Y seguimos con el ciclo de conciertos del Primavera Cero, la unión entre Vibra Mahou y Cero en Conducta. La última vez que nos vimos fue cuando El Virtual, el jueves pasado fue el turno de Holics, a quienes entrevistamos hace un tiempo tras su primer sold out en Madrid. Ahora han vuelto con la misma fuerza y el mismo calor, esta vez para llenar la sala Independance y hacernos sudar.
La luz ultravioleta iluminaba las cabezas de todos los asistentes mientras Tarchi preparaba al público para el plato fuerte de la noche. Sin embargo, la gente no se quedó para nada quieta y es que desde el primer segundo en el que los altavoces empezaron a sonar, la sala empezó a bailar y a hacer pogos a su compa. Holics en el backstage se estaban preparando para tocar por segunda vez en Madrid, ¿superarían su primer bolo en la Siroco? La respuesta es un sí rotundo.
Aunque la noche no empezó para ellos como les hubiera gustado. Faltaban dos miembros, dos bajas que sin duda se notaron. La gente los homenajeó convirtiéndose en una parte más del show para compensar la falta de Chef C y Uglywhiite, que por problemas de salud tuvieron que quedarse en Barcelona. Eso fue casi lo único que faltó. Lo que no faltó fueron los bailes de Wonka que junto a sus compañeros montaban una auténtica fiesta sobre el escenario, porque los Holics estaban igual de arriba que sus fans haciendo pogos y cantando a coro todas y cada una de las barras que soltaban.
El concierto sirvió para repasar su último trabajo, Holics Tape II, que la gente se sabía de pe a pa. Desde Plugg sin lactosa a Yoko Taro pasando por su clásico Miu Miu hasta llegar a la aclamada Dolce & Gabbana. Y es que no hay duda de que tanto a estos chicos como a sus fans les encantan las marcas y los outfits no eran para menos. Santo Romeo con gabardina y sus gafas de sol Armani, se comió el escenario, como es prácticamente un clásico. Gafas de sol y capuchas, esa es la estética.
Los Holics no dudaron en pegar un repaso a sus antiguos temas, llevando a la sala al éxtasis en Montecristo; fue entonces cuando un micrófono se coló en el público para que de los altavoces saliera una frase que ya es mítica: “Coca y keta vivan las anfetas.”
Por aquel entonces andábamos ya empapados en sudor, las camisetas volaban por los aires, y todo el mundo se fundió en el centro de la sala en un pogo final que nos llevó directamente a Destiny, como un presagio de todo lo bueno que nos espera. Aunque lo que nos esperaba fue un apagón de luces apresurado que dejó a la gente con ganas de más. Pero no preocuparse, estos chicos tienen muchas cosas entre manos, álbumes, nuevos comienzos (#Bostonseason coming soon) y muchos conciertos por venir, como el del 17 de marzo en el que prometen reventar Razzmatazz. En palabras de Faxu: “espeluznante”.
