Lua de Santana

“Lua, encantada”. Nada más (risas). Dejaría que alguna de mis amigas lo haga, que ellas me ven con ojos bonitos.

Su influencia en mí incluye y trasciende al sonido. Las he escuchado desde que tengo memoria y tuvieron un rol muy importante en mi reclamación identitaria como mujer afrodescendiente, entre otras cosas. También me inspiran mucho con su constante búsqueda de perfección –soy muy atenta con lo que me gusta– y satisfacción artística, su postura en el mundo y los sentimientos, vulnerabilidad y fuerza que transmiten al mismo tiempo y mueven a tantas personas.
Veréis más de ellas en mis siguientes lanzamientos, aunque en la primera parte de PiRi PiRi podéis pillar algunos de esos tintes en la letra y estilo más soul.

Amo Viguiño con toda mi alma pero necesitaba salir de ahí sí o sí. No solo de ese espacio físico sino de donde estaba yo mentalmente. Fue en Londres donde por primera vez tomé clases de canto, producción y composición, además de hacer la carrera de gestión de la industria musical, lo que me dio mucha base y confianza en mi talento y al mismo tiempo me tiró por la ventana toda fantasía del ‘por amor al arte’. Allí aprendí, con un enfoque mucho más industrial, que nada era tan bonito la mayoría del tiempo y cómo funcionan realmente las cosas por detrás. Un golpe de realidad, vaya.
Al mismo tiempo fueron de los años más marcantes de mi vida por los profesionales tan talentosos que conocí, las amigas que hice, el Troy Bar y otras jams, reuniones con sellos, la diversidad, September Management, profundizar en el soul, cantar en Camden RoundHouse, etc. Lo que al final se acaba reflejando mucho en la dirección que he tomado.
En UK experimenté muchas cosas positivas por primera vez que me hicieron sentir ‘artista’ de verdad; estaba donde tenía que estar en ese instante.

Con respecto al modelaje, he hecho de todo menos pasarela –ya te imaginarás por qué (risas). Por otro lado, llevo formándome desde los seis años en diferentes estilos de baile, he probado desde pole dance a waacking o claqué,  pero lo que más he trabajado han sido lo que aquí se llaman danzas urbanas con foco en hip-hop, y más adelante me centré en danzas africanas tradicionales en Londres.

Intento integrar todas mis habilidades en mi proyecto siempre que pueda o lo necesite (que estoy empezando y no siempre se puede tener un equipo, además de que me flipa). En PiRi PiRi en concreto, aparte de la idea, dirección, producción del vídeo… la coreografía esta hecha por mí, teniendo la ayuda de mi gran amigo y profesional, Miguel Sestelo, únicamente para la primera parte del suelo.
En relación al vestuario, también me había hecho mis propios estilismos para todo el vídeo con una de mis marcas favoritas de Brasil, Piña Loja (check it out!), pero el trabajo del diseñador, su modista y el envío se vieron interrumpidos por constantes redadas policiales, lo que tristemente lo hizo inviable.
Gracias al cielo conocí a @Jehmnn, quien se acabó ocupando de todo y me vistió supermuñeca con Bonet Studio y Groupie Archive entre otras marcas chulísimas también.

La Pócima (Joxean Rivas y Mark Luvva) y yo nos reunimos varias veces en su estudio en Bilbao. Nos estábamos ‘conociendo’, desarrollando diferentes ideas para canciones, experimentando con varios géneros y melodías muy distintas las unas de las otras. Cuando ya nos empezamos a enfocar y a trabajar en una selección más concreta se me ocurrió juntar dos canciones independientes: una oscuramente dramática estilo James Bond con melodías que recuerdan al soul/rock que sería la intro, y un funk chocante y diferente influenciadísimo por dos artistas que admiro un montón: Tati Quebra Barraco, MC Carol, y DJ Miller. Una fusión y contraste que me representa casi al 100%. Después ellos hicieron su magia y le dieron todo el sentido del mundo, añadiendo además la parte sped up del final tan pegadiza.  

Empecé muy chiquitita pero antes no sabia que estaba ‘componiendo’, solo transcribía mis sentimientos en forma de relato o poema y los escondía con recelo. Pero así con todo. Siempre he sido muy así con todo lo artístico, aunque antes no me lo tomaba de forma profesional, solo sabía que era lo que más me gustaba en el mundo. Era la típica pioja que le hacía el make up y ropa a sus amigas (no sabía coser; cogía telas y las unía con grapas), escribía sola canciones grupales para competiciones del cole, hacía coreografías para todas en las extraescolares y redactaba contratos de amistad para las futuras empresas conjuntas que nos imaginábamos que tendríamos de mayores (risas). Hasta que al final me centré en mi voz.

Estoy muy orgullosa de la que fue mi primer bebé, WISC (When I Stop Caring). Con muchos nervios, sin haber recibido ni una clase de canto y con un tembleque en la voz tremendo, me animé a grabarla en un estudio pequeño en Vigo animada y acompañada por la que aún hoy es mi mejor amiga desde los 14, Jimena (la mejor <3). WISC es un freestyle que hice entre lágrimas sobre un beat de internet cuando estaba en esa famosa etapa en la que se te explota la burbuja y no consigues que te quepa en la cabeza que haya tanta mierda en el mundo y nada cambie. Había entrado en depresión, estaba desilusionada con la vida y muy enfadada desmitificándome a mí, a todos y a todo.
Gemini fue una locura. Recibí un MD y por primera vez me junté una noche en Madrid desde medianoche hasta las siete de la mañana con los productores The Iconics (Edu y Asier). Es una canción divertida en inglés sobre algunas de mis malas experiencias sexuales en UK, y se llama así por el caos que me aporta mi signo lunar y dominante, Géminis –soy Virgo–. Grabé y dirigí el vídeo corriendo en Londres con mis amigas y la ayuda plena del que es ahora mi manager (y segunda familia), Brais García, y el montador, Edsanca. Gemini todavía es mi canción que más reproducciones tiene en Spotify y estoy superagradecida por haber conocido a estas personas tan buenas que confiaron y apostaron por mí, que fecas en esta industria no faltan.

Sin ignorar la influencia de la mayoría de media y música en inglés que he escuchado al crecer, lo que realmente de pequeña me ‘obligó’ a escribir en otra lengua fue la vergüenza que me daba verbalizar mis sentimientos/experiencias y que me entendiesen las personas más cercanas a mí. Actualmente, puedo decir que ese miedo se me ha ido un poco, ya disfruto de jugar con los tres idiomas y pronto podréis escuchar más temas combinados con español también.

Si se sumasen Baiuca o As Tanxugueiras, ¡sen dúbida! #galizacalidade

Espiritualmente acompañada y respaldada siempre pero con muchas saudades.

No responde exactamente a la pregunta pero mi padre, mi familia (que todos tienen un arte que no pueden con él), la naturaleza en sí y la naturalidad de las personas, Tiganá Santana y Djavan, sus instrumentos, los rolés o celebraciones y el Candomblé sobre todo. Por ahora habéis visto fusión funk y soul, estad atentos.

¡Gracias! Para mí es una patada en la cara que dice aquí estoy. En palabras del pitch, PiRi PiRi es “una melodía oscura que te eleva para luego soltarte desde lo más alto hasta chocar con el más áspero suelo; dos universos que conviven en paz dentro de la artista”.
Combinando parte de pensamientos intrusivos que navegan entre soñar despierta, el mundo de la noche e incluso el desespero espiritual y profesional con dos sonidos muy cercanos a mi casa, con el soul inglés o el reivindicativo funk de Brasil, mi tierra. Ahora he querido mostrarme al mundo sin tapujos, siendo esta canción la cabeza de serpiente.
Pensando en el vídeo, fue un trabajazo independiente con un equipo muy amable, entregado y maravilloso. Os invito x1000 a que veáis los créditos y conozcáis sus nombres y arte. También conté con la ayuda de mi madre y mi tía, que se encargaron del catering y de transportar a casi todo el mundo. LOVE U!

¡Tengo muchos planes! Podéis esperar un poquito de todo pero no diré mucho más; no quiero desperdiciar el factor sorpresa. Muchisísimas gracias de corazón por contar conmigo, ACERO. Un besito de fresa a todo el equipo.