Que Cupido a veces no acierta con sus flechas lo sabemos todos y, aunque a lo mejor él no sea el culpable de nuestros desamores, es quien siempre se lleva la bronca. Eso es así. Lo nuevo de Tini, la argentina que la rompe cada vez que mueve ficha, suena a amor, nostalgia, desamor y desacato. Cupido es, además de un todo incluido, el disco de la semana.
Quizás sea casualidad que el álbum, cuya canción homónima salió el catorce de febrero, tenga precisamente catorce canciones. Pero aquí no creemos en las casualidades. No sabemos si el desamor tiene también catorce fases o es que Tini ha sabido desarrollarlas perfectamente en catorce temas. Desde la sensibilidad y vulnerabilidad de Carne y hueso, hasta el desacato absoluto de Muñecas, con La Joaqui y Steve Aoki, pasando por la nostalgia de El último beso, con Tiago PZK. Y es que de decir “mano arriba la que está soltera, que lo baile contra la pared” a “solo soy de carne y hueso y te sigo amando hasta los huesos” solo va una canción.
Cupido (el disco, no el angelito que va por ahí tirando flechas) es el mapa que Tini pone a nuestra disposición para dar con las coordenadas de la cruz que marca ese tesoro que la convierte en una de las voces más destacadas de la escena: la versatilidad que le permite hacer lo que quiere. Tini siempre juega en casa.
Track favorito: Muñecas (ft. La Joaqui y Steve Aoki).
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