Lua de Santana es la artista que ya deberías conocer, pero que si no lo haces, tranqui, porque para eso estamos. Ha publicado su primer EP, GINGA, en el que se dan la mano culturas, idiomas y sonidos muy distintos. El baile, el club y el goce también son una forma de resistencia, no lo olvidéis.
Lua de Santana es una artista de contrastes. De hecho, eso mismo (lo contradictorio, lo opuesto y lo antagónico) es lo que ella misma busca con su música. De madre española y padre brasileño, Lua nació en Vigo percibiendo y absorbiendo ambas culturas, al mismo tiempo que crecía habitando tres idiomas, los de sus padres y el gallego. Un punto intermedio continuo y fluido que encuentra su reflejo más disruptor en GINGA pero que ya se intuía en Menina, su colaboración con Nathy Peluso en Grasa.
Hablar de GINGA es hablar de sus significados, primero, como término que alude, por un lado, al primer paso de la capoeira con el que dos adversarios inician el ‘jogo’ (juego). No está de más saber que la capoeira es un baile que nace en África y que durante el tráfico de esclavos a Latinoamérica aterriza en Brasil, donde se desarrolla en secreto como una forma de resistencia a la opresión. GINGA es también cómo se conoce a la manera de jugar al fútbol en Brasil, un concepto reservado para aquellos jugadores que se mueven con agilidad y arte.
Este viaje entre el baile y la reivindicación, la lucha y el disfrute, se extiende a lo largo de los cinco temas empezando por el track que da nombre al EP. Producido por Skyhook con potentísimas líneas de piano y violín que acompañan a la voz de Lua, la artista entra en el ‘jogo’. De la misma manera que se intercambian los idiomas como si de otro material sonoro se tratase, la base incluye también elementos como unas castañuelas que hacen referencia a la cultura española. De hecho, el videoclip del tema muestra esa parte flamenca por medio del baile y el vestuario.
El trabajo sigue con COME iNSIDE, producido a medias entre Lua y el gallego Siempre Best, con una base electrónica oscura que recuerda el EDM de hace una década (sí, somos así de mayores). HERDEiRA, por su parte, es un funk brasileño adornado de trompetas con la que la viguesa se declara a sí misma como heredera de una herencia cultural a la que ahora toma el relevo. “Estáis diciendo que tengo que cantar más en español, no tanto inglés, no tanto portugués”, y risas. Pues eso, risas. 
PiRi PiRi fue la canción que publicó el año pasado a modo de adelanto con una producción de La Pócima, el dúo formado por Joxean Rivas y Mark Luvva, que aúna mejor que ninguna otra el mestizaje de ritmos que conforman su esencia. La primera parte de la canción recuerda al soul de influencias como Erykah Badu, pero acto seguido rompe esa sección rítmica y cambia a un funk inspirado, como ella misma nos contó en esta entrevista, por Tati Quebra Barraco, MC Carol, y DJ Miller. No olvidéis ver el videoclip porque, por si fuera poco, Lua de Santana lleva bailando desde los seis años y aquí se encarga de coreografiar todo junto con Miguel Sestelo para la parte de suelo. 
Cierra iLUSÄO II a cargo de nusar3000, demostrando como ya hizo con temas como Guaraná que crear bases de funk brasileño se le da de lujo. En esta “creó un instrumental característico inspirado en gemas brasileñas perdidas de SoundCloud, mezclando diferentes batidas y acordes típicos del país”, como remarca la propia artista. En una canción sobre cómo la realidad es una ilusión autoproclamada por una misma que luego se disuelve en desesperanza, Lua infantiliza su voz para avivar ese sentimiento agridulce que, una vez, una niña, ella, sintió al comprobar las injusticias sociales que la rodeaban.
Track favorito: GiNGA.