, cuando me siento observado tengo una ansiedad social que me obliga a hacer el tonto. En la universidad los profesores me echaban la bronca cuando exponía pero no podía evitarlo por nervios. Cuando empezamos, le dije a este hombre, a ver, vamos a hacer las cosas serias pero yo en el momento que pise el escenario voy a sacar el culo probablemente, y voy a empezar a hacer el tonto.
Volviendo a vuestros orígenes, empezasteis a hacer música como grupo un poco por la cara, casi no os conocíais.
Pavlo: Chufo me produjo un tema y me flipó porque yo quería llegar a ese sonido pero no tenía los conocimientos para conseguirlo. Luego le dije, te voy a pasar otra maqueta que tengo para que me la produzcas. A raíz de eso supe que quería seguir currando con él. Un día le confesé que tenía en el móvil una lista de nombres para grupos que me gustaban y el primero era San Tosielo; esto era la primera o la segunda vez que lo veía en persona, y de ahí empezó.
Chufo: Hicimos como dos o tres canciones a distancia y la cuarta fue cuando nos vimos. Era Te llevo donde sea, que en realidad iba a ser para él. En 2021 nos vimos por primera vez, o sea, hace tres años.
Me decís que os conocéis desde el cole y me lo creo.
Chufo: Hemos hablado todos los días de nuestra vida. Yo he vivido con él cosas que no he vivido con otra persona, eso ya computa como amistad de infancia.
Pavlo: Sin habernos conocido teníamos el mismo humor (con matices) y vamos por el mismo tipo de personas, es más senda de la vida.
Chufo: Justo, iba a decir eso. Hablamos todos los días por trabajo aunque sea, mira este meme, a ver si hacemos algo parecido (risas).
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Sacar un primer álbum te oficializa como artista, ¿cómo lo habéis vivido?
Chufo: De hecho, fue el primero de nuestras vidas en general.
Pavlo: Lo que me pasa es que creo que por el hecho de no existir en físico, el momento en sí de sacar el álbum no me parece tan emocionante, es subir un post y ya. Me ilusiona más ver cómo se va recibiendo después, qué piensa la gente y cómo funciona en el mundo exterior.
Chufo: También es verdad que haber organizado una listening party sí hizo que tuviera la importancia que se merece y que tuviera su momento, aunque dijimos, oye, no queremos que estén tíos escuchando el álbum ahí parados, esto como si fuera una fiesta y ya lo escucharán bien en su casa.
¿Tenéis una canción favorita del álbum?
Pavlo: La mía creo que es Guernica y no la cantamos en directo.
Chufo: Yo creo que Nada que ver o No vuelvas; son el sonido primigenio de San Tosielo, de pensar, quiero hacer esto. Ahora como que nos hemos ido un poco por las ramas pero las primeras refes eran esas dos.
Creo que otro de los momentos que hacen a un artista es ver que alguien se ha tatuado algo de sus canciones. Según tengo entendido, os ha pasado recientemente.
Pavlo: Sí, justo, de Siento tanto. Me ha parecido una completa locura, estaba flipando. Si esta persona algún día deja de escucharnos (si no lo ha hecho ya) seguirá teniéndolo ahí. Siempre me impacta cuando nuestra música significa algo para alguien: leo todos los comentarios de YouTube y le doy like a todos, aunque luego nunca sé si estoy dando like desde la cuenta de San Tosielo o desde la mía personal (risas). El saludo desde Honduras me gusta mucho, hay un pibe que lo suele decir. Es que hay un problema: somos tan meme que nunca sé si van en serio, normalmente no, pero hay veces que pienso, ¿y si esto va en serio?
Me da mucha curiosidad saber la historia detrás de Mañana, parece un beef.
Chufo: Es un beef a un tipo de persona que se ve mucho en Madrid, la ves en historias en todos los eventos pero dices, ¿a qué se dedica realmente? Ese tipo de persona que es clout chaser, un poco. Entiendo que Madrid es una ciudad donde está todo el mundo y hay cierta parte del curro de ser artista en general (ya sea músico, productor, estilista, fotógrafo o lo que sea) que es hacer networking, pero hay una fina línea entre hacer networking y ser un pelota.
Pavlo: Como algunos trabajos llevan implícito conectar con otra gente, hay quien se ha pensado que conectar con otra gente es un trabajo y no se dedican a nada sino a ir a eventos, ese es el punto, que sus amigos son gente superguay que hacen cosas superguays, y es en plan, vale, ¿y tú qué haces?
Chufo: Hay personas que son el amigo de, o la amiga de, y en su cabeza son el main character. Es básicamente eso, no va para nadie en concreto, solamente es esa figura en general.
De cara al futuro, ¿qué planes tenéis? ¿Qué os apetece hacer ahora?
Pavlo: Tengo muchas ganas de tocar en directo porque venimos de la Clamores y no hemos tocado más. Ahora vienen todos seguidos: Murcia, Tenerife, Gran Canaria… Tenerife creo que va a estar muy guapo, es como jugar en casa, además es en la sala a la que he ido a ver a todos los artistas que me gustan (Abhir, Cruzzi, Depresión Sonora, etc.). Todo el mundo que va a Tenerife va ahí y me hace ilusión pensar que ahora me toca a mí. Ahora mismo solo estoy pensando en los conciertos, en el EP que sale en octubre y en lo del próximo año.
Chufo: Yo estoy pensando en los conciertos y a ver cómo se recibe el EP, pero ya estamos haciendo cosas para el próximo año también.
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