Los rayos ultravioleta son una ínfima parte de la magnífica gama que trae Sofia Coll en auroraboreal. La catalana abandona el mundo real para adentrarse en el infinito de lo surrealista a través de cinco canciones que se balancean entre los sueños y reflexiones de la artista.
A lo largo de la entrevista, Sofia nos demuestra que, aunque el talento pueda venir de serie, nada de lo que tiene le ha sido regalado. La cantante construye su universo a través de sus gustos y preocupaciones, y no tiene miedo de mezclarlos. Tampoco los sonidos, los idiomas o los colores. En su dimensión todo encuentra el sentido para convertirse en arte.
Sofia Coll es canto, teatro y danza. ¿Cómo has creado a la artista transversal que eres? ¿Las tres disciplinas tienen el mismo peso en tu proyecto?
Me he criado con el teatro, con la danza y con la música, y, por lo tanto, eso es lo que soy. Evidentemente, la música ha tenido un peso más grande porque sino sería actriz o bailarina. Pero las escénicas son una parte muy importante de mi vida y son herramientas que tengo para expresar cosas que solo con la música siento que no se pueden. Como también pueden ser la moda y, en general, toda la expresión física. Me fascina, y es inevitable no poder combinarlas; son parte de mi ADN.
Tu universo es colorista y surrealista. ¿Sobre qué construyes tu imaginario visual?
Me fascina el surrealismo porque el mensaje, que también es el de mi persona y mi proyecto, es que todo es posible y que no nos podemos poner limitaciones, porque ya nos las pone el mundo físico. Me parece algo muy interesante de indagar: el mundo de los sueños, lo imaginario, lo imposible, qué es real y qué no lo es. La única certeza que tenemos es cómo nos sentimos y la percepción que tenemos de nosotros mismos.
Ese juego no me lo he inventado yo, no soy la primera persona en explorarlo, pero me fascina muchísimo y pienso que hay infinitas posibilidades. Además, es divertidísimo. Es un mundo que me tiene investigando porque hay muchísima información. A nivel español, se ha explorado durante siglos por grandes artistas en todas las disciplinas: poesía, cine, pintura, etc. Y eso me inspira muchísimo.
Ese juego no me lo he inventado yo, no soy la primera persona en explorarlo, pero me fascina muchísimo y pienso que hay infinitas posibilidades. Además, es divertidísimo. Es un mundo que me tiene investigando porque hay muchísima información. A nivel español, se ha explorado durante siglos por grandes artistas en todas las disciplinas: poesía, cine, pintura, etc. Y eso me inspira muchísimo.
En una especie de horror vacui contemporáneo, no tienes miedo a mezclar géneros e incluso idiomas dentro de una misma canción. ¿Cómo decides mezclar tantas cosas y hacerlas sonar bien?
No hay una intencionalidad de ‘voy a mezclar esto y lo otro’, sino que intento crear desde mi naturalidad y lo que es orgánico para mí. A nivel sonoro, creo que los sonidos están para hacernos sentir cosas, pero los idiomas están para entenderlas de una manera u otra. Lo de los idiomas es completamente genuino; es la manera en la que me expreso. Cada idioma tiene su sonoridad, y creo que hay que usar eso a favor de la obra, sin quedarse en estructuras predefinidas.
La mezcla de géneros y sonidos es una elección puramente estética para que la canción nos haga sentir, o, al menos, para que me haga sentir a mí. Luego, cada uno la lleva a su terreno y le da un significado diferente. Eso es lo interesante, y se relaciona mucho con el tema del surrealismo: lo que es real para mí no tiene que ser real para ti, y también es válido. Me parece muy curioso y divertido.
La mezcla de géneros y sonidos es una elección puramente estética para que la canción nos haga sentir, o, al menos, para que me haga sentir a mí. Luego, cada uno la lleva a su terreno y le da un significado diferente. Eso es lo interesante, y se relaciona mucho con el tema del surrealismo: lo que es real para mí no tiene que ser real para ti, y también es válido. Me parece muy curioso y divertido.
Sin embargo, tengo la sensación de que se te encuadra erróneamente en el hyperpop. ¿Te pesa la etiqueta?
Nunca he tenido la percepción de que se me etiquete como artista de hyperpop. Se me habla más de pop. ¿Sabes qué pasa? No estoy muy a favor de las etiquetas, aunque entiendo que el ser humano necesita etiquetar para entender. Pero en la música y en los artistas me parece un poco cheaty porque estamos en constante cambio, y etiquetar puede ser peligroso.
Obvio que escucho hyperpop y que admiro grandes referentes del género y algún tipo de influencia habrá en mi música, pero también tengo muchas referencias de otros estilos. Habrá canciones más hyperpop y otras que no, pero no siento para nada que se me etiquete como una artista del hyperpop puro. Pero yo qué sé, que la gente me etiquete como quiera. Mientras escuchen mi música, I don’t care sinceramente, me dan igual las etiquetas.
Obvio que escucho hyperpop y que admiro grandes referentes del género y algún tipo de influencia habrá en mi música, pero también tengo muchas referencias de otros estilos. Habrá canciones más hyperpop y otras que no, pero no siento para nada que se me etiquete como una artista del hyperpop puro. Pero yo qué sé, que la gente me etiquete como quiera. Mientras escuchen mi música, I don’t care sinceramente, me dan igual las etiquetas.
He leído que varias de tus canciones se originaron como poemas. ¿Qué importancia le das a las letras y cómo es tu proceso de composición?
Sí, algunas canciones nacen como poemas y luego los musicalizo o los adapto. Pero creo desde muchos lugares y no siempre es así. Escribo desde pequeña; siempre me ha gustado mucho escribir y hacer poesía, pero a veces creo desde una melodía directamente. Cada canción tiene su versión, no tengo una fórmula secreta.
Algunas de las canciones del EP llevan años guardadas. ¿Cómo seleccionaste las cinco elegidas para formar parte de auroraboreal?
Fue complicado. Elegí las que tenían más sentido con mi discurso actual, con la persona que soy ahora y con lo que estaba investigando en ese momento. Siempre escribo muchísimo, y no todo encaja a nivel sonoro o discursivo. Estoy muy contenta porque creo que las canciones se equilibran las unas con las otras con matices diferentes, que también era algo importante. O tengo cinco temas que hablen de lo mismo o cada uno tiene que dar su balance.
Tiempo es el corte más intimista del EP ¿qué es lo que más te preocupa del paso de este?
Hace mucho que no entiendo el tiempo; lo que es, la percepción, cómo cambia según donde estés, cómo estés, lo que estés haciendo, etc. Estoy absolutamente convencida de que el tiempo es un constructo social del que todos somos víctimas, como el género y muchas otras cosas. Me obsesiona porque no lo puedo llegar a entender pero a la vez comprendo todos sus matices. Cada vez me gusta menos cumplir años, pero eso también es por una cosa social, ¿no? He cumplido veintiséis y siento que tengo veinte.
Me fascinan todas las cosas que no puedo llegar a entender, controlar, o que son mutantes y cambiantes, y sobre todo las que dependen del punto de vista y el momento en el que estés. Dependemos del tiempo e intentamos controlarlo pero no podemos. Es un tema eterno y podría estar haciendo filosofadas del tiempo durante horas porque lo único que sé es que está, pero no sé muy bien lo que es.
Me fascinan todas las cosas que no puedo llegar a entender, controlar, o que son mutantes y cambiantes, y sobre todo las que dependen del punto de vista y el momento en el que estés. Dependemos del tiempo e intentamos controlarlo pero no podemos. Es un tema eterno y podría estar haciendo filosofadas del tiempo durante horas porque lo único que sé es que está, pero no sé muy bien lo que es.
No tienes miedo a mojarte en redes en cuanto a problemáticas sociales, sin embargo, estas no se reflejan en tus letras. ¿Qué visión tienes sobre el arte y el artista como objeto político?
Qué complicada esta pregunta. De la única política que hablo es la de derechos humanos y de que todo el mundo tiene derecho a vivir y a tener una vida digna, aunque eso hay que cogerlo con muchas comillas, porque, ¿qué es una vida digna? Lo que sí sé es que me voy a posicionar en cuanto a derechos humanos. Pienso que no deberían ser objeto de campaña de ningún tipo de partido político, y la política debería ser más bien una política sobre economías y cosas de este tipo.
Yo no he venido a hacer política, no es mi guerra, no tengo ningún tipo de intención de hacerlo porque, además, hay muchísimos matices y no tengo la suficiente información como para ser un referente en el tema. Lo único que sé es que voy a defender, por encima de todo, los derechos de las personas y de la igualdad de absolutamente todo el mundo. Nadie elige nacer ni nadie elige nacer con el cuerpo que tiene, la mente que tiene, el físico que tiene, y eso hay que respetarlo por encima de todo y garantizar que la gente esté segura y tenga derechos.
Lo que mi mundo alberga es ser la mejor persona que pueda ser, y creo que eso es en lo que yo puedo ayudar. Quieras o no, está vinculado con los derechos humanos, que la gente se cuestione cosas. ¿Quién soy yo para juzgar al prójimo? Nadie. Eso es lo que voy a defender.
Yo no he venido a hacer política, no es mi guerra, no tengo ningún tipo de intención de hacerlo porque, además, hay muchísimos matices y no tengo la suficiente información como para ser un referente en el tema. Lo único que sé es que voy a defender, por encima de todo, los derechos de las personas y de la igualdad de absolutamente todo el mundo. Nadie elige nacer ni nadie elige nacer con el cuerpo que tiene, la mente que tiene, el físico que tiene, y eso hay que respetarlo por encima de todo y garantizar que la gente esté segura y tenga derechos.
Lo que mi mundo alberga es ser la mejor persona que pueda ser, y creo que eso es en lo que yo puedo ayudar. Quieras o no, está vinculado con los derechos humanos, que la gente se cuestione cosas. ¿Quién soy yo para juzgar al prójimo? Nadie. Eso es lo que voy a defender.
Siempre has reivindicado al colectivo LGBT+ del que formas parte. ¿De qué manera tu identidad influye en tu proceso creativo y en la conexión con tus seguidores?
Va de manera intrínseca. No hay una decisión de ‘voy a defender esto’ o ‘voy a expresarme de tal manera’. Soy lo que soy, no puedo negarlo, no puedo negar el colectivo del que formo parte ni a mis amigos y todo lo que somos. Obvio que tengo mucha influencia de la cultura LGTBI+ porque se nutre del pop y yo también soy hija del pop. He trabajado años en cabarets, clubs de alterne, me he rodeado toda la vida de gente del colectivo y soy parte de él.
Has estado en tres formatos de televisión: La Voz Kids, Eufòria y Benidorm Fest. ¿Cuál es el aprendizaje más grande que te llevas de cada uno?
La Voz Kids me sirvió para reafirmarme y conocer mundo, ver niños que se estaban dedicando a la música y que había industria. También para la autoestima, pensar, tía, cantas bien, y tener esa aprobación pública y decir, vale, this is what I wanna do.
Eufòria fue divertidísimo. Me llevo a mi pareja, grandes amigas y una conexión con Catalunya que no esperaba. Estoy muy agradecida de que me hayan acogido con los brazos abiertos. Tenía muchas ganas de demostrar en todo lo que había estado trabajando y lo que yo soy. Como artista emergente es muy difícil que den espacios para poder demostrar, en mi caso, la faceta de performer, que es muy importante en mi proyecto.
El Benidorm Fest fue la cumbre de la cumbre, una locura absoluta, me ha servido de muchas cosas. Aparte de consolidar mi universo, siento que hay todo un fanbase que se ha quedado and been craving for what I do. Creo que el aprendizaje más grande es otra vez una autoafirmación de que puedes hacer todo lo que te propongas.
Eufòria fue divertidísimo. Me llevo a mi pareja, grandes amigas y una conexión con Catalunya que no esperaba. Estoy muy agradecida de que me hayan acogido con los brazos abiertos. Tenía muchas ganas de demostrar en todo lo que había estado trabajando y lo que yo soy. Como artista emergente es muy difícil que den espacios para poder demostrar, en mi caso, la faceta de performer, que es muy importante en mi proyecto.
El Benidorm Fest fue la cumbre de la cumbre, una locura absoluta, me ha servido de muchas cosas. Aparte de consolidar mi universo, siento que hay todo un fanbase que se ha quedado and been craving for what I do. Creo que el aprendizaje más grande es otra vez una autoafirmación de que puedes hacer todo lo que te propongas.
¿Qué ha supuesto en tu carrera participar en el Benidorm Fest? ¿Volverías a hacerlo?
Para mí ha significado tener un fanbase, demostrarme a mí misma que puedo hacer todas las cosas que me proponga y más. Sí que volvería porque me haría mucha ilusión ir a Eurovisión en algún momento de mi vida, me parece muy divertido. No lo descarto, pero ahora sé todo lo conlleva y es muchísimo. Me cogió en un momento que iba a full, no sé cómo lo hice. Si me presentara otra vez, ahora, con todo ese aprendizaje, lo haría de otra manera y con más infraestructura, porque fui con un proyecto autofinanciado y autogestionado. Fue muy loco.
No suelo tener mucho miedo; aunque no sé si es que no tengo miedo o si soy inconsciente, o es que las cosas me hacen ilusión y me lanzo a la piscina porque creo que no hay nada que no se pueda hacer si la oportunidad se te da.
No suelo tener mucho miedo; aunque no sé si es que no tengo miedo o si soy inconsciente, o es que las cosas me hacen ilusión y me lanzo a la piscina porque creo que no hay nada que no se pueda hacer si la oportunidad se te da.
Estás pasando unos días en Miami, ¿qué tal el recibimiento en la ciudad? ¿Preparando algún proyecto?
Miami me encanta. Me encanta Estados Unidos, estoy muy conectada. Guardando las distancias de que evidentemente a lot of shit going on y son momentos preocupantes, sobre todo hablando de derechos humanos, pero siempre me sentí muy conectada a este país. Fui alumna de intercambio cuando tenía dieciséis años porque me encantan las aventuras, los retos, y voy a todo con el sí por delante. Ahora estoy unos días de vacaciones porque la vida va muy rápida, quieres visitar amigos y preparar alguna que otra cosa. Me gustaría en el futuro pasar aquí una temporada más larga.
