Los raperos suelen autoproclamarse como el caballo ganador, pero, ¿y si no lo hay? ¿Y si la ganadora es una yegua? En 2010, la yegua de competición Zenyatta ganaba su última carrera frente a doce caballos machos, competía con el número cuatro. Bajo ese concepto, Constanza lanza su nuevo EP, Zenyatta, donde explora la dualidad de emociones que experimentamos al ganar y al perder, la soledad después de la carrera, la derrota y el sabor amargo que muchas veces nos deja la victoria. La última vez que hablamos con Constanza fue hace casi dos años, y desde entonces han cambiado muchas cosas. Zenyatta ha sido la excusa perfecta para reencontrarnos con ella, hablar del pasado y del futuro, para retomar la conversación en el mismo punto donde la dejamos. La artista nos cuenta ahora su evolución, las experiencias que la han moldeado y cómo la música es para ella su vía de escape: “Yo capto y escribo lo que no soporto de la vida real. Si yo no lo hiciese, no sé qué me pasaría”, nos explica.
La última vez que hablamos fue cuando estrenaste Adalid del relego, hace casi dos años. Hablamos de los cambios, de hecho me dijiste, “Hay una entrevista que hice hace cinco años en la que digo muy segura y teniendo aún menos que ahora que me veía dentro de cinco años teniéndolo todo. Me hace gracia recordarla y ver cómo era en aquel entonces, y me alegra que haya sido así” […] “En un futuro próximo habrá más de lo último, pero diferente, me veo evolucionar en todo lo que hago”. ¿Cómo dirías que has cambiado desde hace un año y medio?
¡Uf, muchísimo! Para empezar, cuando hice ese EP, que eran tres canciones, estaba muy mal. De hecho, Adalid del relego era eso, el poder abanderar mi sufrimiento. Ahora estoy mucho mejor. Me veo más mayor, no solo porque en efecto tengo un año más, sino porque personalmente me noto más madura.
¿Qué dirección dirías que está tomando tu trabajo?
Mi conflicto siempre ha sido el mismo, desde que empecé a hacer música con diecisiete años siendo Akasha Kid. No me he querido categorizar nunca en una cosa porque escucho de todo, y no soy de esas personas que escuchan de todo pero se rigen a hacer un solo género. Escucho de todo y quiero hacerlo todo. Ya he llegado a un punto en el que no me puedo establecer en un sonido o en nada demasiado concreto porque no sé en qué era voy a estar en dos años. Ahora con Zenyatta exploro sonidos más de R&B, de rap y de dancehall, tres géneros en los que me siento muy cómoda. No descarto seguir experimentando como hice con Adalid del relego, porque me encanta ir encontrando nuevos sonidos.
¿Qué puntos dirías que guardan en común ambos trabajos?
Lo de siempre, yo duelando, yo dejando atrás cosas, básicamente. Cada artista tiene sus tópicos y para mí es el tema del olvido. Es algo que siempre menciono, da igual lo que haga. El duelo, el olvido… y al final todo tiene una orientación positiva de las cosas. En los temas no mando a la gente a la mierda cuando me hace daño, sino que lo abordo desde el lado del perdón. Siempre trato de redireccionar los sentimientos negativos a algo positivo, y es algo que guardan en común todas las cosas que hago. Hay mucho dolor pero a la vez aceptación.
Ahora nace Zenyatta, tu nuevo EP, inspirado en una yegua de carreras con ese mismo nombre. ¿De dónde nace ese concepto? ¿Nace primero el concepto o la música?
Había un par de canciones que existían antes de que el EP tuviese un concepto claro. Tenía unos temas más de rapera y no sabía muy bien cómo unirlos, pero lo que tenía claro es que quería sacar un EP porque publicar los dos temas de forma individual no terminaba de verlo. Fue entonces cuando me puse a buscar canciones antiguas que tenía guardadas y encontré una de la misma época en la que grabé Adalid del relego que se llamaba Yegua 4C. Era una de las primeras canciones que produje por mi cuenta y es un desastre (risas), pero es un tema de boom bap en el que el estribillo dice: “Aunque se apaguen las luces a mi alrededor ellos saben que no hay caballo ganador, es una yegua”, justo la última frase del EP. Es un tópico que los chavales que hacen rap se autoproclamen caballo ganador. Cuando volví a escuchar la canción fue cuando me puse a investigar y encontré a Zenyatta. El resto ya las escribí pensando en ella y en el concepto.
Muchas de las referencias son conceptos sacados del psicoanálisis, ¿verdad?
Sí. Me flipa todo el tema de la psicología y demás, siempre he dicho que algún día me encantaría estudiar psicología pero no para ejercer. Tengo una playlist en Spotify solo de capítulos de podcasts de psicología, y mi idea es poder hacer algún día un canal de difusión única y exclusivamente de contenido que he ido recopilando sobre el tema. Esa inquietud se ve reflejada obviamente en todas mis canciones.
En la página de Genius, en GG/Gárgolas haces una anotación en la que resaltas: “Como coño me mejoro de ese logro que me toco si el fallo se sanó solo, y del acierto ya no cobro”. En la anotación pones: “Hay que aprender a recuperarse de los aciertos más que de los fallos”, una cita que escuchaste en Perros de calle en 2023. ¿Cómo consigues materializar todas estas referencias que viven en tu cabeza?
Si algún día hablas conmigo como amiga te vas a dar cuenta de que cito constantemente referencias o cosas de la psicología. Es algo que en verdad no pienso sino que me sale natural. Cuando tengo que estudiar soy la peor persona de este planeta, me he saltado un montón de cursos por estar viajando de país en país por el trabajo de mi padre, pero justo con el tema de la psicología… No sé si es porque me interesan, pero son cosas que se me quedan y aprendo con mucha facilidad. Justamente el psicólogo que dice esa frase, Gabriel Rolón https://www.instagram.com/gabriel.rolon/ , habla de una forma muy cercana. Y siento que todas las cosas que dice le pueden interpelar a cualquier persona. Bueno, todos los podcasts que hay en mi playlists son suyos y pensé, tengo que meter alguna referencia suya sí o sí (risas). El tema de gestionar mal el éxito, yo soy la primera que lo hago, prefiero fracasar, me siento mejor. Cuando deje atrás a Akasha Kid y volví a hacer música no paraba de pensar en el pasado, de decir, joder, con todo lo que yo era, con todo lo que tenía… Y ya no solo en la música sino que también lo pensaba a nivel personal. Al final lo que quiero decir es que hay que aprender también a recuperarse del éxito, de eso increíble que te ha pasado, porque si no acabas pensando que es lo único bueno que te va a pasar en la vida.
Con el EP te proclamas como la yegua ganadora. En la última carrera que ganó, Zenyatta corrió sola frente a doce hombres.
Ya por estructura física, las yeguas son más bajitas y pesan menos que los caballos. Para competir, los handicapares, que son las personas que nivelan todo en las carreras, tuvieron que ponerle peso encima. Lo que quiero decir es que aun con cosas que no son usuales a la hora de competir la tía ganó todo, eso es lo que más heavy me pareció, y encima competía con el cuatro.
Ambas os relacionáis con el número cuatro, ¿qué significa para ti?
No sé en qué momento decidí que el cuatro era mi número de la suerte. Ya en mi primer videoclip hay un cameo del cuatro. Sí sé que uno de los motivos es porque es el día que nació mi padre, siempre lo relaciono con cosas superimportantes de mi vida, y al final lo más importante para mí es mi familia.
En Juez de salida hablas de tus padres, dices: “de Juan y Laura adquirí cuantía de valor en mi hora”. ¿Qué más has aprendido de ellos?
Qué no he aprendido de ellos… Sin ellos no estaría ahora haciendo música. Mi familia y yo nos fuimos de nuestro país principalmente porque mi padre seguía su pasión y nosotros lo seguíamos a él. Obviamente tiene sus pros y sus contras, el tema del olvido y la nostalgia de los que siempre hablo en mis temas tiene bastante que ver con eso. De mis padres he aprendido sobre todo que las alas a mí no me las va a cortar nadie, y eso lo aprendí porque en mi casa nunca me las cortaron, porque nada es más importante que lo que nos hace felices. Aunque mis padres siguen juntos, están separados. O sea, mi padre está en Honduras y mi madre está aquí en España pero siguen estando juntos, lo único que cada uno está centrado en su pasión.
Volvamos al EP, ¿cuánto tiempo llevas trabajando en Zenyatta?
El EP ha salido casi un año después de empezarlo. Todo salió cuando me di cuenta de que producir estaba guay pero no me apasionaba. Entonces empecé a buscar productores. La cosa estaba en que cuando empecé con el proyecto anterior, me acostumbré a currar con gente, pero después de tener experiencias un poco extrañas, de pedir beats y que no me gustaran, dije, venga, tengo que ir al grano del asunto. Entonces me puse a buscar typebeats en YouTube, e investigando encontré a achemb , que es con quien he hecho el noventa por ciento del EP. A raíz de eso fui construyendo lo demás. Zenyatta ha tardado un año en salir porque ha sido difícil sacarlo adelante, no porque haya tardado un año en hacer las canciones. Es muy difícil que todo el mundo se encuentre en la misma página que tú. Ha habido muchos retrasos o bien por falta de dinero, o bien porque la gente al final tiene otros proyectos. Pero bueno, ha salido, que es lo importante.
¿Cuáles han sido tus referentes para crear el sonido del EP?
Ébano, Louis Amoeba como productor y Hoke. Para mí ellos son la sagrada familia.
En Juez de salida dices, “De camarera mala a veterana en sala, no temo a la pala”. Muchos artistas tenéis trabajos a la vez que compagináis la música, los conciertos, etc. Sin embargo, me da la sensación de que la gente muchas veces se piensa que por tener más de 10k oyentes en Spotify puedes vivir perfectamente de la música.
Hacer música ahora mismo no es nada barato. Te estoy hablando de que tienes que pagar por una mezcla y un máster de un álbum, a lo mejor, tres mil euros. Luego hay que hacer portadas y vídeos y obviamente todo se tiene que pagar, pero a lo que voy es que no todo el mundo tiene ese dinero. Hay que pagar muchas cosas entonces sí, trabajo para poder pagarlo todo.
¿Cómo logras compaginar todo y seguir manteniendo las ganas, la fuerza y la creatividad?
Pues teniendo paciencia. Envidio muchísimo a la gente que tiene su team porque, por ejemplo, su mejor amigo es productor o manager o lo que sea. Yo estoy sola en este aspecto, por eso también he tardado tanto en sacar adelante el EP. Pero al final la clave es tener mucha paciencia, confiar mucho en ti mismo y no frustrarte. También es verdad que yo llevo mucho tiempo ya trabajando en otras cosas para cubrir los gastos de la música. En mi trabajo actual, por ejemplo, llevo ya tres años y he podido conseguir una posición que me permite compaginar más cosas que cuando empecé. Ahora, el tema del cansancio es otra cosa. He estado trabajando, he estado haciendo el EP y aparte otras cosas para no basar toda mi personalidad en la música, ¿sabes? Entonces, es difícil pero supongo que es más grande el deseo que el cansancio.
¿Qué tan similares son tus sentimientos que expones en Zenyatta a través de la figura de la yegua?
Capto y escribo lo que no soporto de la vida real. Si yo no lo hiciese, no sé qué me pasaría. A medida que voy creciendo, empiezo a pensar que la soledad es un sentimiento que no va a irse nunca, aunque hay una gran diferencia entre estar solo y sentirse solo. Quizás, el trabajo interior que hay más que nada es el de dejar de sentirse solo o entender por qué uno se siente solo. Los audios que encontré son muy fuertes, hablan de ella como si fuese humana. Siento que no se han personificado tanto a los caballos machos, quizás al único que sí es a Secretariat, y más por el documental que por otra cosa. En un documental que vi, hablaban de Secretariat y le preguntaban al jockey si creía que era el mejor del mundo. Él respondió obviamente que sí, pero luego le preguntaron sobre Zenyatta. En ese momento, Zenyatta aún no había perdido ninguna carrera. El jockey dijo, ¿cómo puedes competir con alguien que nunca ha perdido? Es algo increíble.
¿Dirías que es solitario el mundo de la música?
Sí. Siento que cualquier mundillo en el que haya una figura a la que no solo se le dé dinero por hacer lo que hace sino que también fama, reconocimiento y movidas así, tiende a ser solitario. A la vez, pero, esa soledad se nivela con la energía que se genera con la gente que te escucha, y creo que no hay nada comparable a eso. En cada concierto hay a lo mejor una persona que es la primera vez que te escucha, pero cuando tú miras a esa persona a los ojos te das cuenta de que de repente sois del mismo equipo. Tan solo con mirarle la cara, ¿sabes?
Y nada, y ya para terminar te lo voy a volver a preguntar, ¿cómo te ves dentro de cinco años?
Me cuesta mucho visualizarme. No sé si es que me cuesta o me da miedo. Pero ¿cómo espero verme? Así que te lo puedo responder. Espero no trabajar más en la cafetería porque estoy… Espero haber sacado ya un álbum. Debería de sacar. Y espero tener menos miedo, sobre todo. Eso es lo importante. Haré algo con eso, así que importante mencionarlo.
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