La Zowi hace tiempo que hizo historia: tiene toda una industria a sus pies con el propósito de evitar que la escena en España siguiera siendo cosa de hombres. En el caso de La reina del sur, su último álbum, va un paso más allá de lo que se puede escuchar. La propia Zowi ha explicado en varias ocasiones que tenía ganas de poner el foco en la estética y en los videoclips que acompañan al carácter caleidoscópico que tiene el álbum. Todos ellos bajo la dirección de Esther Boyarizo, con la que ya trabajó en Nada (2021).
Lo primero de todo es que si algo distingue a la Zowi es que es una persona que va de frente. No finge ser nada que no es. Por eso graba videos como el de Filet Mignon en el que era su antiguo hogar, el barrio de Lavapiés, donde pidió permiso a los del Bar Carmen para poder comerse su filete en la terraza. Recuerda su época en Madrid como una auténtica raxet, que si no tiene para un estudio de grabación, no lo finge, y si se le han caído dos uñas acrílicas antes de grabar, tampoco. Sigue explorando su identidad en temas como Bebe, donde demuestra que también puede hablar en francés, su lengua natal, donde se dedica a mezclar el Moulin Rouge con la calle. O con Chill, donde flexea contra el sistema, “hacia aquellos que piensan que si no estudias no vas a llegar a nada (y encima te ponen trabas para que no lo consigas), que solo se es una persona seria si vas de traje y corbata”.
Entrando ya en referencias, toda la estética del álbum está muy influenciada por la brujería y el misticismo, pero también por un estilo violento e irreverente al puro estilo Tarantino. Todo ello para representar uno de sus temas fetiche: el poder de la sexualidad femenina. Empezando por el videoclip de Chill, que es un guiño a la película Four Rooms, del propio Tarantino, en la que aparece Madonna con un grupo de brujas haciendo un conjuro en el baño de un hotel para recuperar a otra de ellas que se ha perdido. En el caso de la Zowi, el efecto de ese hechizo es doblegar a un ejército de hombres vestidos de negro que, a sus órdenes, parecen dispuestos a matar por ella.
Otra de las referencias al director aparece en Bitch Feka, que cuenta la historia de tres mujeres que deciden asesinar a un hombre, estilo Kill Bill, solo que en lugar de contar con la ayuda de O-Ren Ishii y Elle Driver, a la Zowi la acompañan Olivia Missy y Samantha Hudson y en lugar de katanas, se defienden con la daga que protagoniza el álbum. La idea para el vídeo era conseguir mujeres mediáticas y transgresoras, inconvenientes pero con mensaje. De nuevo, juega con la idea del poder femenino, solo que en lugar de recurrir a la imagen ya vista de femme fatale, en este caso la visión que trae no es de una mujer que actúe bajo la piel de cordero degollado sino que precisamente su desparpajo e irreverencia les sirven de carta de presentación.
Ya sabemos que no todo son referencias, ni hace falta academizar esto. Es por ello que en el proyecto también hay espacio para canciones de pasarlo bien y mover el culo, con temas como Chapiadora o Tu mamá. En cuanto a la portada, corre a cuenta de Sita Bellán. Al contrario que en los videoclips, en esta parte del proceso la granaína prefiere delegar y que sea más colaborativo. En este caso, la fotografía de la daga y la sangre ni siquiera estaba pensada para ser la portada final, sino que surgió al recortar una de las fotos de la sesión; el simbolismo vino después. La idea es que la sangre se asocia mucho a un renacimiento, en el que ella misma lleva la sartén por el mango o, como sucede en este caso, la daga. Es un nuevo comienzo en el que ella tiene el control.
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Con sus letras, la Zowi busca ser realista, no edulcorar ni mostrar lo que le gustaría que fuera la vida; ya sabemos que las cosas no son así. Busca la crudeza con sus barras, la parte de la realidad que queremos ignorar pero que está ahí, y con la que te cruzas a diario. Una crítica a la conveniencia y el interés a la hora de actuar. Le gusta sonar en el barrio y no en la radio precisamente porque es el público al que tiene cariño. Al final, La reina del sur es una tía independiente, fuerte, poderosa, que no ha tenido una vida fácil pero es luchadora.