Cuando hace tres meses Simona Sibilla, que no es otra que Simona, compartía con todos nosotros Shampoo, acompañado de un video en YouTube que aún no sabemos si se trata de una alucinación, una fantasía o simplemente del mejor de nuestros sueños, jamás imaginábamos que lo que se venía con su nuevo álbum Esfera de amor era aún –si cabe–mejor. 
Todo lo que imaginabas y más. Eso es, por resumir de algún modo, Esfera de amor. Un proyecto cargado de reminiscencias de los 2000, donde hay cabida para la bossa nova, el electro-pop y el loungue más sensual y provocador que hayamos visto en mucho tiempo. Pero así es ella, y, claro, así es su música, una catarsis de sonidos que en conjunto armonizan lo que es la vida misma. 
Como una transgresión del momento, de la nueva normalidad, y de todo lo que la artista ha cosechado desde que se diera a conocer en 2019. Un disco con tintes que recuerdan a los sonidos de cantantes como INJI o Shygirl o, incluso, y remontándonos quizá algo más y mirando de nuevo a Barcelona, a la icónica Miverva de Llorando por ti. Y puede que Simona venga a ser ese nuevo icono pop Z que tanto necesitábamos ahora, y Esfera de amor su llave maestra para lograrlo. O no. Lo que sí ha logrado es marcar la escena urbana gracias a su carisma y su voz susurrante de acento argentino. 
Trece canciones tan breves como intensas que son pasado, presente y, muy posiblemente, serán futuro, atravesadas por el hilo conductor de Simona y su canto a la experiencia, al amor, al desamor y a todo aquello que, parafraseando a Jennifer Aniston en su día, no son nada cool. Letras vibrantes, como las de Meloni, donde Simona escupe la vida en clave de música electrónica para que salgamos a llorar nuestras miserias a la pista de baile y continuemos con la fiesta y, por supuesto, con el polidrama. Porque nunca hay solo uno, y la de Mendoza lo sabe bien.
Track favorito: Polidrama.