Si no te sonaba el nombre Tom Calde, más vale que se te vaya haciendo al oído. Este joven artista multidisciplinar apunta maneras, prueba de ello es su primer trabajo, Nikola Tesla. Su carta de presentación lo tiene todo: una clara demostración de personalidad, unos ritmos de lo más frescos y un gran abanico de colaboraciones con artistas emergentes que hacen de este proyecto un descubrimiento de lo más innovador.
Hemos conseguido que su mente frenética nos dedique un rato para charlar. Sus planes de futuro están claros: no piensa parar. Y es que Tom Calde y el descanso no van de la mano. “¿Descansar? ¿Qué es eso?”, dice de manera burlona en nuestra charla. Está listo para llevar su trabajo de gira por Madrid y nos ha contado en exclusiva cuál va a ser la primera ciudad que va a visitar fuera de su tierra.
Antes de empezar con la entrevista, quería felicitarte por tu debut. ¿Cómo te sientes tras el lanzamiento de tu primer EP?
Muchas gracias. La verdad que ha sido un parto, pero muy bonito. Me siento bien, creo que ha tenido muy buena acogida y con ganas de más, no te haces una idea de lo que se viene…
No sé si estás más centrado en la gira, el siguiente álbum o en descansar después de terminar con este lanzamiento. ¿A qué le dedicas tiempo ahora que ya te has estrenado?
¿Descansar? ¿Qué es eso? (risas) No ha habido mucho tiempo de descansar, hemos tenido la suerte de poder tener algunos conciertos e ir preparando mucha música nueva. De aquí a que termine el año habrá música mía todos los meses; de hecho, a finales de junio sacamos un tema junto a D.Humberto y Afkar que, está mal que yo lo diga, pero es increíble. Vais a estar todo el verano escuchándolo, ya me lo dirás.
A la vez el verano se acerca y necesito despejarme un poco, ha sido todo muy intenso y vienen genial estos meses para recargar energía y dedicar tiempo a investigar sobre un nuevo concepto que tengo en mente.
Nikola Tesla es cuenta con numerosas colaboraciones. ¿Cuáles crees que son las ventajas de trabajar codo con codo con tantos artistas distintos?
Pienso que es fundamental que los artistas que estamos comenzando nos juntemos entre nosotros para crear, que compartamos y descubramos cosas juntos. Siento que hay un estigma generalizado sobre la creación en solitario, pero las sesiones con más gente son la hostia. Te hacen tener que adaptarte a otras formas de trabajo y te retroalimentas con la gente que participa. A mí personalmente me encanta trabajar con más gente en el estudio, en un futuro me gustaría trabajar con otros artistas como escritor. Va a suceder.
En concreto, el proceso del disco ha sido puro aprendizaje. Las sesiones fueron una gozada, han fluido muy bien y hemos conseguido conexiones muy especiales. Aún así, he de decir que tenemos que abrir más la mente y ser más profesionales; hacer las cosas por números o por gustar a alguien no debería ser lo principal, y hay artistas emergentes que pregonan con eso pero luego no lo cumplen. Si no eres humilde es difícil avanzar, y el objetivo ahora es ir creciendo como artistas en general. Investiga, lánzate y encuéntrate.
Ahondando un poco más en el tema de las colaboraciones, ¿cuál sería tu colaboración soñada?
Uf, tengo muchas. Dentro del panorama español: Ralphie Choo, Amore, Diego 900, Della, Pucho, Carlota Urdiales… ¡Muchas! A nivel internacional Willow, Jorja Smith, Don Toliver, SZA, James Blake o Frank Ocean. También Kanye sería increíble, nos entenderíamos bien (risas).
¿Por qué decidiste llamar a tu álbum Nikola Tesla? ¿Cómo construiste el concepto del disco?
Pues me encontraba en un limbo creativo curioso, había terminado de sacar lo primero que lanzamos y me quedé un poco vacío, sin las cosas claras, hasta que fui a una expo de Tesla. Conocía algo de la vida y obra del inventor pero fue a raíz de ese día que empecé a investigar y lo vi claro.
Sobre todo está inspirado en la vida de una de las personas que más avances hizo a muchos niveles, pero que siempre estuvo a la sombra del poder y ahogado por él mismo. Aparte de todos los inventos que hizo, me inspiró mucho el proyecto de la Torre Tesla, con el que Nikola pensaba que se podía transmitir electricidad a través de la tierra sin cables. Este proyecto al final tuvo que cancelarlo y lo llevó prácticamente a la ruina. La Torre Tesla es la portada del disco.
El concepto del disco está muy apoyado en todo esto pero sin la necesidad de ser explícito constantemente con ello. Hemos trabajado mucho tanto el sonido como la imagen para que las personas que lo escuchen puedan entenderlo pero también interpretarlo, no hay que explicar todo, mola que las personas le den su punto de vista y otro sentido a tu obra. Me encanta que la libre interpretación sea la que cierre el círculo.
En el disco hay un poco de todo: rap, electrónica, ritmos latinos. ¿Cómo definirías la música de Tom Calde?
Sin definirla (risas). Si me quedo constantemente en lo mismo, me aburro. Disfruto mucho la investigación fuera de la zona de confort a la hora de escribir y componer, no podría estar haciendo lo mismo todo el rato, si fuese así lo dejaría de hacer seguro.
Obviamente mis raíces están en el rap pero hemos intentado darle una vuelta a lo tradicional del género y combinarlo con diferentes sonidos, estilos y ritmos. Mi mayor virtud es escribir, y el disco me ha hecho salirme de solo rapear y buscar nuevos caminos para expresarme: cantando, utilizando nuevas melodías, etc.
“No hay que explicar todo, mola que las personas le den su punto de vista y otro sentido a tu obra. Me encanta que la libre interpretación sea la que cierre el círculo.”
En la canción La ruta, cuentas con un sample de Agorazein, ¿cómo de presentes tienes a los artistas de tu propia ciudad en tu trabajo? ¿Qué influencia han tenido sobre ti?
Madrid ha sido todo a nivel musical. Crecimos con Hijos Bastardos, Agorazein, GP, A13 y muchos más. Subieron justo cuando empecé a crearme una identidad musical y, como personas, son parte de mi proceso y mi maduración. Fíjate que, si vuelvo a esos sonidos, me da nostalgia acordarme de esa época. Creo que lo que más me inspira es esa nostalgia, que también estaba muy presente en las letras. Charlie o el propio Crema (que posiblemente fuesen los que más escuchaba) escribían con esos tintes y era con lo que conectaba.
Siento que ahora está todo más gentrificado y ha perdido la magia un poco. Hay excepciones, como Canarias o Granada, que siguen representando mucho sus zonas los artistas de allí, pero al estar todo en Madrid, todo el mundo viene aquí y se pierde un poco la magia que tienen los artistas locales y lo que influye eso en los diferentes sonidos que pueda haber en una escena con la nuestra. Esto no quiere decir que no piense que haya variedad; la hay, pero lo que siento yo es que no hay tantos sonidos por zonas como había antes. No es malo, es una evolución. Ahora bien, la época de ese Madrid y las fiestas que nos pegábamos no nos las quita nadie.
Conocemos tu faceta de bailarín. ¿Qué papel tiene la danza en tu trabajo?
Hasta hace poco, nada. Quería separarlo, y otra vez Nikola Tesla ha hecho que me dé cuenta de que no tiene sentido que lo mantenga separado. Aún no he dado el paso de ser yo el que baile, ya sea en un show o en vídeos, pero sí he estado trabajando con bailarines y ha sido espectacular. Hicimos un vídeo de freestyle con cada una de las canciones del disco que están colgados en mi Instagram; desde aquí un shout out a los fantásticos bailarines y bailarinas que han estado en el proyecto, les admiro y me inspiran. Vamos a seguir haciendo cosas relacionadas con la danza y seguro que me marco algo yo también.
Me interesan mucho los procesos creativos. Por eso quería preguntarte si tú seguiste algún tipo de rutina para hacer el disco. ¿Crees que la improvisación tiene que formar parte del desarrollo creativo?
Todo el disco está trabajado mano a mano con D. Humberto. Él ha sido quien ha producido todo. Había varias premisas que tenía claras y le transmití: todo debía estar por encima de ciertos BPMs para que fuesen ritmos bailables, no quería hablar de amor o desamor (de hecho, la única canción del disco que habla de desamor es Sin miración y fue porque está escrita desde un punto de vista de despecho que me encajaba) y las canciones tenían que durar menos de tress minutos para que la gente pudiese disfrutar del disco pero quedarse con ganas de más.
Estos condicionantes fueron la premisa para crear todo, pero siempre había un punto de improvisación muy grande. Más que de improvisación, era de inspiración. Cada artista que venía lo hacía con una vibe diferente y eso nos hacía tener que adaptarnos a todos para que fluyese, y así ha sido. Creo que la inspiración no llega de la nada, hay que trabajar mucho para estar ahí cuando llega y nosotros trabajamos como cabrones.
¿Cuáles son tus referentes fuera de la música? ¿Te ves explorando un campo artístico que no sea la música ni la danza?
Qué buena pregunta. Me gusta mucho el arte contemporáneo, hay muchos artistas que me inspiran, pero Dalí, Antonio López, Frida o Picasso son de los que más me mueven. También disfruto mucho el cine, estudié Comunicación Audiovisual con el objetivo de ser director, pero me quedé por el camino (los rodajes no son lo mío). Aquí de directores, Guy Ritchie, Nolan, Sorrentino o las hermanas Wachowski son de mis favoritas.
Y hay dos artes con las que estoy muy conectado con mi proyecto, que son la moda y la danza. No soy un erudito de la moda, pero cada vez me gusta más y una de las personas que trabaja conmigo (Adrián Bolaños) me está metiendo el germen. Aquí, por destacar algunos de los proyectos que me inspiran mucho, serían los de Crack Studio, Daganzo o Lapacateviste, personas jóvenes que están abriéndose camino en la moda. Y en la danza no sé, muchas cosas, pero Candela Capitán me flipa, las performances que hace me parecen increíbles y con un mensaje potente todas. También hay proyectos que me gustaría destacar y con los que trabajo como Llume Cia o el propio Adrían Bolaños. Vais a escuchar mucho estos nombres en los próximos años si os gusta la danza.
Hoy en día es necesario estudiar mucho las campañas a través de redes sociales, ¿cómo crees que te han ayudado plataformas como TikTok o Instagram para la acogida del disco?
Nos guste o no, los artistas tenemos que estar muy presentes en estas plataformas. Tengo una doble moral con esto, siento que es un contenido que genera una dopamina fast food, solo quieres consumir vídeo tras vídeo sin centrarte en nada y con la ansiedad de necesitar estos picos, de ahí que me resulte un poco fast food. Es como si estuvieses comiendo hamburguesas basura toda una semana y al octavo día, aunque estés hasta los cojones de comer esto, necesitas el chute de glucosa.
Dicho esto, creo que he reconducido un poco mi manera de ver las redes sociales y he aprendido a relacionarme con ellas. Trato de hacer un contenido que sea diferente y despreocupado, me lo tomo como un juego a la hora de crear y subir cosas. Desde el prisma de consumidor estoy en un momento de detox (risas). Me he enganchado a la serie de The Gentlemen y me ayuda a no estar pegado a TikTok o Insta.
En una de las campañas que realizaste para publicitar uno de tus singles, utilizaste el claim “tus profesores NOSONDIGNOS”. ¿Cómo crees que afecta el sistema educativo de nuestro país a la creación y el desarrollo de proyectos artísticos?
Creo que hay grandes profesionales poco apoyados por el sistema. Me explico. Tengo la suerte de conocer a muchas profesoras y profesores que están constantemente reinventándose para educar de una manera diferente a las nuevas generaciones y es el propio sistema el que se lo impide. Tenemos un grave problema de educación a nivel administrativo, las notas no deberían definir la evolución de una persona, y más si son sobre asignaturas que no cubren todas las capacidades de los niños. Si hay una persona en la clase a quien se le da muy bien tocar un instrumento o realizar algún arte pero no las matemáticas, esa persona va a ir mal en los estudios y no debería, el sistema debería fortalecer nuestras virtudes y no trabajar sobre estándares que no están actualizados.
Insisto en que creo que hay grandes profesionales. Voy a contar una anécdota de un profesor que conozco sin decir su nombre. Es una persona que lleva muchos años dando clases de música en un colegio dentro de una zona marginal. Pues bien, les enseña Ableton a sus alumnos, me parece una genialidad. A mí, en clase de música, me enseñaron a tocar la flauta dulce, cero motivación, y él está consiguiendo potenciar unas cualidades en un colegio en el que normalmente no se potencian. Mi mayor respeto a este tipo de profesionales, ellos serán los que puedan mover un poco la aguja con este tema tan complicado.
Imagino que estás buscando dar tu primera gira, ¿hay alguna ciudad a la que tengas especial ganas de ir?
Pues sí. Como te he contado, hemos tenido mucha suerte de poder rodar el disco en distintos conciertos por Madrid, pero después de verano vamos a tener un par de fechas. De hecho, os voy a dar la exclusiva: el 4 de octubre haremos un concierto propio en la Sala Cadavra de Madrid, y en noviembre vamos a ir para Barcelona cien por cien. Aún no puedo concretar el espacio y la fecha porque lo estamos ultimando, pero va a suceder, así que estáis más que invitados a venir todo el equipo de ACERO y METAL.