Hace lo que le nace y tiene talento para ello. Mándale un beat del género que quieras, que si le mola va a intentar soltar algo guapo. Así ha nacido el nuevo álbum de El Virtual, de la mano de Myto, Vuelta a empezar, un trabajo en el que le da continuidad a juegos que había empezado en anteriores canciones, en el que rompe moldes con estilos y colaboraciones que no esperabas y donde, una vez más, se abre y consigue que nos identifiquemos con lo que siente. Porque su inspiración son sus emociones, así nos lo cuenta él mismo.
Este nuevo disco es uno de esos que cuando los saca sabe que va a recibir mensajes de la gente diciéndole lo mucho que se siente identificada con sus letras. Tiene esa capacidad de escribir sobre sí mismo y sobre su entorno y lograr conectar con el público hasta el punto de hacer sentir que el cantante y el oyente son la misma persona. Eso es fruto de tocar los temas que realmente le importan y hacerlo de forma pura. Uno que se sintió así con una canción fue Cecilio G, concretamente en La culpa, por eso se ha montado y ha escrito su cacho con el corazón.
Hola, El Virtual, ¿cómo estás?
Bien. Ahora mismo con un trancazo que flipas, antes de ayer me dio un pico de cuarenta y medio de fiebre y estaba reventado. Esto a nivel físico. A nivel emocional, trabajo y todo el rollo, muy contento y muy ilusionado con el disquito. De verdad, súper.
Estrenas Vuelta a empezar, respecto a tus anteriores álbumes, ¿qué crees que lo hace especial?
La madurez; en este hay un punto de madurez que en los otros discos no había. No es que los otros sean inmaduros o menos importantes, pero creo que entre el último que saqué y este ha habido un año entero en el que han pasado muchas cosas tanto buenas como malas para mí y me han hecho madurar más y hablar más serio en mis letras. Con los pies en la tierra, no con tanta fantasía quizás.
¿Has pensado en un sonido concreto para el álbum o ha sido un resultado natural de lo que estabas escuchando y de la evolución de lo que venías haciendo?
No ha sido intencionado para nada. Yo casi nunca busco el concepto o el sonido de manera intencional, siempre acaba apareciendo. Y así como consecuencia a lo que ya he hecho piensas, hostia, esto tiene un hilo conductor. Directamente con Myto, el productor del disco, es que cada día él me pasaba uno o dos beats de géneros distintos y yo le iba dando sin ninguna pretensión. De hecho, íbamos a hacer un single y al final salieron once temas, bueno más, pero saldrán once.
Juegas con tu voz, no te centras en un solo ritmo e indagas en distintos géneros para sacar canciones como Este momento ft Sorroxxe, donde escuchamos un beat de Jersey o un estilo de breakbeat, no sé cómo lo definirías. 
Sí, hay una mezcla allí.
Como vemos que no te encasillas en ningún estilo, ¿es parte de tu identidad manejarte en distintos registros y ritmos?
Totalmente. Es difícil que alguien me asocie a un género musical concreto, un tema cualquiera puede sonarte a El Virtual pero por las entonaciones o por lo que sea que suena a mí. Tengo temas de rumba, de rock, de electrónica, etc. A mí siempre me ha gustado hacer música y como preferencia hip-hop, pero creo que forma parte total de mi personalidad artística el tocar todos los palos posibles. Siempre me gusta cuanto más mejor, es un reto para mí darme cuenta de que me sé desenvolver en cualquier ritmo.
El primer track del disco, Oda a la redención, es la continuación del primero de El disco que no quería dedicar, Oda a la obsesión, ¿es así?
Sí, no es la continuación exactamente pero sí que va a empezar a formar parte de una saga, ¿sabes? Igual que tengo los temas de Depresión tropical, Depresión tropical II y demás, y luego Paranoia invernal, Apatía otoñal. Son sagas que voy creando. Al igual que tengo un tema producido por Pochi que se llama Lo que tuve, en el Valle tengo otro que se llama Lo que tengo y en este disco tengo Lo que hablo. Las creó así porque me evocan lo mismo aunque no tengan que ver nada la una con la otra, solo el título o la energía por así decirlo. Pero no es la continuación sino algo paralelo totalmente, pero sí que sale de una emoción muy similar.
Oda a la obsesión y Oda a la redención, parece que el ciclo está cerrado. No sé cómo le darás continuidad a eso.
No sé, igual un día le hago una oda a la nosequeción. La oda a la canción, o la oda a la emoción, yo qué sé, algo saldrá. Eso no lo sé ni yo porque no es premeditado, simplemente escuché el beat y pensé que esto era otra oda.
A nivel de letra y de mensaje es uno de los más potentes del disco si no el que más. “Es tan difícil sentir cuando todo está a tu favor pero tú mismo contra ti / rechazando el amor, no puedo seguir así”. ¿La redención es contigo por ver que eras tú mismo el causante de tus problemas y que eso no te dejaba vivir (en este caso el amor)?
Sí, sí. Yo siempre he tendido mucho a victimizarme, a culparme, a sentir pena de mí mismo ante las adversidades. Y eso lo he visto como un castigo autoimpuesto, porque nadie me ha enseñado que tengo que actuar así ni he tenido ningún ejemplo cercano. Simplemente era así. Esta redención significa que de una vez me deshago del castigo, voy a sacar fuerza, a sacar reaños y a tirar pa’lante.
En Déjà vu vuelven los pensamientos negativos, y diría que representa una depresión, ¿te has inspirado en ello?
No en la depresión concretamente pero podría serlo perfectamente. Está inspirado en una sensación o en un estado que sé identificar muy bien. Quizás sea depresión pero yo nunca he tenido un diagnóstico ni nada; puedo intuir si estoy más deprimido o tengo ansiedad y tal, pero nada más. Pero sí, Déjà vu es volver a verme en esa situación de ansiedad, de estrés y de estar deprimido, una situación que me es familiar tristemente. Y a la que ya estoy acostumbrado a manejarme en ella encima, por eso hablo de ello en la canción.
La ‘intensidad’ se repite varias veces en tus letras. ¿Es una forma de hablar de la ansiedad o me lo estoy inventando?
Sí. Bueno, realmente, en el último track, que se llama Esta intensidad, en el que digo “esta intensidad, mi único castigo”, justamente hablo de lo que te he comentado de victimizarme y también de vivirlo todo tan intensamente, que como consecuencia me hace verme peor de la cuenta o peor de lo que pienso que estoy. Todo se magnifica, lo bueno y lo malo. Pero no está necesariamente relacionado con nada malo, simplemente con la intensidad.
Soy una persona altamente sensible que lleva yendo al psicólogo toda la vida y no lo tengo como un defecto ni como una virtud, simplemente como un rasgo de mi personalidad. Y es algo que me ha costado aprender a manejar y me sigue costando, vaya. Pero sí, no está relacionado directamente con la ansiedad sino con todo lo que implica sentir intensamente la vida, para lo bueno y para lo malo.
Como nos cuentas, escribes letras muy personales que abordan temas importantes, especialmente para el público joven. ¿Te ha pasado que te hayan escrito mensajes diciendo que se sienten identificadxs y que tus letras les han ayudado de alguna manera?
Me parece una locura que pase cada vez que saco un tema. Además sé cuáles van a ser los temas, por ejemplo, con este disco sabía que iba a pasar. A lo mejor los que saqué de El valle y de #voyaenchufar tienen un tinte más ignorant, que claro que te puedes sentir identificado, pero con este disco, y especialmente con Oda a la redención, que fue el adelanto, mucha gente diciéndome, tío, ¿por qué has tenido que venir a describir mi vida al detalle? (risas). La gente diciéndome, te odio porque eres yo (risas). Yo qué sé hermano, estaremos todos conectados y estaremos viviendo todos la misma etapa.
Pero me parece una locura porque además el tema lo escribí hace un año; a día de hoy sigo pensando tal como cuando lo escribí pero no lo estoy sintiendo así, sin embargo, la gente sí. Me parece muy curioso, es lo que siempre he dicho en mis temas, sé comunicarme con el tiempo. De alguna manera pasa esto, me parece mágico.
¿Este feedback es importante para ti? Tanto en lo personal como en lo artístico, es decir, ¿influye en tu forma de escribir?
Me parece muy importante pero no me influye en mi forma de escribir. La inspiración la saco de mí, de cerrar los ojos, de analizarme, de ver cómo estoy, cómo está mi entorno y cómo percibo todo, y eso nunca ha cambiado. El feedback de la gente es que se siente muy identificada con mis letras sin ser esa mi intención, porque mi intención es plasmar lo que siento y hacer como un diario o una avanzadilla emocional. Vivo las cosas y luego las cuento, no me parto la cabeza pensando en conectar con la gente. Soy fiel a mí mismo y a los que me rodean, y como consecuencia esa pureza se ve reflejada en el feedback.
Me interesa especialmente la barra “me conocen como El Virtual porque la realidad espanta”. ¿Va ligado al origen real de tu aka o ha sido más un recurso para representar esa deshumanización que vemos en la canción?
El rollo de El Virtual fue en un principio porque pasaba muchas horas en el ordenador, en internet. Antes me llamaba Virtual Boy, luego fue Virtual Money, que fue cuando empecé a colaborar con Fran Laoren, y luego ya El Virtual. Nunca fue por algo tan conceptual o tan abstracto, simplemente fue por lo del ordenador. Pero con el paso del tiempo me di cuenta de que también puede ser una metáfora que juega mucho con la percepción de la realidad.
Soy una persona que se raya mucho con la percepción de la realidad, la autopercepción y lo real, entonces ese juego me mola bastante. La frase “me conocen como El Virtual porque la realidad espanta” viene a decir: como la realidad da mucho miedo, menos mal que soy El Virtual (risas).
O sea que al final ha acabado cogiendo ese significado.
Sí, con el tiempo lo ha ido cogiendo. Pero también va ligado al origen, claro, porque el internet no es la vida real tampoco. Digamos que con el tiempo ha ido cogiendo un significado más serio mi nombre.
Hablemos de las colaboraciones. Sorroxxe y su voz aportan otro color musicalmente, Papi Trujillo le suma más caña a ese melodic trap y Ceci hace lo suyo, seguir siendo el más punk del mundo. Cada una tiene lo suyo, pero por nombre o por lo que sea, ¿alguna te hace especial ilusión?
A ver, Ceci ha sido una referente para mí desde que empecé en esto. Yo escuchaba SFDK, Dogma Crew y mucha movida sevillana también, y de repente descubrí a Cecilio G. Creo que el primer tema suyo que escuché fue Kogatell Bing y dije, ¿cómo? ¿Que esto se puede hacer? Y a partir de allí se me abrió un mundo gigante. Entonces con Ceci es una colaboración muy especial, y que a él le haya llegado el tema y se lo haya tomado tan en serio a la hora de escribirlo (porque es punkarrada pero bonita), eso ha sido para mí un tick en mi carrera.
Papi también ha sido para mí super referente y creo que es uno de los mejores artistas de España. Y luego a Sorroxxe no la conocía, me hizo el link Myto, empecé a indagar y me flipó. Quería una colabo también con alguna chica en España, cuadramos muy bien y todo fue genial. Con toda la gente con la que colaboro me hace mucha ilusión, pero especial ilusión pues el Papi y el Ceci, obviamente son los papis (risas).
Con Ceci también es lo que dices, que el cacho está realmente trabajado. No sé cuál fue tu reacción al escucharlo, especialmente la parte en la que hace lo de “CE-CI-L-IO”, a mi me mató.
Eso es brutal, highlight total. No me lo esperaba pero en realidad sí que me lo esperaba. Él estaba haciendo últimamente cosas muy locas y de repente esto le sale del corazón, y para mí fue un olé. Aunque lo veamos a través de redes superloco tiene su corazón y tiene su arte, qué cojones. Supongo que le motivó bastante este tema.
¿De este disco tenemos gira?
Sí, de hecho ya ha empezado. Tocamos en Oviedo, en A Coruña y no me acuerdo de todas las demás pero cinco o seis más hay. Esto para antes de verano, y después de verano más cosas, yo nunca paro. Al final esto es mi motor de vida y económico, así que siempre estoy haciendo cosas. Puro work.
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