Selectya Glossy

En este ejercicio de trazar conexiones musicales orgánicas como costuras, la DJ ha pasado por las cabinas de importantes festivales y clubes de España y Europa como Hör en Berlín, Boiler Room Barcelona o Aperreada en Lisboa. Para el 30º aniversario de Sónar 2023, la DJ abrió y cerró el escenario Village. Hablamos con Selectya Glossy sobre su encuentro (y reencuentro) personal y profesional con la música.

Me llamo Sara, Selectya Glossy es mi aka como DJ y donde exploro y abarco también imágenes e ideas. Trato de buscar alternativas disfrutables en la música, en el cuerpo, en la significación de la belleza, el deseo, y en la cotidianidad de la vida. El club obviamente ha sido para mí un medio perfecto para esto. Estoy en el proceso de volcar mis ideas en la producción musical. Trabajo mucho desde las emociones y la intuición.

Reflejar el momento que estoy atravesando es clave para mi proceso de creación: qué tengo a mi alcance, en qué entorno estoy, cómo estoy. Cuando te expones a demasiada intensidad acabas sintiendo apatía, y el mix es como querer seguir sintiendo todavía más y subir la intensidad. Tampoco creo que esa sea la solución, pero creo que me ayudó a ponerle punto y final a una etapa, cansarme de ese estado y buscar otras alternativas.

Si lo que quiero es despertar gusto por sonidos que pueden ser lejanos, acompañarlos con un lenguaje reconocible con el que pueda estar más familiarizada una mayoría (pop) como letras y melodías míticas me parece una buena manera. Internet es ‘acceso a conocimiento’ pero inmenso y sesgado; los algoritmos te enseñan algo más de eso que ya te gusta. Esto es muy útil para algunas cosas, pero también puede subestimar a quien escucha y cerrarle la puerta a otros sonidos con los que podría viajar a otros lados y experimentar otras sensaciones.
Trazar estas conexiones es una manera de permeabilizar esos sonidos entre sí (y a les oyentes habituales de estos) para mí, inicialmente, del lado de Baby Rasta al lado de 33EMYBW, pero inevitablemente del segundo al primero también. Me gusta pensar que este mix también es una puerta que se abre hacia los dos (o más) lados.

Los tres son géneros pop en sus países de origen, pero el único que ha calado en lo mainstream en España es el r&b por la influencia yankee, claro. En este mix, estos tres géneros destacan por las voces dulces y melosas y melodías emotivas de sus cantantes. Te puedes emocionar igual con SZA que con Zaba o Tommy Lee Sparta.

Creo que es una consecuencia y, al mismo tiempo, una necesidad. Surgió como algo contextual: llevar al estudio y consolidar como estética lo que se había experimentado con las posibilidades de los CDJ. Y se extiende como una necesidad: pensar la música más allá de los géneros, combinando los ingredientes al gusto, y pensarla también más allá de los medios tradicionales de reproducción.
Los ingredientes que yo escojo recurrentemente son, a grandes rasgos, la potencia, crudeza y agresividad minimalista del gqom y sus percus polirítmicas, la melosidad y delicadeza de las melodías del dancehall con el contrapunto de sus letras muchas veces explícitas. El deseo y la iconicidad en las letras de reggaetón, los bombos inesperados y estimulantes del amapiano, los sonidos extraños pero que te evocan acciones concretas de la electrónica experimental (metálicos, crujientes, cristalizados, etc.).
El deconstructed club también es ofrecer una alternativa de experiencia de club en contraposición a la hegemónica que tradicionalmente ha sido encabezada prácticamente solo por hombres blancos cis y hetero (con lo homogeneizador que eso significa).

Va de la mano. No somos inocuos a nuestro entorno, hemos crecido con internet y con las opciones de navegación, reproducción y manipulación que nos ofrece. Hiperfragmentacion, hiperlinks, alteración de la velocidad de reproducción (como en YouTube, WhatsApp, Tik Tok), democratización de la información, etc. Es normal que se cree también mediante esos procesos y re-usando material ya existente.

Son sonidos que te hacen pensar en que literalmente está habiendo un corte o una rotura, y otros sonidos que parecen grabaciones de ruidos concretos provocados por diferentes acciones. Esa sensación orgánica me parece refrescante y estimulante, sumada a los códigos repetidos y cerrados que caracterizan a los géneros musicales. Estoy interesada en buscar ese equilibrio. Como en Aplaudir el desastre de Lila Tirando a Violeta ft. Sueuga, que parece que se estén afilando cuchillos o cortando el aire. O en crY (Katatonic Silentio Remix) de OOH-sounds o みずは無限 de E.O.U, que me hacen pensar en una fauna y flora ficticias. O en las distorsiones acuosas de los bombos de amapiano de 924 To the World 2,0 (Nkwarii Mix) de DrummeRTee924.
Pero también cortes de bpm como en Absent City, de Amazondotcom & Siete Catorce (que todavía exagero más en el mix), o saltos de un mood a otro como cuando entra el cacho final de Aquel Nap ZzZz de Rauw Alejandro (un bolero, después del mantra de percus de Aplaudir el desastre).
Mis momentos favoritos: cuando entra la voz de Zaba con su tema feat. Ayanda, Abakufuni, y también cuando empieza a dialogar con él la voz de Mavado de Dirt Nap. Cuando entra el bombo agresivo de Saber Shirene Aleel de Toumba sobre la atmósfera nostálgica de Tonta, de RKM & Ken-Y y NATTI Natasha. La combo sofisticada de Superman, de Griffit Vigo, con las vocales de la mítica Ahora, de Zion & Lennox feat. Angel Doze. El ambiente drone del remix de Skyshaker del tema Arp Kicks, de Gooooose, con la declaración de Nicky Jam y Amenazzy en Baby. Y el final apoteósico y cansado pero ilusionado que generan la combo de One Hundred & Sixty Times, de Glimmerman, con Lejos de aquí, de Farruko.

Al revés, o las dos cosas al mismo tiempo. Creo que cada vez me conozco más y me voy acercando más a resultados con los que me siento más a gusto y más representada. El cambio es una de mis constantes, cosa que me ha llevado siempre a lugares nuevos, pero también a no saciarme nunca y a sentir insatisfacción. Estoy buscando el equilibrio también ahí.

Cuando quiero desconectar me paso al ambient (este verano he tenido en loop el album Thursday Afternoon, de Brian Eno, o el tema Belleville, de Laurel Halo). En la ducha mi banda sonora es la música clásica (radio). Cuando quiero acordarme de que hay cosas de las que no me canso nunca me pongo la banda sonora de Blade Runner de Vangelis. Cuando salgo de casa suelo ponerme en loop los temas que más me estén calando en ese momento. Últimamente han ocupado ese lugar: Sines - Say Nothing Riddim (Florentino & DJ Python Remix), Vybz Kartel - About Last Night, y DJ Lag feat. Novelist - Bulldozer. Cuando quiero azúcar puro me pongo Rauw Alejandro.
En cuanto a referentes, me he dado cuenta hace no mucho de que nunca he prestado mucha atención al mundo DJ aunque yo lo sea. Esto me ha hecho preguntarme si lo que me gusta es la fiesta o la música, y supongo que la respuesta tampoco es una cosa o la otra, pero sí que me ha dado pistas sobre por qué camino quiero avanzar. Me interesa lo que se desmarca, y capta mi atención la gente que hace las cosas desde un pensamiento lateral. En mi entorno más cercano varies amigues se dedican a prácticas híbridas, con miradas holísticas y críticas, a escultura, performance, pintura, a la música también, gestión cultural, etc. Si pienso en productores, me encanta el trabajo de El Guincho, Griffit Vigo, DJ Maphorisa, DJ Phyton, Tzusing, T5UMUT5UMU, Menzi, Scratchclart, Sarz, Mellow & Sleazy, Tribal Brothers, Nick León, Manuka Honey, Uncle Waffles, Felo Le Tee, Swimful, LR Groove, Dj Narciso, Omaar, Merca Bae, Amazondotcom.
Artistas como Kali Uchis, Aidonia, Popcaan, Vybz Kartel, Tommy Lee Sparta, Gage, SZA, Kamo Mphela, Ñengo Flow, Plan B. Y mis sellos de referencia son Hakuna Kulala, Svbkvlt, Nyege Nyege, Naafi, Príncipe, PAN. Y si tengo que pensar en alguien que represente muchas de las cosas que me gustan juntas, pues pienso que el camino que ha tomado Rosalía, experimentando con los límites del pop y acercando a un público mainstream lo refrescante de muchos géneros que no están en el centro.

En los entornos en los que yo me movía no sonaba lo que yo escuchaba y me gustaba bailar. Pasé de acaparar el YouTube en las casas de amigxs a pinchar por primeras veces con la controladora de mi amiga Nídia en varios eventos, y de ahí a la Sala Vol. Justo antes de pinchar por primera vez en Vol me llegó info de la recién bautizada Sin Sync, la escuelita de DJ que montó Isamit aka La Niña Jacarandá. De ahí saqué una de las primeras reafirmaciones en la música: está bien hacerlo como a ti te parezca (en cuanto a géneros, en cuanto a técnica, etc.). Al poco me bookearon en Club Marabú (Astin/Nitsa) y luego ya fue rodado (excepto por el frenazo de la pandemia, ofc.)

Reafirmarme. Para el festi soy una artista local pequeña, pero que pude abrir y cerrar perfectamente un Sónar Village en un 30 aniversario. Obviamente es una validación heavy que sienta increíble. Lo disfruté muchísimo, estoy muy agradecida por su apuesta y confianza.

Cuando empecé no tenía claro cómo casaban mis intereses musicales con mi manera de entender el mundo, y con las estéticas que derivaban de eso. Tenía una visión más fragmentada de mi misma. En el último año he entendido cómo encajaban las piezas de mi puzzle y eso me ha hecho querer dar siguientes pasos como el plantearme producir mi propia música.

Estos últimos meses he estado bastante en silencio, necesitaba regenerarme y dar espacio a mis pensamientos. Como te decía, también estoy aprendiendo a producir, así que supongo que lo próximo que publique tendrá que ver con esta nueva parte del camino. Tengo muchas ganas de cristalizar mis ideas en temas propios.