Cuando conversas con una persona pura lo notas enseguida. ¿Que quién soy yo para valorar la pureza de alguien? Absolutamente nadie. Pero si con una simple llamada de una hora puedo sentir tanta luz, pasión y bondad, siento el imperante deber de contarlo. Podría achacarlo al poco tiempo que esta barbateña lleva en esto de la música, pero me niego a pensar que Lara, más conocida como Judeline, acabará algún día por sucumbir a los delirios de la industria.
Entrevista extraída de ACERO vol. 4, publicada en mayo de 2023. Hazte con tu copia aquí.
Dice que Lole y Manuel, The Beatles y Selena Gómez son algunos de los referentes musicales con los que ha crecido, y lo que está haciendo podría ser eso o ser algo totalmente diferente, ya que no pone ningún límite a la creación ni al juego dentro del estudio de grabación. “Siempre he sabido que yo iba para allí, nunca he dudado que fuera a pasar. Quizás supe ver que tenía algo que aportarle a la industria musical, y algo que de verdad iba a funcionar.” Y aunque no haga falta que uno de los artistas más influyentes del país como es Alizzz (también cover de este número, por cierto) o la venerada Rosalía pongan el foco en ella para que nos demos cuenta de lo que tenemos delante, siempre se agradece el reconocimiento y la recomendación.
Llegó con 17 años a Madrid, y 2 años más tarde ya publicaba De la luz, el redondo EP de presentación que baila entre la tradición más flamenca y genuina y la producción más compleja, pensada y bien atada. Y aun así, asegura que en lo que está trabajando ahora será lo que solidifique su proyecto musical, lo que le dará la oportunidad de mostrar al mundo qué quiere hacer y cómo quiere mostrarse. Aunque después del magnífico tándem de singles Tánger y Zahara no sé qué más pruebas hacen falta para saber que Judeline será (si no es ya) la gran voz del panorama musical actual. Su pasión y perseverancia la han llevado hasta donde está, que no es poco, y no quiero ni pensar hasta dónde va a llegar; ella dice que tampoco quiere pensarlo, que ya llegará, que se va a dejar sorprender. Y yo solo pienso que aquello que esté por venir llegue ya, porque quiero escucharlo.
Hola Lara, encantada de saludarte, ¿dónde te pillamos?
¡Hola! Pues hoy en casa, que es día de descanso.
Hace poco estabas por Marruecos, ¿puede ser? ¿Qué te llevó por ahí? ¿Ocio o curro?
¡Sí! Llevaba un montón de tiempo queriendo ir a Marruecos y nadie se apuntaba conmigo, hasta que una amiga me dijo un día que se iba y me colé en el plan.
Oye, ¿y cómo estás? Desde fuera, al menos profesionalmente, parece que estés viviendo un momento súper dulce, ¿no?
Joder, sí. Me preguntan mucho cómo me siento y no lo sé. Es como que disocias un poco ya, te pasan cosas y cosas y es como ver una película en tercera persona. Pero estoy muy bien.
Creo que en cierto punto todxs disociamos, no me quiero ni imaginar cómo debe ser para gente como tú que lo peta tantísimo.
Ya, en realidad estoy teniendo suerte porque está siendo algo gradual, no está siendo de un día para otro. Me está dando tiempo a evolucionar a la vez, pero es un poco loco todo, sí.
¿Tienes que recordarte el mantener los pies en el suelo?
Sí, y verbalizarlo también. Porque es una situación muy extraña, no es algo que le pase a todo el mundo. Pienso mucho en el caso de Quevedo, que de un día para otro se hizo mundialmente famoso, yo no hubiera sabido afrontarlo. Necesito mucha terapia, mucha conversación con mi familia para gestionar todo esto.
Comentó que un día se vio siendo famoso y rodeado de mil personas y que ni le dio tiempo a plantearse si era lo que quería.
Claro, es que es chungo. En mi caso desde chica he dicho que quería ser famosa (risas) aunque ahora ya me da más igual. Pero el manifesting estaba allá (risas).
Luego hablaremos de esto, pero me encantó lo que leí que le dijiste a tu psicólogo: “Creo que voy a ser famosa, así que prepárame para eso”. Me pareció increíble.
(Risas) Sí, ya te digo, proyectando.
Para entrar un poquito en música, el tándem Zahara y Tánger lo han petado muchísimo. No sé si puedo llegar a llamarlo viral, pero durante unas semanas pasaba stories y stories y solo se escuchaban estas dos canciones. ¿Cómo has asimilado este recibimiento por parte del público?
Pues muy chulo, la verdad es que me lo esperaba un poco. Y me hace feliz que se haya cumplido lo que me esperaba.
¿Tú ya tenías en tu cabeza que lo iba a petar?
Preveía que Zahara iba a ir bastante bien, y como que me gustaba en doble single lo saqué con el Gallery Sessions. Y al final, viendo las reproducciones de la actuación, ya te haces una idea de hacia donde va a ir. Pero el recibimiento, sobre todo en redes, no me lo esperaba. Me imaginaba que las canciones iban a ser bien recibidas, pero no me esperaba tanto foco en mí.
Como las típicas canciones de TikTok que de repente se hacen virales y no sabes quién las canta, ¿no?
Literalmente esto, pero me alegro mucho que no haya ido así, es lo último que quiero que me pase.
¿Estos dos singles marcarán el camino de tu futura música?
En cuanto a concepto, lo que saqué justo después sí que es- taba bastante relacionado, pero después ya cambié el chip. Lo que voy a sacar ahora y lo que voy a sacar más adelante no tiene nada que ver. Llevo un año trabajando en esto
No tengo ni idea si todo el mundo lo hace, entiendo que sí. Pero imagino que vais grabando canciones, creáis temas y luego lo mismo los sacáis al cabo de meses, quizá un año, no sé... En el momento en que va a salir, ¿no te dices, ¡ay, mierda!, esto ahora lo haría distinto?
En mi caso intento desconectar y aparcarlo una vez está hecho. ¡Estoy harta ya! Lo dejo ahí guardado y no lo vuelvo a escuchar hasta que lo saco. Pero es un poco
pesadilla ese proceso que parece que nunca
va a terminar. Y las ganas de que la gente escuche donde estoy musicalmente en el momento son muchas, porque la gente está en un tema y yo estoy ya en otra onda distinta.
Bueno, probablemente en cinco más, ¿no?
Exacto, exacto, lo que están escuchando probablemente es mi yo de hace cinco o seis meses.
Nos han chivado que estás grabando un álbum, ¿qué nos puedes adelantar de este próximo trabajo. ¿Tánger, Zahara y Canijo formarán parte del próximo álbum o van por libre?
Tánger y Zahara es una historia de dos canciones y Canijo puede ser algo relacionado con el concepto, va para otro lado, pero podría ser la parte tres. El álbum es completamente conceptual y musicalmente es muy específico. No sé cuándo lo sacaré, todavía lo estoy haciendo.
¿Habrá colaboraciones o vas a continuar la línea de De la luz?
En principio no va a tener ninguna, va a tener guiños con otras personas, pero no va a haber ninguna colaboración.
De la luz fue tu carta de presentación, tu primer EP, al que algunos llamaron bedroom pop, con tintes flamencos, sintetizadores, ¿cómo ves ahora este EP, lo ves algo muy alejado de donde estás?
No lo escucho mucho, pero le tengo cariño. Obviamente, fue mi carta de presentación y lo hice intencionadamente hablando sobre mí, sobre mi pueblo, mi vida personal. Pero lo que está por venir sí siento que mostrará el tipo de música que quiero hacer, el tipo de show que quiero llevar. Siento que mi primera buena aparición y mi primer buen trabajo es el que estoy preparando ahora.
Algo que te caracteriza, y que está muy latente en varios artistas útilmente, es esa recuperación o esa memoria de la tradición, de la cultura, de donde te crías. Podríamos hablar de Baiuca, Maria Arnal, Rosalía, C. Tangana. Unos recuperan la tradición popular de una forma más clásica y otros sampleando o invitando a iconos musicales con los que nos hemos criado como Kiko Veneno, Antonio Carmona de Ketama... Tú misma sampleando a Carmona en Tánger. ¿Por qué crees que hay esa tendencia, esa necesidad de recuperación pero dándole la vuelta?
En mi caso es una forma de reversionar música con la que hemos crecido y acercarla a este nuevo movimiento que tenemos, de poder mezclar todos los géneros que nos dé la gana. Aunque sea como una baladilla, Tánger tiene mucho del trap francés y de pronto coger un beat viene de ahí, aunque no tenga baterías en sí. Y meter una letra de los Carmona por la puta cara, pues me encanta. Es como fusionar esas dos épocas y tener muy presente la música que a ti te ha influenciado y mostrarle respeto. Eso fue lo que hice yo, al menos; no sé si otra persona lo hace por lo mismo.
Me resulta curioso que cada vez tenemos más mecanismos y herramientas para crear técnicas más locas, más novedosas, somos en cierta forma más libres a la hora de crear, y a la vez estamos cada vez recuperando más cosas que ya se han hecho, ¿no? Las reinterpretamos y hacemos cosas distintas, cuanto más libres somos más miramos hacia atrás para ver lo que hacían.
A mí me parece brutal, la verdad. Cuando estoy en el estudio nunca tengo en mente si quiero mezclar estos géneros u otros, sale solo. Me puse a cantar de coña sobre los acordes el tema de Carmona y con la broma dije, ¡quillo!, pues lo meto, que me encanta.
Si tuvieras que decir tres o cuatro músicos que te hayan marcado de pequeña, ¿cuáles serían?
Mmm, diría Lole y Manuel, The Beatles y probablemente Selena Gómez (risas). Se lo contaba el otro día a mis amigos, Selena Gómez tiene un videoclip de Un año sin lluvia, que no sé qué edad tendría yo cuando salió, 6 o 7 años, pero me acuerdo que cuando llegaba del colegio y mi madre hacía la comida, me metía en su cuarto a mirar la tele y salía este videoclip en Disney Channel y la veía tan estrella que me ponía a llorar. Porque yo no quería ir al colegio, yo quería ser ella. Esa canción me marcó de por vida. Lo mismo con Alejandro de Lady Gaga. Veía esos vídeos y sentía una impotencia y una furia, porque yo quería ser como ellas. Imagínate si tenía cuento, que miraba por la ventana y creía que un día me iba a encontrar a Selena Gómez por Los Caños de Meca y tenía que estar muy aten- ta (risas). En un sitio tan pequeño tienes mucho tiempo para imaginar, si no te amargas.
Y luego para contrastar Lole y Manuel.
¡Claro, obviamente! Te crees tú que en Cádiz mis padres me van a poner Lady Gaga, pues no (risas). En Los Caños, que son doscientos habitantes, mi realidad era esa. También tenía la in- fluencia de mi padre, que es de Venezuela, toda la influencia musical de ahí, y de The Beatles, Chet Baker, jazz, todo esto que le gusta y que me ha educado muy bien el oído –él siempre se ha concentrado mucho en darme una buena educación musical. Y luego con mi madre, mucho flamenco, sobre todo del barrio de mi abuela, que son del barrio La Plata, flamenco de toda la vida de Dios y coplas.
Supongo que es algo que te dicen mucho, pero, hostia, empezaste súper joven en esto. ¿Lo has tenido siempre claro?
Sí, a los 17 me mudé a Madrid. Ya te digo, me he aburrido mucho en mi vida, estaba deseando empezar en esto. Llevaba la vida entera esperando el momento de vivir de la música. De hecho, con 16 años sacaba malas notas, tuve una adolescencia un poco dura, depresión, ansiedad y tal. Y con 16 como no iba a clase por eso, me mudé a Amsterdam a currar de Au pair, a cuidar a niños. Y me dejé cuarto de la ESO para cuando volviera. Ahí me cambió el chip, nuevos aires, nuevo ambiente, de hecho no he vuelto a tener problemas mentales de ese nivel nunca. Cuando estaba en Amsterdam me propusieron hacer un curso de odontología para currar en la consulta del padre de la familia en la que vivía. Y hubo un punto que me lo planteé, pero rápidamente recordé que lo que quería era mudarme a Madrid y ser cantante. Y así fue. Acabé cuarto de la ESO y me mudé a Madrid a estudiar bachillerato, pero la realidad era que me pasaba el tiempo buscando estudios donde me dejaran grabar mis cosas, hasta ahora.
Y este plan que tenías tan en mente desde pequeña, ¿no hubo ningún momento de duda, de cague? Ser artista puede salir o muy bien o muy mal, ¿no? Hay gente muy buena que no ha llegado a triunfar y al contrario.
Claro, es que es curioso porque nunca he gozado de seguridad, soy una persona con muchas, muchas inseguridades y con una autoestima muy baja. Pero en la música, no he tenido ninguna duda nunca. Siempre he sabido que yo iba para allí, nunca he dudado que fuera a pasar. Quizás supe ver que tenía algo que aportarle a la industria musical y algo que de verdad iba a funcionar. Porque, coño, es verdad que veo gente con mucho talento, pero por desgracia a esta gente no le van a hacer caso en la industria porque no están dando nada nuevo.
Recupero lo que hablábamos antes del psicólogo, cuando le dijiste que te preparara para ser famosa porque es lo que ibas a ser.
(Risas) Pues eso, proyectando. Esto fue hace poquito, ya en Madrid. No vine con nada asegurado, venía con dinero ahorrado de trabajar de recepcionista, ahí en Los Callos, para pagarme los gastos y que mis padres me ayudaran con el piso. En el momento que le pude decir a mi madre que ya me podía pagar yo más o menos el piso, también le dije que iba a dejar el bachillerato (risas). No voy a dirigir mi energía a algo que sea lo que no quiero. No hay plan B, un plan B ya es dirigir tus pensamientos y abrir un mundo paralelo a lo que tú no quieres ser.
No sé qué signo eres, pero hablas como una capricornio en toda regla.
¡Lo soy! Y con ascendente en Sagitario, que tampoco está nada mal.
Publicaste en tu Instagram un alegato a favor de ser joven y de vivir las cosas por primera vez. ¿No te da miedo gastar cartuchos muy rápido?
A veces sí he tenido el pensamiento de, ¡uy!, voy a vivir muchas cosas, pero es que el mundo es tan grande y hay tanta gente y hay tantas cosas y todo cambia tan rápido que creo que nunca voy a dejar de vivir esas primeras impresiones. También es la actitud con la que tú te lo tomas, ahora que viajo a sitios que ni me imaginaba y conozco a gente influyente y con mucho poder adquisitivo, poco a poco vas normalizando estas situaciones para no volverte loca y parecer que estás flipando como una niña pequeña, pero a mí me resulta difícil ocultar mi flipe con todo, yo lo veo como una actitud de agradecimiento. Cuando siento que ya nada me está sorprendiendo es porque no estoy siendo agradecida, entonces me paro un momento, agradezco y vuelvo.
Totalmente de acuerdo, sentirte agradecida y sentirte presente y conectada con el ahora y con lo que está pasando.
Claro, es que muchas veces yo soltaba el móvil y me decía, tía, sé consciente de esta situación. Mis padres siempre me han dado muchas herramientas de meditación desde pequeñita, pero yo nunca les había hecho mucho caso. Y ahora que soy mayor y estoy viviendo todo esto, me acuerdo mucho de ellos y me sirve. Tengo un cuerpo, respiro, estoy viviendo esto,
estoy aquí.
También creo que lxs chicxs que de preadolescentes hemos vivido tanto en nuestra cabeza, encerrados en nuestra habitación, pensando en lo que un día podría ser, se nos hace más difícil vivir el ahora porque no nos permitimos disfrutar del presente, sino que vamos al siguiente paso.
Sí, totalmente. Llevo toda la vida viviendo en el futuro, es mi primer año viviendo en presente (risas). Aunque ahora lo echo de menos, siempre ha sido un rasgo de mi personalidad y de mi día a día, manifestar al futuro. Ahora de pronto, como que ya no lo hago, no manifiesto tan bien. Sí que tengo ciertas imágenes de mi vida en el futuro, pero dejo espacio a la incertidumbre.
Si tuvieras que proyectar ahora mismo una imagen, ¿cuál sería?
Es que ya intento que venga natural, es verdad que hay cosas que me apetece mucho que pasen e intento proyectar y meter un poco de brujería (risas), pero ya no le echo demasiadas ganas. Son cosas que de verdad me imagino y siento que van a pasar, pero no obligo a que pasen, sino que siento de verdad que va a pasar y confío en ello. Y ahora estoy muy en el presente, y voy viendo y recibiendo lo que está viniendo y lo que está por venir, quiero que me sorprenda un poco la vida.
Cambiando un poquito de tema: vamos al Gallery con el que también lo petaste. Una buena declaración de intenciones a nivel estético, ¿no? Arriesgado. Este cybergoth, ¿era tu intención? ¿Querías ir por este core?
Sí, yo mandé refes, lo de los piercings y tal. Me encanta, no entiendo nada de ello, pero me flipa. Ver las cosas nuevas que hay, cómo se va vistiendo la gente, probar distintos estilos de moda, ser un poco camaleónica en ese sentido. Y como siempre he sido muy básica vistiendo por vergüenza, aquí en Madrid he trabajado para aceptar que no pasa nada, que puedo vestir como me da la gana y no pasa nada. Así que voy probando, y en Gallery fue como, tío, me he decolorado las cejas, estoy enamorada de mis cejas decoloradas.
Te vimos desfilando en la Madrid Fashion Week con Alejandre. ¿Cómo surgió?
¡Sí, fue la polla! Pues nada, me habló Alejandre y me dijo que tenían este desfile y que les gustaría contar conmigo. Y yo que nunca he hecho nada de moda, más que obligar a mi abuela, a mi madre y a mi hermana a verme desfilar con cuatro pañuelos en la cabeza, me hizo mucha ilusión.
"Llevo toda la vida viviendo en el futuro, es mi primer año viviendo en presente".
Esto que decíamos del cybergoth, estas microtendencias, core que se le llama ahora, ¿cómo las recibes? Te sientes cómoda en esta estética goth que ahora impera, como medio aliens, cejas, ojos grandes, la bichetomia, estos rasgos timburtonianos...
Sí, me veo, pero porque siento que aunque sea muy goth sigo siendo yo, no sé. A ver, igual que no me clasifico en la música, no me voy a clasificar en la moda, pero es verdad que estéticamente, yo era una adolescente emo, siempre de negro, ojos pintados a full, muñequera, pelo de colores, entonces me siento cómoda ahí.
Es como que las chicas que de adolescentes miraban por la ventana, romantizando y dramatizando todo, con los auriculares puestos todo el rato, ahora son las que se tiñen las cejas, la digievolución (risas).
(Risas) ¡Sí, totalmente! Las dramáticas que en su momento dramatizaban todo y escuchaban Avril Lavigne y miraban American Horror Story ahora son las tías chulísimas que se decoloran las cejas.
Esto que hablábamos de etiquetarse, a estas alturas de la película ya da un poco de pereza encasillar o poner etiquetas a la música, ¿no? ¿Cómo te llevas con eso? ¿Te es fácil decir, mira, hago esto o esto otro o ni te lo planteas?
Es que nunca en mi vida he hecho un tema y he dicho, ¡uy!, es como un funk brasilero mezclado con flamenco. Jamás le pongo nombre a las cosas. Ni con mi música tengo idea de qué género hago, ni con la música que escucho soy capaz de decir qué género es. Para mí son todo colores y atmósferas, no existe más. Siento que tengo la suerte, entre comillas, que no me desvinculo si cambio de género. Si me hago un reggaeton o me hago un flamenco sigo metiéndole mi atmósfera y mi vibra, que para mí realmente es lo que es el género. El género no lo va a marcar el BPM y las baterías. Creo que poco a poco se irá perdiendo y ya. ¿La gente cómo clasifica mi música? Pues yo qué sé, que si se parece a Chambao o se parece a Rosalía... no saben ponerle un género.
Es verdad eso que dices, que puedes hacer lo que te dé la gana sin perder tu identidad. Si de repente te marcas una rumba va a ser tuyo.
(Risas) Amaría real hacer una rumba. Pero nunca hemos llegado al estudio y hemos dicho, venga, vamos a hacer tal cosa. Tenemos artistas que lo hacen y que amamos y que son brillantes, pero nunca pongo género, la verdad.
Antes hablábamos de referentes con los que te has criado, ahora te pregunto por influencias actuales, artistas a los que estás siguiendo la pista.
Pues estoy que no cago con Junior H, estoy obsesionada. Me he escuchado toda su discografía y yo nunca soy de escuchar la discografía de nadie, me engancho a temas y ya. Estoy mucho con Sade, mucho con Justified de Justin Timberlake, que no sé por qué me ha dado ahora con esto.
¿Cuál es la última canción que has escuchado?
All I Want Is You de Miguel y J. Cole.
¿Colaboración soñada?
Mi colaboración soñada de toda la vida ha sido Gal Costa, lo que pasa es que falleció como hace un mes; pero, bueno, la admiro y será siempre mi musa. De pronto una colaboración con Future también sería un sueño. Es que las colaboraciones que más me gustarían son con gente que no tiene nada que ver conmigo, me flipa el contraste. Y obviamente trabajar con Kaytranada es uno de los sueños que tengo, me encantaría hacerme un tema con Lil Yachty, con Drake... Seguro que algún día pasa, 100% (risas).
¿Y hay algún tema o algún álbum que te gustaría haber creado tú?
Hay un grupo que se llama Sad Night Dynamite que los admiro un montón, y hay una canción que tienen que se llama Icy Violence, que ojalá haber hecho esa puta canción yo. Y Oklou tiene un tema que se llama Galore que también me hubiera encantado hacer. La admiro muchísimo a ella.
En el EP de De la luz hablas de los momentos del día, del cielo de la luz, no sé porqué pero tengo la sensación de que estás muy conectada con el cielo, lo de arriba, ¿puede ser?
Sí, tía. Me siento súper conectada con el cielo, nunca he creído en nada, nunca he tenido una religión súper marcada, pero siempre le he hablado a algo. Conectada con algo que me protege. Al final la fe es algo que te ayuda en tu rutina, algo que al ser humano le ayuda. Como te decía, he estado muchas horas sola en mi vida, ahí en la playa; entre el faro y el mar, no he tenido otra que mirar para arriba. Y cuando estoy estresada y voy por Madrid miro al cielo y me relajo. Yo necesito ser una hippie porque es lo que soy y es lo que me ayuda a seguir (risas). Así que sí, miro mucho al cielo. Los momentos en los que me he sentido más conectada conmigo misma han sido mirando un atardecer, mirando al mar y al cielo, momentos de reflexión, es como que me alegro de estar viva y de no haber tomado una decisión tonta hace tiempo.
¿Y cómo llevaste el cambio de estar en un pueblo de doscientos habitantes a vivir en una gran ciudad como Madrid?
Ha sido extraño. Pero yo creo que el humano se adapta vaya donde vaya. En parte ha sido un shock, pero mi cuerpo se ha adaptado y ahora estoy entrenada. El nivel de paz y soledad que hay de donde vengo es brutal, entonces yo vine aquí y me fui adaptando, fui comprendiendo y aprendiendo a observar al resto de la gente, descubriendo qué papel quiero desempeñar. Socialmente me ha costado un poquito, aunque yo siempre he sido mega extrovertida y no me callo ni debajo del agua. También te digo que cada cierto tiempo necesito bajar para reconectar.
¿Y te sentiste bien recibida?
Es que aquí en Madrid te puede pasar mucho este FOMO de no querer perderte nada, de ir a todos los eventos, de tener muchos colegas, pero que no son amigos cercanos. Yo tuve la suerte de llegar a Madrid con dos amigos del alma, que a lo mejor no van a eventos conmigo, pero son un respaldo muy grande. Y luego intento tener mi círculo pequeño, siempre tienes que tener presente gente de verdad, gente con la que puedas hacer cosas que no sean tomarte una copa en una discoteca.
¿Y te ves en un futuro en Madrid o te planteas volver a Caños?
Mmm, volver a Caños no creo, hasta que sea muy mayor. Madrid no sé, me gustaría vivir en distintas ciudades, me gustaría vivir una temporada en Los Ángeles, otra en Miami, otra en París, no sé, experimentar en muchas ciudades y trabajar ahí. Pero donde me lleve la vida, ya vendrá.
Oye, ya para acabar, ¿planes musicales en un futuro próximo?
Después del Lollapalooza, estaré en el Primavera Sound, que me hace una ilusión que flipas, y en el BBK también, tengo unas ganas de ver a Arca... (risas).
Dime una pregunta que no te han hecho nunca y que te gustaría que te hicieran.
No sé, algo relacionado con la gastronomía.
Venga, dime: ¿plato favorito?
Buf, la verdad, me cuesta elegir, pero creo que un buen puchero andaluz.
¿Y el plato que mejor se te da cocinar?
Todo lo que son legumbres se me da genial. Y ahora estoy obsesionada con la comida árabe y le meto un montón de canela y mil especias a todo, no hace falta ni sal. ¡Y las arepas! También es algo que me sale rico.
Toda la ropa y accesorios BIMBA Y LOLA.