“Fui creciendo a la par que Six Sex”. Con estas palabras, Francisca Cuello presenta su proyecto de este año y cuarto EP hasta la fecha: Satisfire. En él vuelve a sus orígenes electrónicos, a la época de Fantasy (2019), donde comenzó todo. Por suerte o elección propia, Six Sex se ha mantenido siempre fiel a su mensaje y a su yo artístico; además de servirle para romper cuellos, pistas de baile y algún que otro prejuicio sobre la sexualidad, también le ha valido a la argentina para madurar: “A través de Six Sex he mejorado mucho como persona y he aprendido a ser menos tóxica con mis vínculos".
Entrevista extraída de ACERO vol. 9, publicada en noviembre de 2024. Hazte con tu copia aquí
Hablamos con ella sobre la relación con su alter ego, su crecimiento personal y su misión con el mundo para romper tabúes en torno al sexo. Para Six Sex, su arte es una herramienta con la que explorar y entender su propia evolución, y también una forma de romper con esas normas sociales que resultan limitantes. Francisca Cuello sabe cada vez mejor lo que quiere y cómo lo quiere. Abran paso a Six Sex, la superheroína hentai que el mundo necesita.
Ya te entrevistamos hace un año cuando sacaste 6X, este año tienes nuevo proyecto, Satisfire. ¿Qué es diferente ahora? ¿Qué ha cambiado en este año?  
Yo creo que crecí bastante tanto a nivel personal como artístico. Quizás en 6X estaba más enfocada en el reggaetón, justo ese EP fue también como full perreo, y por eso me saturé un poco de ese estilo. Después de ese EP, decidí volver a la música que hacía al principio. Mi primer EP, Fantasy (2019), fue full electrónica. En ese momento era como un juego para mí, pero ahora he crecido bastante y las cosas que han ido pasando en mi vida en este último año y medio me dieron otra perspectiva; eso lo estoy reflejando ahora en la música. El single Sex Dealer es precisamente ese link entre lo nuevo y mis comienzos. Creo que me abrí más y me permití jugar y experimentar un poco más.  
¿Tu mensaje también ha cambiado o solo ha habido modificaciones en cuanto a sonido?
Creo que el mensaje es el mismo. Siempre digo que Six Sex es un poco mi guía para entender cómo son las cosas y la persona que quiero ser. Ahora centro más ese mensaje en disfrutar la vida, es un mensaje más hedonista; también, en el compañerismo entre mis amigas, mis colegas, mis amigos. Creo que el paso de los años y el mensaje que siempre intenté dar me han ayudado mucho en mi vida personal, me han ayudado a mantenerme fiel a mí misma y a replantearme  algunas cosas. A defender la vida que quiero llevar.
¿Cómo recuerdas tus inicios en la música?  
Siempre he estado unida a la música de alguna manera u otra, pero la primera vez que me familiaricé, así de verdad, con un programa para hacer música como el Fruity Loops, creo que fue cuando tenía diecinueve años. Estaba en una etapa medio perdida en mi vida porque, si bien entendía lo que tenía que hacer, que era trabajar para ganar plata, no sabía muy bien cómo o en qué. Yo vengo de una familia muy, muy humilde que ha salido adelante trabajando, entonces siempre tuve presente que para lograr las cosas que quería, tenía que trabajar. Pero no tenía claro qué quería hacer. En ese tiempo me divertía hacer música y me juntaba con amigos que también hacían beats. Esos fueron los comienzos. Antes de eso hacía danza y twerk, era otra manera de conectar con la música, pero cuando te ponés a hacer música es como que se abre un portal nuevo. Mi primera canción, Pizza Party, la hice con con un artista de acá que se llama Marttein. De hecho, hace poco hablamos de ese tema porque se ha perdido por ahí, y sentimos que incluso podría salir hoy otra vez y el sonido seguiría siendo fresco. Esa fue la primera canción en la que participé de la producción y de la letra. Y a partir de ahí hice Fantasy.
¿Cuándo nació exactamente Six Sex?
Creo que fue en ese momento, hice una serie de tracks y cuando tuve que subirlos a SoundCloud tenía que ser con un nombre, así que dije, pues Six Sex, porque Francisca es muy largo. A partir de ahí se fue formando todo de manera natural. Antes era mucho más low key que ahora, porque nunca me gustó mucho tomar el lugar de influencer ni subir muchas fotos mías. Ahora Instagram lo uso más y sí que voy subiendo fotos, pero TikTok, por ejemplo, es una red que todavía no puedo con ella. Cuando empecé, no es que dijese, bueno, me voy a dedicar a esto y quiero ser alguien famosa en la música, simplemente empecé y se fueron dando situaciones y oportunidades. Y a partir de ahí, también empecé a entender la figura que estaba armando. De hecho, hasta hace nada también luchaba un poco contra eso. Siempre decía, prefiero que la gente conozca mi música y se sepan todas mis canciones sin que conozcan mi cara. Pero al final tenés que entender la era en la que vivimos y lo que uno representa. Por eso ahora me expongo más, quizás.  
Tu carrera musical comenzó en 2019 con la salida de Fantasy. Echando la vista atrás, ¿cómo lo ves? ¿Has cambiado de opinión en ciertas cosas?  
Fui creciendo a medida que entendía cosas, no sé si de la industria, más bien de la era en la que vivimos. Fui creciendo a la par que Six Sex. Creo que aprendí a lidiar con ciertos temas, y también tuve la suerte de que siempre fui la misma. No tuve que crearme un personaje, sino más bien hablar de lo mismo que hablaba con mis amigas o con mi tía y mi mamá. En ese sentido, fue cero forzado. Mi nombre, para empezar, ya es bastante un reflejo de lo que es mi proyecto. 
¿Y por qué el nombre de Six Sex?  
La verdad, en el momento no lo pensé tanto, incluso hoy en día tengo bastantes limitaciones con lo de ‘Sex', pero sentí que me representaba. Había una canción de LSDXOXO que se llama Sick Bitch, que decía , “I’m a sick bitch, and I like sick sex”. Me gustaba mucho como sonaba eso de ‘sick sex’ y lo cambié  por ‘Six’ porque para mí el seis siempre ha estado muy ligado a mi mundo. Desde chiquita vivía delante de un cementerio, que tiene un algo bastante representativo del seis, no sé, esa relación que todo el mundo hace con lo demoníaco. Y al final, el tema del sexo siempre está presente en mis canciones, así que… ¡SIX SEX!  
El 666 es el número del diablo. ¿Eres más ángel o demonio?  
Pero viste que al mismo tiempo dicen que el seis también es el número de los ángeles; al fin y al cabo, casi que todo es lo mismo, es solamente que está visto bajo el concepto de lo bueno y lo malo. No sé, creo que es algo que se basa mucho en la religión católica. Yo fui a un colegio de monjas de chiquita, y me echaron.
¿Por satánica?  
Efectivamente (risas). Yo ya llevaba la falda muy corta y faltaba mucho al colegio. Siento que hay cosas que son muy tabú para unas personas, pero precisamente porque  son tabú la gente las aborda de forma errónea o con desinformación, cuando en realidad son cosas naturales, como el sexo o la eyaculación femenina. Hay cosas de las  que no se habla cuando, si se tomasen de forma más liviana, harían del mundo un lugar mejor.
Precisamente el sexo es uno de los pilares de tu narrativa. ¿Es importante para ti romper tabúes en torno al tema? No sé como esta la situación en Argentina con respecto a la sexualidad.  
Yo creo que depende mucho del grupo con el que te movés, ¿no? Para mí y para todas las personas que me rodean, el sexo es algo supernatural. También elijo juntarme con personas con las que me siento cómoda. Pero de golpe hay un montón de gente a la que todavía le choca mucho ver a una mujer cantando con poca ropa. Hay una parte de la sociedad que sí, que está como muy indignada con esto, y a mí me sorprende. A veces, suben cosas mías a X y veo cómo hay gente que se indigna y se enoja, y me parece muy loco porque, en definitiva, no le estás haciendo daño a nadie. Creo que al final, eso dice más de esas personas que de una misma, una puede elegir mostrarse como quiera, pero cómo te ve la otra persona termina diciendo más de ella que de vos: habla mucho de sus limitaciones, de lo que esa persona se permitiría o no hacer, de la forma que tienen ellos de vivir la vida más que de una opinión real sobre lo que yo hago. Así que intento no enojarme con ciertos comentarios. A veces, incluso nosotros mismos nos juzgamos por los estigmas de la sociedad.  
¿El entorno en el que has crecido ha favorecido que hayas crecido así de libre, sin prejuicios? Seguro que alguna vez has tenido algún conflicto contigo misma.
Lo difícil es liberarse de algunas cosas para vivir la vida como uno quiere, y obvio que también hay miniconflictos con una misma, momentos de reflexionar cuánto me puedo permitir hacer esto o lo otro. Muchas veces quiero salir a la calle de una manera, pero antes de hacerlo me doy cuenta de que eso no depende solo de mí. A veces quizás no puedo vestirme como quiero, porque el entorno puede llegar incluso a ser peligroso, pero sé que puedo ponerme un remerón encima, y cuando llego a la fiesta en casa de un amigo, me lo puedo sacar y estoy, quizás, hasta en bombacha, muy tranquila,  porque sé que puedo confiar en todas las personas que están en ese entorno, un espacio en el que nadie se sentirá juzgado, ni nadie va a molestar a nadie. Entonces, uno se cuida para no pasar un momento incómodo en ciertos lugares, y también buscás crear espacios en donde te puedas sentir cómoda. En ese sentido, con mis fans y la gente que me viene ver, tengo la suerte de que siempre fue un público muy queer, muy LGTBIQ, y eso no ha sido para nada forzado, se dio naturalmente. 
Así que en los shows te sientes cómoda diríamos…
Sí, en mis shows me siento muy cómoda, pero en festivales, donde hay más gente de rebote que quizás no entiende mi música, no puedo hacer lo mismo que en un show propio. Hace poco estuve en un festival y mi vestuario era un top y una bombacha, pero como vi que el público era bastante hetero, me terminé poniendo otra cosa. Había hombres que estaban ahí solamente para ver mi cuerpo y después del show me sentí remal. Es complicado en esas situaciones seguir siendo fiel, ni siquiera digo a tu personaje, sino a tu personalidad. Es difícil serle fiel a lo que hacés, cuando sabés que hay gente que te hace sentir incómoda. Me acuerdo que después de ese show me sentía mal, pero justo estaba Ralphie Choo y hablar con él me tranquilizó. Así que sí, estas cosas pueden pasar, y es cuestión de cuán preparada estés para enfrentarlas. Aprendí que no todo es para todos, y que debo cuidarme para no sentirme incómoda.  
¿Crees que confundimos libertad sexual con hipersexualización?  
Sí, sí, 100%. También depende mucho del remitente de ese mensaje, y con la persona que lo recibe: sus valores y cómo se lo va a tomar. Incluso si me quiero hipersexualizar, siento que también es loco que haya gente a la que le moleste tanto, porque no deja de ser mi decisión; no dejo de ser yo con mi cuerpo la que se expone a eso. Es tan tabú el tema de la sexualidad, que muchas personas se enojan por no ser esa persona que sí se permite hacer exactamente lo que quiere con su cuerpo. Entonces es más sencillo juzgar a la otra por hipersexualizarse. Pero si yo me quiero  hipersexualizar, sigue siendo mi decisión y mi cuerpo. Si no te gusta, no tenés por qué  mirarlo. Es decir, podés elegir no consumir algo que no te gusta, así como yo elijo no  consumir cosas que no me representan o no me gustan. Cuando una persona, al ver eso que le molesta, se llena de odio y necesita esparcirlo, creo que ahí hay un problema en la persona que lo está recibiendo. El odio es un sentimiento muy fuerte para que te lo genere simplemente alguien haciendo lo que quiera de su cuerpo. Si te ocurre eso, lo que te recomiendo es ir a terapia.  
A Six Sex la imagino como una superheroína que viene a abogar por la libertad en todos los aspectos. Pero, ¿cuál es la diferencia entre Francisca Cuello y Six Sex? ¿O no la hay?
Creo que soy bastante la misma. Quizás cuando estoy con mi coraza, mi maquillaje, mi peinado, me animo a decir y a hacer más cosas que en la intimidad. También hay días que salgo en pijama a la calle, y no quiero que me vean ni que me hablen. Pero en esencia, soy siempre la misma. Six Sex me ayudó a mejorar un montón de aspectos de mi vida, y a ser el mensaje que quiero transmitir. Me ayuda como persona, a ser menos tóxica con mis vínculos, a ser menos celosa con mis parejas, a diferenciar el sexo de sentimientos más fuertes… ¿Te imaginás que hablase en mis canciones de libertad sexual y no ser así de verdad en mi vida?  
No tienes ningún miedo a ser explícita, ¿te guardas cosas en el tintero? ¿Tienes secretos?  
A veces escribo letras muy explícitas que les muestro a mi equipo, y todos decimos: “No, todavía no puedo decir esto”. A veces son muy, muy explícitas y me da pudor, incluso y me digo, no, no, no puedo decir esto. No son secretos, pero a veces son cosas demasiado fuertes y me da pudor decirlas.  
No puedo resistirme a hacerte esta pregunta, en España jugamos mucho a poner en orden de importancia: comer, dormir y follar. ¿Cuál es tu podio?  
Yo creo que comer, follar y dormir. Dormir lo menos importante, siempre.  
¿Lamentas que un día te pusiesen la etiqueta del Ravetón?  
Sí, la verdad es que un poco lo lamento. Siento que siempre hice música bastante alternativa, y la gente siempre necesita encasillarte en un género. En su momento me tiraron mucho hate porque me catalogaron como la impulsora del género, pero yo en realidad jamás me había puesto esa etiqueta. Simplemente los medios ponen cosas y la gente se piensa que eres tú quien lo está diciendo. Pero la verdad es que ahora me cago de risa con eso. 
Si pudieses elegir, ¿definirías tu música dentro de algún genero? 
Creo que mis proyectos tienen una línea estética que los une, pero también hay mucha mezcla de géneros. Incluso lo hice a propósito. 6X tiene un sonido más de reggaetón y mexa porque lo hice en su mayor parte en México. Y AREA 69,  en cambio, tiene muchas más influencias de la cumbia y RKT, sonidos más argentinos. En Satisfire trabajé con distintos productores y tiene géneros representativos de cada productor. Así que sí, me cuesta mucho decir un género y englobar todo porque siento que hay muchas influencias. Incluso lo que voy a sacar ahora se parece a lo anterior, pero también explora otros géneros.  
He visto que te gusta más trabajar con productores que con artistas para hacer feats. ¿Por qué esta decisión artística? 
Fue algo bastante orgánico. Siempre me gustó SoundCloud, y lo que hacían los distintos productores siempre me llamaba la atención. Tenía ganas de crear mi propio piso sola e intentar generar algo más allá de hacer un feat. También tuve la suerte de conocer a distintos productores por el camino. A Merca Bae, por ejemplo, lo conozco desde hace un montón de tiempo, y es superamigo. Y también tuve la suerte de no encontrarme con tanto ego de productor y que todo fluya bastante en el estudio. Siempre que quise meter mano en una producción tuve la libertad de hacerlo. 
Además de Merca Bae, has trabajado con otros artistas como nusar3000 o Ms Nina, que aunque es argentina vive en España, ¿te gustaría explotar más España o Europa?  
Últimamente estuve trabajando con gente de tantos lugares, en Internet se crea como una burbuja aparte y ya medio que no importa de dónde sos. Siento que hoy en día es posible todo más allá de los territorios. Artistas muchísimo más grandes que yo escuchan mi música y de golpe me escriben, y eso me hace pensar que más allá de la distancia, Internet conecta todo. Así que siento que cualquier cosa puede llegar a pasar.  
Ya yéndonos a Argentina, tu país, hay una gran escena urbana, de la que has querido desmarcarte como artista. Como consumidora, ¿escuchas también mucha música independiente?  
Sí, la verdad. Escucho música bastante alternativa, me gusta estar atenta a nueva música o a la música que quizás no es tan conocida, porque también siento que hoy en día, las plataformas te dicen qué escuchar y hay mucha gente escuchando música en automático. Pero al mismo tiempo los hits son hits, y hay algo innegable en algunas canciones. Hay cosas de las que no podés escapar tampoco. Brat, por ejemplo, no podés negar que es una genialidad, y lo vas a escuchar más allá de la clase de música que consumas.  
¿Ves grandes diferencias entre la escena española y argentina?  
Quizás hace unos años, en la época de PXXR GANG, La Mafia del Amor, sí que había más diferencias, pero hoy en día, siento que es todo bastante parecido.  
¿Y es positivo para ti que no haya diferencia?  
Todo va a tener siempre su lado positivo y negativo, al crecer los artistas, también lo hacen las escenas. Acá por ejemplo, el underground está creciendo mucho, que los artistas mainstream sean cada vez más mainstream, también permite que otros artistas puedan progresar. Que de golpe un artista que es más grande haga música alternativa, hace que se consuman otro tipo de estilos musicales también. Entonces, yo creo que eso está bien. Seguro que algo negativo también hay, pero siento que en general es bastante positivo. Más allá de la industria, no dejamos de ser personas que tarde o temprano todos nos escuchamos, ya sea por Internet o en un festival. Siento que al final el mundo es bastante más chico de lo que parece. 
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Pendientes SILENCE + NOISE, collar y anillos AGUSTINA ROS.
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Vestido y bikini BONET STUDIO, zapatos PRADA, collar y anillos AGUSTINA ROS.
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Bikini BONET STUDIO, pendientes SILENCE + NOISE.
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