Le sobra tirar beef para comerse a cualquiera y no necesita pisar a nadie para ir varios pasos por delante de todos. Podría ser portada de una de esas revistas de tipos con estilo y presencia que dan bien en cámara y cuentan cómo han conseguido levantar su imperio. Hablamos con Shoda Monkas sobre muchas cosas en general y su nuevo EP, Música para follar con tu ex (MPFCTX), en concreto.
De Albacete a Sevilla van cuatrocientos kilómetros y una reunión de Zoom. Benditas tecnologías. Gracias a ellas hablamos hoy con Shoda Monkas, el proyecto profesional de Gabriel Díaz, Gabi para los colegas, un tipo que nunca se olvida de echar los ingredientes imprescindibles para que cualquier cosa en esta vida salga bien: trabajo, constancia y, por supuesto, cariño.
Difuminando la frontera entre el rap y cualquier otro género lo encontramos a él poniendo sobre la mesa la evidencia de que mezclar sonidos electrónicos, flamencos y urbanos es un éxito rotundo. La convivencia entre diferentes especies no es nada nuevo y, aunque a veces pueda dar problemas, siempre dará muchas más alegrías. Que se lo digan a él.
Lo primero, enhorabuena por tu último EP. Lo segundo, el título. ¿En qué momento y por qué crees que es buena idea hacer, literalmente, Música para follar con tu ex?
(Risas). A ver, es un concepto que llevo teniendo en la cabeza mucho tiempo. Alguien tenía que hacer esto. Creo que todo el mundo ha pasado por una situación así y quería ponerle banda sonora. Después de una ruptura hay momentos en los que te sientes súper arriba, como en Como Fiftyyy, y otros en los que te pones más reflexivo o nostálgico, como en Loewe, y empiezas a acordarte de cosas de las que no te gustaría acordarte. Puede que el título sea demasiado explícito, pero me hacía gracia que fuese así de directo.
El concepto del disco le va como anillo al dedo a tu identidad artística y trata perfectamente ese punto en el que te mueves entre la picardía y la elegancia. ¿Es eso lo que buscabas?
Sí. Creo que ha siempre ha sido algo muy mío lo de ser un poco pillo y elegante a la vez. Además, hemos elegido sonidos electrónicos, de R’n’B e incluso de boombap clásico, pero llevados a nuestro terreno, que defienden muy bien el proyecto y la idea que buscábamos.
Precisamente iba a preguntarte ahora por eso. MPFCTX está enteramente producido por Aftermusic. Cuéntanos un poquito sobre el proceso creativo a nivel de producción, ¿qué sonidos habéis investigado y cómo encontrasteis el que queríais para este proyecto?
Ya escuché cosas de Aftermusic en su momento y me llamó mucho la atención, así que nos conocimos, nos hicimos colegas, se vino un tiempo a casa y estuvimos trabajando en el estudio. Fueron muchos viajes y muchas historias; encajamos perfectamente. Además, estaba todo el rato presente la figura de Shack Rose, que me conoce de sobra y nos ayudó bastante a orientar el proyecto. El proceso creativo ha sido buscar sonidos originales y hacer lo que realmente queríamos hacer. En el álbum anterior, Mum She Loves Me, no se podía casi vacilar, no se podía hacer un coche guapo, ¿sabes? Un coche que tú lo veas y te entre por los ojos. Con este EP queríamos hacer justo eso, así que buscamos sonidos llamativos con unos drums muy cacharreros, pero muy limpitos. Como ya tenía el concepto desde el principio, el proceso ha sido mucho más fácil.
¿Track favorito del EP?
Favorito del EP y diría que de mi carrera: Loewe. Tiene algo. Sé que Arnette, por ejemplo, entra mucho más y que Como Fiftyyy es más llamativo, pero Loewe es otra historia. Me transmitió esa sensación desde el principio.
Pa entrar a vivir, la colaboración con J Abecia, roza el flamenquito. ¿Cómo surge esto? Tengo entendido que fuiste a verlo en concierto y te gustó mucho.
A Juanjo (J Abecia) lo conocí a través de Kaze. Nos presentaron y estuvimos juntos unas cuantas veces. Empezamos a ser colegas, antes que nada. A mí siempre me ha gustado mucho lo que ha hecho y hablamos de hacer algo. Teníamos pensado algo completamente distinto, más del rollo R’n’B; de hecho, quería llevármelo a mi terreno, pero al final fue al revés y me fui yo al suyo. Y me encantó. A mí me gusta mucho experimentar y hacer música. Soy rapero, pero antes que rapero soy artista y llega un punto en el que el cuerpo te pide otras cosas. Pa entrar a vivir es otro de mis temas favoritos del proyecto Shoda Monkas.
En Arnette, uno de los cortes del EP que has mencionado antes y que trabaja con sonidos más electrónicos, tiras una frase que hace referencia a Sin resolver, un tema de 2018 con el que superaste, por primera vez, el millón de reproducciones en Spotify. ¿Dirías que esa canción fue el punto de inflexión más importante de tu carrera?
Fue una canción muy importante. Antes de sacar ese tema y el disco completo, Paz Feelin’s, nunca habíamos vivido nada parecido a que la gente escuchase bien nuestra música y de verdad pasasen cosas. Me sorprende que Sin resolver siga sonando tanto y que la gente me hable aún de ese tema. Al igual que el de MPFCTX, el concepto de Sin resolver es muy mío; tiramos los primeros acordes y vino todo solo. En Arnette quería hacer referencia a este tema y sabía que a la gente que me viene siguiendo desde hace tiempo le iba a hacer gracia.
Mum She Loves Me va a cumplir un añito el mes que viene. Es tu último gran proyecto antes de MPFCTX. ¿Qué ha cambiado, profesionalmente hablando, desde ese disco hasta ahora?
Me siento más ligero. Liviano es la palabra. No siento tanta presión como sentía en el momento en que hice ese álbum y creo que se nota. Estoy más tranquilo, todo va mucho más fluido. He aprendido a quitarme peso de encima y disfrutar del camino. El proceso creativo de Mum She Loves Me duró dos años y el de MPFCTX no ha llegado ni a medio año. De hecho, lo podríamos haber sacado en un mes y medio trabajando a full, pero no era un proyecto que dependiese solo de mí y había que coordinarse. El EP tiene cinco temas, pero se han quedado otros cinco o seis fuera. Podría haber sido un LP perfectamente y con un montón de colaboraciones, pero, entre unas cosas y otras, decidimos dejar fuera temas que no acababan de encajar del todo en MPFCTX. Ahora estoy muy tranquilo porque tengo mucha música que me encanta lista y creo que a nivel creativo estoy en el mejor punto de mi carrera. Es la primera vez que saco un álbum, aunque sea un EP, y no me canso de escucharlo.
Esas canciones que dices que se han quedado fuera de MPFCTX, ¿las vamos a escuchar pronto?
Sí. Hay quizás un par de temas que no saldrán como tal, pero evolucionarán y se convertirán en otra cosa sin perder la esencia. Las colaboraciones, sobre todo, van a salir pronto. Este año voy a sacar mucha música. De hecho, ya tengo preparado lo siguiente.
Nos encanta escuchar eso (risas). Ahora, echándote unas cuantas flores, ¿qué dirías que tiene Shoda Monkas que no tiene nadie en la escena? ¿Cuál es tu punto fuerte?
El cariño. No es algo que no tenga nadie porque hay muchos artistas que le ponen cariño, pero mis chavales, mi equipo, toda la gente que tengo a mi alrededor y yo tenemos claro que la prioridad es hacer las cosas bien hechas y hemos conseguido hacerlo todo con mucho cariño. No es algo que no tenga nadie, pero creo que falta y nosotros lo tenemos.
Hay artistas, sobre todo en este sector más urbano de la música, que ven la escena como un terreno de juego y competición. También hay otros que dejan eso a un lado y ven cierto compañerismo. ¿Cómo la ves tú?
El ser humano compite. Puedes hacerlo de forma sana o no. Yo siempre he pensado que no hace falta pisar a nadie para llegar donde quieres llegar. Soy competitivo y muy ambicioso, pero ni me perjudica ni me hace bien lo que le pase al resto. Que llegue Quevedo y pegue el pelotazo que ha pegado es algo que nos beneficia a todos los artistas del género y abre muchas puertas. C. Tangana también lo hizo en su momento abriendo el género y colaborando con artistas que nadie se esperaba. A mí me gusta mantener abiertas ciertas puertas, pero no competir con otros. Al final, si alguien tiene que bajar o subir, bajará o subirá solo. El tiempo lo pone todo en su sitio.
Totalmente. Hablando más sobre esto, el reggaeton, el rap o lo urbano, en general, tenía antes un papel muy diferente en la industria. El género no se entendía con las grandes discográficas, ni se escuchaba en todos sitios. Ahora todo eso ha cambiado y el mainstream es, prácticamente, urbano. ¿A qué crees que se debe?
Era algo que tenía que pasar. El mundo cambia, las redes cambian, el consumo cambia, el trabajo cambia, el cine cambia… ¿Cómo no va a cambiar la música? Rosalía o C. Tangana, como ya he dicho, son artistas que han abierto muchas puertas y pueden compartir círculo con un rapero como yo. María José Llergo, por ejemplo, también puede estar dentro de mi mismo circuito. Estas uniones antes eran impensables. Además, el mainstream era pop y ya; ahora el abanico es mucho más amplio, la gente escucha de todo. La mentalidad de los propios artistas y las redes sociales han ayudado mucho.
Ahora que nombras a María José Llergo, sería una maravilla que tuvieseis una canción juntos.
Es una artista que me encanta y a la que admiro muchísimo, la verdad. Me haría mucha ilusión trabajar con ella.
Cambiando de tema y volviendo a tu carrera, el año pasado te recorriste media España de concierto en concierto y de festi en festi, así que imagino que le habrás cogido el punto a los escenarios de sobra. Acabas de arrancar nueva gira. ¿Ilusionado?
Muy ilusionado. Cuando escribo la primera palabra de una canción ya estoy pensando en cómo va a sonar en directo. Soy artista de escenarios, me flipa tener ese feeling con el público y disfrutarlo. Además, tengo un montón de ganas de ir a ciudades como Tenerife o Las Palmas, a las que no he ido nunca, pero donde sé que hay gente esperándome. Me encanta ver cómo crece el proyecto.
¿Alguna sorpresita que puedas adelantarnos?
Puedo adelantar que estamos preparando un buen show y que va a haber sorpresas en algunas ciudades, pero hay que estar ahí para verlo (risas). Lo que sí puedo decir es que hemos anunciado ya doce ciudades y que espero anunciar otras diez o quince para los próximos meses.