Hay mucho de aquella Tais López Miranda de la RIP Gang en esta Taichu de Hotcore. Tiene veinticuatro años y unos cuantos de escenarios y alfombras rojas bien pisadas. Viene de un debut muy potente que desarmó su 2023 con Rawr, y ahora se zambulle en la aventura de un segundo disco de estudio. La transición de una nueva etapa en su propuesta y la cristalización de un ecosistema propio que destila sateo, trap, pop, dualidad y transformación en cada barra.
Un océano y cuatro horas de diferencia nos separan a través de la pantalla de Zoom. Abrimos la videollamada un par de días antes del lanzamiento de su último álbum, con risas mediante y unas disculpas que servirán de preámbulo para sostener una larga conversación en la que hubo cabida para casi todo menos para los silencios. Tais se muestra sonriente, con el pelo recogido en una coleta y a cara lavada. Con ella hablamos de Camila Sosa y sus malas, de la situación actual de un país entero, de Gaga, del Ruso y de la Bad Gyal. Entre pregunta y pregunta, se lía un cigarro sin perder el hilo. “Es muy importante filtrar”, asegura cuando se trata de mostrarse vulnerable. Pero ella se abre y confiesa tener hambre de hacer lo que ama. De no parar de renovarse y redefinirse. De lograr que su música sea inmortal. Y parece que va por buen camino.
¡Hola, Tais! ¿Cómo estás?
Bien, muy emocionada. Ya falta cada vez menos para este disco, que lo esperé tantísimo, así que muy contenta.
¿Dónde te pillamos ahora?
En Buenos Aires, en mi casita.
Hace apenas unas semanas que se celebraron los Latin Grammy. ¿Cómo duerme una después de haber estado a punto de llevarse uno de los premios a casa?
Te juro que llegué el sábado a mi casa y dormí hasta el lunes. Estuve todo ese fin de semana durmiendo acá en mi casa porque fue superintenso, ¿viste? Encima Las Vegas, que es muy nightlife. Estás todo el tiempo en un casino, en un Uber, en un shopping o en un hotel. Estuvo intenso pero muy lindo. Muy divertido, nunca había ido.
¿Cómo fue la experiencia?
Muy divertida. Me gustan esos momentos de estar por ahí, de mucha intensidad. A mí me divierten, porque el resto del tiempo estoy acá en mi casa, de vida normal.
¿Recuerdas el momento en el que te dieron la noticia de que estabas nominada?
¡Ah, pegué un grito! Como loca. Cuando me llegó la nominación no había entendido que era para los Latin Grammy. Al principio no caí, pero porque entendí que había sido para los Gardel de acá de Argentina y yo dije como, ah, sí. Y mi personal me dice, ¿pero no me escuchaste? Latin Grammy. Y yo, ¿qué? Ahí pegué el grito. Me puse muy feliz, me emocioné, obviamente. No me lo esperaba para nada, y con esa canción tampoco. Fue un shock total.
Tuvo que ser un sueño.
La verdad que sí. Por fin. Si te soy honesta, de chiquita jugaba a eso, a vestirme para la alfombra roja, de que estaba en los premios MTV, etc. Entonces sí, obvio, fue un sueño cumplido. La parte que más me divierte es la de la cantidad de looks que tenés que armar para ir para allá.
¿Imaginaste de pequeña acudir a la gala con el look que finalmente escogiste?
Fue mucho mejor de lo que alguna vez me imaginé porque no lo soñaba como algo real, era un juego de niña, de que estaba cantando y bailando en la alfombra. Obvio que no es lo mismo que uno se imagina de niño, fue aún mejor. No sé, son muchos sueños cumplidos. Haber vivido la experiencia a día de hoy es lo que más me pesa.
En tu proyecto prestas mucha atención al aspecto visual. ¿En tu día a día como Tais también le das esa importancia a la moda y a la estética?
Sí. Tardo mucho en vestirme más que nada. Prepararme lo hago en dos segundos, pero en vestirme sí tardo. Le doy muchas vueltas. Hay una frase de Bb Trickz que dice algo así como: no salgas a la calle si no te gusta el fit. Yo soy cien por ciento esa. Me recontra pasa el ir a tomarme un café acá a dos cuadras, que si no me gusta cómo estoy vestida, no pienso salir.
Una nunca sabe con quién se puede encontrar.
Total. Y aparte es una cosa de un feeling, de cómo está uno. A mí me gusta sentirme diosa todo el tiempo. Y más de diosa, canchera o cómoda con cómo estoy, no importa dónde vaya.
Acabas de publicar Hotcore, tu segundo álbum de estudio, en un momento muy concreto de tu carrera. ¿Qué significa para ti lanzarlo ahora?
Esperé muchísimo para sacarlo. Lo tengo terminado desde principios de año y lo vengo trabajando desde que saqué el primero, que ya son casi dos o tres años. Es emoción lo que siento, y también mucha gratificación. Como, al fin lo logré. Confirmo que los tiempos de Dios son perfectos porque por algo pasa todo y por algo las cosas se dan como se dan, y por algo no salió antes.
Este disco estaba programado en un principio para abril, y se fue posponiendo y posponiendo. Así que estoy muy emocionada de que por fin lo escuchen, de ver qué pasa después, qué vida vive, qué vida le da la gente y qué les parece. Me quedó la vara un poco alta con Rawr, envejece bien. Espero que este también. Ojalá esté a la altura.
Este disco estaba programado en un principio para abril, y se fue posponiendo y posponiendo. Así que estoy muy emocionada de que por fin lo escuchen, de ver qué pasa después, qué vida vive, qué vida le da la gente y qué les parece. Me quedó la vara un poco alta con Rawr, envejece bien. Espero que este también. Ojalá esté a la altura.
¿Sientes que durante estos meses de espera ha habido cierta maduración o evolución del disco?
Hace como cuatro o cinco meses sumé un tema más porque en todo este tiempo seguí trabajando en música, un poco más de cara a un Deluxe o a lo próximo. Hubo una canción que no sabía si incluirla en un Deluxe, si sumarla, si sacarla después… Y la sumé. Eso es lindo. Creo que, por suerte, es algo que me pasa en general con mi música, siento que envejece bien. Hasta me gusta más cómo envejece que el primer play, ¿viste? En particular este disco me encanta, y a medida que pasa el tiempo lo entiendo cada vez más.
¿Cómo definirías actualmente el concepto de Hotcore? ¿En qué ha evolucionado respecto a cuando lo presentaste por primera vez con Rawr?
Llegué a la conclusión de que es más una intención y no tanto un concepto. Este disco representa muchas dualidades. Rawr era más caos, y lo de ahora es lo que quedó después de todo eso. A medida que pasa el tiempo y veo más las letras que hago, siento que es como la resaca de una fiesta, todo lo que se te viene a la cabeza al otro día, a veces duro de procesar. Hotcore es más una intención.
También siento que este disco no necesita tanta pretensión: ni el concepto del disco, ni todo el roll out, ni la pieza estética, ni los videos. No necesito un video que sea una película. Este disco es más genuino en el sentido de mostrar partes más vulnerables. Tiene mucha dualidad entre eso, la performance y la verdad. Es como si fuera un espejo que te está mostrando las dos partes al mismo tiempo. También hay una vulnerabilidad que me hace sentir más fuerte al mostrarla. Sé que de Taichu se espera algo mucho más power o hard, y acá eso baja. Sigue estando porque soy así, pero abrí una puertita más íntima en la que se pueden ver otras cosas que a uno le da más pudor mostrar.
También siento que este disco no necesita tanta pretensión: ni el concepto del disco, ni todo el roll out, ni la pieza estética, ni los videos. No necesito un video que sea una película. Este disco es más genuino en el sentido de mostrar partes más vulnerables. Tiene mucha dualidad entre eso, la performance y la verdad. Es como si fuera un espejo que te está mostrando las dos partes al mismo tiempo. También hay una vulnerabilidad que me hace sentir más fuerte al mostrarla. Sé que de Taichu se espera algo mucho más power o hard, y acá eso baja. Sigue estando porque soy así, pero abrí una puertita más íntima en la que se pueden ver otras cosas que a uno le da más pudor mostrar.

¿Entonces dirías que es importante mostrarnos vulnerables?
No sé, no todo el mundo lo valora. Hay mucha gente que se aprovecha de esas cosas. Es importante para uno reconocer esas vulnerabilidades y poder aprender de ellas. Es importante la vulnerabilidad, sobre todo para crear vínculos reales, pero también hay que tener cuidado. Hay que filtrar.
Esta dualidad de la que hablas está muy presente en POV y Los Ángeles, los dos adelantos del disco. ¿Cómo la trabajas para que cuadren tan bien con el resultado final?
Para mí está conectado porque, y me autocito, la luz no existe sin la sombra, la sombra no existe sin la luz. El brillo que hay en la oscuridad y la oscuridad que hay en el brillo. No sé si lo hice funcionar, creo que eso convive. Cualquier fiesta tiene su post.
En el videoclip de Los Ángeles aparece la figura de un ángel caído con las alas manchadas de sangre. ¿Qué querías transmitir con esa imagen? ¿Qué significa para ti?
La figura de ángel caído la tengo tatuada acá. Hay algo muy importante de los ángeles en este disco a nivel conceptual: se me caen las alas, pues me hago un look con ellas, como diciendo, voy a volar igualmente. En POV están las alas, las tengo puestas, y en Los Ángeles se me cayeron pero salgo igual andando.
Muy Victoria's Secret por tu parte.
(Risas) No, pues esas las tienen todas puestas.
Hablas de Hotcore como la cristalización de un movimiento cultural. ¿Con qué tres palabras lo definirías?
Te diría transformador, genuino y dual.
¿Qué te gustaría generar o provocar en el público con este ecosistema tuyo?
Veo que la gente se empodera con mi música como yo me empodero con la Bad Gyal o la Rosalía o Lady Gaga o cualquiera de las artistas que me gustan. Las escucho y me dan fuerza. Ayer, por ejemplo, fui a ver el documental de Lali. Estaba en un mal día y me inspiró, me dio fuerza. Espero que le genere eso a la gente. Más ganas de creer en uno y menos miedo a romperse las veces que sea necesario, a volver a levantarse las veces que toque. Este disco habla bastante de una caída que tuve, entonces es lo que me gustaría provocar. Por otro lado, algo que me mantiene enganchada a este disco son las ganas de tocarlo en vivo. Quiero generar algo intenso que conecte con el live show.
¿Y de qué manera piensas trasladar al escenario todo eso?
Para mí este disco no requiere de mucha pretensión a nivel puesta. Representa varias vulnerabilidades mías que no me animé a mostrar nunca pero acá sí. Por eso no sé si quiero tanta complejidad. Simplemente es la música que quise hacer en el momento y me voy a subir a defenderla yo sola al escenario. Dejar que la música hable. La música se sostiene sola. Tampoco es que necesite una banda para armarle nada, creo que mi presencia y mis ganas de defender este disco pueden estar bien.
En ese sentido, se os suele juzgar bastante a las mujeres artistas, especialmente en este género musical. Se mide mucho la puesta en escena, que hagáis un show espectacular, que bailéis increíble, que vayáis guapísimas y estupendas.
Bah, eso me da una bronca a mí, lo odio. No se nos juzga con la misma vara a los hombres. Me pongo la tanga por las tetas y el pantalón por el medio del orto y tipo, ¿qué se puso?, y los chabones van con el culo todo al aire y nadie dice nada. ¡Ay, qué capo! Muy bueno. No tengo mucho más para decir que marcarles en todas las cosas que nos ven diferentes. Creo que en parte es por el miedo que les da el poder que tenemos las minas actualmente.
Tú además que llevas años en esto, porque aunque tu álbum debut se publicó en 2023, tus inicios se remontan a 2019 con Luxury, y también formaste parte del colectivo Rip Gang. ¿Qué queda en Taichu de aquella etapa?
Todas las Taichus que vieron son parte de las que conforman a Tais y a Taichu. Es más, creo que existe una fucking Tyson por ahí, separada de Taichu. Sentí la necesidad como artista de cambiar, y se nota. Nunca me mantuve en un solo género, siempre fui probando cosas diferentes porque me aburría hacer lo mismo todo el tiempo. A nivel performance tuve la necesidad de cambiar y ponerme más diva, más pop star, que también es algo que quiero. Creo que de esa primera Taichu queda un montón.
¿Qué influencias has tenido más presentes para la creación de este disco?
Son los de siempre. Lady Gaga siempre está muy presente porque el mensaje que tiene con su público a mí me toca bastantes fibras. Rosalía también es un referente que me inspira. Me gusta cómo ella, desde la posición en la que esté, siempre elige hacer lo que quiere, y eso me inspira. Me encanta el pop bien pop, pero puedo poner otra cosa sobre la mesa y es lo que hago. A veces no es tanto la música que me gusta sino lo que tengo ganas de poner sobre la mesa. Qué sé yo, a Sophie, que me cambió muchísimo el oído en su momento.
Obviamente este disco sigue explorando todos los sonidos que yo exploré en Rawr más a fondo. En un momento cuando lo terminé, dije, bueno, voy a hacer un disco tipo Payday, otro tipo Noche de Sateo, otro tipo… Estás loca. Yo quería hacer cinco o seis discos diferentes de cada género. Después va decantando todo y la obra es lo que queda. No soy tanto de decir, voy a hacer esto. Lo hago y después entiendo qué hice. Sí soy más metódica a la hora de elegir los sonidos, la producción, me meto bastante. Sophie estuvo muy presente. Cuando me hacen esta pregunta sobre mis referentes musicales, por un lado se me vienen Gaga, Rosalía, Rihanna, Charlie xcx, y sus recorridos me inspiran más que el sonido.
Obviamente este disco sigue explorando todos los sonidos que yo exploré en Rawr más a fondo. En un momento cuando lo terminé, dije, bueno, voy a hacer un disco tipo Payday, otro tipo Noche de Sateo, otro tipo… Estás loca. Yo quería hacer cinco o seis discos diferentes de cada género. Después va decantando todo y la obra es lo que queda. No soy tanto de decir, voy a hacer esto. Lo hago y después entiendo qué hice. Sí soy más metódica a la hora de elegir los sonidos, la producción, me meto bastante. Sophie estuvo muy presente. Cuando me hacen esta pregunta sobre mis referentes musicales, por un lado se me vienen Gaga, Rosalía, Rihanna, Charlie xcx, y sus recorridos me inspiran más que el sonido.
Me resulta curioso que estemos hablando de esto precisamente hoy, que justo salió el Wrapped de Spotify. No sé si ya lo has podido ver.
¡Lo estaba mirando antes de entrar! Me dio risa porque me salen tres discos de Lady Gaga, Anti de Rihanna y lo último de Bad Gyal.
A lo largo de tu carrera te hemos visto trabajar con referentes con gran proyección internacional, como Skrillex, Lali Espósito, Nicki Nicole, o María Becerra, con quien hace poco sacaste Pierdo la cabeza y te pusiste modo pop star. ¿Qué debe tener un artista para que quieras colaborar con ellos?
Mirá, todas las que me nombraste fueron genuinas. La de Skrillex, que puede que sea la más loca, sale de que él me escuchó y me dijo, yo nunca escuché algo como lo que vos escribes. Y yo pensando, ¿cómo que no? ¡Sos Skrillex! Yo sí que nunca escuché algo como lo que vos hacés. A mí me divierte cruzarme con artistas, y si me gusta la canción y siento que será divertido que pase, es lo que me guía. Con Harry Nach, un trapero de Chile, hice una también. Y cuando eso ocurrió dije, qué divertido sería sacar de nuevo a esa Taichu trapera.
En ese sentido, ¿con quién te haría especial ilusión cruzarte?
Me haría mucha ilusión hacer un deluxe de este disco, que es algo que tengo en mente, en el que se suban otros artistas a las canciones originales y me hagan mierda la canción con su impronta. Hay una que yo la siento mucho para Judeline, por ejemplo. Doja Cat también es alguien con quien me encantaría cruzarme algún día y ver qué pasa. Para este disco, Amnesia Scanner también me haría mucha ilusión. Quién más, qué sé yo. ¡Madonna! Sería un sueño estar en el estudio con cualquiera de estas personas. También me pasa que repetiría artistas con los que ya colaboré. Juicy o Rusowsky son colaboraciones que repetiría y repetiría sin parar.
Noto que estás mencionando muchos nombres españoles: Rusowsky, Juicy, Judeline. En este nuevo disco vemos que colaboras con Rojuu. ¿Cómo surge esa sinergia?
Estaba en un camp en España donde me crucé con miles de artistas, no solo españoles, también argentinos, organizado por Dale Play, y entre las sesiones que me propusieron había una con Rojuu. Le dije que estaba haciendo un disco y le propuse IA o Dnd estas, que eran sonido más él. Él me agarró un beat muy Taichu, re Hotcore. Es como Rojuu versión hot. Le quedó increíble. Quedó re tipo esos temas de Soto Asa que me encantan, más cluberos. Y así se dio.
Actualmente parece que estamos asistiendo a un boom muy potente de la cultura argentina en todos los aspectos. En cine, en música, incluso en literatura con Mariana Enríquez. ¿Cómo estás percibiendo tú esta evolución como artista?
Argentina es un país enorme que a mi parecer está muy bastardeado. Nadie nunca supo tratarlo, a nivel política me refiero. Está complicado salir adelante acá. Entonces hay un motor artístico incomparable, para mí es increíble. Hay otra escritora también a lo Mariana Enríquez que se llama Camila Sosa Villada, la leo muchísimo y ahora van a sacar la película. Es muy difícil lograr eso y salir adelante. Acá tenés presupuesto para hacer nada, es muy difícil estar al nivel del resto del mundo y de los cachés de la vida. Hay una pasión que nos saca adelante. Eso es lo que termina poniendo a Argentina en el mapa, cueste lo que cueste. Al final es el hambre de hacer lo que uno quiere. Me enorgullece y me alegra que más gente pueda tener ese deseo y cumplirlo. Como, che, quiero ser escritora; che, quiero ser diseñadora de ropa; che, quiero ser cantante. Ojalá algún día sea más fácil soñar en Argentina.
Dices que has tenido suerte. En ese aspecto, ¿qué lugar crees que ocupas tú dentro de ese panorama de revolución artística actual?
No sé, voy rompiendo lo que puedo. Intento ir abriendo más para que pasen más cosas. Yo desde el piecito que tengo en el mainstream estoy intentando hacer eso, ser la más alternativa del mainstream y la más mainstream de lo alternativo, buscar ese equilibrio. Pero no sé. Lo sabremos en varios años si sigo, si la vida quiere. Qué lugar terminaré ocupando, no lo sé. Me encantaría saberlo.
Parece que me has leído la mente porque iba a cerrar con esa pregunta. Con el lugar con el que sueñas tú ocupar en un futuro no muy lejano.
Alguno inmortal. Uno que me inmortalice de alguna manera. No a mi persona sino a mi música, a mi propuesta.


