Parecía que nos acababan de llamar de Hogwarts por la carta que nos acababa de llegar al buzón. Un sobre de color azul lapislázuli nos invitaba a un evento de presentación sin revelar absolutamente nada, ni siquiera la ubicación. Barry B se traía algo entre manos y nosotros estábamos dispuestos a descubrirlo.
Llegó la noche del miércoles y un coche nos esperaba para llevarnos al lugar acordado. Según avanzaba el trayecto el GPS nos revelaba que estábamos entrando en el barrio de Usera, hasta que llegamos a la sala Olvido. Una luz azul cubría las paredes del local y unos carteles minimalistas como la portada del nuevo disco de Barry cubrían la fachada. La gente se apelotonaba en la puerta y se podían distinguir caras conocidas como L’haine, Mvrk, Abhir, Rusowsky… Nadie se quería perder lo que estaba a punto de enseñar Barry.
El ambiente era extraño, un señor enmascarado que daba muy mal rollo nos recibió en la puerta colocándonos una bufanda con motivos del nuevo disco al cuello. El local se empezó a llenar hasta que hubo un punto en el que no te podías mover de tu sitio, y fue cuando un grupo de personas enmascaradas emulando una versión malrrollera de Barry salieron al escenario. Entre los asistentes apostábamos a cual se quitaría la careta para revelar que se trataba del artista mientras sonaba de fondo la melodía de A tus piés, lo que más tarde se revelaría como el último tema del disco. Para sorpresa de todos, ninguno de los enmascarados se trataba de Barry y este salió de atrás de los enmascarados para empezar a cantar el tema.
A partir de ahí asistimos a una actuación exclusiva en la que el artista paró cada dos por tres para agradecer a los asistentes y hacer chistes con puyas hacia la industria musical. Tuvimos versiones en directo de temazos que ya había adelantado como Joga Bonito o Y yo pensaba que me había tocado Dios (aunque sin los carolinos). Fue un directo que estamos deseando ver bien montado en sala ya que solo cantó la mitad del disco para no arruinar toda la sorpresa. Nos alegramos de que fuese así porque luego descubrir Chato por cuenta propia es una absoluta delicia.
También fue una delicia el catering del evento, con bandejas repletas de rollitos, gyozas y bocados de pollo que nos hicieron tocar el cielo y sirvieron de colofón para la presentación de un proyecto tan necesario y con tanto carisma como este. Barry, nos tienes a tus pies.
