Si no llegaste a tiempo al streaming de la última Suite Session con Oddliquor, te dejamos su breve pero intensa actuación en el Hotel Nobu de Barcelona. Además de la entrevista previa, en la que tuvimos el placer de adentrarnos más en su proyecto y persona. Una delicia de encuentro en el que Marcos le quita peso a su trabajo para sentirse “como en casita” y, pese a admitir estar nervioso, imparte una actuación cercana, honesta y rebosante de talento que, entre confesiones y miedos, se convierte en una pieza para el recuerdo.
Marcos, rodeado de guitarras españolas y los focos que alumbran una Barcelona ya entrada en la noche, se viste cómodo y, cascos en mano, aprovecha un breve momento para agradecer el apoyo de los asistentes, así como para reconocer el amor que recibe diariamente por gran parte de ellos.
Avisa, ya de primeras, de su carácter sensible, usándolo como aperitivo de lo que vendrá después: una sesión intimista. Dejando de lado su faceta más urbana, el cantante decide dar un giro a sus temas para defender el urbano como un género donde caben las letras escritas desde el corazón. “Voy a hacer algo muy especial; quiero enseñaros que soy cantautor”, da el pistoletazo de salida a un repaso por la discografía de Oddliquor, la antigua y apreciada por el público, y la que está por venir. Que, sumando estadísticas y viendo la reacción sobrecogida de la audiencia que acompaña, correrá la misma suerte.
Sacando su lado más romático en una sesión acústica de principio a fin, da comienzo a este sereno viaje de desgarre emocional con Con Loq1 Nace, embarcándose en una espiral romántica pero repleta de “nervios buenos”, que termina con Pisando charcos. Se despide, por supuesto, entre una oleada de aplausos que definen su trayectoria hasta el momento y que auguran un futuro que, a corto plazo, superará cualquier expectativa.