Después de una larga espera, por fin uno de los artistas más aclamados por el público, aka Sen Senra, ha lanzado lo que se supone que debe ser una versión mejorada de su anterior proyecto. Si te consideras cinéfilo siempre habrás preferido las precuelas porque históricamente han sido mejores. Pasó con Cars, con El Padrino y también con PO2054AZ.
Nuestro radar ha pillado una matrícula que nos resulta familiar. PO2054AZ (Vol.II) es la secuela de su último proyecto, cuyo nombre sobra mencionar porque creo que a todos nos ha costado aprendernos la matrícula del coche del padre del artista. El nuevo proyecto de Sen Senra deja un mix de opiniones por diferentes motivos. Si bien tenemos veinticuatro temas (en su mayoría) sólidos, en 2024 un disco de tantas canciones se hace pesado. Probablemente para las personas que no fanean al artista gallego al máximo se hace una primera escucha pesada y fuerza a dividirla en varias sesiones, lo que hace perder por completo el hilo cohesivo del disco. 
Aun así, el álbum lleva un concepto muy cuidado y curado. La portada está hilada a la de su primer volumen y se agradece que no sea un proyecto independiente. Esta se interpreta como un Christian que sale de plano respecto a la primera entrega, que sumado al tono nostálgico de muchos registros del disco nos deja ver cómo se siente el artista respecto a tener que alejarse de su tierra cada vez más.
Esta nostalgia queda plasmada en tracks como Identidad, con una de las letras más bonitas, donde Sen Senra sufre por la pérdida de su amor a la vez que le desea lo mejor: “Pidiendo por favor que no te hagan daño, y que no te lo hagan mejor que yo. Que no me vuelva para ti un extraño, y que me guardes en tu corazón”. 
En cuanto a nivel, es más de lo mismo que su primer volumen. Canciones muy buenas con bajadas como Ataúd no se entienden en un artista como Sen Senra. El problema de construir un disco de tantas canciones y duración siendo un artista tan intenso es la sobresaturación a la que expones al oyente, que preocupa más sabiendo lo bien que funcionó la primera carátula con solo trece canciones.
También hay que destacar los picos altos del disco. La producción sigue siendo una de las mayores virtudes de los proyectos de Sen Senra, y, acompañada de su característica voz y su profunda manera de transmitir emociones, las canciones que más te marquen (sean de amor o de desamor) te llegarán como un puñal en el pecho. En registros como Enterrar la mala suerte o Un cielo azul se llegan a esos picos y son temas que se agradecen por su valor artístico y sentimental, lejos de otros registros comerciales del disco que no hacen bien a su valor medio. Se deben destacar también las salidas de su zona de comfort en beats de trap como Permiso, sin duda uno de los mejores registros del tema gracias a las guitarras eléctricas de fondo y a la segunda estrofa con la voz pitcheada. 
Otra cosa que hubiese ayudado a una mejor digestión de PO2054AZ (Vol.II) habrían sido más featurings. Solo se cuenta con dos: el de Aitana, que fue uno de los primeros adelantos del disco y ya cuenta con más de ocho millones de reproducciones en Spotify, donde la performance de ambos es válida, y el de Carlin León, donde el mexicano se sale de su zona de confort pero demuestra su polivalencia sin bajar el tono. La suma de algunos featurings que aportasen algo de aire fresco al disco habría facilitado la escucha y habrían atraído nuevo público, siendo esto una de las más grandes contras del disco.
Sobra mencionar que el gallego es uno de los mejores compositores de nuestro país y ya lo ha demostrado en innumerables ocasiones, que sumado a la variedad de instrumentales y géneros que contiene el tracklist hace que, pese a no ser uno de sus mayores recopilatorios, siga teniendo ese valor artístico que siempre llevan por bandera sus proyectos.
Si bien el extremado número de canciones y algunos skips restan valor al proyecto, Sen Senra no deja de ser él ni ha cambiado de aquí al primer volumen que precede esta entrega. Este disco se suma a una ristra de proyectos buenos y consistentes donde el artista ha ido dando pinceladas de genio y jugando con diferentes géneros sin perder su esencia. Si bien la bajada de escalón es evidente, no estamos ni mucho menos ante un mal proyecto, que servirá a Sen Senra para volver a redefinir su fórmula y reinventarse como ya tantas veces lo ha hecho.
Track favorito: Enterrar la mala suerte.