Con unos ingredientes totalmente inesperados, Syd dePalma no solo ha sacado un álbum interesante, sino que ha creado un universo propio con personajes y atmósferas únicas y etéreas. Nos presenta El lugar de arder, un lugar perfecto para hablar del pasado, el presente y el futuro, de la ambición, de la ansiedad, de la identidad, de máscaras y de mucho más. A veces hay que mirar las cosas a la cara.
¡Enhorabuena por El lugar de arder! Ya hace unos meses que salió a la luz. ¿Qué tal ha ido la acogida?
Agradezco la enhorabuena, podría haber ido mejor, al igual que podría haber ido peor. Pero lo suficientemente bien como para querer seguir escribiendo música con este proyecto y poder presentarlo encima de un escenario, que es lo que quiero hacer ahora.
Llama mucho la atención que hayas conseguido lograr esa simbiosis entre influencias tan dispares como Enrique Morente, Black Sabbath o Arctic Monkeys. ¿Sabías desde el principio cómo querías que sonara o te has encontrado con el sonido por el camino?
Ambas cosas han sucedido: tenía muchas notas escritas sobre hacia donde quería dirigirme a nivel sonoro, pero también fui encontrando nuevas cosas que no sabía que quería hacer. Además, los tracks fueron alimentados entre ellos para poder llegar al lugar sonoro donde llegué. Está bien saber cuál es el destino, pero está aún mejor entretenerse por el camino y perderse, y finalmente llegar a dicho destino con un par de experiencias extras totalmente imprevistas.
En tu disco parece que creas un viaje por lugares recónditos y una atmósfera etérea, corriendo hacia adelante y huyendo del pasado. Lo recrea muy bien la propia portada. ¿Cuál crees que es el porcentaje de vida personal del artista que tiene que haber en su obra?
A nivel narrativo hay un 100%. Tocando o escribiendo es donde justamente puedo expresar el 100% de quien soy yo, o así lo he sentido cuando he estado creando. Para mí, tener la capacidad de poder crear algo abstracto me hace poder volcar el 100% de mi entorno o de mis sentimientos. Hablar de vida personal también puede ser como a mí me influyen o veo las vidas de quienes tengo a mi alrededor, sigue siendo personal, aunque hable de otra persona o de otro lugar, es como yo lo recibo y luego lo comunico. Un intento de mostrar cómo veo mi mundo y el que me rodea, como cualquier pintor, escritor, escultor, etc.
¿Cuál ha sido la canción que más te ha marcado a la hora de crearla?
A nivel sonoro seria El patio. Es la canción que más he trabajado, he querido representar lo que es un patio andaluz con todos sus ornamentos, sus plantas, sus colores, su luz, etc. De ahí el nombre de la canción, es la que tiene más detalles y más trabajo. A nivel narrativo seguramente sería de la Isla, la letra de esa canción es la que remueve más cosas dentro de mí y casualmente (aunque no es casualidad) también a la gente que me ha escuchado y me lo ha podido comunicar.
Una cosa que quieras dejar en el pasado y otra del pasado que quieras tener en el presente.
Ansiedad y ambición.
Diciembre es el mes por excelencia de dejar cosas atrás y proyectar nuevos planes de futuro. ¿Qué le espera a Syd dePalma en este 2024?
Sobre todo, seguir creyendo en mí y en el proyecto, y con eso en mano, poder seguir tocando y gritando por donde se pueda y esperar a llegar a tener los destellos suficientes de inspiración para poder acabar de escribir un nuevo álbum.
Hablando del pasado, ¿cómo ha influenciado la música que escuchabas de adolescente en tu proyecto?
Ha influido, claramente, porque es donde desarrollé más mi gusto musical, lo que puede llegar a decirme algo o lo que simplemente escucho y pasa de largo sin atravesarme. Sigo encontrando similitudes en cosas que me gustan hoy con las que me gustaban en esa época. Sin lugar a duda, durante la infancia y adolescencia tenemos mucha mejor captación a nivel sensorial, tenemos muchos menos prejuicios y somos mucho más receptivos a cualquier cosa que podamos escuchar, tampoco tenemos tantas cosas en la cabeza de qué hacer mañana o responsabilidades, somos pura esponja tanto como para absorber como para ser moldeados (de manera positiva).
¿Cuánto de tu adolescencia queda en la música que haces hoy en día? ¿Alguna canción a destacar?
Igual ya no es un artista o una canción directamente sino algo que me decía un tema cuando tenía 14 años, igual lo encuentro en una canción que escuche hoy por primera vez. No tienen por qué ser las mismas notas sino la misma sensación o que me transporte al mismo lugar. Por decir una: My Chemical Romance - I’m Not Okay (I Promise).
Este ha sido el año de inicio para ti, la línea de salida. ¿Qué es lo que te llevo a querer empezar este proyecto musical?
Ha sido el inicio de querer ponerme una máscara llamada Syd dePalma, pero llevo teniendo proyectos musicales desde los 16 años. Bueno, en este caso quería hacer algo nuevo, un álbum, un concepto o imaginario un poco más complejo, y para ello me he creado un personaje nuevo. A cada historia hay un personaje nuevo, aunque el escritor sea el mismo hacía falta crear un nuevo personaje.
¿Cuál es para ti el objetivo de tu música?
Cuando me pongo a crear algo casi siempre suele ser por la necesidad de sacar algo de dentro y comunicarlo de esa manera, no hay un objetivo claro de hacer a la gente bailar o llorar o crear angustia o contar billetes en un camerino. Aunque también es una necesidad de crear belleza o algo estético. De ahí que muchas veces pueda ponerme a crear sin igual tener nada conscientemente que decir, pero finalmente la encuentras de manera aleatoria, algo estaba ahí, en tu inconsciente, cuando igual estás buscando lo que digo, algo estético. Igualmente, cada vez más uno se tiene que sentar a crear para poder sacar música y seguir en la rueda del consumismo musical en el que vivimos. Luego si da la casualidad (que, repito, no creo que sea casualidad) que a la gente le pueda gustar pues eso que podremos compartir.
Hay una escena muy interesante actualmente en España. Si tuvieras que montar un festival, ¿qué nombres aparecerían?
Desconozco totalmente esa escena de la que me hablas (risas). La verdad, las cosas interesantes que conozco son porque son gente cerca de mí, como Carolco, Heather, Polseguera, Plataforma, Al Pagoda, Santacruz, Escuela de Aviación, HEAL, Gazella, Enemic Interior, SELTAR, etc.
Sabemos que el mundo de la música es muy difícil y no siempre salen las cosas como uno desea. Volviendo a la retórica del fuego, ¿qué es lo que quemarías de la industria musical?
Quemaría las redes sociales, el impacto sería mayor que quemar algo de la industria musical, podríamos ver quién de verdad tiene talento y quién solo vende una cara y un par de sonrisas de dudosa veracidad. Ahora mismo es el escaparate y me da terror que sea algo que además todos sabemos que es puro humo, de ahí que gente sin talento pueda llegar a vender una imagen falsa de ella y la gente la compre. Se convierte en un market de caras falsas. Ojo, soy partícipe de este ensalzamiento de la falsedad, sobre todo esto pasa en algunos estilos más tirando al pop, rock, etc. En el circuito punk no sucede tanto, ya que no hay esa competitividad de falsedad. De momento creo que permanece bastante real, por desgracia no me sale de dentro hacer punk (si entendemos punk como estilo musical, ya que punk es muchísimas más cosas).
Defines El lugar de arder como “El momento de la búsqueda de un lugar de arder como sensación de un porvenir de un renacer”. ¿Cómo se encuentra? ¿Sigues buscando?
Creo que pude encontrar el lugar que buscaba sin duda, pero siempre habrá cosas que quemar para seguir avanzando, lo que en diferentes lugares harás la quema cuando lleves ya suficiente peso, habrá que parar un tiempo, quemar, y volver a la marcha. La destrucción para mí es bastante interesante siempre y cuando haya algo bastante grande para destruir y no ir cavando en el suelo en busca de más destrucción, y finalmente dejar de ver por dónde entraste en esa fosa de destrucción.
Si tuvieras que definir tu música en color y forma, ¿cómo sería?
Siempre me ha gustado pensar que en vez de tener un lienzo en blanco, tengo un punto negro. A partir de ahí, pensar que ahí están todos los colores juntos y cómo puedo ir sacando de ese negro cada color que me interese, sacar un poco la luz y el color de la oscuridad. En este caso, en el momento en que me encuentro hay mucho morado y verde, aunque cada vez más granate. En cuanto a forma, desde luego algo que tenga una forma totalmente inestable, con tendencia caótica, que cualquier mínimo movimiento podría hacer cambiar totalmente el patrón que escribe esa forma.
Y, la última es obligatoria, ¿dónde podremos verte en directo próximamente?
15 de diciembre en Málaga en TheClub en un evento organizado por Nuvola Records en formato DJ. 28 de diciembre en Madrid (Cadavra Club) y 29 de diciembre en Valencia, en Pluto, que es una nave gestionada por gente mu bonica. El evento está organizado por Banned in Vegas y RAN, dos colectivos de Berlín. Tocaremos gente que hemos vivido o viven en Berlín, o sea, expatriados. Ambas fechas (Madrid y Valencia) tocaremos en directo (los lives sets de Syd dePalma son batería) apoyando a la banda Carolco, residentes en Berlín.
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