Cristina Len vuelve a mirar hacia dentro. Lo hace con la calma de quien ha aprendido a escuchar su propia voz y con la valentía de quien no teme al eco del pasado. En Me casó mi madre, su nuevo sencillo y primer adelanto de su próximo EP, Len se adentra en el cancionero popular castellano y recupera una melodía tradicional de Martiago, su pueblo salmantino. Lo hace sin nostalgia ni artificio, desde el respeto y la emoción, con esa manera suya de unir lo antiguo y lo nuevo, la raíz y la máquina, la herencia y el sintetizador.
Este single continúa el camino que inició con Todo menos la muerte, su anterior álbum, donde el folklore castellano se fundía con la experimentación electrónica y la sensibilidad contemporánea. Aquí, sin embargo, da un paso más: Me casó mi madre habla sobre un matrimonio impuesto, que ahora reinterpreta como un nuevo ritual que se abre al mundo desde una mirada femenina y contemporánea.
El visual que acompaña la canción está dirigido por Dani Bega y producido por la propia Cristina Len junto a Yoel Molina, ayudando a transformar este universo de convergencia entre pasado y presente, que nos habla del ayer pero nos da toda la vibe del ahora. Porque si algo nos recuerda esta canción es que el folklore, cuando se hace con verdad, sigue siendo el espejo más nítido de lo que somos.
