Hay gente haciendo cosas geniales. Personas que además de hacer cosas geniales son fantásticas por sí mismas; personas que agradeces que estén en el foco público para poder descubrir y conocer. Gente tan humilde que no se creen (aun teniendo una tropa de fans) referentes de nada ni nadie. Natalia Lacunza es una de esas personas; una artista que empezó su carrera en lo alto, es lo que tiene participar en OT, y que poco a poco ha ido construyendo los cimientos sobre los que seguir avanzando. Y por fin está aquí su primer álbum, Tiene que ser para mí. Sobre esto y otras muchas cosas hablamos con ella en esta entrevista.
Entrevista extraída ACERO vol. 2. Adaptada a la versión online. Hazte con tu copia aquí.
Charlar una hora y media con una pamplonesa, Capricornio y proyecto de Motomami girlboss ha sido cuanto menos revelador. Después de estar trabajando 2 años dentro del estudio y dentro de su cabeza, ha creado (¡por fin!) su primer álbum que tanto deseaba hacer ella y que tanto esperábamos escuchar nosotras. Tiene que ser para mí es su título, el mantra que asegura repetirse constantemente para alcanzar todo aquello que se propone y convencerse de que es bien merecido. Una oda al selfcare diluida en doce canciones que no se ciñen a un único género musical, sino que nacen de la absoluta espontaneidad y libertad por la que tanto ha peleado la cantante. Y no, no me refiero a luchas contra grandes discográficas ni managers maquiavélicos, hablo de las peleas que todas tenemos contra nuestros propios fantasmas y que nos impiden avanzar, aunque no los sepamos identificar.
Sumado a este trabajo personal y profesional, Natalia ha tenido la suerte de encontrar personas que se lo han hecho todo más fácil. Luz, María, Paula y Teresa formaron la Tiny Band hace casi 3 años y desde entonces defienden el proyecto de la cantante como propio, con una pasión y una generosidad que solo puede ser fruto de una verdadera amistad y amor entre ellas. Hace un tiempo Natalia cantó a lo inevitable, a los amores que tienen que ser, contra todo pronóstico. Contradiciéndola, no creo que se sea cuestión de suerte, sino de saber atraer lo que una merece.
Sumado a este trabajo personal y profesional, Natalia ha tenido la suerte de encontrar personas que se lo han hecho todo más fácil. Luz, María, Paula y Teresa formaron la Tiny Band hace casi 3 años y desde entonces defienden el proyecto de la cantante como propio, con una pasión y una generosidad que solo puede ser fruto de una verdadera amistad y amor entre ellas. Hace un tiempo Natalia cantó a lo inevitable, a los amores que tienen que ser, contra todo pronóstico. Contradiciéndola, no creo que se sea cuestión de suerte, sino de saber atraer lo que una merece.
Hola Natalia, ¡qué ilusión poder charlar un rato contigo! ¿Cómo ha ido el shooting?
¡Súper bien! Estoy muy contenta, quedará algo muy chulo seguro.
Había perritos ¿verdad? ¿La han liado mucho?
¡Si! dos perros blancos preciosos. No la han liado mucho la verdad, bastante mejor de lo que parecía al principio.
¿Eres más de perros o de gatos?
(Risas) De momento soy más de gatos porque es lo único que he experimentado, pero siempre he deseado muchísimo tener un perro. Y estoy segura de que en el momento en que me lo pueda permitir, tendré un perro también.
Justo te iba a preguntar si Fígaro ha sido tu primera mascota o tuviste la suerte de tener animales en casa de pequeña.
Si, Fígaro ha sido mi primera mascota. Mis padres, por sus trabajos o por lo que fuera, nunca han tenido especial cariño por tener animales en casa, y ha sido la frustración absoluta para mis hermanos y para mí. Llevamos peleando toda la vida contra esto y nunca ha podido ser. Cuando empezó la cuarentena fue en plan, es el momento de adoptar un gato. Y desde entonces es mi compañero de vida.
¿Por qué la pasión por la música, es algo que has heredado de tus padres? ¿Se dedican a ello?
Profesionalmente no, pero la familia de mi padre siempre ha sido muy melómana. Si que mis tíos se dedican de manera no profesional a cosas relacionadas con la música, por lo que desde siempre ha estado presente en las comidas familiares, en las sobremesas, en todo evento familiar siempre había música de por medio. Por otro lado, mi madre no toca ningún instrumento ni canta, pero también le gusta mucho y lo disfruta mucho. Entonces desde siempre nos han inculcado la pasión música.
Claro entiendo que si desde pequeña estas inmersa en este ambiente musical acabas desarrollando una pasión por ello, ¿no?
Claro, es que desde el primer segundo. Es algo con lo que siempre he conectado un montón y que me ha servido como herramienta para desahogarme, para liberar tensiones, para expresarme. Desde que era pequeña que la he sentido como una herramienta vital, una pasión súper arraigada a mí y no me imagino mi vida sin ella.
Oye, estamos escuchando algunos avances de lo que será tu primer álbum, luego entraremos un poco más en materia, pero para empezar cuéntanos en qué punto te encuentras ahora ¿estás impaciente por el lanzamiento?
¡Estoy impacientísima! Y hecha un manojo de nervios. Este último lanzamiento ni lo he vivido del ansia que tengo con que salga el disco entero. Ahora ya está terminado, solo queda la promo, los conciertos y todo eso. Tengo muchas ganas de que salga y de compartir todo el proyecto. Porque han salido tres canciones, pero lo suyo es escuchar el proyecto entero, de principio a fin, y ver todo lo que hay dentro.
Te iba a preguntar cómo estabas personalmente, pero en profesiones como la tuya veo realmente difícil poner el límite de dónde acaba lo profesional y empieza lo personal. Pero bueno, en qué punto estás ahora mismo, ¿cómo estás?
Estoy precisamente trabajando mucho en eso, en saber diferenciar muy bien a la Natalia artista y a la Natalia persona, porque se solapa un poco lo personal con lo profesional, como dices. Tú estás viviendo, y estás escribiendo sobre lo que estás viviendo y eso ya es tu trabajo, pero está basado en tu historia; y entras en un bucle. Es complicado pero se trata de hacer un ejercicio sano de despersonalización, de entender que hay ciertas cosas que conlleva el trabajo que no tienes porqué poner el mismo ímpetu o la misma energía como si lo hicieras para ti, o con un amigo o lo que sea. Hay que aprender a diferenciarlo porque a mí me ha pasado un poco factura esto.
Te olvidas un poco de vivir tu vida más allá de todo lo demás, ¿no?
Sí total. Además, me pasa una cosa y es que soy capricornio, soy súper workaholic y me encanta mi trabajo. Ya no solamente hacer música sino pensar en los visuales, pensar en los looks, en los makeups, fotos, vídeos, en la narrativa de todo. Como me encanta se me hace muy difícil desconectar, y llega un punto en el que me veo a mí misma en plan, a ver, a ver, ¿y tú dónde estás? Conecta un poco contigo misma, chica (risas).
Todos nos podemos sentir así en algún momento, ¿no? Pero tú estás de cara al público, tienes unos seguidores, unos fans que están por ti y que tú quieres que estén felices y agradecidos, y entiendo que tienes esforzarte el doble para estar bien para ti y para ellos, y es muchísimo trabajo esto.
Eso es, obviamente es un problema del primer mundo (risas). Siempre parto de la base de que soy muy afortunada del trabajo que tengo y de dedicarme a esto, estoy muy agradecida. Pero, sí, llevo medio año yendo a terapia para gestionar un poco toda esta situación, porque no he pasado por mi mejor época a nivel emocional y si tengo que estar de cara al público en mi trabajo necesito estar bien conmigo misma, sino se convierte en un bucle horroroso de tener que poner constantemente una cara que no es la que sientes y acabas despersonalizadísima y sintiendo una apatía general súper bestia.
De hecho, en tu último lanzamiento, Muchas cosas, hablas justamente de eso, de estar completamente disociada, de tener tanto por hacer que te quedas inmóvil delante las tareas, delante de tu vida. Cuéntanos un poco más sobre esto.
Es literalmente esto, y súmale tener que lidiar con relaciones personales y mil cosas más, se acaba haciendo una bola increíble con la que no puedes tirar hacia ningún lado. Lo malo es que te das cuenta tarde, porque al principio cuando estás entrando en ese bucle no eres tan consciente. Esta canción la escribí en un momento bastante bajo, justo cuando me estaba dando cuenta de que todo me estaba costando demasiado, de que todo lo que intentaba pasar por alto estaba ahí y se estaba haciendo más y más grande. Y básicamente te destroza y te tira para abajo y probablemente también afecta a tu entorno y a la gente que te quiere.
¿Y en qué momento dices, no puedo hacer mucho, pero voy a hacer una canción para sacarlo?
Fue un efecto rescate. Salió un día de mierda que estaba con mi productor (Pau Riutort) en el estudio, probando varias ideas y dando pinceladas a otras canciones; empezamos a hacer una demo nueva y yo me frustré un montón. Tenía un día horroroso: no me salía nada, estaba peleada con mi novia, todo fatal. Volví llorando de echarme un piti, me puse a escribir y me salió esta canción super rápido, en media hora la teníamos.
¿Algún consejo que quieras compartir con las que seguimos sin poder enfrentarnos a todo esto?
Creo que lo importante es tomar la decisión de hacer algo al respecto. Porque lo más fácil y lo que normalmente hacemos todos es meter nuestra mierda debajo de la alfombra como si no pasara nada y nos vamos a echar unas cervezas con las amigas, te tomas algo, ríes y piensas, ale, ya está. Y no es así porque la mierda se acumula y si no la solucionas se va a ir haciendo más y más grande
Ya hace tiempo que oímos hablar sobre esta desidia generacional, y no solo en boca de gente joven, gente de todas las edades se está replanteando su vida. Existe hasta un efecto llamado La Gran Renuncia que engloba a toda esta gente, sobre todo en Estados Unidos, que están abandonando sus puestos de trabajo bajo la necesidad de cuidar su salud mental, ¿crees que está cambiando el paradigma social/laboral?
Totalmente. La gente ahora está cogiendo bajas por ansiedad y antes no se tenía en cuenta esto. Me refiero a que nadie se tomaba la ansiedad como algo que podía impedirte trabajar, era en plan, te lo tragas y punto. Por lo menos ahora hay más comprensión ante este tipo de cosas o de consciencia en general. Hasta que yo no empecé con la terapia y hasta que no empecé a hablar de la ansiedad, de los ataques de pánico, de cosas así, no sabía lo que era, no sabía lo que me estaba pasando. Pensaba que era algo normal con lo que tenía que vivir y ya está. Y de repente la psicóloga me dijo, hay una manera de ver el mundo que todavía no la has descubierto. Y en el momento que me dijo eso fue como, dios, qué fuerte.
¿Crees que de cierta manera las expectativas que se vuelcan en vosotros cuando salís de OT os hacen más un flaco favor que otra cosa?
Creo que es algo que está implícito en el hecho de que te presentes al programa, ya sabes que vas a tener que exponerte a eso. Sí que es verdad que luego a nadie le enseñan a gestionarlo, y hasta que no lo vives no lo entiendes. También es verdad que ha habido momentos feos en los que sentía que no era suficiente para lo que la gente esperaba de mí. Obviamente la presión influye y te puede hacer estar más nerviosa o tensa o cuestionarte más, pero llega un punto en que lo más valioso de tener un proyecto artístico es hacer lo que a ti te salga del corazón y hacerlo de manera sincera. Al fin y al cabo, nunca he cambiado de perspectiva, siempre he hecho las cosas de corazón. He tomado las decisiones en mi carrera teniendo en cuenta lo que yo quería hacer de verdad.
Entiendo que con el tiempo y la experiencia has aprendido a lidiar con esa presión y con esa inseguridad.
Totalmente, el primer año fue la prueba de, bueno, a ver cómo te sienta toda esta situación. Sí que fue más duro, por ejemplo, con el segundo single porque hubo más revuelo, y luego me daba miedo sacar cosas y ya tendía a pensar que todo el mundo se iba a reír de mí. Pero con el tiempo he ido relativizándolo un montón, y me ido centrando en decir, tía, si a ti te gusta y estás haciendo lo que te gusta y lo que quieres pues va a gustar.
Aún con todo, tus dos primeros EPs tuvieron un buen recibimiento. ¿Cómo fue ese proceso de descubrir hacia dónde querías tirar musicalmente?
Fue bastante espontáneo. Me gusta mucha música, de muchos estilos, por lo que tenía claro qué aspectos quería incluir en mi propio trabajo. Aunque por otro lado también fue un proceso genuino y experimental, por decirlo de alguna manera. Iban surgiendo las canciones de manera natural, y luego la producción según el tipo de canción que se nos iba ocurriendo al productor y a mí. En los dos primeros EPs funcionamos así principalmente, todo muy espontáneo. De hecho, en esos dos primeros trabajos cada canción se hizo con un productor diferente.
En cambio, el próximo álbum has trabajado sólo con Pau Riutort, ¿verdad?
Así es, en este trabajo, al ser mi primer álbum, cosa seria, quería hacerlo con el mismo equipo para tener un poco la tranquilidad de saber que la persona con quien trabajo sabe perfectamente lo que quiero en todo momento. Y así también lo haces más íntimo y personal, creo. La verdad es que ha sido súper guay. Pau ya produjo A otro lado en su momento, y tenía muchas ganas de trabajar con él en proyectos desde cero. Tiene un montón de conocimiento, ha trabajado en proyectos grandes y cuenta con ese mundo de la producción más actual, más vanguardista pero también toca en un grupo y controla la guitarra, el bajo, la batería, y entonces tiene ese mundo más orgánico por la mano también. Justo a mí me interesaba mezclar estos dos estilos, más tradicionales, en que se oyeran los instrumentos reales y añadir ese matiz de producción más actual y moderno.
Yendo un poco a contracorriente –en tanto que ya hace unos años que los lanzamientos musicales son en forma de singles– apuestas por el formato LP, cómo es eso, ¿te hacía especial ilusión sacar un álbum o de repente te has visto con mil canciones y has dicho, venga va?
Quería hacer un disco largo, era algo que tenía en mente hace tiempo, pero no me sentía preparada para hacerlo hasta ahora. Me parece importante sacar un LP porque te da un recorrido de trabajo que no te dan los singles sueltos. Confío mucho en la música perdurable, me emociona mucho que la música te pueda marcar y te pueda seguir gustando dentro de 20 años. Esta forma de hacer música, tan efímera y perecedera, creo que está bien para ciertos aspectos, pero no es lo que yo busco con mi proyecto, mi intención es hacer un poco lo mismo que mi música favorita ha hecho sobre mí, marcarme. Que no sea una cuestión de escucharla dos veces y ya está, ya me he cansado. Que cada escucha sea mejor que la anterior, que sea algo que trascienda un poco, por eso me gusta mucho la idea de sacar un disco.
¿Qué nos puedes adelantar de este próximo trabajo? ¿Continuarás por esta línea que nos estabas mostrando ahora tipo pop-sintético?
No sé muy bien cómo definirlo, es un disco que tiene un montón de energía, de emoción. Muchos géneros juntos, muchos estados de ánimo en un mismo disco. Tiene ese toque de pop sintético, de medio pop electrónico, pero también guitarras y sonidos más orgánicos. Hay algunas canciones más cañeras, como de bailar, hay un funk carioca, luego canciones súper delicadas y sensibles. Todas las canciones me parecen emocionantes, pero este disco siento que tiene un punto más allá en cuanto a ritmos, a bpm, como más energético en general.
¿Cuál sería ese estilo musical que te gustaría probar pero que sientes que está un poco lejos de tu registro?
Mmm, por ejemplo, siento que el reggaeton es algo que me encanta, me gusta muchísimo. Solo escucho Motomami a día de hoy, todo el rato. Es un género que disfruto mucho escuchando y consumiéndolo, pero no me siento tan identificada a nivel de narrativa. Igual de repente en otro momento de mi vida me siento como para escribir una canción de reggaeton con ese mensaje.
Creo que ser una Motomami no es tanto escribir una canción sino estar en un punto vital que ojalá llegar, ¿no?
Exactamente. Hay que trabajar mucho para ser una Motomami, no es tan fácil. Pero una Motomami también llora, también tiene ansiedad y también está disociada, no pasa nada. En algún momento todas llegaremos a ser Motomamis (risas). De hecho, cuando escuché el disco de Rosalia dije, esto es para la gente empoderada y mi disco es para gente que está en la mierda (risas).
Tu disco es el prepararse para llegar a ser una Motomami, el trabajo previo.
Sí, total. Y de hecho el disco se llama Tiene que ser para mí que es un poco como la intención, es la manera.
En tu discografía vemos colaboraciones súper interesantes y diversas que van desde Guitarricadelafuente a Bronquio, Aitana o los franceses Videoclub. ¿Qué hay de común en todos ellos para que te interese hacer algo juntos?
Algo genuino siempre. Todas las colaboraciones que he hecho han surgido de manera super natural en el sentido de, tengo esto y me apetecería muchísimo que entraras en ello. Y si me emociona digo que sí. O al revés, siempre que le he propuesto a alguien hacer una colaboración ha sido, me encanta lo que haces, me encantaría juntarnos, sin compromiso y a ver qué sale. Componer, pasarlo bien, disfrutar, compartir y aprender. No creo que nunca llegue a hacer una colaboración forzada, simplemente por estrategia. Siempre me tiene que parecer una idea estimulante.
¿Y alguna vez ha pasado eso que dices de a ver qué sale y de repente, hostia, no sale nada?
Si tía, pasa un montón. De ir al estudio y que no salga ni mierda. Son días y días, no pasada nada. Tiene que haber de todo, lo importante es no rendirse.
De momento, nos has descubierto tres singles de adelanto, Todo lamento, Cuestión de suerte y Muchas cosas. Aunque aparentemente tienen temáticas distintas, todas remarcan la importancia del selfcare y el amor propio, ¿puede ser?
Es el punto general del disco, la verdad. La búsqueda del selfcare básicamente. En un punto que aún no has llegado, pero estas intentándolo. Es un poco la narrativa de todo lo que te puede pasar en ese proceso. Sí que es verdad que cada una tiene como una temática en concreto, Cuestión de suerte, por ejemplo, va un poco de un amor inevitable, estas cosas que pasan una vez en la vida. Tenía que ser y fue, contra todo pronóstico.
Todo lamento te prepara, te empodera, te curas, “no voy a llorar más por ti”, para luego estar abierta a que pase Cuestión de suerte, porque realmente si estás hecha una mierda, la historia de amor de Cuestión de suerte no la puedes vivir, no la puedes recibir.
Totalmente. De hecho, Cuestión de suerte está más abajo del disco que Todo lamento, de posición, como de narrativa. Es que, sí, totalmente Todo lamento es una canción que habla desde ese punto de seguridad, de sé que dejo esto porque sé que tengo que hacerlo, porque no te has portado bien y porque me merezco ser feliz.
¿Es lo que más te inspira, el quererse a una misma? ¿O es lo que más necesitas recordarte?
Ambas. Es super sincero todo, te lo juro. Tiene que ser para mí es un poco un mantra que me intento decir a mí misma para pelear contra mis demonios y mis cosas. Es una terapia para mí misma (risas). Que haya escrito este disco quiere decir que puedo hacer muchas más cosas que antes, para empezar. Y a la vez me asegura que todo el fracaso que me imaginaba en mi cabeza no ha sido real.
Qué bonito, ser artista tiene una parte de devolver un poco de lo que te ha inspirado a ti, aunque sea a otro público. Cerrar un círculo.
Total, es como yo gano y ellos ganan a la vez, la gente que quiera participar, claro.
Claro, como tú también has escogido participar en ciertos círculos, no es algo universal. Pero tanto como tú tienes tus referentes, tú también eres el referente de alguien.
Total. ¿Pero sabes qué pasa? Que yo todavía no llego a ese punto de creer que soy una referente para nada. No tengo esa percepción de mí misma. Me da como un poco de miedo pensar en esto, porque de repente digo, ¡hostia qué responsabilidad!
Pero es lo que decíamos antes, tú haces las cosas porque te nacen, si las haces pensando en los demás, con un fin que no sea la honestidad más pura, no va a valer mucho.
Pero eso es muy difícil también, ¿eh? Conectar con lo que quieres de verdad. Y ya ni siquiera el conectar, que quizás es más fácil, pero el actuar según esto, es lo más valioso y lo más libre… Que conversación estamos teniendo de repente, parece terapia, oye, ¡qué bien! (Risas).
"Nunca he cambiado de perspectiva, siempre he hecho las cosas de corazón. He tomado las
decisiones en mi carrera teniendo en cuenta lo que yo quería hacer de verdad."
Sí, ¿eh? Vamos a rebajarlo un poco, ¿tienes una canción favorita de estas tres que has sacado?
Todas han sido mis favoritas en su momento, el disco no funciona si falta alguna de ellas. Cada una tiene algo especial y no las puedo comparar. Ahora mismo te diría que mi canción favorita del disco es Todo va a cambiar, porque es la que más me divierte. Aunque todo el álbum es super disfrutón. Mi sueño es disfrutar tanto todo como lo hago haciendo música.
Por mi parte, aunque con el mensaje de Muchas cosas conecto mucho, creo que si tuviera que escoger me quedaría con Todo lamento. Es una canción que me da fuerza y me divierte a partes iguales, no sé cómo explicarlo, me hace reír.
Si tía, era totalmente la intención. Esta canción también me encanta, la veo satírica, como un meme. Como hacer algo divertido y agradable de una experiencia traumática.
Creo que es una canción súper potente y dura (para quién va dirigida) pero a su vez elegante y sutil. Quizás la elegancia la siento por el videoclip y por el momento de coreo con los brazos que me encanta y que he intentado interpretar más de una vez delante del espejo, sin mucho éxito sinceramente. Pero a lo que iba, esa sutileza de la canción no sabe a poco porque los audios que se van escuchando dicen literalmente: ¡eres un mierdas!
Es totalmente eso. Yo también la veo como una canción elegante, tiene un punto vintage, ¿no? El sonido, la melodía, la armonía. Y a la vez tiene ese punto funny y actual y un poco satírico, por eso me gusta. Y luego está dentro del disco No me querías tanto, que es la versión hard de Todo lamento. Es de chillarla y bailarla.
Parece como que con Todo lamento estas más curada para poder reírte de esto.
Sí, lo parece, pero la verdad es que primero hice Todo lamento y luego me di cuenta de toda la mierda de verdad y entonces hice No me querías tanto.
Por curiosidad, lo más probable sea que no, y soy consciente, pero personalmente me haría muy feliz si esas notas de voz fueran reales, ¿lo son?
(Risas) No, pero lo parecen ¿verdad? Con Pau, en todas las canciones hacemos más o menos el mismo procedimiento a la hora de grabar las voces. Primero hago las melodías con las letras y tal, me meto en la cabina y grabo lo que tengo claro, luego siempre empiezo a improvisar cosas, y al final de todo tiro cosas aleatorias como gritos, palabras sueltas, lo que me sale. Y estos audios salen de ahí, de decir gilipolleces al micro (risas).
No me gustaría entrar demasiado en el terreno personal, ya has tenido suficiente, pero siguiendo un poco con esta canción, hablemos de ese momento en el que se te cae la venda de los ojos y ves que la persona a la que tenías idealizada o que admirabas y amabas de repente es un imbécil y te parece alguien desconocido. Y encima a veces te sientes mal tipo, hostia, qué ciega ¿cómo no vi esto?
Sí, totalmente. Sientes como que esa persona ha cogido todo lo que le has dado y lo ha tirado por la borda y le ha dado igual, y además esa persona nunca ha dado la mitad ni muchísimo menos de lo que tú le has dado, ni siquiera respeto. Todas hemos pasado por la misma mierda, por desgracia, pero también se aprende de cosas así.
Algo se aprende siempre, sí. Aunque es un fastidio que a esos procesos, que ya son suficientemente duros, se sume esa culpabilidad, y también hacia una misma, ¿no? De no haber sido lo suficientemente lista o avispada, de no haberlo visto antes.
Literalmente. Encima es un proceso súper largo, no es dejarlo y ya está. Tú lo dejas y luego te tienes que dar cuenta de todo lo que te ha pasado por dentro.
Y perdonarte a ti por haberlo permitido.
¡Claro! Pero lo peor es que tú ya te estás haciendo cargo de la manera de ser de la otra persona. Entonces cometemos ese error de sentirnos culpables: ¿cómo he podido dejar que pase esto? Qué tonta soy, qué estúpida. Un sentimiento de culpabilidad que arrastras mucho tiempo.
Ni me imagino cómo debe ser ese proceso cuando se vuelve algo público.
Sí, porque además es que todo ha sido súper loco. Todo el mundo sabe de lo que estamos hablando ahora y es raro en verdad.
¿Has recibido mucho hate por redes? ¿Cómo lo llevas?
Mmm, bien (risas). Ya lo llevo bien. Tengo muchas cosas por las que preocuparme en mi vida real como para estar preocupándome por lo que me dice internet. Ha llegado un punto en el que simplemente he asumido que no voy a leer nada y ya está.
Esto al final también es selfcare.
¡Pero vamos! Es un selfcare primordial, y que a mucha gente le pasa mucha factura esto. La gente se queda fatal de la cabeza.
Aunque contar con el apoyo de tu Tiny Band ayuda muchísimo, ¿no? Cuéntanos un poco sobre Paula, Teresa, María y Luz. Cómo llegas a ellas, cómo funcionáis juntas…
Justo ayer estábamos en la presentación del single de Tere y lo estábamos hablando: va a hacer casi 3 años que tocamos juntas y es una locura. Son literalmente lo mejor que me ha pasado en la vida, en lo profesional y en lo personal. Cuando empecé a girar empezamos María, Tere y yo solo, ese verano con ellas girando fue revelador, y cambió el rumbo de las cosas completamente, porque de repente me di cuenta de que podía ser feliz y estar emocionada por las cosas, disfrutar y pasármelo bien. Entre nosotras nos hemos enseñado muchas cosas sin querer, nos hemos convertido en gente súper importante unas para las otras. Y encima tocamos juntas, es un sueño.
En alguna entrevista comentabas que buscabas una banda que tuvieran una experiencia y una edad cercana a la tuya, ¿por qué tuviste esa necesidad?
Yo quería rodearme de gente como yo (risas). De mi edad, de mujeres sobre todo. Me paso todo el rato rodeada de tíos, ¡necesito sororidad! (risas).
Justo te iba a preguntar por la importancia de que la banda estuviera formada por mujeres.
Quería una zona segura y una camp rock de verdad, asegurarme una fantasía de experiencia (risas). No había una pretensión de activismo, pero se ha percibido así, creo. A día de hoy sigue llamando la atención que haya una banda de tías, y no sé, yo me lo estoy tomando como algo normal, espero que en algún momento lo sea para todo el resto.
Parece que todo el contenido formado por mujeres es activismo, ¿no? Por ejemplo con los podcasts, si lo conducen dos mujeres ya es un podcast feminista. Y no, puede ser un podcast sobre cualquier temática pero evidentemente será con perspectiva feminista porque somos feministas, no porque se haga un activismo feroz.
Sí total, estoy saturadísima de esto. Además, nos exigimos muchísimo todo el rato, entender lo que está pasando, hacerlo todo lo mejor posible, encima nosotras, ¿sabes? Que nosotras somos las que más trabajamos, o sea que el trabajo no lo tenemos que hacer nosotras, lo tiene que hacer la puta sociedad.
Totalmente, estar continuamente dando ejemplo de la feminista perfecta.
Así es, se trata de ser las mejores, las más listas, las más guapas, las más buenas, las más elocuentes y suspicaces, ¡por favor, relax! Vamos a hacer un poco de tregua, la necesitamos.
Es agotador estar en constante lucha y alerta, quizás también me apetece cagarla un poco y que no sea el fin del mundo.
¡Literal! Estoy en un punto de mi vida en que me apetece muchísimo ser una puta niñata. Siento que no he sido nunca en mi vida una niñata.
Porque eres capricornio, Natalia, lo tienes muy difícil.
(Risas) Es verdad, no lo voy a poder ser. ¡Qué rabia! (risas). Aunque sea hay que dejarse llevar un poco.
Volviendo a los equipos, en tu ultimo videoclip, Muchas cosas, hemos visto un equipo creativo muy potente: desde la dirección de Héctor Herce hasta tu estilismo por parte de Alfredo Santamaria y Alfredo Vivas. Cuéntanos un poco el proceso por el que pasan estas decisiones creativas.
Mi intención es que este disco no tuviera ningún fallo a nivel de proyecto, no quería dejar las cosas al azar. Respecto al estilismo, hablé con los Alfredos y empecé a contarles todo lo que tenía pensado. Empezamos trabajando en una cosa juntos, me moló un montón y ya hasta ahora. Estoy súper contenta con la construcción de imagen que estamos haciendo en esta nueva etapa, y además me encanta la moda.
Eso te iba a preguntar, ¿qué tal tu relación con la moda? Llevas un tiempo defiendo unos looks fantásticos, ¿participas en la elección de los outfits, te presentan ellos ideas, cómo lo hacéis?
Un poco entre todos. Tengo mil referencias guardadas de looks que me gustan, fotos que me inspiran, etc. Entonces les vomito muchas ideas y ellos me lo bajan a tierra (risas). Es bastante mutuo, como un partido de ping-pong.
Puestos a imaginar ¿con qué creativos te haría especial ilusión trabajar?
Hay una directora que me encanta todo lo que hace, muy excéntrica, que es Nadia Lee. Muy caracterizado, pero a la vez super elegante, muy bonito. Ha hecho varios videos como de Tyler The Creator, Kali Uchis o ASAP Rocky. Y también me encantaría que el estilista de Dua Lipa, Lorenzo Posocco, me hiciera un shopping en algún momento. Dua Lipa a nivel imagen es un diez absoluto.
Te hemos visto participar en la banda sonora de El internado: Las Cumbres con la canción Corre, cuéntanos cómo surgió esto y cómo ha sido el proceso.
Me contactó Lucas Vidal para proponerme la idea y me apeteció mucho porque las bandas sonoras me encantan. Sinceramente no sabía ni qué era El internado: Las Cumbres, cuando me lo propuso justo nos acabábamos de conocer con María Blaya, que es una producer increíble y una de mis mejores amigas del alma, le pedí hacer la canción juntas y me lo pasé genial.
¿Te ves continuando por esta línea y componer más bandas sonoras?
El mundo de las bandas sonoras es algo que me encanta. Crear espacios sonoros a base de imágenes me parece algo muy bonito e interesante. Soy de esas personas que ha escuchado un montón de bandas sonoras. ¿Hacer más? No sé, si surge la oportunidad supongo que sí, pero de momento estoy más centrada en hacer canciones. Pero nunca se sabe, oye, todo es planteárselo.
¿Y delante de la cámara? ¿Te imaginas cambiando tu registro y de repente probar con la actuación?
Siempre he querido hacerlo, de hecho, vine a Madrid a estudiar interpretación. Ya estaba matriculada en la escuela y todo, pero de repente entré en Operación Triunfo y ya todo cambió.
Pues para acabar, desvélanos algún talento oculto que tengas.
Buf, no soy la mejor en nada… Soy la mejor autosaboteándome (risas). Es broma. No tengo ni idea sobre cuál es mi talento, pero mi hobby máximo es limpiar y ordenar mi casa y restablecer mis chacras. Estoy fatal de Capricornio (Risas).