Uve Key no es un nombre más en el panorama musical. Si se presta atención, se puede intuir una búsqueda constante, una forma de encontrar su propio reflejo entre los ecos del mundo que lo rodea. En sus letras se percibe la fragilidad de la vida, esas pequeñas grietas por las que se cuela la verdad. No tiene miedo de mostrar sus sombras, pero tampoco evita la luz. Su música parece ser un reflejo de todo eso. Momentos de respiro, de duda, de certezas quebradas, de nostalgia que se mezcla con la esperanza. Hay algo en su propuesta que no pide permiso, que te invita a mirarlo desde el borde, sin prisa. La exploración es su carta de presentación.
Es en este tipo de conversaciones que Álvaro, el verdadero nombre detrás de Uve Key, se muestra tal como es: una persona auténtica, sin adornos, que no cree en los personajes ni en los artificios. Su música, como él mismo dice, es un reflejo de su vida, su sentir y su visión del mundo, y en cada letra se pueden escuchar ecos de esa vulnerabilidad que lo ha acompañado en cada paso de su camino. A lo largo de la charla, descubrimos la historia detrás de su primer álbum, The Way, los inicios de la Key Mob, su visión del panorama underground y la importancia de tomarse un café antes de colaborar en un estudio.
Para quien no te conozca, Álvaro, ¿quién es Uve Key?
Uve Key realmente es Álvaro Ruiz; no creo un personaje más allá de lo que soy yo. A la hora de hacer música, lo que más me gusta es poner todo lo que vivo, como lo cuento y como lo siento. Entonces, no me gusta generar personajes más allá. Uve Key es Álvaro Ruiz, la persona que está detrás de las letras, detrás de la pantalla.
A pesar de estar afincado en Madrid, has vivido en otras ciudades más pequeñas como Palencia, Valladolid o Segovia. ¿De qué manera han afectado estas ciudades a tu música y cómo has acabado en Madrid?
Yo soy de una ciudad pequeña, de Palencia, que tiene ochenta mil habitantes. A la hora de hacer música empecé con un par de colegas, tanto ahí como en Valladolid. Pero es que el techo de cristal es bajísimo en ciudades así. No se mueve la cultura, es más difícil hacer contactos, es más difícil moverte y tener todo a mano si no eres autosuficiente y sabes hacer absolutamente todo.
Luego en Valladolid sí que fui haciendo un poco más de equipo. Empecé hace muchos años, cuando tenía hasta otro AKA. Aprendí a mezclarme de manera autodidacta y poco más. Luego me fui a Segovia porque estaban todos los chavales de la Key, como el Demon, el Marcos, etc. Se vino también El Menor. Tenemos ahí el estudio, de hecho. Pero lo mismo, es en una ciudad muy pequeña donde tienes muchos límites y acabas, inconscientemente, yendo a Madrid una y otra vez. Entonces no es que Madrid sea la ciudad de mis sueños, ni mucho menos, pero en un momento de tu vida de repente estás con las maletas y dices, coño, aquí estoy.
Luego en Valladolid sí que fui haciendo un poco más de equipo. Empecé hace muchos años, cuando tenía hasta otro AKA. Aprendí a mezclarme de manera autodidacta y poco más. Luego me fui a Segovia porque estaban todos los chavales de la Key, como el Demon, el Marcos, etc. Se vino también El Menor. Tenemos ahí el estudio, de hecho. Pero lo mismo, es en una ciudad muy pequeña donde tienes muchos límites y acabas, inconscientemente, yendo a Madrid una y otra vez. Entonces no es que Madrid sea la ciudad de mis sueños, ni mucho menos, pero en un momento de tu vida de repente estás con las maletas y dices, coño, aquí estoy.
Durante los primeros pasos de The Way, tu primer álbum recién publicado, afirmas haber estado en una situación de vulnerabilidad emocional e inestabilidad. ¿Cómo afectaron estas circunstancias a tu música y cómo le diste forma al álbum?
La idea que tenía del álbum, el concepto de The Way, el camino, que no va más allá de narrar lo que hago, lo que vivo, lo que veo y lo que siento desde la perspectiva que toca en ese momento, la tengo desde hace muchos años. Lo mismo porque ya llevo mucho tiempo haciendo música y sentía que quería hacer un disco, pero que el primero que sacase fuese sólido. Un álbum donde ya hubiera pasado esa época de descubrirte a ti mismo musicalmente, descubrir por donde quieres tirar y con mayor madurez.
Hace como dos años, cuando me mudé a Segovia, sentí que estaba en ese proceso y que ya podía empezar a hacerlo, y se vio que no. Hacía temas pero no estaba cómodo del todo con lo que hacía, es decir, sentía que tenía que ser casi místico, algo divino. Todo ese proceso de Segovia, de ese tira y afloja, resultó en 111, un EP. De ahí lo de la vulnerabilidad, porque todos esos sentimientos no era lo que quería mostrar en un disco, pero sí que sirvió como un punto de partida de: por ahí no está mal. Fue con el tema de En la luz, el primero que escribí y grabé del disco, cuando sentí ese ‘tic’ divino.
Hace como dos años, cuando me mudé a Segovia, sentí que estaba en ese proceso y que ya podía empezar a hacerlo, y se vio que no. Hacía temas pero no estaba cómodo del todo con lo que hacía, es decir, sentía que tenía que ser casi místico, algo divino. Todo ese proceso de Segovia, de ese tira y afloja, resultó en 111, un EP. De ahí lo de la vulnerabilidad, porque todos esos sentimientos no era lo que quería mostrar en un disco, pero sí que sirvió como un punto de partida de: por ahí no está mal. Fue con el tema de En la luz, el primero que escribí y grabé del disco, cuando sentí ese ‘tic’ divino.
¿Se podría decir que sentiste la luz?
Real. Dije, vale, este es el camino. Y una vez fue a hacer eso llegó el resto.
En esta búsqueda del camino también indagaste en otros sonidos, más allá de lo que hoy en día es The Way. ¿Cuál era tu primer enfoque y con qué otros géneros probaste?
Lo que había imaginado al principio era enfocarlo al R&B, a toda la movida de Toronto, mezclado con trap. Tenía de referencia a PartyNextDoor o Eli Sostre, y quería traer esa movida a España. Pero al final acababa rapeando más de lo que se rapea en un R&B. Fue casi como volver a mis orígenes: empecé como muchos chavales, como la mayoría, haciendo rap. Hice las paces con el Álvaro de donde vengo para poder saber hacia dónde voy, y luego combinarlo con más elementos de otra infinidad de géneros. Tampoco te lo sé encasillar porque es una mezcla de muchas cosas.
Hoy en día es muy difícil encasillar a la música, ¿no?
Sí, hay poca gente que sea tan hermética como para decir: este solo hace reggaetón. Al fin y al cabo hay R&B en el disco, pero no es un proyecto más centrado en ese género como quizá fue esa primera idea hace años.
Además de hacer las paces con él Álvaro del pasado, también dices haber hecho las paces con el rap. ¿En qué momento y por qué te desencantas de este género?
Llevo muchos años haciendo música. De hecho, antes de Uve Key sacaba música con otra AKA, que era Grey.V. Cuando empecé a hacer música, en 2018 o 2019, se me olvidó un poco lo del rap. Estaba enfermo con Yung Lean y en una movida quizá más cercana a sus sonidos, o probando de todo tipo. Tengo hasta reggaetones, bachatas, dancehall, etc. He hecho prácticamente casi todos los géneros.
¿Eso está publicado en algún sitio?
Sí, como Grey.V, puedes buscarlo. Luego me cambié el nombre porque dije, después de estar en cien mil sitios voy a centrarme como Uve Key. Aunque también me costó centrarme… No es que acabara odiando el rap ni mucho menos, yo siempre he sido tanto consumidor como hacedor de rap, pero lo tenía un poco más olvidado. Me ha venido bien recordar quién era yo, dónde empecé, cuál fue el punto de partida y luego acoplarlo a distintos ritmos, a distintas maneras de hacer las cosas. Juntarlo con el workflow que tengo ahora mismo. De ahí vienen las paces con el rap.
¿Cómo ha sido ese reencuentro?
Ha resultado de manera totalmente orgánica. En la luz tiene una parte rapeada y otra más entonada, por así decirlo. Pero fue a raíz de ese tema. A la hora de trabajar en nuevos ritmos, de ir escribiendo, de cómo quería narrar, cómo quería mostrar la visión que tenía de las cosas salió de esta manera. Pero no hay un motivo más allá de que salió realmente porque tuvo que salir.
“Hice las paces con el Álvaro de donde vengo para poder saber hacia dónde voy.”
Siguiendo un poco la línea del rap, ¿qué opinión te merece la escena del underground español actual?
Creo que se han roto bastantes cánones. La gente antes se metía más la polla entre sí, ¿sabes? La mente ahora de los chavales es más abierta a currar, también porque, a raíz de internet, hay mucha más información de la que había antes y más facilidades para hacer las cosas. Ciertamente siempre se van a salvar distancias porque la industria funciona de una manera, igual que hace cinco años y seguramente dentro de cinco, pero siento que es un poco más sano que antes.
También veo muchos chavales con mucha hambre y con muchas ganas de comerse el mundo, pero en el buen sentido. Están cuidando mucho, no solo la música, sino la parte estética. Incluso hasta con quien juntarse y quien no. Eso realmente lo siento admirable. Pienso que está en un momento bonito. También hay cien mil estilos, hay muchísima gente haciendo cosas que pueden crear sinergia entre sí. Diría que ha cambiado sobre todo en el hambre. Chavales que, sin esa presión, sin esas ganancias de lo que hacen, están poniéndole mucho amor y poniéndole mucho curro. Eso mola mucho.
También veo muchos chavales con mucha hambre y con muchas ganas de comerse el mundo, pero en el buen sentido. Están cuidando mucho, no solo la música, sino la parte estética. Incluso hasta con quien juntarse y quien no. Eso realmente lo siento admirable. Pienso que está en un momento bonito. También hay cien mil estilos, hay muchísima gente haciendo cosas que pueden crear sinergia entre sí. Diría que ha cambiado sobre todo en el hambre. Chavales que, sin esa presión, sin esas ganancias de lo que hacen, están poniéndole mucho amor y poniéndole mucho curro. Eso mola mucho.
Hay una barra en Damn!, el octavo track del álbum, que dice: “No estoy pa’ modernos que solo miran mi armario”. Parece una crítica a esa parte de la escena más interesada. ¿Qué queréis decir Lil Mess y tú con esa frase?
Esa barra es del Rodri (Lil Mess), pero yo creo que a lo que se refiere, y estoy totalmente de acuerdo con él, es que hay muchas personas que vienen a Madrid, o gente que incluso es de la ciudad, para currar, para buscarse su vuelta, como hemos hecho nosotros, y es respetable, en ese sentido. Pero también hay quien va a meter el hocico en todos los sitios. Gente que se viene a la farándula y se queda en la farándula. En el: fiesta este jueves en tal, que me metan en lista, el viernes a este otro sitio y el sábado a este otro.
No sé, el postureo o el moderneo más de ahora, sea en Madrid, sea en Barcelona, sea en los núcleos más grandes.Yo estoy aquí haciendo mis cosas, a mi movida; no estoy para el moderno que solo mira mi armario. De los que te hacen el outfit check.
No sé, el postureo o el moderneo más de ahora, sea en Madrid, sea en Barcelona, sea en los núcleos más grandes.Yo estoy aquí haciendo mis cosas, a mi movida; no estoy para el moderno que solo mira mi armario. De los que te hacen el outfit check.
En alguna ocasión has mencionado ser algo reacio a las redes sociales. En la actualidad, ¿crees que hay otra vía para publicitarse?
Es imposible, yo creo, llegar a un público sin estar las redes sociales de por medio. Lo que sí está a tu alcance es cómo moverte tú en redes, puedes ser más low-key. Nosotros en el grupo, la Key Mob, no estamos siempre en redes pegándola por TikTok, Twitter y tal. Pero hace falta un mínimo de promoción, aunque sea, porque si no muestras absolutamente nada, tampoco eres nadie para que la gente esté esperando algo de ti.
Las redes sociales son inherentes al artista ahora mismo. No hay otra manera porque aunque tú no hables, el resto va a hablar de ti. Es donde está la industria, donde están los números, donde está la gente, donde vive todo el mundo. No es algo que disfrute ni me guste, pero es necesario. No me pongo tampoco ningún objetivo, pero al menos ese reconocimiento tienes que labrarlo, aunque sea por amor propio, por orgullo de currar en esto.
Las redes sociales son inherentes al artista ahora mismo. No hay otra manera porque aunque tú no hables, el resto va a hablar de ti. Es donde está la industria, donde están los números, donde está la gente, donde vive todo el mundo. No es algo que disfrute ni me guste, pero es necesario. No me pongo tampoco ningún objetivo, pero al menos ese reconocimiento tienes que labrarlo, aunque sea por amor propio, por orgullo de currar en esto.
Volviendo al disco, The Way estaba previsto para finales de 2024, pero al final salió en enero de 2025. ¿Por qué?
Se dieron dos razones: una es que íbamos a prisas con todo. Yo estaba un poco obsesionado con que saliese en 2024, pero vamos, una obsesión que me puse yo solo. Estábamos llegando a prisas con los máster, con la idea del videoclip, etc. Y la otra es que se juntó con todo lo de Valencia, que fue una desgracia.
Es verdad que, por suerte, la mayoría de chavales decidieron apoyar la causa valenciana e intentar no dar bola a los proyectos. Tampoco me sentía yo cómodo en ir a prisas para sacarlo con todo este tema reciente. No tengo una disquera, no tengo a alguien detrás que me esté comiendo la cabeza y me diga ‘tiene que estar para este día’. Fue por todo eso por lo que decidimos aplazarlo.
Es verdad que, por suerte, la mayoría de chavales decidieron apoyar la causa valenciana e intentar no dar bola a los proyectos. Tampoco me sentía yo cómodo en ir a prisas para sacarlo con todo este tema reciente. No tengo una disquera, no tengo a alguien detrás que me esté comiendo la cabeza y me diga ‘tiene que estar para este día’. Fue por todo eso por lo que decidimos aplazarlo.

Al ser un artista independiente tienes ese tipo de libertades, pero, como todo, tendrá otros puntos débiles. ¿Cuáles son esas desventajas y cómo visualizas la industria actualmente?
Creo que la movida de ser independiente ahora mismo, en el momento en el que yo me encuentro y los números que manejo yo, es más ventaja por el hecho de que tú controlas todo y no tienes a nadie detrás. ¿Cuál es la diferencia luego a futuro? Si todo sale bien, que ojalá que sí, es que el techo de cristal de la visibilidad está más limitado. Hay casos excepcionales como el Morad, por ejemplo, que es un tío independiente que llegó a unos números ridículos, o sea, extraordinarios. Pero es que como el Morad hay otro caso más y para de contar.
Puedes ir en contra de la industria pero vas a llegar a un tope. Se acaba viendo porque la mayoría de peña se forja su nombre de manera independiente, hace su movida y luego igual por necesidades acaba firmando, ya sea distribución o un contrato discográfico. Pero es sobre todo por visibilidad, por recursos y por alcance, no por otra cosa.
Puedes ir en contra de la industria pero vas a llegar a un tope. Se acaba viendo porque la mayoría de peña se forja su nombre de manera independiente, hace su movida y luego igual por necesidades acaba firmando, ya sea distribución o un contrato discográfico. Pero es sobre todo por visibilidad, por recursos y por alcance, no por otra cosa.
Dentro del disco también encontramos algunas colaboraciones como Bby Demon, 9Ghost, Sanmarcos333 e incluso productores como El Menor (dripnshit) o Aeon. Muchos de ellos, además, son tus colegas. ¿Qué importancia tiene para ti la cercanía con la persona a la hora de hacer música?
Le doy mucho valor a la música que hago, es por eso que la mayoría de colaboraciones que tengo son de gente que conozco. En este disco también colaboré con el Rodri (9Ghost) porque le conocía de antes. La única quizá más excepcional fue el Mess y el Vreno. A la hora de trabajar no me gusta hacerlo con gente que no conozco porque, mira, está la industria que cada vez sale una cosa de uno, sale una cosa de otro… Por redes y por internet todo el mundo es muy majo, pero luego puedes conocer a alguien y decir: menudo soplapollas.
Yo le doy valor a la música, le doy valor a lo que hago, para mí es como si fuese mi hijo lo que estoy creando. ¿Qué aporta? Pues que toda la peña con la que he currado es peña con la que me siento afín haciendo música. En esa parte del disco, esa energía que yo quería mostrar y ese mensaje que quería transmitir sí que era la persona adecuada.
Yo le doy valor a la música, le doy valor a lo que hago, para mí es como si fuese mi hijo lo que estoy creando. ¿Qué aporta? Pues que toda la peña con la que he currado es peña con la que me siento afín haciendo música. En esa parte del disco, esa energía que yo quería mostrar y ese mensaje que quería transmitir sí que era la persona adecuada.
Por lo tanto, ¿priman los valores?
Sí, porque antes de la música, del artista, hay una persona que lo hace. A mí los personajes creados por la peña me parecen muy guay y tal, pero luego si como persona me pareces un mierda, no voy a querer currar contigo, no me va a aportar. Claro que los valores y lo que uno piensa es importante porque, al final, yo estoy compartiendo mi arte y mi creación, las cosas que estoy haciendo, contigo. Es por eso que realmente casi todas las colabos vienen de la Key Mob. Tampoco me cierro a hacer nada con gente, pero siempre va a pasar ese filtro de, por lo menos, quedar a tomar un café. No he hecho nunca una colabo a distancia, al menos con cantantes.
Hablas mucho de la Key Mob. Siempre me ha parecido un colectivo muy misterioso, muy low-key. Dan ganas de seguir investigando y ver qué hay detrás.
Hay gente que no nos ubica a todos ni qué hacemos exactamente, pero tienes siempre esas ganas de seguir indagando.
“Le doy mucho valor a la música que hago, es por eso que la mayoría de colaboraciones que tengo son de gente que conozco.”
Para quien no sepa qué es, ¿cómo surge la Key Mob?
No voy a dar todos los detalles pero cuando yo era Grey.V, como te comenté, sentía que tenía que cambiar el AKA porque lo que significaba para mí ese nombre no era lo que representaba en ese momento. Estuve con mi colega el Sergiño una noche en casa dándole vueltas y me dijo: mira, tío, es tontería que sigamos hablando, tú tienes la llave. En el momento en el que dijo eso, de una forma casi mística o divina, vi la luz y dije: claro que tengo la llave, es Uve Key. A los segundos sentí una energía tan grande que dije, esto lo tengo que compartir, tengo que hacer una movida de esto. Y ahí surgió la Key Mob.
Al día siguiente se lo comenté a el Menor, todo efusivo: he pensado esta locura, tío, pero es que veo luz aquí, veo cosas grandes de verdad. Como si fuera algo hasta religioso. Luego conocimos a los chavales de Segovia, al Demon, al Marcos, al Jurdan, también de Logroño. También conocimos al Aeon, que es el colega que, aparte de producirnos, mezcla y nos tira todos los temas a los directos. El Moi, el Aarón, que ahora nos está grabando absolutamente todo. Y así surgió un poco.
Al día siguiente se lo comenté a el Menor, todo efusivo: he pensado esta locura, tío, pero es que veo luz aquí, veo cosas grandes de verdad. Como si fuera algo hasta religioso. Luego conocimos a los chavales de Segovia, al Demon, al Marcos, al Jurdan, también de Logroño. También conocimos al Aeon, que es el colega que, aparte de producirnos, mezcla y nos tira todos los temas a los directos. El Moi, el Aarón, que ahora nos está grabando absolutamente todo. Y así surgió un poco.
¿Cuál es tu intención con la Key Mob?
La Key Mob, la manera en la que quería crearla yo, no era que fuese un grupo como banda, por así decirlo; más bien como un colectivo en el que cada uno hiciese su movida pero pudiese apoyarse en el resto, ya sea tanto para crecer como para cubrir necesidades del palo: ¿alguien me hace retoques en este beat? ¿Alguien me ayuda a mezclar? El Moi ahora está con el diseño gráfico y aparte rapea y produce, igual que el Marcos; el Aarón está grabando todo, yo estoy rapeando, el Menor produce y también hace de DJ, el Aeon nos mezcla, produce, tatúa…
Estamos a ver si sacamos merchandising. O sea, que cubra un 360, que la pertenencia al grupo sirva como pura motivación. Creo que eso es lo guapo, y también esa desinformación. El hecho de que nosotros en redes no hablemos tanto ni demos todo el mensaje mascado, tanto como del grupo como de las canciones, genera cierto misterio que hace que mucha gente lo vea e indague.
Estamos a ver si sacamos merchandising. O sea, que cubra un 360, que la pertenencia al grupo sirva como pura motivación. Creo que eso es lo guapo, y también esa desinformación. El hecho de que nosotros en redes no hablemos tanto ni demos todo el mensaje mascado, tanto como del grupo como de las canciones, genera cierto misterio que hace que mucha gente lo vea e indague.
¿Crear ese misticismo es otro de los objetivos?
Creo que lo guapo de entender la música o los estímulos que te produce el arte en general es generar un imaginario propio en función de lo que estás escuchando o estás viendo. Si te lo dan todo mascado, esas posibilidades, ese mundo, se te está cerrando, te está limitando de alguna u otra manera. Entonces eso es lo que yo creo que hace que la peña nos escuche o que sean tan fieles. Igual a uno le supone esto, al otro le supone lo otro, y no hay una verdad absoluta en nuestro mensaje. Es como tú lo quieras entender y como tú lo quieras disfrutar y sentir.
Ahora que me acabas de confesar el nacimiento de la Key Mob, ¿qué significa para ti formar parte de este colectivo?
No hay palabras, te lo juro. Es la gente con la que vivo ahora mismo, con la que hago vida, con la que fuera de la música entablo relaciones. Todo es puro y orgánico, nadie se esfuerza en hacer nada, todo sale según lo planeado. Es muy bonito realmente. Me siento muy orgulloso de que una locura que surgió una noche haya llegado hasta este punto y que encima esté tomando un camino bastante correcto y sano. Nos queremos y respetamos mucho entre nosotros y nos apoyamos para lo que sea, como un ejército.

¿Y qué es eso de la Key Tape?
Como colectivo no tenemos nada juntos más allá de las colabos individuales. Hace años surgió la idea de hacer una mixtape colectiva: en un tema cantamos Jose y yo, en otro el Demon y el Marcos, produce el Menor, en otro igual yo solo… pero que sea una mixtape. No va a ser tan conceptual como las movidas que hacemos porque es imposible, pero al menos sí generar un sonido que sea nuestro, hacer una movida que se identifique con nosotros. La idea es sacarlo este año. Todavía queda porque creo que lo único que hay en la Key Tape es un tema mío producido por el Demon.
Entonces, ¿es una realidad? ¿La Key Tape se está haciendo?
Sí, se está haciendo. Ya hay muestras, un par de temas hechos. Pero queda tiempo. En el momento que salga lo hará acompañado, queremos sacar un par de sorpresicas.
Volviendo al underground, ¿hay algún artista con el que te haría especial ilusión colaborar?
Como una colaboración soñada dentro del underground español, yo diría que podría ser el Ébano. Quizá sea la persona con la que he aprendido a rapear, mi rapero favorito de siempre en España. Es una persona que respeto muchísimo, tanto por todo lo que hace, lo que dice, el mensaje que cuenta, como también por su música. También por su forma de hacer las movidas low-key. Es una persona con la que he aprendido muchos códigos.
También el Erik Urano porque lo he escuchado y respetado muchísimo. Por razones de localización acabó conociendo mi movida, nuestra movida en general. Sería como un check para mi yo de hace años, de cuando escuchaba Cosmonáutica en bachiller. Y por decirte algo caliente también, de algo que pueda llegar a salir, hay un chaval que se llama Galera con el que llevo un tiempo hablando. Ya me ha enviado un par de cosillas y seguramente salga algo con él este año.
También el Erik Urano porque lo he escuchado y respetado muchísimo. Por razones de localización acabó conociendo mi movida, nuestra movida en general. Sería como un check para mi yo de hace años, de cuando escuchaba Cosmonáutica en bachiller. Y por decirte algo caliente también, de algo que pueda llegar a salir, hay un chaval que se llama Galera con el que llevo un tiempo hablando. Ya me ha enviado un par de cosillas y seguramente salga algo con él este año.
¿Qué mensaje quieres transmitir al público cuando estén escuchando The Way?
Que disfruten de las vistas. Que es muy bonito ponerse objetivos, querer luchar por algo en la vida, sea lo que sea. Sea música o lo que quieras, pero que disfrutes del paso hasta conseguirlo, que saborees el proceso. Yo creo que eso es lo bonito y el mensaje en claro que dejaría con The Way.
Por último, ¿qué otros proyectos futuros nos puedes adelantar y donde vamos a poder verte en directo?
A nivel individual, llevo tiempo con la mosca detrás de la oreja de hacer un EP tirando al R&B o evolucionando un poco el sonido. Lo hablé con el Aeon porque produce muy bien ese tipo de movidas, quizá podría darse. Pero yo creo que ahora mismo no me voy a meter a hacer otro disco de lleno porque supone mucho esfuerzo. Conceptualizarlo, ponerte a currar, ahora también tengo menos tiempo que quizá tenía antes… Así a nivel personal te diría eso. Luego lo de la Key Tape. Y de conciertos, el jueves 10 de abril presento The Way con Lil Mess y Golden Hoe en la Clamores.
