Speed down the light es el nombre del primer álbum del interdisciplinar, talentoso y jovencísimo artista catalán, Tomás Roca. Cuando hablamos con él hace casi un año, nos contó que estaba empezando a producir su propia música y que eso le hacía sentir libre, porque podía hacer lo que quisiera. Pues aquí tenemos el resultado: un trabajo escrito, producido e interpretado por él, con un mix de muchos estilos y algunos detalles que seguramente te pierdas si no lees lo que nos cuenta.
Ya sabíamos de su versatilidad, pero quizás lo encasillamos más en géneros melódicos como el R&B debido a su voz, que es la cualidad sobre la que gira todo su trabajo. Pues mal hecho. En este disco juega con muchos ritmos además de con su voz (que en distintas ocasiones usa como un instrumento, con chopeos y demás), y podemos ver desde elementos de blues hasta funk brasileño. Con todo lo que os hemos contado, ¿os imagináis cómo encajaría aquí un tema Luís Miguel? Pues hay uno, a ver si lo detectas. Y si no, tranquilo que te ayudamos.
Acabas de sacar tu álbum debut, ¿cómo te sientes?
Me siento muy bien y muy agradecido. Sobre todo estoy muy orgulloso de este proyecto y muy feliz de que la gente lo pueda escuchar ya, que puedan ver de verdad quién es Tomás Roca.
La última vez que charlamos nos dijiste que sientes que producir tu propia música te da una libertad total. ¿Ha sido esa libertad la que te ha llevado a hacer un álbum escrito, producido e interpretado por ti?
Sí, producir mi propia música me ha abierto un mundo nuevo. Haber escrito, interpretado y producido este disco es como un momento full circle, porque siento que me he podido expresar al 100%. He tenido el control sobre todos los ámbitos de mi música y así he podido ser yo totalmente. Así también he podido crear un álbum sincero y transparente, aunque a veces se me iba un poco la olla con lo experimental (risas).
También te digo que este proyecto no hubiera sido posible sin Kiko Caballero, que mezcló los temas; Marco Rostango, mi manager, que también masterizó el álbum entero, y las colaboraciones con artistas que admiro muchísimo como Wekaforé, Carly Gibert y Allnightproducer. Y cómo no, Allier Studio, con quien ideamos todo el universo creativo y visual que envuelve Speed down the light.
Si tuviéramos que definir Speed down the light musicalmente, diríamos que es un mix de varios estilos con tu voz y la electrónica como los pilares que lo sustentan. ¿Cuándo decides ir a por ese sonido?
Sinceramente, no lo decidí (risas). Fue un poco lo que me fue saliendo. Por eso Speed down the light es un mix de estilos y géneros, porque la mayoría de sus canciones nacen de ideas espontáneas, de momentos de inspiración y creatividad. Algo que sí tenía clarísimo es que mi voz iba a ser uno de los pilares del álbum, quería usarla como un instrumento, como un recurso de producción más. En Distorsión, por ejemplo, transformé mi voz en un bajo, y en casi todas las canciones también hay chopeos de mi voz que construyen las bases de las canciones.
Después de esto, ¿sigues definiendo tu música como un mix de géneros con toques de R&B? Sigue habiendo algo, pero quizás al introducir nuevos estilos ha perdido presencia, ¿estás de acuerdo?
Sí, totalmente. En este álbum he probado muchos registros de voz, nuevas formas de cantar y estilos diferentes que nunca imaginé que probaría. Aunque creo que la esencia del R&B siempre estará presente en mi música y en mi forma de cantar. Los giros y las melodías que suelo hacer se inspiran en el R&B, el blues, el soul y demás. Aunque haga un verso más hablado o cantado, siempre habrá giros que recuerden al R&B.
También escuchamos nuevos ritmos y hay mucha presencia de géneros urbanos, sobre todo en canciones como VS Silver dripping. ¿Qué te lleva por allí?
Sobre todo mis inspiraciones, mis referencias. Mucho de lo que escucho son géneros más urbanos como hip hop, trap, Brazilian funk y reggaetón. Silver dripping me salió muy rápida, fue muy espontáneo, tenía el coro de inicio desde hacía tiempo y decidí hacerle un cambio para hacer una canción más hablada, con un bajo durísimo y percusión.Para VS hice un sample con la canción Let’s stay together de Al Green (que me flipa) para hacer un tema bailable, con ritmo y autotune también. Quería hacer un tema que te dé ganas de moverte, con ritmos de reggaetón y otro ritmo que hice, que sinceramente no sé cómo llamarlo (risas), pero que se basa en una percusión muy seca.
Silver dripping es tu canción favorita del disco, quizás la más urban y un gran ejemplo de aquello a lo que te refieres cuando hablas de una mezcla de estilos. Al principio escuchamos R&B, luego trap, después un switch a funk brasileño y al final un coro con un rollo hip hopero. ¿Lo he pillado todo? ¿Cuáles eran tus refes?
¡Sí! Silver dripping es mi canción favorita del álbum. Yo casi nunca escucho mis canciones, pero esta la escucho muchísimo, está hasta en mi playlist (risas). Lo has pillado todo, la verdad. El tema empieza con un coro que se rompe con un bajo durísimo que toma el control de la vibra de la canción y la oscurece totalmente. Tiene muchos chopeos, está cantada de forma más hablada/rapeada y transita por unos cambios de beat de R&B a hip hop alternativo, Brazilian funk y finalmente pasa a un ritmo más inspirado en el hiphop de los 90.
Para este tema, mis principales referencias fueron Tyler, The Creator, Childish Gambino y Kanye. También artistas como Ralphie Choo, Rosalía, Shygirl y FKA Twigs influyeron mucho en la manera en que produje esta canción. Silver dripping es una mezcla de estilos, ritmos, referencias y músicas que escucho día a día. Es un estilo que me veo haciendo, la verdad, me flipa.
También es el adelanto del disco y viene con videoclip. ¿Muestra la estética general del álbum? Mucho frío, ¿no?
Sí, el vídeo es como una representación visual del álbum y sobre todo de Silver dripping. Es un videazo, a mí me flipa. Aunque pasé muchísimo frío, sí, mucho. Con Allier Studio trabajamos toda la estética, y desde un principio teníamos muy claro que la nieve sería lo que lo representaría porque estéticamente podía ser frágil y delicada pero a la vez agresiva y disruptiva. Además, simbólicamente, el agua y sus estados representan muy bien los cambios del álbum, los mixes de géneros y de formas de cantar.
El estilo es así oversize, puffer, de invierno, con muchas gafas de sol dosmileras, sumado al juego con los tonos plateados, blanco y azul, contrastados con el negro, rojo y naranja fuertes, un poco rollo Margiela, Rick Owens y Balenciaga. Lo grabamos en los Pirineos franceses. Fue dirigido por Allier Studio, grabado por Ismael Santos y Ismaelokbye, y el estilismo fue de Jaume Miró. Estoy superagradecido por haber podido trabajar con este equipazo. ¡¡Sois los mejores!!
En 444 diriges tu energía y dices “manifestando ir a la MET gala cuando tenga twenty-one”. También hay muchas referencias de moda en tus letras, ¿cómo es tu relación con ella?
Para mí la moda es muy importante, siempre me ha gustado y me he sentido muy atraído por ella y el mundo que la rodea. Creo que, como la música, la moda es una forma de expresarse, de proyectar tu imagen, lo que quieres que perciba la gente de ti. Creo que, además, la moda está muy relacionada con la música, con la imagen y la esencia de un artista. Por eso intento traducir mi música a la moda, con una estética y un estilo fiel al trabajo y a mi yo artista. Es verdad que en 444☆ hago bastantes referencias a la moda, menciono marcas que me flipan como Prada, Vivienne Westwood y Chrome Hearts, y dirijo mi energía a proyectar para el futuro.
Ocaso sin sol y Luz, quizás como contraposición, son los temas más sensibles. La lluvia es un concepto que se ha usado mucho en la poesía, y tú en Ocaso sin sol lo introduces también en forma de metáfora. Nos hacemos una idea, pero tú nos lo podrás contar mejor, ¿qué representa en esta canción?
Luz está inspirada en mi abuela Luz. Está muy mayor, tiene ochenta y ocho años y he vivido su deterioro, como iba dejando de ser ella. Muy triste, de verdad. Esta canción va sobre ella, es para ella. Las dos canciones me salieron muy de dentro en momentos en los que me sentía muy desnudo y fui muy transparente, mostrando el lado más sensible de Tomás Roca.
En Ocaso sin sol uso la metáfora de la lluvia para ilustrar que somos frágiles, que como las gotas de lluvia “se rompen en pedazos cuando tocan el suelo”, nosotros lo hacemos también. La canción empieza con un sonido de lluvia, hablando de la tristeza, de sentirse solo y sin fuerzas, y al final sale el sol y suenan los pájaros, ha acabado la lluvia.
En Frío como el infierno escuchamos flamenco con la electrónica presente en todo el disco, pero esta vez oímos unos bajos muy contundentes y ruidos de pistolas que generan un ambiente especialmente duro. ¿Cómo te sale mezclarlos?
Frío como el infierno es mi versión de la película Los Tarantos, dirigida por mi bisabuelo Rovira Beleta, con bailaores de flamenco como Carmen Amaya y Antonio Gades. En la canción cuento la historia de un amor imposible, un Romeo y Julieta pero flamenco, como en la película. Esta historia es triste pero a la vez indignante y llena de rabia. Para darle más drama y agresividad a la canción, decidí meterle sonidos que me transmitían exactamente eso, sonidos de pistolas, un bajo fuertísimo y una percusión más trapera que contrasta con la fragilidad de la voz en toda la canción.
No me esperaba que fueras a versionar a Luis Miguel. Sabor a mí ha sido una vuelta a hacer covers pero a lo grande. ¿Qué te ha llevado a meter una idea así en el álbum?
Pues Sabor a mí ha sido una canción que me ha acompañado siempre, desde que era pequeño me gustaba. Además, a mi abuela también le gusta mucho porque es de su época, eso me impulsó a versionar la canción y hacerla mía, con una percusión más moderna, un sinte bonito y, sobre todo, una voz muy desnuda. La puse en el álbum porque creo que sirve como un interludio, un respiro o un alivio.
Hay dos colaboraciones en el disco. Cuéntanos, ¿cómo surgen? Tengo especial curiosidad por el caso de Wekaforé, que seguramente sea el artista musicalmente más distinto a ti con el que has colaborado.
Tuve la suerte de colaborar con artistas que admiro mucho como Carly Gibert, Wekaforé y Allnightproducer. Fueron colabos muy orgánicas, literal de tú a tú. A Wekaforé le mandé la canción de Vonnie, le moló muchísimo y casi el mismo día me mandó una primera idea de su verso. Poco después ya estábamos en el estudio grabando el tema. Fue una colaboración muy orgánica y fue brutal trabajar con un artistazo como el que es. Nuestros estilos cuajaron un montón y Weka le dio rollazo a la canción.
Con Carly fue muy parecido. Le mandé la canción de Tú y yo y en nada me pasó ya su verso, que era brutal y le daba un rollo muy especial. Nos juntamos en el estudio con Allnightproducer y todo fluyó. Son dos pedazo de artistas y cada uno sumó muchísimo para que la canción sea lo que es. A mí me encanta.
Wekaforé canta en inglés y tú también, de hecho lo haces desde pequeño. ¿Sientes que eso te abre puertas? Y solo por curiosidad, ¿te verías haciendo un proyecto íntegramente en inglés o no te interesa?
Sí, siento que cantar en inglés me abre muchas puertas. Además, la escena musical de Reino Unido me flipa y el inglés me acerca más a artistas con los que me encantaría colaborar como Mura Masa, FKA Twigs, Sega Bodega, Shygirl, etc. Desde pequeño compongo en inglés, así que me sale bastante natural. Silver dripping, por ejemplo, es casi toda en inglés y la hice así porque es lo que me salió en el momento.
Y sí, me veo haciendo un proyecto en inglés. De hecho, muchas de las canciones nuevas que estoy haciendo ahora son en inglés, aunque creo que mezclar idiomas es chulísimo, así que es muy posible que le meta castellano y puede que catalán también.
¿Tienes pensado llevar Speed down the light al directo?
Sí, ya lo estoy preparando todo y ensayando a full. El 1 de marzo, para el lanzamiento, hice un concierto/listening party del álbum. Fue algo muy íntimo. Ahora estoy preparando también cómo serán los shows en salas de conciertos. No puedo adelantar mucho pero serán muy enérgicos, aunque también íntimos y acústicos en algunas partes. Muy crafty todo, usando loopers, teclados midi y pads. Se trata de que el concierto sea una fiesta, un rato para desconectar y pasárselo de puta madre. Además, hay un momento rave en Tú y yo que es heavy (risas).
Por último, ¿nos quieres adelantar alguna cosa que vayas a hacer? O cuéntanos cuál es tu plan, así en general.
No puedo adelantar mucho porque aún lo estoy definiendo, pero tengo muchas ideas. Los shows, lo primero, pero también quiero grabar un live session de Frío como el infierno más unplugged, puede que un vídeo para Distorsión… Ahora estaré a full con el álbum. Aparte estoy preparando y haciendo los temas que saldrán después, que serán singles, siguiendo la misma línea del álbum pero definiendo más mi esencia y mi estilo musical. Está chulísimo, ya veréis. ¡Muchas ganas de todo lo que se viene!
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