A Sila Lua no le cuesta comprender la realidad, pero si ha de elegir, prefiere refugiarse en su mundo interior. Ahí encuentra una inocencia y curiosidad que, aunque no siempre responden a sus preguntas, le permiten explorar el mundo y abrir su mente a posibles respuestas. Es a través de la música que encuentra su voz, dulce y sincera, resultado de viajes y experiencias. Ahora, casi tres años después de la publicación de Rompe, nos reencontramos con ella para hablar de su último proyecto, Danzas de amor y veneno, y todo lo que la ha inspirado a componerlo.
El amor conlleva vulnerabilidad y el veneno incita a la valentía. Y así todo el rato. ¿Existirá el equilibrio? En Danzas de amor y veneno no ofrezco una respuesta porque no la tengo, pero invito a bailar y a disfrutar mientras tanto”, nos comenta la artista. Diez canciones que resumen todo lo que ha vivido estos años tras adentrarse en el mundo de la música. Influenciada por ritmos como la bossa nova, el reggaetón o el Afrobeat, la cantante se sincera sobre cómo ha sido el proceso, tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Desde la última vez que hablamos han pasado dos años. ¿Cómo te presentarías ahora mismo? ¿Han habido muchos cambios en tu vida?
Estoy contenta de poder presentar mi segundo álbum, Danzas de amor y veneno, un trabajo en el que he estado inmersa estos últimos dos años. Durante este tiempo, la música me ha regalado muchas aventuras y primeras veces y solo espero que siga así.
Logras realizar la gira de tu primer álbum, Rompe, cantas en festivales importantes como el Mad Cool o el Riverland y continúas con la composición y producción de música. Ahora que publicas Danzas de amor y veneno, ¿de qué manera crees que todas estas experiencias han moldeado el proyecto y qué diferencias encuentras respecto a trabajos pasados?
Danzas de amor y veneno es un disco que he hecho entre concierto y concierto. Durante el 2023 giramos por España y el pasado 2024 tuve la oportunidad de presentar mis canciones también en Países Bajos, Inglaterra, México e Islandia. Estas experiencias me han hecho ver mi música de una manera diferente. A la hora de preparar lo nuevo tuve más en mente hacer canciones que me hicieran sentir bien encima del escenario. Creo que he incorporado más ritmos latinos y africanos inspirados en los arreglos de percusión que hicimos durante la gira de Rompe y he compuesto melodías más complejas y más clásicas que se dejen disfrutar y sentir más en directo.
En este nuevo álbum quedan reflejados tus anhelos y las partes más soñadoras de ti misma, pero también la frustración que conlleva la realidad y la limitación de posibilidades. Cuéntanos más sobre qué te lleva a explorar esta contraposición de conceptos.
Mi primer álbum, Rompe, me permitió adentrarme en la música como dedicación a tiempo completo y eso trajo consigo conflictos que nunca había conocido. Me ha resultado curioso comprobar que lo mismo que produce felicidad puede también provocar que nazcan nuevas dudas e inseguridades. Aunque parezca algo muy concreto, pensé que esta tensión y búsqueda del equilibrio es inherente a vivir y que seguramente sea la pregunta misteriosa sobre la que orbitamos todxs llegados a un punto. El amor conlleva vulnerabilidad y el veneno incita a la valentía. Y así todo el rato. ¿Existirá el equilibrio? En Danzas de amor y veneno no ofrezco una respuesta porque no la tengo, pero invito a bailar y a disfrutar mientras tanto.
Es difícil encontrar el equilibrio entre ambos, ya que influye mucho tu momento vital actual. En este momento, ¿dirías que te mueve más el deseo, la realidad, o ambos?
Desde pequeña me he refugiado mucho en mi mundo interior, que nada tiene que ver con la realidad, y, aunque siento que es importante aprender a comprender el mundo tal y como es, me gusta pensar que siempre volveré a la inocencia.
En las dos primeras canciones, Equilibrio y Yerbabuena, se nos introduce a esta dualidad mediante frases comotú me das es un refugio entre el peligro y me inspira a encontrar el mío” o metáforas sobre cómo la planta puede sanar pero también crear herida. ¿Crees que son las canciones que mejor encapsulan la narrativa del álbum?
Son de mis canciones favoritas del álbum pero creo que todas las demás también reflejan un poco esa tensión. Al menos eso es lo que he intentado.
Es interesante porque en Toy tranquila mencionas:voy sin freno, carretera en la furgo con mis nenas recorriendo España entera, toy tranquila”, que parece estar compuesta en esa gira que realizaste en 2023 para tu primer disco donde la banda estaba formada por mujeres. ¿Cuál ha sido el proceso de composición de este álbum? ¿Compones en paralelo a lo que vives y cuándo crees que es el momento le das forma o tu proceso creativo posterior?
Efectivamente, Toy tranquila nació en 2023 mientras girábamos por España en la furgo, aunque no fue de las primeras que escribí, sino que apareció una vez encontré de lo que quería hablar y el sonido que quería que tuviera todo el álbum. A la hora de hacer un disco, me ayuda mucho dar primero con una dirección sobre la que ir construyendo. Al principio estuve unos meses probando y haciendo sesiones con diferentes personas y, cuando encontré a Pau Aymi, el productor junto al que he hecho todo el disco, todo empezó a tomar forma y se me hizo más fácil seguir componiendo.
Temas cómo Hacer teatro o Brasil vienen acompañados de videoclips muy cuidados por los cuales, en el segundo, has ganado un premio en la categoría Mejor Cinematografía. ¿Cómo has logrado transmitir tanta profundidad al ámbito visual?
Para los tres videoclips de este álbum he tenido la suerte de poder contar con directoras que me encantan como son Ester G. Mera para Equilibrio, el dúo La Niña para Brasil y Claudia del Barrio para Hacer teatro, que han sabido darle otra dimensión a mis canciones y ensanchar mi imaginario artístico. Aunque yo soy la directora creativa de mi proyecto, me encanta colaborar con otrxs creativxs a lxs que admiro porque me enseñan y me inspiran.
Si tu álbum fuera una película, ¿de qué género sería?
Creo que si Danzas de amor y veneno fuera una película sería una tragicomedia. Me viene a la mente La peor persona del mundo, de Joachim Trier.
Aunque puedas realizar esta clasificación, en el ámbito sonoro, una de las cosas más destacables del álbum es precisamente su fusión de géneros, donde combinas bossa nova, reggaetón y salsa con ritmos africanos como el Afrobeat. ¿De qué manera llegan todas estas nuevas corrientes a tu vida y qué te lleva a querer explorarlas?
Todo lo que comentas son sonidos que me han interesado mucho últimamente. De la música latina más de raíz me emocionan sus letras y sus melodías vocales; de la música africana y sus descendientes me atrapa su fuerza terrenal, y de la electrónica me encanta su energía disruptiva e impredecible. Trabajo de una manera muy intuitiva y mi intención, más que representar un género en concreto, es crear un sonido propio inspirado en todas mis referencias.
En esta ocasión te embarcas en el proyecto junto al productor Aymí, que te ha aconsejado y acompañado en el camino. ¿Qué ha sido lo más desafiante a la hora de mezclar y encontrar un sonido orgánico teniendo en cuenta el infinito número de posibilidades a tu alcance?
Cuando encontré a Pau ya tenía más o menos claros los pilares sobre los que quería empezar a componer este álbum y la verdad es que ha tenido mucha paciencia y buena onda a la hora de explorar conmigo, me ha ayudado mucho a darle forma a eso que tenía en la mente. Nos hemos entendido genial y creo que juntos hemos sabido hacer un álbum que se siente coherente.
Lo cierto es que en esta nueva etapa buscas nuevos espacios, ritmos y la esencia de tu trabajo se aleja de los anteriores para tomar un aire menos oscuro y más rápido, dispuesto incluso a hacerte bailar. ¿Consideras que te has forzado a abrirte a explorar nuevos géneros y conceptos o simplemente es el resultado de todas tus experiencias dentro de la industria?
Simplemente soy curiosa y me gusta probar cosas nuevas. La música para mí es una práctica y creo que siempre puedo ahondar más en ella. Ahora estoy pensando en qué puedo mejorar en lo próximo que haga, aun sabiendo que estoy muy orgullosa de todo lo que ya he hecho.
En general, tras haber pasado por un proceso de introspección y muchos encuentros contigo misma, ¿has conocido algo nuevo sobre ti? ¿Notas un cambio respecto a tus inicios?
Cuando empecé hacía todo prácticamente sola y ahora, en cambio, cada vez me apetece más colaborar. Trabajar en equipo, gestionar tus emociones y las de tus colaboradorxs y compañerxs de viaje, tomarse menos en serio… Todo eso se aprende. Antes me ponía más nerviosa por todo y ahora también soy bastante control freak pero voy aprendiendo que lo bonito es hacer cosas con gente que te mola y a la que le molas y divertirse en el camino, porque eso es lo único que sí que puedes controlar.
Arrancas la gira el mismo día del lanzamiento del álbum en la sala El Sol de Madrid como parte de la programación de Inverfest. ¿Qué podemos esperar de tus actuaciones?¿Ha habido algún cambio en la puesta en escena y estética respecto a ocasiones pasadas?
¡Tendréis que venir a vernos para comprobarlo! Pero sí, llevamos un show completamente nuevo.
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