En el fútbol, cuando un jugador se adelanta, es un fuera de juego. Para Taiko, ir por delante es su segunda naturaleza, y la jugada no se le puede penalizar. Produciendo desde los diecisiete años para los gigantes del reggaetón y la música urbana, ahora nos trae su primer proyecto personal, Offside. Un homenaje a sus raíces chilenas, a su particular sonido y a su gente. Porque ir por delante no significa olvidar lo que tenemos detrás.
Antes de nada te quería preguntar de dónde viene el nombre Taiko.
Cuando empecé tenía otro nombre. Me llamo Nicolás Jaña, entonces las primeras pistas que subí fueron bajo el nombre NJbeats. Era demasiado genérico y dije, no, no puede ser mi nombre porque cuando me pregunten no voy a tener nada que contar. De pequeño me encantaban los astronautas, quería ser uno, y los astronautas chinos se llaman taikonautas (igual que en ruso son cosmonautas o en inglés, astronautas). Y da la casualidad que también es el nombre de un tambor japonés. Mezclaba la música y lo de ser astronauta y dije, ya está: Taiko.
Empezaste muy joven a hacer pistas, NJbeats no debía tener más de catorce años, ¿desde cuándo tienes esta vocación?
La música siempre me llamó mucho la atención. Al final de los cuadernos del colegio siempre hacía listas de mis canciones favoritas, era quien enseñaba nuevos temas a mis compañeros, quien descargaba música… Siempre fui ese niño. Una vez en un viaje conocí a un primo que era DJ. Ahí caché los programas que él utilizaba y me empecé a interesar por hacer música yo. Debía tener nueve años.
¿Qué ocurre para que des el paso de hacerlos públicos y subirlos a internet?
Era algo que disfrutaba. A los catorce años más o menos comencé a subir mis pistas a YouTube. La primera tuvo como treinta mil visitas y dije, bueno, algo está pasando aquí porque a la gente le gusta. Empecé a subir más, a centrarme más en esto, hasta que hubo pistas que llegaron a los dos millones de reproducciones. Por ahí empecé a venderlas y vi que esto era lo mío. Estaba haciendo plata con quince o dieciséis años y además lo disfrutaba mucho también. Estaba en el colegio y lo único en lo que pensaba era en hacer música, en llegar a la casa a hacer música.
Claro, supongo que ya no se te planteaba ir a la universidad, seguir un camino más ‘convencional’.
No, cero. Mis papás siempre me preguntaban qué quería hacer al salir del colegio porque claro, el camino de la música es un poco desconocido; ellos no se han dedicado a esto, es muy incierto. Y en Chile más. Afortunadamente las cosas salieron bien porque yo no tenía un plan B. Era esto o nada.
Siendo tan joven, ¿cómo viviste el momento en el que empezaste a atraer atención de gente más grande, de productoras internacionales?
La verdad, me emocionaba mucho. Siempre fui fanático del reggaetón. Cada vez que tenía un acercamiento con un artista o con un productor era algo superemocionante. Con mi familia yo era de comentarles todo y siempre me apoyaron mucho, que es algo muy importante. Por el camino pasaron un montón de cosas desagradables también, como productores que me hablaban y después no pasaba nada, pistas que me robaron, etc. Cosas que son parte del proceso.
Te trasladaste a Miami con solo diecisiete años, que es una edad en la que sigues construyendo tus gustos. ¿Cómo influyó un sitio tan multicultural en tu sonido?
Me fui a Miami porque conecté con Sky Rompiendo, al que ya idolatraba por aquella. Después de conectar y trabajar un año surgió la idea de irme a Miami. Yo nunca había estado en un estudio, componía en mi casa. Era mi primera vez y estaba ahí con Sky, Bad Bunny, J Balvin… Loquísimo. Siento que entré en algo muy, muy grande y estaba solo observando, aprendiendo, absorbiendo todo como una esponja. Ya no solo el sonido, sino las relaciones. Cómo interactuaba el artista con el productor, el productor con el ingeniero, etc.
Es muy interesante que en muchos géneros, el papel del productor está un poco subordinado al del vocalista, pero en la urbana, el hip-hop, el reggaetón o el trap, el productor está igual de arriba que el artista.
Sí, en el hip-hop el productor siempre tiene un tag. En el reggaetón es igual, los cantantes antes tenían el Looney Tunes o el Daddy. El productor siempre ha tenido un rol importante en la urbana.
¿Has notado cambio de estar trabajando en el proyecto de otro artista a hacer Offside, tu primer cuerpo de trabajo bajo tu dirección?
Sí, totalmente. Fue un desafío completamente diferente. Offside es mi proyecto, mis decisiones. Creativamente era yo quien decidía. Tenía mucho más para pensar y cuadrar. Me gustó mucho el desafío del EP y quiero hacer más cosas en esta línea, pero disfruto de los dos procesos, producir para otros artistas también es divertido.
El fútbol es protagonista en Offside, tanto en la estética como en el propio nombre. ¿Cómo surgió esta idea?
Fue una decisión muy consciente porque el fútbol es algo que desde niño también me gustaba. Ahí en Chile, en mi generación, todos los niños cuando éramos chicos queríamos ser futbolistas, era el sueño. Con el tiempo ha cambiado un poco, ahora quieren ser artistas o productores. Crecí con eso, me sabía todos los jugadores. Cuando algo me gusta, me obsesiona (risas).
Entonces cuando ya tenía el proyecto y las canciones, quería que representase algo con lo que yo me sintiese completamente identificado, y lo primero que pensé fue en el fútbol. Veo que ha habido un auge. En Estados Unidos se está viendo mucho más fútbol, se juega al FIFA, lo veo también en la ropa… En el reggaeton siempre se ha hecho mucha alusión al basket, a sus jugadores, a las Jordan. Y yo veo el fútbol como algo muy importante en la cultura en Chile que representa el barrio. Así surgió Offside.
Entonces cuando ya tenía el proyecto y las canciones, quería que representase algo con lo que yo me sintiese completamente identificado, y lo primero que pensé fue en el fútbol. Veo que ha habido un auge. En Estados Unidos se está viendo mucho más fútbol, se juega al FIFA, lo veo también en la ropa… En el reggaeton siempre se ha hecho mucha alusión al basket, a sus jugadores, a las Jordan. Y yo veo el fútbol como algo muy importante en la cultura en Chile que representa el barrio. Así surgió Offside.
La importancia de Chile en todos los artistas que han colaborado en el proyecto, ¿eso también fue una decisión consciente, o naturalmente encajas más con artistas de tu tierra?
Al ser mi primer proyecto sí que tenía la idea de partir un poco hacia la casa. Además, hay muchos artistas que están creciendo en Chile y con los que tengo una llegada bien cercana. Así que aposté por Chile, me fui para allá dos semanas, me junté con los artistas que quería y fue mucho más sencillo.
En el sonido, ¿también ves una influencia grande de Chile?
Sí, siento que tiene un sonido particular del reggaetón. De la mata si se podría decir. En el momento de hacerlo también quería declarar que es un proyecto de productor. Sentía que tenía que encontrar ese punto medio de hacer el sonido que lo pega en Chile y algo más alternativo tomando una vía diferente.
Ahí, por ejemplo, dentro del reggaetón, hay una batería muy presente. También una melodía interesante, pero lo que está por delante son el bajo y las baterías. Eso he intentado reflejar, las baterías muy potentes, y luego en la melodía me he permitido innovar un poco más frente a lo que suena normalmente en Chile. También los artistas ayudan mucho, es muy identitario el delivery que tienen.
Ahí, por ejemplo, dentro del reggaetón, hay una batería muy presente. También una melodía interesante, pero lo que está por delante son el bajo y las baterías. Eso he intentado reflejar, las baterías muy potentes, y luego en la melodía me he permitido innovar un poco más frente a lo que suena normalmente en Chile. También los artistas ayudan mucho, es muy identitario el delivery que tienen.
El nivel de fanatismo en Latinoamérica y en España hacia los artistas de música urbana y hacia el fútbol es muy similar. La cantidad de gente que mueven, los estadios que llenan… ¿Hay algún valor que te lleves del fútbol que veas que te ha influenciado en tu ética de trabajo orientado a la música?
Donde más se juega al fútbol es en el barrio, pero también lo juega la gente de plata. Puede estar en todos los lugares. Esta universalidad también la tiene el reggaetón. Siento que la idea de compañerismo está muy presente en Offside. Están los jugadores, cada uno tiene su posición. No es mi proyecto solamente, cada uno ha puesto su parte para que salga el producto final. Eso lo valoré mucho y trato de darle el shoutout a cada persona que colaboró, a los productores que me ayudaron, así como ingenieros y creativos. Todos somos un equipo y eso es Offside.
El reggaetón ha pasado del underground a ser casi hegemónico en todas las listas hispanohablantes. Como consumidor, ¿cómo crees que evolucionará la trayectoria del género?
Siento que ahora el reggaetón está pasando por un periodo de transición, tiene que aparecer un artista nuevo o un sonido nuevo para refrescar todo. Está en un momento raro porque a veces artistas grandes sacan temas y no conectan como se esperaría. O un artista desconocido a gran escala de repente tiene un tema que se pega muchísimo y luego desaparece. No hay nada muy asegurado. Además, ahora todo es mucho más inmediato. Salen canciones nuevas todas las semanas, no da tiempo a que algo cristalice y se asiente. El día que salió Offside salieron como siete canciones más.
Cuando todo es tan inmediato, ¿cómo llevas el trabajar en algo a largo plazo como puede ser un álbum o un EP?
Entiendo que a uno le puede la ansiedad de querer compartir algo en lo que está trabajando recién. Me acuerdo que la primera canción de Offside salió un año antes de que se publicara todo el proyecto, que fue Casti con Ak4:20. Al mismo tiempo que salía yo estaba en el estudio con el resto de artistas trabajando en los otros temas del proyecto, pero Offside todavía no estaba acabado. En realidad fue bacano trabajar en algo más lento.
Aunque todavía eres muy joven y te queda mucha carrera por delante, ya llevas muchos años en el juego, ¿cuál es un artista que te inspira en su trayectoria?
Me inspiran las trayectorias de productores como Sky, que han trabajado en proyectos y canciones muy grandes, pero también han hecho otras cosas en moda y en shows en vivo. También los que crecí escuchando como Looney Tunes.
¿Qué ves en un futuro más cercano (o no tanto) en la carrera de Taiko?
En algún momento me gustaría trabajar mano a mano en un álbum con otro artista. Haciendo más conexiones entre Chile, Puerto Rico, España. Ahora mismo simplemente estoy emocionado con hacer música, si fuese por mí lo haría todos los días, y es lo que hago. No necesito ni estar en un estudio, disfruto sentándome en un sillón con mi computador y poniéndome ahí a hacer música.