Nunca pensé que vería el tanga de Tu coño es mi droga en una vitrina, pero aquí estamos. ¿No es esto una prueba más de que la música urbana trasciende fronteras y es mucho más grande de lo que parecía? Pxxr Gvng, Bad Gyal, C. Tangana y muchos otros forman una generación de artistas cuyos hits, vestimentas, actitudes y vínculos con el arte ya son parte del mainstream, del imaginario pop, de nuestra cultura. Hace dos semanas, Aïda Camprubí anunciaba en Instagram la próxima inauguración de la exposición Música urbana, pop y alta cultura, comisariada por ella misma junto a Maribel Sausor.
“Una reivindicación de que la música urbana es ya parte del pop, pero también de la alta cultura”, escribía Camprubí, añadiendo que esa alta cultura “la decidimos nosotrxs”. Y es que hace tiempo que lo urbano dejó de ser un fenómeno underground y de nicho para convertirse en un pilar fundamental de la cultura contemporánea. Al igual que los deportistas, los actores de cine y las estrellas del pop, los artistas de la escena urbana forman parte de la alta cultura, que, como señala Camprubí, debe convertirse en “un paraguas permeable para todos”.
La exposición, que se celebra desde el 6 de junio al 14 de julio en el Palacio de Longoria, pone en el centro del escenario el talento de figuras nacionales como La Zowi, Cruz Cafuné y Rosalía. La razón de esta muestra es clara (aunque a menudo ignorada): estos artistas llevan años moldeando nuestra cultura y sociedad. “Los artistas de la cultura urbana son la banda sonora de esta generación; son el presente y el futuro de la creación. En definitiva, ellos son el futuro de SGAE”, resumía Maribel Sausor.
La exposición no solo se centra en la música, sino que también reflexiona sobre su intersección con la arquitectura, el deporte y, sobre todo, la moda. Podrás ver, por ejemplo, el conjunto que llevó Cruz Cafuné en su gira MMCD o el cuadro original utilizado para el arte de El madrileño. Además, se exhiben atuendos diseñados por marcas como Alejandre Estudio, Lina, Andrés Sardá y Cherry Massia, los altavoces que acompañaron a Bad Gyal en su gira de SoundSystem y todos los números de revistas ACERO.
En conclusión, una exposición increíblemente interesante porque reafirma y subraya la importancia de la música urbana en nuestra cultura. Estos artistas, cantantes y diseñadores, aunque formen parte de lo ‘urbano’, también crean y moldean el imaginario pop del que todos y cada uno de nosotros bebemos, ya sea en música, moda, periodismo o comportamientos. ¡Bravo!