Una vez más, B·Series no falla: sold out tras sold out durante toda la serie de conciertos. Además, se une adidas Originals al carro y encima cierran el ciclo con Juicy BAE y Abhir. ¿Qué podíamos esperar? Pues que la gente más chula y rápida de Barcelona (en menos de veinticuatro horas se acabaron las entradas) estuviera en la sala Apolo, con unos looks de escándalo, la mejor de las actitudes y ready para entregar el alma a mamá y papá.
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Eran las ocho de la tarde y la cola empezaba a entrar en el templo. La gente buscaba el sitio que lo tuviera todo: buen ángulo y espacio para moverse, imprescindible. Se hacían turnos para ir a la barra, con ese ritmo pactado de quien ha ido a muchos bolos: tú pillas ahora, yo después. Nadie tenía intención de acabar dando volteretas, simplemente coger el tempo de lo que se venía. Expectación era poco. Nadie tenía claro cómo iba a arrancar la noche. Vale, sí, sabíamos que Abhir y Juicy cantarían. Pero, ¿juntos? ¿Por separado? ¿Invitados? ¿Sorpresas? Que no defraudarían, eso lo teníamos claro y estábamos todos listos para dejar que nos pillara de frente.
Luces, cámara y acción. Juicy BAE se apodera de nosotras. Abre el show con Bitch y lo clava al decir “yo se que en fotos estoy hot, pero en persona estoy mejor”. Verdad. Nos saluda a todas, le da un trago a su bebida, y la sala cae rendida. A esta le sigue Solos (“¿por qué me levanto y no te veo en mi obligo?”). Sensibles, sí somos, por eso Juicy avisa: “si eres sensible, mejor sal, porque lo que viene es 4:12 en Montevideo (10.000km)”. Aviso hecho, alma rota. Breve recordatorio para las que no estaban al tanto: el 25 de abril se viene disco. Habrá tema con Abhir. 
Ver a Cristina en directo es como estar en casa, tranquila, vibrando fuerte, con tus mejores amigas rajando de vuestros ex. Por eso no podía faltar epitafio. Ni La última vez. Ya lo dijo en la entrevista que le hicimos: hay que comunicar lo que una siente, y si es sobre ex, más todavía. El clímax llega con el tema de la suma galáctica, la de otro planeta, la que hizo retumbar la sala, dejarse la voz y entregar lo que quedaba de alma. Antes de q tú me quieras junto a Bon Calso, lástima que él no saliera a cantarla. Os podéis imaginar la escena. 
Y qué placer que una artista saque un tema y a los días ya lo puedas corear en directo. Eso pasó con 69. Lleva menos de dos semanas fuera y el público la cantaba como si llevara años en sus playlists. Esa es la magia de Juicy: te engancha con una escucha y ya no hay forma de soltarla. Hit imperdible de la sevillana es 7 vidas. Es un poema, se siente romántico y prohibido y cierto, porque “llenando conciertos, voy dejando testigos”. El show llega a su fin, y el cierre no podía ser otro que Por ti. Y es que ella es un regalo de la música, el disco PTSD otro, y el que vendrá no será menos. Cristina, aquí nos tienes, a tus pies. Y listas para lo siguiente.
Breve pausa para echarse un cigarro y calentar motores, que llegaba el turno de Abhir. Un adolescente acompañado por su padre se encontraban en primera fila listos para dejarse la voz, porque sí, el padre era fan. “A mí me encanta Abhir y Cruzzi y Rels B, me gustan todos. Él también me acompaña a mis conciertos, nos lo pasamos increíble, y justo Abhir tiene muy buen directo”. Primer momento tierno del show. El segundo fue la apertura con “te está dando el sol en la cara, dime cómo puedes ser tan guapa”, barra de nené, El romanticismo se apoderó de la sala para continuar con cariño (“bailamos en la cocina y te monto en la vitro”). Sensible y hot.
“Si suena 92 antes de un verso, entonces sabes que ese verso va a ser hit”. Nadie en esa sala se esperaba que el tercer tema ya sería HOTTEST.YOUNG.MEN.in.BIZNESS. Llegamos a saltar un poco más y una de dos: o rompemos el suelo de la sala o salimos volando al escenario. A partir de aquí no nos podía parar, necesitábamos más. Y más fue Go Getter. Y más fue Lenny. “Sólo quiero darle más vueltas al sol. Le doy gracias por otro día al Señor”. Luego cayó Bangladesh, y el chaval del principio se lo recordó al padre, que entró fuerte a corear. Momento familiar pero con punch. Y para los que venían a poguear, se cumplió la profecía con Brown Boy Bounce.
Toca volver a la tierra tras cinco temas non-stop. GC-1 sirvió de puente. Y Abhir, que no se guarda los sentimientos, lanza un “nunca des por hecho que la gente te venga a ver cantar, así que gracias”. Cute. Pero no bajamos mucho, porque el momento esperado llega: reaparece Juicy BAE y arranca Mango Lassi. La Gallery Session pero en vivo. Puro cine. Ya que el final se empieza a oler, al menos acabar a lo grande. La penúltima fue Yallah y la guinda del pastel 6 anillos “Ellos andan tensos a ver cuándo pegan una, yo cada vez más fuerte soy un G desde la cuna”.
Lo de anoche no fue solo un concierto: fue un statement. Un “estamos aquí y esto es lo que hay”. Juicy y Abhir no vinieron a entretener, vinieron a dejar huella. Desde la emoción hasta el salto, desde la barra compartida hasta el pogo. Fue íntimo y fue salvaje. Fue música de verdad, de la que se construye en escena y se queda en el cuerpo. Barcelona se rindió, y con razón. Porque cuando el talento se junta con el hambre, el resultado solo puede ser este.
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