Andalucía está en boca de todos tras esta larga semana de Feria de Abril, pero ayer lo bueno aterrizó en Barcelona, concretamente en la Sala Apolo. Pero olvidaros de Sevilla, el dúo granadino del momento, nuestros queridos Pepe y Vizio, nos regalaron el concierto más importante que han dado en Catalunya en su vida. Considerando que el año pasado actuaron en Fuego Razzmatazz (sala con menor capacidad de personas), la dupla viene pisando fuerte este 2024 con su nueva gira, Cosas bonitas, que comenzó en marzo, nada más ni nada menos, que con un sold out en la capital andaluza.
Lo tienen claro, están en uno de sus mejores momentos. Tantos años de trabajo han dado su fruto y se les ve más motivados que nunca. Ya los conocemos, su música navega entre diversos géneros urbanos aunque siempre con su característica influencia flamenca. Pero si por algo son conocidos es por esa capacidad de transmitir buena vibra. Y el público se encargó de absorberla.
Empezaron el concierto casi sin previo aviso. De golpe, ya los teníamos en el escenario cantando Cosas bonitas, y en cuestión de segundos, ya tenían a todos los presentes levantando las manos y dando palmas. ¿Quién dice que en Catalunya no tenemos arte? Lo que pasó después tampoco sorprende, pues con el nombre de la primera canción ya nos dan las suficientes pistas para saber que íbamos a salir contentos de la sala. Presentaron a todo el equipo y repitieron incansablemente lo felices que estaban de estar aquí, además de dar las gracias a la gente por apoyarlos. El público era una mezcla curiosa de edades y estilos, pero tampoco importó, pues todos estaban entregadísimos: cuando no coreaban de pe a pe las canciones, las bailaban.
Se movían por el escenario como Pedro por su casa, y canción tras canción hablaban con el público con la comodidad de quien habla con sus colegas en el bar. El repertorio fue completísimo, pues interpretaron tanto las últimas canciones como las más clásicas. Se pusieron romanticones con Pa ti, hicieron temblar las paredes de la sala con El culpable y sacaron su faceta más de rap con Duele menos. Con esa multidisciplinariedad se llevaron a la gente al bolsillo desde que arrancaron hasta que abandonaron el escenario entre vítores y aplausos.
Entre los momentos más emotivos de la velada, le dedicaron unas palabras a su gran amigo Flavio Rodríguez, quien confió en ellos desde sus inicios, y cantaron la canción que tienen juntos, No es igual. Y qué más decir, hubo muchos más bailoteos, entre ellos el famoso ‘marcha, marcha, queremos marcha’, que nadie dudó en cantar, y el famoso Ali Ali O en honor a sus raíces. Flores pa tu pelo con Dellafuente fue de las más esperadas y por eso señalaron a los presentes haciéndoles gritar, y De plastelina con Lola Índigo tampoco se quedó atrás. Cerraron el espectáculo de la manera más obvia y más acertada posible: con El patio. Es su canción con más streams, y no es para menos. Dejaron que el público acabase el concierto haciéndoles cantar sin ellos la última estrofa. Y con un abrazo y con cara de orgullo, se despidieron.
