Eva Ruiz no encaja en etiquetas ni en moldes prefabricados. Desde sus inicios en la música con un R&B cargado de personalidad hasta su reciente incursión en la actuación con la saga Culpables, la artista canaria ha construido su carrera con una mezcla de instinto, talento y una conexión inquebrantable con sus raíces.
Entre el mundo y Lanzarote, entre la música y el cine, entre la adrenalina del directo y la calma del surf, Eva Ruiz construye su propio camino sin necesidad de elegir una sola dirección. Hablamos con ella sobre comunidad, evolución artística y sobre seguir siempre el plan A.
Hola, Eva, ¿cómo estás? Es un placer poder hablar contigo.
¡Muy bien! Muchas gracias.
¿Dónde te pillamos ahora?
Ahora mismo estoy en Madrid, que estamos con la promo y haciendo cositas del videoclip. Me gusta mucho volver aquí.
¿Cómo te sienta volver a casa después de pasar tiempo fuera?
Necesito reconectar en Lanzarote siempre. Es como tocar base para seguir adelante. No puedo estar mucho tiempo sin volver.
¿Qué haces cuando estás en Lanzarote?
Lo básico. La vida es muy rápida entre estudios, aviones y compromisos. Lanzarote es más que calma, es mi oasis. Allí siento que tengo cubiertas mis necesidades esenciales. Además de estar con amigos y familia, el surf es una parte muy importante de mí. Es casi una forma de meditación. Y, por supuesto, disfruto de la comida que me gusta (risas).
¿Qué comida echas de menos cuando estás fuera?
Sobre todo la comida de mi madre, pero en general todo. Todos echamos de menos la comida de nuestras madres (risas). Me encanta comer bien y, a veces, cuando viajo, no siempre es fácil encontrar buena comida.
Desde diciembre que tenemos Quiero contarte ft. Maikel Delacalle con nosotros, que forma parte de la película Culpa tuya. ¿Cómo recuerdas la producción del tema?
Fue una de las sesiones más mágicas que he tenido. Maikel y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo y la conexión fue inmediata. Escribimos el tema en un par de horas porque teníamos muy claro lo que queríamos hacer. Maikel es uno de los artistas más talentosos con los que he trabajado, improvisa, rapea y canta de manera increíble. Además, nuestra relación es más de hermanos que de compañeros de música, lo que hizo todo más especial.
Eso te quería preguntar, ¿qué tal trabajar con Maikel? Porque tiene un recorrido brutal, lo ha petado muchísimas veces.
Nos conocimos hace diez años, cuando no había mucha gente en Canarias haciendo R&B. Nos unimos rápidamente y siempre coincidíamos en festivales. Desde entonces, nuestra relación es más de familia que otra cosa, y creo que eso se nota en la canción.
En Canarias hay una comunidad de artistas que se apoya mucho entre sí. ¿Cómo has vivido tú esa energía?
La cultura canaria tiene muchas influencias y una riqueza que a veces pasa desapercibida. He sentido siempre el amor por mi tierra, incluso viviendo fuera. El público canario siempre apoya, y yo intento reflejar mi cultura en mi música porque es parte de quien soy.
¿Sientes que en las islas hay un sentido de comunidad más fuerte que en otros lugares?
Sí. Me recuerda a Puerto Rico, donde los artistas se apoyan entre sí. Hace diez años hablaba con Maikel sobre cómo molaría que en Canarias pasara algo parecido a lo de Daddy Yankee y su escena. Ahora está pasando y es increíble verlo.
¿Cuál crees que es la mayor ventaja de haber nacido y crecido en un entorno insular como Canarias a nivel artístico?
Aporta mucho culturalmente. Mi abuela es cantaora de flamenco, mi abuelo me ponía música afroamericana y se ha escuchado mucho pop español en mi casa. Ha sido una fusión de muchos estilos, muchas texturas. Siento que a la hora de escribir, todo eso se ve reflejado. La parte visual es importante e intento grabar siempre en las Canarias, y mi forma de hablar y de escribir está impregnada de mis raíces. Yo no me doy cuenta, pero luego hay gente que sí lo reconoce y lo percibe.
“El público canario siempre apoya, y yo intento reflejar mi cultura en mi música porque es parte de quien soy.”
Tu carrera ha ido evolucionando entre la música y la actuación. ¿Cómo vives esa dualidad?
Me encanta. Estoy llenando todos los espacios donde puedo expresar mi arte. Estoy en un momento en el que me siento muy realizada. Se juntan muchos trabajos a la vez, pero no lo veo como una profesión, sino como distintas maneras de expresarme y de pasármelo bien. Así es cómo lo veo, se ha añadido una disciplina más a la cesta. No me limito a hacer una cosa, me gusta descubrir diferentes métodos de expresión.
¿Qué otros métodos artísticos te gustaría descubrir?
Me gusta estar cien por cien en el proceso creativo, en cualquier aspecto, ya sea musical como visual. Me encanta dirigir. Ya son varios años que estoy dirigiendo mis videoclips y me gusta mucho esa parte. También producir música, que ya lo hago, pero igual hacerlo más.
También he leído por ahí que pintas. Tienes todas las habilidades artísticas.
Me gusta mucho pintar pero no se me da nada bien (risas). Me encantaría tener más tiempo para desarrollarlo más. Para mí es una manera de parar. Pinto cosas muy abstractas, ese es mi estilo. Hay veces que no sé qué estoy haciendo.
¿Hay alguna habilidad o tema que no hayas indagado y que te gustaría saber dominar?
Toco el piano, pero me gustaría dominarlo al cien por cien y aprenderlo todo sobre el instrumento. Me encantaría aprender a tocar muchos instrumentos de distintas culturas y sonidos. Recientemente he descubierto el handpan y me encanta, quiero descubrir nuevos.
Hablando de descubrimientos, mucha gente te empezó a conocer porque eres la cara de Jenna en las dos películas de la saga Culpables, y además, formas parte de la banda sonora. ¿Cómo ha sido para ti formar parte del proyecto desde dos ángulos tan distintos?
Creo que es la mejor definición porque sí, he visto la película desde dos ángulos. Estaba viendo la película y hubo una pequeña parte de mí que se olvidó que saldría mi canción, entonces estaba metidísima en lo que estaba pasando, en mi personaje. Recuerdo estar viéndola y que, de repente, sonara mi canción y pensé: esta me suena… ¡Pero si es la mía! (risas). Cuando pasan estas cosas me doy cuenta que no puedo elegir entre actuar o cantar porque mi atención se la llevan ambas cosas.
¿Cómo surgió tu interés por el mundo del cine?
Una de las experiencias más bonitas que recuerdo es cuando era pequeña y tenía que ensayar para un musical que hacían en Lanzarote. Igual tenía once o doce años y me levantaba muy pronto para que mi madre me llevara a ensayar. Iba con una alegría, con unas ganas de cantar, de interpretar. La vida me lo estaba poniendo delante.
¿Hubo alguna película de pequeña que te hiciera pensar que te gustaría interpretar algún personaje?
Es curioso. Cuando pasó lo de Culpa mía, yo todavía no me había leído los libros ni sabía qué era, fue mi hermana quien me lo explicó y pensé: ¡qué guay, hay carreras! (risas). De pequeña me vi con mi familia Fast and Furious y siempre pensaba que estaría guapísimo hacer una película de carreras, y justo hago una. Yo creo que lo manifestaba después de haber visto las ocho durante mi infancia porque me pasan muchas cosas así.
¿Cómo ha cambiado el hecho de expresar la vida desde dos perspectivas?
Interpretar un personaje es empatizar con él, entenderlo. Con Jenna tuve suerte porque hay muchas cosas de ella en mí y viceversa. La parte más agotadora era que es un personaje con la energía muy alta y tenía que estar todo el rato allí arriba. Igual había doscientas personas en el set, pero solo se me escuchaba a mí. A mí me encantaba, era como liberar energía. A nivel de método de expresión, es que no tiene nada que ver con la música, lo más cercano sería cuando toca interpretar en un videoclip.
Como actriz, ¿qué tipo de papeles te gustaría explorar en el futuro? ¿Hay algún personaje o historia que te llame la atención especialmente?
Me encantan las películas de acción. De las románticas me gusta interpretar un personaje más profundo e intenso, pero me divierten mucho las de acción. Me encantaría un papel totalmente diferente, como el que hizo Lady Gaga en Joker 2, algo que sienta como un reto. Disfruto de la adrenalina de tener que preparar algo nuevo. Algo tipo Tomb Raider también, ¿por qué no?
Te veo haciendo musicales increíbles.
Ay sí, me encantan. Pero la idea de separar ambas cosas me divierte.
Ser mujer y joven en la industria del entretenimiento no siempre es fácil. ¿Has sentido que te han tomado en serio desde el principio, o has tenido que demostrar más para que se te reconozca por lo que realmente eres como artista?
Empecé a los dieciséis años y siento que siempre hay que demostrar algo, sobre todo si haces algo fuera de lo común. Siempre he tenido que insistir en que el R&B era mi camino. La presión está ahí, no sé si impuesta por otros o por nosotros mismos, pero existe.
Todo artista enfrenta miedos, ya sea al fracaso, a la crítica o incluso a no ser capaz de evolucionar. ¿Cuál es tu mayor miedo como artista en este momento de tu carrera?
Yo creo que no hay nada que me dé miedo respecto a esto. Siento más la responsabilidad. Si alguna vez he tenido más nervios de subirme a un escenario, aunque disfrute mucho y pueda tener miedo, la gente no lo percibe como tal, ni yo dejo que se perciba como tal.
Si me pasa algo malo lo intento gestionar en el momento e intento entender que hay cosas que no puedo controlar. Uno quiere controlarlo todo, especialmente si está en la parte creativa; en tu vida personal no es lo mismo, hay cosas que no están bajo tu poder. Hay que saber dejar ir y focalizarse en el presente, el poder del ahora es muy importante para la mente. Entender eso me ha ayudado mucho a la hora de enfrentarme a las cosas malas.
Si me pasa algo malo lo intento gestionar en el momento e intento entender que hay cosas que no puedo controlar. Uno quiere controlarlo todo, especialmente si está en la parte creativa; en tu vida personal no es lo mismo, hay cosas que no están bajo tu poder. Hay que saber dejar ir y focalizarse en el presente, el poder del ahora es muy importante para la mente. Entender eso me ha ayudado mucho a la hora de enfrentarme a las cosas malas.
Me estás dejando sorprendidísima, ojalá tener esa capacidad de no pensar en el “y si pasa esto, o lo otro”.
No, no, muchas veces no pasa y me gustaría que pasara. La teoría me la sé y poco a poco la voy aplicando (risas).
Si pudieras decirle algo a la Eva Ruiz de hace diez años, ¿qué le dirías?
Le diría que creyera mucho en ella misma, que escuchara su voz interior y su intuición, porque todo el rato la callamos y nos está advirtiendo y guiando. Ojalá supiéramos la fuerza que tiene en nuestra vida. También le diría que sea ella misma y que no tuviera plan B, que tampoco lo he tenido (risas).
Y si miramos hacia adelante, ¿cómo te ves de aquí a otros diez años?
A nivel profesional, me gustaría expandirme y aprender, que es lo que más me motiva. Seguir creciendo, pasar retos y disfrutar del proceso.
