Dimoni Studio nació del típico dibujo que se hace entre clase y clase. Y, pese a su corta trayectoria, ya ha debutado en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y se ha colado en los armarios de artistas de la altura de Aitana, Julieta o Nathy Peluso (esta última, para el lanzamiento de su último álbum, Grasa). La firma, fundada por Joan Ribas, es el ejemplo de cómo un simple garabato puede convertirse en un proyecto que poco a poco va encontrando su hueco en la industria. El uso de excedentes y la reinterpretación de la cultura y la estética gym para su primera colección son algunos de los aciertos de Joan. Su trabajo es el ejemplo de cómo a veces lo que luce bien en el papel también lo hace en la práctica. Hoy, hablamos con él sobre su comienzo, sus retos, el rol que juega la sostenibilidad en la moda y sus influencias.
¿Qué te llevó a fundar Dimoni Studio?
Dimoni nació de casualidad. Durante mi trayectoria académica quería buscar una forma de firmar mis propios proyectos con la idea de unificar todas mis ideas bajo un mismo nombre. Durante ese proceso creé el dibujo de un pequeño demonio alado y lo empecé a usar, simplemente como sello personal. Después, durante el proyecto de final de máster, decidí dar un paso más allá y convertirlo en el logotipo de la marca que estaba naciendo. El nombre vino rodado a raíz del logo, por lo que fue un proceso muy orgánico y acorde a mi desarrollo.
¿Cómo ha sido el camino hasta ahora? ¿Cuál ha sido el principal reto al que te has enfrentado en la creación de Dimoni Studio?
Hasta ahora estoy increíblemente fascinado con la acogida que ha tenido la primera propuesta de Dimoni. La mayoría de prendas han tenido bastante movimiento en diferentes proyectos de estilistas o artistas que admiro personalmente, y están surgiendo varios proyectos que me hacen ilusión. El principal reto hasta ahora es la gestión del tiempo, ya que aún no tengo la suerte de poder dedicarme en exclusiva a Dimoni, por lo que es complicado gestionar los momentos libres que me deja el trabajo para poder avanzar. En el momento del desfile pude contar con un equipo increíble, pero el trabajo que ha venido después corre casi al cien por cien de mi cuenta. Muchos de los proyectos que van saliendo suelen tener deadlines apretados, lo que me hace ir al límite para cumplir plazos y hacer que la marca vaya creciendo.
Pese a que el proyecto fue fundado en 2022, tu debut fue en la Mercedes-Benz Fashion Week. En ella tuviste la oportunidad de presentar tu propuesta de Otoño/ Invierno 2024 llamada T T. ¿Cómo recuerdas esta experiencia? ¿A qué alude el nombre de la colección?
La experiencia del desfile fue abrumadora, la verdad. Al principio estaba bastante tranquilo e incluso un poco disociado porque estaba bastante preocupado para que todo estuviera perfecto y no se me olvidara nada. Fue en el momento de terminar el carroussel donde me golpeó la realidad y me di cuenta de lo que estaba sucediendo, de la gran plataforma de la que estaba formando parte para hacer el debut de Dimoni.
Esta cultura gym en la que se basa la colección se trató de formas diferentes en el proceso creativo. La parte más literal del concepto se reservó a la forma de las prendas, a los patrones o al estampado del logo. Después, podemos ver una parte más cómica que se exploró junto a la artista emergente Tere Segovia. Ella desarrolló una serie de ilustraciones aerografiadas que representaban a personajes como Mike Tyson en la peluquería o una niña culturista participando en un concurso de belleza. Este matiz más irónico derivó en el nombre de la colección, haciendo referencia a los clásicos ‘tetes gym’ que inundan los gimnasios españoles.
Esta cultura gym en la que se basa la colección se trató de formas diferentes en el proceso creativo. La parte más literal del concepto se reservó a la forma de las prendas, a los patrones o al estampado del logo. Después, podemos ver una parte más cómica que se exploró junto a la artista emergente Tere Segovia. Ella desarrolló una serie de ilustraciones aerografiadas que representaban a personajes como Mike Tyson en la peluquería o una niña culturista participando en un concurso de belleza. Este matiz más irónico derivó en el nombre de la colección, haciendo referencia a los clásicos ‘tetes gym’ que inundan los gimnasios españoles.
Los diseños de tu propuesta utilizan esta cultura gym como punto de partida para desarrollar una reinterpretación de la feminidad y de esta misma estética, ¿qué es lo que te llevó a explorarla y a interpretarla en diseños tan femeninos? ¿Qué crees que comparten estos dos mundos, aparentemente tan antagonistas entre sí?
La decisión de explorar la estética gym vino a raíz de intentar conectar varias ideas que tenía en la cabeza. Empecé a explorar diferentes drapeados y patrones que veía en prendas de Galliano, Tom Ford o Alaïa, y me los intenté llevar a un imaginario opuesto al de su origen, un espacio mucho más rudo y street que se opusiera a la extrema feminidad de los noventa, donde habían surgido aquellas ideas. Poco a poco fui indagando en ambos mundos en paralelo y me di cuenta de que no solo a nivel superficial, sino que a nivel social no son tan antagónicos como parecen. Ambos están sometidos inconscientemente a un debate constante sobre el cuerpo y sus efectos estéticos sobre la sociedad. Al contraponer esos dos conceptos que parecen tan alejados observamos que comparten mucho más de lo que parece.
¿En tus siguientes diseños seguirás explorando esta estética o investigarás otras?
Hay muchas ideas de esta colección que he seguido profundizando después del desfile, lo que ha generado que surjan nuevas prendas que pronto verán la luz. En general comparten la esencia de base, pero está por ver si la estética será continuista, aunque he de decir que he cogido cariño a la estética gym, por lo que probablemente estará presente en las siguientes propuestas. Habrá que estar pendiente.
Para la presentación de esta colección en la MBFW, además de tus diseños, los modelos lucían joyas de la firma emergente Laia Jewelry. ¿Cómo surgió esta colaboración y qué viste en esos diseños que podían aportar a tu propuesta?
Laia es una chica que conocí por Instagram y al instante le encantó la idea de unirse ‘al equipo’ y colaborar juntos. Pude ver varios artículos usados para el desfile, ya que se habían presentado a través de las redes, y encajaban a la perfección con la colección. Por otro lado, creamos un par de diseños exclusivos pensados ex profeso para la propuesta T T. Entre ellos se encuentran una de mis joyas favoritas, el Earcuff Dimoni, un pequeño aro de cristal abierto con dos cuernos.
Los drapeados y nudos son elementos distintivos de Dimoni Studio, un código que compartes con la diseñadora Pepa Salazar, con quien has tenido la oportunidad de trabajar. ¿Cómo ha influido en ti trabajar tan de cerca con ella? ¿Y en Dimoni Studio?
De Pepa he aprendido muchísimo. No solo me enseñó a trabajar el cuerpo de la mujer de una forma diferente, sino que también aprendí una barbaridad de patronaje y de modelaje en maniquí. Además de eso, pude explorar mis propias habilidades en la ilustración en ordenador. Trabajar con una diseñadora mano a mano influye no solo en tu concepción estética, sino también en los referentes y en la forma de trabajar. Por lo que es inevitable que en el ADN de Dimoni veamos drapeados y nudos, elementos que hemos trabajado conjuntamente en varias propuestas. Es una persona que ha marcado un antes y un después en mi carrera y en mi visión de la moda.
Pudimos ver a Nathy Peluso lucir uno de tus diseños, el Twisted Dimoni top, para la presentación de su último álbum. ¿Qué sentiste al ver a una artista de su talla eligiendo uno de tus diseños para un momento tan importante? ¿Cómo surgió esta colaboración?
Pues la verdad que no me lo esperaba en ningún momento. Al final en este tipo de cesiones nunca sabes cuándo va a aparecer una prenda tuya o no, ya que el trabajo del estilista es tener un millón de opciones disponibles. Por lo que en cuanto vi el top en las fotos para el álbum me quedé en shock, y más siendo Nathy, una artista que admiro tanto. Fue increíble.
Además de ella, otras artistas como Aitana, Julieta y Belén Aguilera han elegido tus diseños. ¿A qué otras artistas te gustaría ver luciendo tus prendas?
La verdad que creo que es el sueño de cualquier marca española vestir a Rosalía, por lo que es inevitable añadirla a la lista. Pero sería un gustazo ver a artistas como Charli XCX, Troye Sivan, Amaia, Caroline Polachek, SZA, Tinashe o incluso Billie Eilish llevando alguna prenda de Dimoni. ¡Ah, bueno! Y cualquiera de las hermanas Farelo, Bad Gyal o Mushkaa, que son catalanas como yo.
Todos tus diseños están confeccionados a partir de excedentes y tejidos sobrantes de otras producciones, ¿qué papel juega la sostenibilidad en Dimoni Studio? ¿Cómo has abordado esta forma de producción?
La sostenibilidad es una cualidad que tengo muy presente, no solo en los tejidos y las prendas, sino en todos los procesos. Por ejemplo, durante el patronaje intento reducir al máximo la cantidad de papel o incluso la gran cantidad de tejido que se usa para la creación de muestras. Son procesos que no se pueden eliminar por completo ya que hay que testar bien una prenda antes de lanzarla a producción, pero sí que podemos minimizar los desperdicios que generan. De cara a la producción, lo vamos a afrontar con la implantación del sistema pre-order, para intentar reducir el stock y producir exclusivamente lo que ya se ha vendido.
Como comentamos, la sostenibilidad es parte del ADN de Dimoni. ¿Es difícil desarrollar un proyecto de estas características?
Es bastante complicado porque el trabajo con excedente de tejido te obliga a ser consciente de que probablemente no puedas contar con más cantidad en algún momento. Por los que te obliga a ser muy organizado y plantear bien en el inicio cómo vas a usar ese metraje de tejido.
¿En qué punto se encuentra ahora mismo el proyecto? ¿Cuáles son los objetivos a medio y largo plazo?
Ahora mismo podemos decir que Dimoni está en construcción. Estamos montando la web, que es algo fundamental para visibilizar el producto, trabajando en nuevas prendas para hacer un mini drop en verano y trabajando en varios proyectos con algunxs artistas muy interesantes. Los objetivos a medio plazo ahora mismo son ir creciendo, presentando nuevas prendas y buscando nuevos proyectos. A largo plazo, sería genial poder construir una marca que funcione como negocio, poder dedicar todo mi tiempo a ello, con un local decente y poder ir creando un equipo alineado con mis valores y estilo creativo.