Corría el año 2021 y teníamos a Orslok, Maximus y Míster Jägger en una habitación haciendo streaming mientras que cantaban de forma improvisada sobre agua mineral y coger madera en el Free Fire. En aquel entonces todo era un juego, pero con el tiempo hemos visto cómo ha crecido la seriedad y el compromiso que tiene Orslok con su música. Con este disco culminan lo que fueron esos primeros pinitos, pero sin renunciar a aquella esencia.
Este EP ha sorprendido a propios y extraños con su sonido. Orslok ha ido depurando y refinando su estilo a través de los diversos singles que ha ido sacando desde 2021. Entre ellos hubo incluso algún hit como Tofu Delivery, y aquí ya podemos notarle un carisma sonoro, algo difícil de lograr dentro de un género como el hyperpop. También se mueve mucho en el glitchcore, y se notan influencias de artistas como Yeat o Playboi Carti tanto en las producciones como en la estética. Desde el primer momento, con arthas – intro y el drop tan sobrecogedor que tiene la canción en sus últimos compases se puede ver la intención del artista con este disco.
Si bien se le puede achacar algún momento más flojo en alguna letra o en el propio delivery, tampoco empaña el conjunto, y lo contrarresta de sobra con las producciones. Hay que quitarse el sombrero ante el trabajo de RØCKET, Kanseko, Velasko y el resto del equipo de productores. Confeccionan una estética muy personal y se nota que se entienden a la perfección con el artista. Han sabido potenciarlo para llevar el sonido un paso más allá de lo que nos tenía acostumbrados.
Al principio se comparaba mucho a Orslok con Joji en esta manía que tenemos en España de buscar análogos estadounidenses a nuestros artistas. Esto se debía a que seguían el mismo camino de youtuber que dejaba internet para profesionalizarse en la música. Si damos por válido este esquema, podríamos decir que a Orslok esto le ha costado un poco más. Pero, al fin y tras mucho tiempo, vemos esa semilla germinada.
Pese a que se ha separado del mundillo de la creación de contenido, Orslok lleva internet en la sangre, no lo puede evitar. Muchas de las bromas que han surgido en la comunidad hispanohablante en los últimos años han sido por su parte. Ha sido un orfebre de la coña y los memes durante mucho tiempo, y por mucho que haya dicho en entrevistas que quiere separarse de eso, aquí vemos que le tiene cariño a esa época de su trayectoria.
Hay guiños por todos lados en este disco. Sin ir más lejos, en jake el perro samplea el sonido que tenía de alerta para las suscripciones en su canal de twitch. En family guy también mete directamente un diálogo de la película Megamind, película a la que le dedicó su último vídeo en Youtube (ya borrado). También podemos escuchar sonidos sacados de videojuegos como World of Warcraft, The Legend of Zelda o incluso el dichoso Among Us, que a estas alturas es más un meme que otra cosa.
Sin duda, Shadowban es hijo de su tiempo, un disco hecho por y para esta generación que necesita ver un gameplay de Subway Surfers o un capítulo de Padre de Familia mientras hacen cualquier otra cosa para que no se desvíe su atención. Orslok dijo en el capítulo 1 del documental Escena que “eres producto de tu época y tienes que usar las armas que tienes a tu disposición”. Se nota que conoce sus armas mejor que nadie, y funcionan muy bien con este target tan específico del que venimos hablando.
El disco termina con un punchline que dice: “Pero en mi castillo me hice una mazmorra donde al fin puedo ser yo”. Shadowban termina celebrando el encontrarse a uno mismo, y todo lo que hemos visto hasta ahora era su búsqueda. Y es que a veces para encontrarnos antes hay que vivir un tiempo en la sombra.
Track favorito: arthas – intro.