Granada solo crea talento. No sé qué tendrá esa ciudad, pero de ahí salen las artistas más pegadas del panorama español. GG es una artista granaína que a nadie deja indiferente, con un sonido único, moderno y nuevo. Es escuchar el ruido de su moto y acelerarnos, da igual cual sea la pose, conocerla ha sido una ‘vendición’ porque no hay nadie más chula que ella.
En esta entrevista nos habla de su música, influencias y experiencias personales. Dándole importancia a la honestidad y sinceridad con la que construye su carrera y habla de su expresión de género. “El género para mí es algo ahora mismo con lo que juego y experimento. Obviamente todo esto se ve reflejando en mi música, y sobre todo en mi imagen, ya que al igual que yo evoluciono intento que la gente que me sigue me acompañe y entienda mi evolución… pienso que esto es tan bueno y necesario”.
Me encantaría que te presentaras a ti misma para la gente que aún no te conozca, ¿quién es El GG?
GG es un artista y compositor de Granada de 21 años que trae una nueva visión de la cultura urbana, la cual cada vez le da más voz a la vida de personas como yo, que pueden contar su historia libremente, en este caso, a través de la música. No sabría en qué genero musical encajarme, es cierto que la base de todo está en el reggaetón y el trap, que es con lo que he crecido y lo que me ha inspirado a hacer música. Aún así, intento jugar con más géneros para que cada proyecto tenga un sonido propio. Estoy en continuo trabajo y evolución, y no me cierro a ir cada vez más allá o a trabajar con diferentes artistas y productores que se salgan de mi línea pero que igualmente me inspiren.
Llevo haciendo música profesionalmente alrededor de dos años, aunque llevo mucho más escribiendo cosas propias. Todo empezó en Madrid, desde que llegué y pude conocer la escena más de cerca. Porque, aunque Granada sea la cuna del urbano en España, todavía le queda mucho que aprender de las grandes ciudades.
Kintsugi es tu primer EP, en él encontramos un tono sentimental y un sonido experimental, ¿cómo fue el proceso de creación? ¿Podrías compartir alguna experiencia o anécdota significativa que haya tenido un impacto en su creación?
Kintsugi es un proyecto que nace sin querer. Los Del Control han sido los productores del 90% de mis temas y, aunque no todo lo que se graba sale a la luz, sí hay veces que los artistas necesitamos ir al estudio a despejarnos. No siempre se va para crear temazos que te hagan mover el culo, ni siempre se va con el mismo mood. A lo largo del proceso de creación del álbum, trabajando con ellos, surgieron temas que escribí más porque los necesitaba pero que no tenía intención de enseñar. De ahí nace Kintsugi, un EP de siete temas que tenía dispersos por ahí en el móvil, pero que cuando los escuchaba tenían un sentido conjunto: el de repararme y sanarme. Cuando escuchaba las canciones siempre recordaba lo fuerte que me había vuelto porque ya no sentía lo que escribí en ese momento.
Después de lanzar los singles, decidí que debía tener un proyecto más personal que ayudara a la gente a conocerme un poco más, y de ahí el EP. Al final, incluso a algunos de mis amigos y gente cercana les gustó y se unieron al proyecto tanto como colaboraciones (West Dubai, Bea Pelea, Kelo Wt) y como productores (Skichi, S’ink). A día de hoy es el proyecto del que más orgulloso me siento, ya que hasta participé en el proceso de producción –quería tener controlado hasta el más mínimo sonido– (risas). 
¿Qué te inspiró para titular tu primer EP así? ¿Tiene algún significado especial para ti?
Kintsugi es la técnica con la que se arreglaban objetos caros con oro para darles un valor nuevo y más alto. También es una filosofía japonesa que considera que las heridas de tu pasado te hacen más fuerte y te dan más valor, y hay que hacer énfasis en ellas y no ocultarlas ni disimularlas. No me hizo falta pensar mucho en el título, conocía el concepto y me di cuenta de lo que significa para mí. Al final, esas siete canciones fueron mi kintsugi y no quise guardarlas sino darles el valor que merecían. El mismo proyecto tomó sentido solo.
El género es un espectro muy amplio y fluido, ¿en qué punto personal te encuentras? ¿Crees que tu identidad sexual o de género ha influido en tu estilo musical y las temáticas que abordas en tus canciones?
El género para mí es algo ahora mismo con lo que juego y experimento. Es cierto que hace años podría decirte que Eric (mi nombre de pila actualmente) era un hombre gay y fin, aunque siempre desde pequeña me haya identificado con lo que podemos decir que es el femenino o directamente con la feminidad como tal. Pero también es cierto que el poco tiempo que llevo en Madrid me he podido conocer a mí misma y las diferentes formas y papeles que uno puede tomar en el mundo, y que no tiene por qué ser el que te adjudican al nacer.
A día de hoy no podría decirte con certeza quién soy, pero lo que sí sé es que estoy evolucionado positivamente y que cada vez me siento más a gusto con los cambios que sí sé que quiero hacer en mi cuerpo y en mí. Pero tampoco sé a dónde me van a llevar o si van a llegar a algún sitio. Obviamente, todo esto se ve reflejando en mi música, y sobre todo en mi imagen, ya que al igual que yo evoluciono intento que la gente que me sigue me acompañe y entienda mi evolución. Pienso que esto es tan bueno y necesario, ¡y más ahora para mí y para cualquier otro artista! Ya que hay miles de personas que nos ven y nos siguen y pueden encontrar en nosotrxs una representación y un apoyo que les ayude a ser quien ellxs quieran ser o simplemente a encontrarse.
En tu música encontramos influencias del trap y el reggaetón de los 2000 con vestigios de dancehall y Afrobeat, ¿cuáles han sido tus principales referentes musicales?
Tengo pocos referentes musicales porque tengo un gusto musical curioso. No me saques de las cuatro o cinco canciones que esté escuchando en el momento y que son las mismas desde hace tiempo. Me gusta mucho descubrir música y cualquier tipo de género, y más ahora que trabajo día a día con música; siempre me gusta ir un paso más allá.
Pero mis mayores influencias y las más marcadas hasta ahora han sido el reggaetón clásico de los 2000-2015 (Ñengo Flow, Jowell y Randy, Alexis y Fido, Plan B, Don Omar, entre otros) y la escena del trap española (La Mafia del Amor, La Vendición). A medida que he ido creciendo he ido descubriendo sonidos que me inspiran muchísimo como el Afrobeat o géneros como el dancehall, que desde pequeña realmente han estado en mi vida pero no les había prestado la suficiente atención.
Tienes un estilo musical, visual y una estética muy actuales, ¿qué influencias artísticas y personales te han moldeado como artista? ¿Cómo te gustaría ser percibida?
Las ideas de ‘sé quién quieras ser’ o ‘haz lo que te dé la gana sin hacerle daño a nadie’ siempre han estado muy marcadas en mi vida. Siempre valoré en los artistas que consumo que sean ellos mismos (obviamente, tienen derecho a equivocarse y reconducirse en su vida y en su carrera). Artistas desde Miley Cyrus hasta La Zowi son las que más me han inspirado e influenciado, y no en cuanto a llevar una estética o un estilo determinados, sino en elegir quien yo quiero ser sin importar lo que digan y creer en mi mensaje y defenderlo siempre. Eso sí, todas mujeres (risas).
Por eso, si un día me apetece subir unas fotos con un vestido y una peluca o publicar una canción que he hecho pero que no va para nada con mi estilo, lo voy a hacer sin importarme nada. Porque es lo que estoy sintiendo en ese momento y es parte de mí, y por ello me siento orgulloso. Esto me ha proporcionado mucha seguridad y fuerza a la hora de escribir, de ir al estudio o de incluso subirme al escenario. Me gusta que vean al GG como una persona segura de sí misma, con determinación, pero que también va a hacer lo que le apetece en todo momento.
Obviamente es importante marcar un estilo y crear, dentro de lo que cabe, un producto para que la gente entienda quién eres y cómo quieres ser percibido, pero en esto yo pienso que entran muchos otros factores como la moda o el entorno en el que te mueves y te desarrollas. Si hablamos de moda o de música, puedo decirte miles de influencias que incluso voy descubriendo en mi día a día y juego y me moldeo con eso para cada vez ser más yo, y esto puede ser incluso una persona aleatoria que vea por la calle.
Tu estilo transita entre una muñeca trapera hot y un drillero gay de los 2000, ¿te haces tus propios estilismos? ¿Cómo de relevante es la estética en tu proceso de autocreación?
Me encanta que hagas esa referencia al drillero gay y la muñeca hot porque, hasta ahora, es exactamente lo que pienso que quiero que represente El GG. Sí, yo participo en todo mi proceso creativo y estilismos, aunque es verdad que tengo un equipo increíble –mis amigos concretamente (risas)–, que son los que me ayudan a encontrar la ropa o algunas veces me empujan a atreverme más a ponerme un tipo de cosas u otras.
Normalmente, tanto en mi día a día como en sesiones de fotos o cualquier otro medio, soy yo mismo quien se viste. Para mí, personalmente, es muy importante la imagen que tiene un artista y una persona en su vida. Refleja muchísimo lo que eres, aunque parezca que no, por eso me gusta participar a mí en este proceso, ya que además no me sentiría a gusto si alguien me vistiese sin conocer mis gustos o lo que yo soy.
Durante las fiestas LGBTIQ+ de Madrid actuaste en la plaza de Callao, ¿qué opinas de las marcas, fiestas e instituciones que os bookean durante el mes del Orgullo?
Es cierto que hay muchas marcas que se aprovechan del marketing del mes del Orgullo para hacer campañas con personas LGBTIQ+ que tienen visibilidad y que, en otro mes o en otra campaña, no las contratarían. Esto es muy feo, pero por desgracia la mayoría de las marcas siempre van a mirar por su interés. Por eso, el consejo que puedo dar es que los artistas velen por sus intereses y si tienen que decir que no, porque no se están sintiendo valoradas, lo digan sin ningún miedo, porque no somos una idea que capitalizar. Esto no quiere decir que me moleste que se contrate a gente LGBTIQ+ en el mes del Orgullo, ya que es contraproducente y así debería ser, pero que no se quede en un momento concreto. Se debería de contar con la persona indicada para un proyecto teniendo en cuenta su carrera profesional sin tener que resaltar qué género, etnia u orientación sexual tiene.
Existen muchas denuncias machistas en la industria musical: falta de oportunidades, acoso sexual, pérdida de autonomía, etc. ¿Cómo ha sido tu acogida en el ámbito del trap? ¿Es un lugar donde sentirte cómoda?
Hasta ahora he de decir que, a pesar de los pocos números que genero, me han dado la oportunidad en muchos sitios. Me han contratado para hacer showcases en la mayoría de las fiestas que para mí son lo más top en cuanto al mundo en el que me muevo: Chachá o MADO (que es la fiesta del orgullo) en Madrid, y en Razzmataz en Barcelona, o en las ciudades donde también se hace Infierno, la fiesta de La Vendicion.
Toda esta gente es la que está pendiente de la industria y de lo que va a ser la nueva era, y por parte de todos siempre he sentido una gran admiración y respeto hacia mi trabajo, productores y otros artistas increíbles que para mí han sido referentes a día de hoy me siguen o me felicitan por lo que hago. Por lo tanto, puedo decir que he tenido la suerte de sentirme acogida en este mundo desde el primer momento, aunque todavía me queda mucho camino que recorrer, mucho trabajo que hacer, y pienso que seguramente tenga que enfrentar algún momento así.
Has colaborado con artistas súper pegadas como Bea Pelea, ¿con qué otros artistas te gustaría colaborar?
Sí, la oportunidad de conocer y colaborar con Bea fue lo más, pienso que ella apoya mi proyecto desde que me conoció y colaboró conmigo en un tema de Kintsugi. Yo la escucho desde hace mucho tiempo. Cuando hice Dolce Gabbana pensé que ella debía de estar ahí montada, mi equipo le pasó el tema, y al poco tiempo lo estábamos grabando.
La industria española es lo que más consumo a día de hoy, y si tuviera que elegir a alguien de España para colaborar serían Rosalía, Bad Gyal y La Zowi, más que nada porque son las que más escucho, las que más completas me parecen como artistas, y pienso que en cuanto a cómo yo soy podemos encajar perfectamente tanto musical como visualmente. Pero abriendo un poco más el mapa me encantaría colaborar con artistas chilenos como Cris Jm o Standly, Ñengo Flow o Feid. Podría colaborar con cualquier artista que me inspire y me guste lo que hace, la verdad. También tengo una fantasía: colaborar con alguien que haga música en francés como Jul, Moha La Squale o Aya Nakamura. Eso sería un sueño porque me encantan su música, su estilo, su sonido… todo.
El pasado 28 de julio actuaste en Málaga, ¿qué más tienes programado?
Pues ya hay algún festival cerrado para el 2024 y espero que puedan ser varios, porque ir a un festival es una oportunidad muy grande para darte a conocer a gente de muchos sitios diferentes. Pero a partir de lo de Málaga voy a disfrutar el poco verano que queda hasta septiembre, que la verdad que este año he tenido varios shows en diferentes fiestas y ciudades (en Valencia con Las Fallas, Madrid, Granada) y empezar a tope con todo lo nuevo que se viene, que son muchas cosas, aunque todavía tengo que organizarme porque soy una caja de sorpresas y hasta el último momento estoy siempre cambiando cosas (risas). Pero en cuanto a música, se vienen más colaboraciones con gente, mucha música experimental nueva, y nuevos proyectos que van a hacer que todo evolucione seguramente para bien.
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