Entrar de lleno en el diálogo interno de un artista es, probablemente, uno de los mayores regalos que aporta la música. Donde conviven a puerta cerrada los deseos, las dudas y las reafirmaciones diarias ordenándose a sí mismas con fragilidad, pero sin pudor. Ahora mismo, seguir a Natalia Lacunza es verse en el ejercicio de revisión personal ajeno, por si es posible ubicarse. En un panorama pop donde la urgencia se impone al detalle, Natalia avanza con un proyecto puramente identitario que, entre el ruido, se habita con honestidad. No hay excusa: la crisis de los veinticinco es, a partir de ahora, tu coming of age.
N2STAL5IA abre una etapa visiblemente más madura para la cantante, no solo porque viaja en la retrospectiva adulta hacia unos años de crecimiento personal y artístico, sino porque parece haber encontrado su sonido. La navarra siempre ha mostrado una personalidad muy concreta y una dirección artística caracterizada por el buen gusto y una evidente educación musical, pero es posible que nunca haya sonado tan suya. En Tiene que ser para mí (su álbum debut), así como en EPs como Otras alas y ep2, Natalia ya exploraba lo charlatán del amor, del dolor de corazón, de la vinculación con el otro y de crecer emocionalmente. Pero lo hacía siempre con el ojo puesto en las primeras veces: en cómo el cuerpo reacciona a la entrada en la vida ‘adulta’ de alguien que fue adolescente anteayer, en la primera ruptura independizada, en la euforia de entrar con el pie derecho en los nuevos lugares que vamos a habitar. 
Pero N2STAL5IA ya ha pasado por eso. Ha visto el amor en retroceso, ha aprendido a lavarse las manos de todo lo que resta y ha asentado un círculo cercano que sirve como punto de apoyo e inflexión. Y ahora coge apuntes de su diario, conversa consigo misma y reflexiona en la intimidad de tomar decisiones dolorosas sobre el apego, el desamor y el estar a gusto en una habitación cerrada. Es, además, el disco actual de una mujer actual. De alguien que desglosa la preocupación y aprovecha donde hay miedo, amor, nostalgia, pena… para crear. Y es ahora cuando hay que hacerlo y cuando se está haciendo. Natalia forma parte de una realidad musical que está cada vez más llena de mujeres que no le temen al psicoanálisis ni a hablar en primera persona; y de un 2025 que va en volandas entre discos femeninos con colores azules y habitaciones reflexivas, como las de Amaia o Ginebras, en las que aún hay tiempo. Y ese tiempo de descuento es el que saca a las musas a pasear y admite que todas las emociones merecen canción. 
Así se puede sentir rabia en Sabes qué???, resignación en Lo de antes, bajón en Otro culito, y arrepentimiento en Apego feroz. Y hacer electrónica, bossa nova, bedroom pop, R&B y pop alternativo en treinta y seis minutos. Es fascinante ver a gente a la que le gusta hacer música haciendo música.
Si bien la lírica pesa en el balance de virtudes del disco, la producción es, probablemente, lo que llama a otra escucha. La conceptualidad se la entrega, más que la paleta de azules, el sonido que arrastran los catorce temas y que responden al ansia de permanencia y de reposo que merece la música y que ansía el público. La cohesión que existe entre las canciones de N2STAL5IA responde a la necesidad de escucha completa que predominaba a principios de 2020 pero que se ha ido perdiendo con la inmediatez del single pasajero. Y su gestión a cargo de Pau Riutort, Diego 900, Barry B, Gara Durán, Andry Kiddos y Pablo Stipicic reafirma, una vez más, la lógica y los beneficios de conocerse a uno mismo y de estar en una especie de cámara de eco donde predomina el buen gusto.
N2STAL5IA funciona, además, por estar rodeada de decisiones artísticas inteligentes: un marketing efectivo, los coros de sus mejores amigas gritando su nombre como voces en el fondo de la mente, el “hace falta valor” de Radio Futura en Escuela de calor a mitad de Te enamoraste, la inclusión del 25 en el título para simbolizar el cambio de etapa que está viviendo en la segunda mitad de sus veinte, cuatro colaboraciones (las justas y necesarias). Todos estos elementos firman el que es, sin duda, su proyecto más sólido hasta la fecha.
Track favorito: Te enamoraste.