Vivi K

La verdad que sí. Es real lo escribí por mi pareja y lo que sentía a su lado y fue lo que me hizo ver que el amor es la energía que más me inspira al crear. También me gusta hablar de otras emociones, pero cuando compongo desde mis propias experiencias del amor y lo que siento, todo fluye muchísimo al escribir. Es muy fácil hablar de un sentimiento tan grande, te hace sentirte libre el hacerlo.

Siempre. Creo que mi música no sería tan real si no hablase de lo que ocurre dentro de mí y de mis experiencias. El momento de pasar a escrito lo que hay en ti y lo que sientes es súper intenso, pero bonito. Además de eso, es precioso conectar con la gente que te escucha y ver que se identifican y que sienten cosas con tu música que igual no habían podido expresar antes.

Yo creo que todo el arte que se cree desde la naturalidad y el amor siempre acabará llegando a la gente. Hoy en día pasan muchas cosas en la industria y nunca he dejado de pensar que la mejor forma de seguir bien encaminada es hacerlo personal y único. Así que no sabría decir si es parte de mi éxito, pero creo que, al hacerlo desde mi punto de vista, me mantengo fiel a mis emociones y eso siempre será mío y de los que oigan mi música o la creen a mi lado.

Me siento súper agradecida por cómo lo recibió la gente y por todas las personas que estuvieron a mi lado a la hora de hacerlo. Hacer proyectos más grandes siempre es un trabajo que toma tiempo y es muy importante tener las cosas claras y saber qué es lo que quieres transmitir y cuál es la intención. Le tengo mucho cariño; es mi primer proyecto y, aunque le cambiara millones de cosas, jamás lo tocaría porque sé que era exactamente lo que yo tenía que contar en ese momento y de esa manera. Ahora estoy muy centrada en lo próximo y muy ilusionada.

(Risas) Hay canciones que decido poner en minúsculas porque estéticamente me gusta más como quedan, pero hay veces que las mayúsculas pasan menos desapercibidas y son mejores para títulos.

Estoy ya trabajando en las próximas cosas y proyectos que tengo por delante y la verdad que estoy llenísima de ilusión y ganas. Tengo la suerte de tener a gente increíble a mi lado que me ayuda cada día a mejorar y aprender, así que sí, muy emocionada y disfrutando del camino.

A ver, no quiero sonar irrespetuosa. Cada uno que haga lo que quiera para las plataformas que quiera, pero yo personalmente pienso que la música específicamente es una cosa que tiene que ser muy natural y pura y de cada uno y si tú al crear piensas más en el dinero que te hará ganar esa canción en vez de lo bien que se siente crear esa canción, no sé si es el sentimiento más acertado. No quiero decir que la música no se comercialice porque sería irrealista, pero no es lo mismo componer por amor a la música y luego dedicarle tiempo en redes y marketing para que le llegue a más gente, que crear un producto con la única intención de venderlo para ganar dinero y fama.

Yo estoy enfocada en mi camino porque es complicado seguir a flote cuando nos comparamos con los demás y absurdo cuando el camino de cada uno es único y especial. La dedicación y la perseverancia es lo que para mí de verdad te hace artista, el luchar por tu sueño sin tener plan B. Y cualquier persona que opine distinto a mí también me parecerá genial, cada uno que elija cómo quiere mostrar su arte. Cualquiera puede tener la misma proyección si crea desde el amor y la ilusión. Los años de clases te ayudan en técnica, pero, si no hay creatividad ni pasión, siempre faltará algo.

Creo que, como en todo, siempre hay gente que valora al artista por el arte y también el que lo valora por ser un producto. Es un tema complicado porque ya no sabemos si los artistas hacemos lo excéntrico común o lo común extraño. El introducir algo nuevo y diferente siempre llama la atención y si está hecho con calidad, además de ser distinto, para mí ya es ideal. También influye la imagen del artista y muchas otras cosas que se pueden premiar antes que la calidad de la música, pero todas las modas pasan y es cuestión de la adaptabilidad de cada uno y de sus objetivos. Por eso yo, por ejemplo, me centro en hacerlo a mi manera y a mi gusto.

Es que realmente la vida del artista no tiene nada que ver con la vida de una persona que da clases toda su vida, a pesar de tener en común exactamente lo mismo: la música. No es lo mismo interpretar música que componerla, por eso yo realmente empecé a crear a los 16 años; y sí, desde entonces he tenido pensamientos intrusivos de dejarlo, pero hay algo, una energía, lo que yo llamo mi estrella, que me mantiene fuerte e ilusionada por todo lo que he hecho y lo que viene.

¡Por supuesto que sí! 2023 va a venir más fuerte incluso. Estoy trabajando muchísimo en el proyecto, dedicándole mi amor y mi tiempo, y, por suerte, tengo gente a mi lado maravillosa que me está ayudando para seguir más fuertes que nunca.