El universo está en constante movimiento. Así que si la órbita del Saturno World Tour se alinea con tu ciudad, mejor no te lo pienses. El concierto de Rauw Alejandro aterrizó en Madrid un domingo lluvioso, en un Wizink ataviado por completo de plata y azul, listo para el perreo. Era la primera vez que el puertorriqueño se enfrentaba al legendario estadio en Madrid, pero contaba con la garantía de que España es uno de los países donde más oyentes acumula su música. Pues sí, es que nos gusta todo de ti.
Tras Valencia, Mallorca, Sevilla, y con un sonado sold out en Barcelona, por fin el boricua actuaba en Madrid. El concierto arrancó con De Carolina, un reggaetón inconfundible firmado por DJ Playero que homenajea de todas las formas posibles a sus raíces. Rauw apareció con abrigo largo estampado y sus ya icónicas gafas de estética futurista. Así pasamos a la más reciente Si te pegas con Miguel Bosé, en un giro inesperado en el setlist pero al que el público respondió con todas sus ganas.
Las canciones fueron sucediéndose mientras más de una veintena de bailarines mantenían en alta la energía. No esperábamos menos del show de alguien que ha convertido la danza en una de sus principales señas de identidad. También sus invitados se marcaron sus correspondientes pasitos, como Chris Palace, que acompañó a Rauw con un perreito sobre el escenario mientras cantaban Gatas.
Escuchamos, sin duda, todos los éxitos, pero el artista aprovechó también para darle su espacio a otros tracks menos conocidos de su discografía. Con los primeros acordes Lejos del cielo, una luz azul cenital cayó sobre el Rauw, y este empezó a (literalmente) levitar. Así, flotando desde el espacio, nos regaló una bellísima actuación que mostraba también el lado más emocional de su música.
Todo de ti y Punto 40, los hits más esperados de la noche, no sonaron hasta los últimos siete minutos del show. Imaginaros la reacción loca del público en cuanto el inconfundible sintetizador de la que fue una de las canciones más importantes del verano comenzó a sonar. Rauw cantó, en ambos casos, una versión interesante de las originales pero que quizá se hizo corta en comparación al resto del concierto. Una cosa está clara, y es que público del Wizink se quedó con todas las ganas de volver a ver a su artista latino preferido. ¿Para cuándo la próxima fecha?
