Ya ha quedado un poco anticuado aquello de que la mujer sale de la costilla del hombre y bla bla bla… LaBlackie ya nos explicó su particular versión del libro del Génesis hace dos años, y desde entonces muchos ojos se han clavado en ella. Tras un 2024 lleno de singles y algún EP, La favorita se nos planta delante para defender ese pseudónimo autoimpuesto.
Lo cierto es que Marina ya empezó el año bien con La pena de Amy, un EP de tres temas en cuya brevedad radicaba su excelencia. En esa tríada encontró la forma de ser variada, versátil y entregar un producto de calidad. Fue una especie de aperitivo tras el cual se puso a trabajar en el proyecto de larga duración que tenemos hoy entre manos. 
Tardó unos meses en lanzar Blessd, el primer adelanto del disco, y encima producido por Bigla, con lo cual no había mucha posibilidad de error. A este le siguieron Noti, Chinu chano, y Maremoto junto a Villano Antillano. Este último fue un claro toque de atención para que la gente volviese la mirada a su proyecto. Una colaboración internacional con tanta química sucede pocas veces, pero entonces llegaron las industry allegations por parte del público.
El primer adelanto del disco reveló que LaBlackie acababa de firmar con Universal, uno de los gigantes de la industria discográfica. Cuando una artista salta del underground al mainstream de esta manera la gente empieza a sospechar y a desmerecer los méritos escudándose en que con una disquera de ese calibre detrás es muy sencillo todo. La realidad es que esto a veces acaba siendo más una condena que una bendición para los artistas. 
Sí, hay dinero, no nos vamos a hacer los tontos, pero la propia Blackie ha hablado públicamente de su arrepentimiento por haber firmado el contrato y ha expresado su sensación de escasa libertad dentro de la discográfica. Aun así, hay que sacar el lado positivo: si los contactos de Universal le han servido para poder colaborar con Villano Antillano, bienvenido sea. En el resto de colaboraciones sí que cuadra un desarrollo más orgánico con nombres reconocidos aquí en España como Israel B, Deva o We$t Dubai.
Algunos comentarios en redes explican que el proyecto se siente demasiado profesionalizado y que podría haber conseguido más por su cuenta. Ahí fue cuando el periodista MadJody salió a romper una lanza a su favor y destacar que LaBlackie estuvo en Primavera Sound 2022 y Sónar 2023 sin firmar con nadie. LaBlackie deja claro en sus letras que no se deja domar, y con poco que la conozcas te das cuenta de que no hay mucho bulto en lo que dice.
Todos estos movimientos de industria son interesantes y nos ayudan a comprender por qué las cosas funcionan como lo hacen, pero aquí estamos por lo que mola: la música. A través de los trece temas que comprende este LP de treinta minutos encontramos los géneros que ya vienen triunfando estos últimos dos años en la escena del hip-hop: Jersey club, sexy drill, algún boombap más estilizado… 
Los temas de los que habla también son muy recurrentes en gran parte del álbum: dinero, sexo, predestinación, autoestima o autoconsciencia son algunas de las palabras que podemos utilizar para resumir un gran cacho de este proyecto. Aun así, en mi escucha me sorprendió ese final en el que se aleja de ese personaje y el juego de pelucas que le caracteriza para ponerse algo más romántica en Sexy drill, donde coge un tono más melódico y con un autotune más marcado para expresar sus sentimientos (aunque cae en errores perezosos como rimar “otra vez” en cinco versos seguidos).
LaBlackie destacó en su día por un estilo diferenciado que supuraba talento por todos sus poros. Aun así, no todo el monte es orégano y todavía quedan partes del proyecto por pulir. La tía sabe mantener la forma y el ritmo mientras rapea, de hecho se le da genial, pero esto se puede volver en su contra porque mientras va subiendo el nivel, hay un punto en el que se estabiliza y ya no hay espacio para sorpresas. Tanto la letra como el delivery hacen un trabajo excepcional sobre la instrumental pero hay una ausencia muy notable de punchlines y momentos que te hagan pausar la canción porque tienes que procesar lo que acabas de escuchar. Aun así, en Chinu chano las frases que va soltando cuadran mejor, ya sea por el sosiego de su rapeo o por la solemnidad y contundencia de la base. Por eso se nos queda en la cabeza ese “ningún violador aprieta mano, en mi coro no hay ningún gusano”, que subrayamos y suscribimos.
La autoproclamada “female Future” tiene momentos de genialidad como en Violence, un focus track muy bien elegido donde Marina nos grita cabreada mientras se toma el café de por la mañana. Pocas cosas joden más que que te dirijan la palabra antes de desayunar, y aquí no se corta un pelo en su respuesta. También en Spice Girls tenemos un momento clave del disco, y es esa sinergia que encuentra con un We$t Dubai, que decidió ponerse creativo y sacar un delivery en el que parece que le escupe al micro al principio y al final de cada frase. Hay momentos muy divertidos como en He took an L, donde contamos con una completa performance del cliché de animadora americana (pompones incluidos) que no solo influye en la estética sino también en la construcción del tema.
Este último tema es un ‘él se lo pierde’ que realmente resuena a lo largo de todo el disco. LaBlackie carga con ella un mensaje de autoestima y aceptación que lleva como bandera. No tiene el físico de mujer voluminosa que se suele proyectar en la escena del rap, pero se la suda y canta como si fuese Nicki Minaj: “No tengo BBL pero tengo la actitud”. Esta actitud es la que hace que se lo crea ella y nos lo creamos el resto, porque la imagen de baddie seductora no sale de nuestras cabezas mientras que escuchamos sus letras y vemos sus videoclips.
También hay temas que sobran como Facecard, y no porque sea malo, sino porque no aporta nada nuevo respecto a lo que se escucha hasta este punto y lo que se escucha después. Incluso en los visualizers, que tienen un curro a valorar detrás y cada tema cuenta con el suyo propio, se nota que para este no le pusieron tanto empeño. Después de once temas de puro vacile llegamos a un colofón que estaba esperando por su parte, y es ese momento de reflejarse en ella misma y hacer balance de lo recorrido hasta ahora. Cuando llega no es una pregunta, es una afirmación. La cuestión no es algo condicional sino temporal, porque ella misma le avisa en este tema a su yo de seis y de dieciséis años que hay que estar preparadas cuando lo que esperas llega. Es un momento bonito y necesario, el lazo final para un álbum debut que reúne a la perfección la esencia de la artista y prepara el terreno para el resto de su carrera. Eso sí, sabemos que esta chica puede darnos muchísimo más, y aquí estaremos esperando.
Track favorito: Spice Girls (ft. We$t Dubai).