Fernandocosta está de vuelta. Si en la primera parte del año entregaba su Yang, una parte más amorosa y experimental con Amor de barrio, el 7 de noviembre era el turno de presentar su Yin. Dolor de barrio desglosa en quince temas la chulería, la rebeldía y la reivindicación que le pusieron en el mapa hace más de una década, con esos patrones boom bap que enamoraron a la escena española.
En ambas partes, el sentimiento ‘barrionalista’ está presente y no solo en el título, también en la forma en la que expresa estos dos sentimientos que tanto definen a una persona. Porque el barrio nunca saldrá de él, y lo demuestra con orgullo. Dos regalos, o uno, dependiendo cómo lo mires, para que cualquier fan encuentre al Fernando que más le cuadre dependiendo del momento.
¿Qué tal todo? Está siendo una locura la salida del disco.
Todo bien, tío. Contento con la salida del disco, con muchas noticias muy buenas que me están llegando y disfrutando de este proceso, que es muy bonito.
El tema con El Grecas se está pegando duro.
Justo me ha llamado hace cinco minutos y me dice, joder, está pegando duro el tema. Estoy muy contento con las collabs y con el resultado del disco, ahora toca defenderlo en los shows. El Grecas es muy buen tío. Le digo que es un viejoven, que tiene mentalidad de viejo pero cuerpo de joven.
Este tema con El Grecas es el que más rompe con el sonido del disco.
Sí, era un reto que fuera un adelanto porque para nosotros el disco viene con una temática muy dura y esto es todo lo contrario. Es pura chulería, mofa, todo el rato en un tono jocoso. Me daba un poco de miedo sacarlo como adelanto.
Pues está genial, es un tema muy pegadizo.
Sí, además El Grecas está en un momento muy dulce. Hemos acertado en sacar algo que no fuera todo el rato oscuridad, mensaje, pensamiento y rebelión. Me mola que haya un poco de todo en el disco. Él eligió el beat, yo era más reticente. No va tanto con mi estilo pero en cuanto lo escuché fluir encima del beat, lo vi claro.
Ha sido un acierto. Además, cuenta con el extra de Broncano en el videoclip, que es un puntazo. Se ha metido totalmente en vuestro mundo.
Para nosotros también fue una sorpresa. Hicimos el tema y nada más acabarlo dije, chaval, si saliera David sería un puntazo que flipas. Como hemos tenido buena relación siempre, me imagino que le hizo ilusión que lo nombráramos en la canción y cuando le propusimos lo del vídeo se sumó. No tendría nada importante y no nos pidió nada. Fue todo por la cara y todo el rato que estuvo ahí fue muy proactivo. Estoy supercontento con David, muy agradecido.
Este disco, Dolor de barrio, es la segunda parte de una dilogía. Llega después de Amor de barrio. ¿La producción de los dos discos fue en paralelo?
Eso es, fueron a la par. Todo nació porque al principio del año estábamos haciendo mucha música y quise dividirlo en dos partes para que la gente viera primero una faceta más experimental o una cara más sensible. También fue justo cuando nació mi hijo e intenté quitarme la coraza de rapero duro y mostrarme más vulnerable en el mensaje, en las letras y en ámbitos que no son estrictamente el mío, como la electrónica o las canciones más melódicas.
También juntarme con músicos en el estudio, que yo vengo del ordenador, micro, sample o un teclado como mucho. En Amor de barrio digamos que está el reto artístico de meterme en ámbitos que no son el mío. Dolor de barrio es como un back to the roots. Vuelvo a las andadas en un disco con ego, chulería y mensaje.
También juntarme con músicos en el estudio, que yo vengo del ordenador, micro, sample o un teclado como mucho. En Amor de barrio digamos que está el reto artístico de meterme en ámbitos que no son el mío. Dolor de barrio es como un back to the roots. Vuelvo a las andadas en un disco con ego, chulería y mensaje.
Habiendo producido este disco en paralelo, no sé si tenías más ganas de sacar uno que otro.
Por ganas te diría que Amor de barrio porque era un reto. Siempre digo que para mí lo comercial es quedarte en la fórmula que te funciona y sabes que tu público está recibiendo bien. Amor de barrio es hacer música con temas de electrónica, un tema con la Lia Kali que tenga un estribillo súper shiny, una canción con Cano… ahí estaba el reto. Por todo, por ganas y expectación propia, te diría que Amor de barrio.
¿Te has dado cuenta de algo de tu público con esta doble entrega tan distinta entre una y otra?
El público encajó Amor de barrio mejor de lo que esperaba y me di cuenta de que está dispuesto a escuchar cosas nuevas. Sabíamos que sacándolo iba a haber gente que no lo iba a entender, pero para esa gente que quizá no conectaba tanto tienen Dolor de barrio. También es bonito sorprender a la gente.
¿Y por qué asociar lo experimental al amor, y el dolor a tu lado más clásico?
Porque el boom bap y esos samples más oscuros de pianos me llevan siempre al mensaje, a la reivindicación, a la chulería o al ego trip. A sacar esa faceta de mí que es más impulsiva. He intentado hacer una separación muy marcada. En Dolor de barrio hay algún tema que puede hacer referencia al amor o a la nostalgia, como En mi camino con SFDK, pero el groso del disco es el ego trip, la chulería y ese Fernando que despuntó en el principio.
“Lo que me enorgullece y por lo que trabajo es por intentar que mi familia progrese.”
En Amor de barrio dedicas una canción a tu chica y a tu niño, otra a tu madre y otra a tu abuelo. ¿En Dolor de barrio hay alguna dedicatoria?
En la época en la que hice Mujica, mi abuela estaba ya en las últimas y tengo una frase que dice: “Eugenia siempre será mi guerrera, es duro ver a tu abuela mientras la ves correr la última recta de la carrera”. Siempre hago referencias a mi familia y a gente que quizás ya no está y que echo de menos.
¿Lo de Mujica viene por el expresidente uruguayo?
Sí. Al principio de esa canción suena un discurso que está cortado, es suyo. Es muy famoso y habla de que el arte tiene que tener algo que conmueva y que comprometa. Estábamos haciendo el tema y cuando escuché la instrumental decidí poner ese discurso que para mí siempre ha tenido mucha importancia. Mi mujer es de Uruguay y esa parte de la familia es uruguaya y me han contado lo que ha cambiado ese hombre el pensamiento del país. Tomé la decisión de poner el discurso, que es un truco que hago a veces, de poner algo al principio inspirador para que después me fuerce a que la letra vaya por ahí.
Con las dos entregas, lo que tengo claro es que el barrio para ti está en el centro de todo. ¿Qué entiendes tú por ser de barrio?
Pues ser una persona que quizá no ha vivido entre algodones. En mi caso, vengo de un sitio donde no ha sido todo fácil. Eso me hace valorar los esfuerzos que ha hecho mi familia. El hecho de haber pasado en la infancia por momentos traumáticos te hace tener una madurez precoz que otros niños, teniendo una vida más acomodada, quizás no tienen. Entonces, para mí, es saber aprovechar los momentos duros para hacerte más fuerte y también valorar a toda la gente que ha estado contigo cuando no eras nada.
En la canción Mamahuevo, tienes una frase que dice “Antes Fernandito, era Don Fernando”. ¿Te has encontrado en la industria que te han tratado diferente solo por venir de donde vienes?
Con la parte ejecutiva no tanto, pero con otros artistas sí, más en el ámbito de la vida personal. Es fácil juzgar un libro por la portada y cuando vas a un sitio con toda la buena intención, pero te ven que vas con el pendiente, la gorra, el chándal y tal, hay gente de ciertos estratos que te van a infravalorar. Está en ti saber encontrar ahí una motivación.
¿Venir de donde vienes y estar donde estás ahora te genera algún tipo de contradicción? No hay que sentirla, pero tener sentimiento de clase y optar a cosas que antes no imaginabas no sé si te puede generar algo.
No quiero decir que no haya sido por mi trabajo, pero hay que entender que mucha gente lo intenta y se queda en el camino por la falta de oportunidad aún teniendo mucho talento. Sería hipócrita por mi parte decirte que todo ha sido por mi esfuerzo, también ha habido un factor de suerte de estar en el momento justo y en el lugar indicado. Mi padre ha sido mecánico toda la vida y mi madre trabajó en una oficina, vengo de una calle que son dos bloques con vistas a otros bloques y me he criado como se ha criado muchísima gente en España. Y a mucha honra, pero el hecho de que de chavalillo no les haya podido dar todas las alegrías que a mí me hubiera gustado y ahora poder ayudarlos, dejándome a mí con lo justo para estar bien, es lo que me baja al suelo. Lo que me enorgullece y por lo que trabajo es por intentar que mi familia progrese.
También es verdad que el defecto que veo en artistas que vienen aquí a Madrid y quieren relacionarse con todo el mundo es que acaban juntándose solo con artistas y acaban en un círculo de gente a la que no le importa. Eso a mí siempre me ha dado miedo. Cuando me vine a Madrid, me preocupé por juntarme con mi gente, esa que si me tiene que decir algo que me duela, me lo va a decir en vez de estar siempre dándome palmas. Lo que me pone los pies en la tierra es eso.
También es verdad que el defecto que veo en artistas que vienen aquí a Madrid y quieren relacionarse con todo el mundo es que acaban juntándose solo con artistas y acaban en un círculo de gente a la que no le importa. Eso a mí siempre me ha dado miedo. Cuando me vine a Madrid, me preocupé por juntarme con mi gente, esa que si me tiene que decir algo que me duela, me lo va a decir en vez de estar siempre dándome palmas. Lo que me pone los pies en la tierra es eso.
Ahora que eres padre y supongo que es lo más importante en tu vida personal, ¿estás preocupado en inculcar en el futuro todos estos valores?
A nadie le enseñan a ser padre. Es algo que nosotros, siendo hijos, poco a poco y sin querer, lo vamos entendiendo para cuando nos toque. Un padre siempre tiene que tener una buena relación con su hijo pero sin llegar a pasar un límite. Me gustaría que el día de mañana mi hijo me tuviera como un apoyo. Ya sea con amores, con dinero, con sentimientos o con la vida misma. Siempre intentaré que no cometa los errores que yo cometí, pero también se tendrá que dar sus batacazos. No hay forma más directa de aprender que con tus errores.
Estaré ahí para guiarlo, transmitir lo que he aprendido en la vida a base de errores, pero ya te digo, nada es perfecto. Hay veces que sí me pongo a plantearme ese tipo de dudas, pero después pienso que va a haber momentos en los que yo voy a aprender de él. A día de hoy no me preocupa, cuando me hagas las próxima entrevista te diré en qué punto estoy (risas).
Estaré ahí para guiarlo, transmitir lo que he aprendido en la vida a base de errores, pero ya te digo, nada es perfecto. Hay veces que sí me pongo a plantearme ese tipo de dudas, pero después pienso que va a haber momentos en los que yo voy a aprender de él. A día de hoy no me preocupa, cuando me hagas las próxima entrevista te diré en qué punto estoy (risas).
Esto era para introducir unas preguntas sobre Borrego. Me parece que este es tu track más político. ¿Te están preocupando más este tipo de temas ahora?
Sí, cuando eres padre se te activa esa inseguridad por el futuro. No sé cómo llamarlo pero se te activa nada más nacer. Tengo que proveer, tengo que hacer esto… pero es que luego no tienes ni tiempo para pensar en eso. Un hijo requiere tanta energía y sentimientos que no tienes mucho tiempo para nada más. Sin embargo, sí que se me pasa por la cabeza que el día en el que me vaya se va a quedar solo. ¿Cómo va a quedarse mi hijo? ¿Mejor o peor que como yo estaba de pequeño? Cuando eres joven y sin preocupaciones es normal que te la sude la política o la sociedad, pero cuando maduras y, sobre todo, cuando tienes un hijo, se te despiertan esos intereses. Ahora me pongo más a escuchar e intento que mi pensamiento sea crítico, y este interés viene por el nacimiento de Jairo en parte.
En Borrego llamas a luchar contra alguien o algo, ¿quién es o qué es?
Pues justamente contra ese sentimiento de me la suda todo. De si a mí no me afecta, no me interesa. También con el tema de las redes sociales, que los chavales están todo el rato con la cabeza hacia abajo deslizando. Si el algoritmo te enseña solo lo que a ti te interesa, nunca te encuentras con cosas distintas. El tema principal de la canción es la sociedad y que los chavales no se conviertan en borregos. Va también para mí mismo, que hay muchas veces que estoy con el teléfono y tengo que darle la vuelta porque llevo veinte minutos perdiendo mi vida. ¿De qué me ha valido ver una prensa hidráulica aplastando unos iPods? Cada vez me cuesta más enterarme de las cosas importantes e información veraz.
¿Te pones mecanismos para ayudarte en esto?
Me pongo los recordatorios de que llevo mucho tiempo con el móvil y también hablar con el psicólogo. Me está ayudando con este tema. No digo que sea un megaadicto al móvil, pero como mi trabajo me obliga a estar todo el día con él y encima lo uso en mi tiempo de ocio, al final es que no me da tiempo ni a tener pensamiento crítico.
Para acabar, una pregunta que hago a veces es si te hubiera gustado que te preguntara algo que no te haya preguntado. Muchas veces los periodistas no somos muy originales.
Buena pregunta. Mi respuesta va a ir enfocada a que te nutras para otra entrevista, no es porque me haya quedado con la mosca detrás de la oreja. Creo que está guay que la gente sepa cómo ha sido la fase de creación de las canciones. Por ejemplo, a mí me gusta irme a una casa donde no molestemos y no nos molesten para meternos en el vibe de ir en la misma dirección. Me parece muy guay entrar en ese bucle de sinergia. A lo mejor luego hay otro artista que le guste estar solo. Me parece que esta pregunta está guay. También pregunto siempre en mi ámbito personal qué has comido hoy (risas).

