Ságar

Ságar es músico de nacimiento y artista de la nueva era barcelonesa. Mi aka ha sido siempre ‘el niño de barna’ porque reivindico reiteradamente en mi música y en mi arte el potencial de Barcelona como una ciudad con mucha escena artística. Tras atravesar estilos como el indie pop y el pop rock, que han formado parte de mis inicios en la música, en la actualidad juego con un estilo mucho más experimental y electrónico sin perder la esencia pop. Aún así, como seguidor y amante de la música internacional, la mía bebe de muchas vertientes artísticas y estilos de música distintos. Me gusta explorar diferentes sonidos y aplicarlos a los diferentes proyectos que produzco dependiendo de la propuesta y el universo conceptual que tengan.

Sí. En la actualidad estudio Publicidad y Relaciones Públicas aunque mi interés en la música viene de mucho antes de lo que yo pueda acordarme. Con 4 años pedí para Navidad un violín y estoy muy agradecido de que mis padres me compraran ese violín y me apuntaran a una escuela de música, ya que considero que ese fue mi inicio en la música. Desde entonces soy violinista y es algo que siempre me ha acompañado, ha sido mi instrumento principal y he formado parte de grupos musicales y diferentes orquestas, aunque nunca de manera profesional.
Entrada la adolescencia empecé a componer música. Escribir es algo que siempre me ha gustado y descubrí que componer era la mezcla de dos cosas que me encantaban, la música y escribir. Tenía un colega en mi barrio, Joel, que tenía un mini estudio en su habitación y ahí empecé a grabar mis primeros temas, hasta ir conociendo a más artistas y productores con los que empecé a currar, y hasta ahora.
Tomar el camino de la música nunca fue una decisión plenamente consciente y premeditada, ya que es algo que desde pequeño me ha acompañado. Tocando un instrumento, componiendo, escuchando muchísima música, etc. De una forma u otra, la música ha sido algo que ha vivido en mí desde siempre y he ido expresando de manera distinta en diferentes momentos y ámbitos de mi vida.

Me ha sorprendido mucho que me preguntéis por esta canción, ya que no recordaba ni que estaba en plataformas todavía… Fue de las primeras cosas que hice cuando estaba en el instituto y está grabada con el móvil. Me provoca mucha risa escucharla ya que a nivel musical es una basura, pero fue una coña entre mis amigas del instituto.
Desde entonces he aprendido mucho, sobre todo a nivel de producción. En mis inicios en la música decidí explorar y componer canciones con un rollo indie pop, las cuales están todas recogidas dentro de mi primera mixtape, El niño. Es muy especial para mí porque narra mis primeras experiencias en el amor y todas sus consecuencias, y a la vez refleja mis primeros pasos en la música. Fuera de toda ambición, es un proyecto muy personal, puro, inocente e inexperto.
Pasados los años he tenido la suerte de conocer muchos otros artistas y productores, explorar el panorama barcelonés, nutrirme de mucha música y aprender mucho. Actualmente he estado explorando un terreno musical mucho más electrónico y experimental pero sin perder ese punto del estilo pop que siempre me ha caracterizado.

Fue realmente una locura. Dentro de todo el hate, me gustaría diferenciar entre dos tipos. En primer lugar, ese que proviene de gente que simplemente se dedicó a insultarnos y denigrarnos a mí y a mis amigas por el hecho de pertenecer al colectivo o tener una estética queer. El origen de este hate no es otro más que la ignorancia, la homofobia y la transfobia. Nos queda mucho por hacer y mucho por lo que luchar.
Por otro lado, y como tú dices, sí que había críticas que provenían de personas pertenecientes al colectivo. Entiendo perfectamente que cuando expones tu contenido artístico en una red social o en cualquier otro medio estás en el foco de la opinión, y es lógico que no a todo el mundo le va a gustar lo que haces. Lo que nunca entenderé es el odio que esta gente puede llegar a tener dentro. ¿Cómo puede herirte y afectar tanto ver a alguien divertirse y experimentar con su música? Había comentarios realmente denunciables.
Siempre andamos con el discurso de que estamos cansados de la monotonía musical, animamos a todo el mundo a buscar nuevos estilos y experimentar con nuevos elementos, reinventarse, y cuando tres personas lo han hecho nos volvemos a cansar y lo criticamos. Es triste cuando se trata de críticas que provienen de mi mismo colectivo, ya que considero que la música electrónica, el techno e incluso el hyper pop beben muchísimo de la cultura queer.
Criticar a alguien queer por experimentar con estilos de música que pertenecen a nuestra cultura y de los que disfrutamos en nuestros clubes es muy triste. Es intentar destruir nuestra escena y su origen, sobre todo cuando en España tenemos muchos ejemplos de artistas no pertenecientes a este colectivo que de repente quieren ser experimentales y raras sacando beneficio económico de ello porque saben que es la tendencia ahora, ¡cuando no han bailado techno en su vida! Eso es lo que verdaderamente debería molestar, y no una persona queer haciendo cosas de persona queer.
Soy una persona poco activa en Twitter pero conozco perfectamente qué dinámicas se llevan a cabo y qué tipo de gente interactúa en ellas. Es por eso que supe separar muy bien todas esas opiniones y comentarios de lo que yo soy y de mi persona. La vida no es lo que pasa en redes sociales, la vida está fuera. Por otro lado pienso, cuando mueves a tantas masas, te das cuenta de que has hecho algo grande. Cuando algo es comentado es porque es suficientemente relevante para prestarle atención y para ser juzgado. Si algo no es importante, no es objeto de debate.

Yo que estudio publicidad, el marketing es algo que tengo muy presente y soy consciente de lo importante que son la comunicación y las redes sociales a la hora de presentar tu proyecto. Como dijo Dellafuente, no es tener un buen producto, es saber venderlo.
Evidentemente las críticas que han habido me han beneficiado. El fragmento de vídeo de Xq t vas? tiene actualmente más de medio millón de visualizaciones. Cada persona que ha comentado este vídeo me ha hecho free marketing, me ha hecho llegar a todos sus seguidores. Viralizarse para mal o para bien es una cadena de difusión gratuita. Como he dicho, es algo que tiene mucho que ver con las dinámicas que hay en Twitter, aunque en otras redes sociales como TikTok también se ha viralizado la canción y ha sido muy bien recibida. Vivimos en un mundo donde todo el mundo quiere tener una opinión sobre todo. Cuando tu trabajo depende de la exposición que tienes, te debes acostumbrar. De toda la gente a la que puedes llegar va a haber mucha a la que no les mole lo que hagas, pero seguro que también llegas a mucha a la que sí, y así ha sido mi caso.

Es algo verdaderamente problemático, sobre todo para lxs artistas. Justo es algo que hablaba con mi amiga y estilista Pawla Perroni un día. Ella explicaba algo con lo que estuve muy de acuerdo. En el mundo artístico que nos rodea parece que si no produces arte a un nivel exponencial no eres nadie, y que si no estás expuesto y recibiendo aprobación externa tu arte no vale. La viralización en redes funciona de esta forma.
Gente externa reconociéndote y alabándote por tu trabajo. Está bien buscar esa exposición pero hay que tener claro que lo que verdaderamente importa es tu pasión y realización personal, sino acabas anclando tu validez personal a resultados que muchas veces están más allá de tu propio control.

Efectivamente, la canción ha sido versionada y reinterpretada por varios artistas a lo largo de los años, lo que es un testimonio de su perdurabilidad e impacto en la música popular. Mis padres la tenían grabada en un cassette que llevaban en el coche y siempre la ponían. Es una canción que me sé de memoria y me gusta desde pequeño. Aparte de esto soy una persona muy conectada a mis sentimientos y emociones y puedo llegar a ser muy melancólico en ciertas ocasiones. Es una canción que escucho bastante a menudo por lo que me transmite.

Poniendo en contexto, yo formo parte de un colectivo llamado Pixel Pop Party. Desde hace un año y medio más o menos hacemos fiestas en salas de Barcelona que abogan por dar lugar a colectivos artísticos minoritarios. La idea de hacer esta canción nació de querer crear algo que pudiera cantar en la Pixel cuando tuviera un bolo y que, al cantarla, todo el mundo se la supiera y crear un momento de euforia y locura en la sala. Así que decidí que quería versionar un clásico y llevarlo a un formato más electrónico y techno para poder cantarlo en una sala a las 3 de la mañana y que todo el público se volviera loco. La primera canción que me vino a la cabeza fue esta.
Detrás de la elección de versionar esta canción y llevarla al terreno de la música electrónica se encuentra el deseo de rendir homenaje a las fiestas de música techno, en especial a las fiestas queer. Muchas personas encontraron en la música electrónica y en las raves un ambiente acogedor y tolerante donde podían ser ellas mismas sin temor al rechazo. Para mí y para muchxs de nosotrxs proporcionan un espacio seguro y festivo donde poder expresarnos y celebrar nuestra identidad de forma auténtica. Estos eventos representan la evolución de la música electrónica y la lucha por la inclusión y la igualdad dentro de la comunidad queer.
Enlazo un poco con la pregunta que me has hecho antes, y especialmente por esto es por lo que creo que es triste que gente del colectivo critique con tanto odio las obras de gente de nuestro mismo colectivo. La música electrónica ha sido algo que ha ayudado a crear mucha comunidad entre nosotras, y criticarla y destruirla de esta forma se siente como destruir nuestro origen y lo que nos une. Deberíamos celebrar la cantidad de experimentación y diversidad, que ya suficiente nos cuesta recibir este reconocimiento por parte de la sociedad y la industria, como para que nos lo quitemos entre nosotras.

El vídeo que se hizo tan viral en Twitter fue grabado en el backstage justo antes de dar un concierto en Caníbal, en la Sala Apolo. Fue un momento de histeria y emoción entre mis amigas que me acompañaban al bolo y decidimos grabar ese TikTok. Fue un bolo increíble y estoy super agradecido. Justo al día siguiente me desperté con mil notificaciones por todas las interacciones en Twitter.
Los comentarios de hate salen yuxtapuestos al concierto en Apolo para mostrar un poco la dualidad del éxito, sus dos caras de la moneda. Cientos de personas criticándome aburridas desde el sofá de su casa mientras yo daba un concierto acompañado por todas mis amigas y artistas a los que admiro. Es de algún modo una metáfora para explicar lo importante que es focalizarse y saber en lo que invertir tu energía. En la vida puedes ser la persona que critica a través de una pantalla en el sofá de su casa, o puedes mover el culo, focalizarte, luchar por tus sueños y acabar cumpliéndolos.

Quiero empezar expresando que en una escena tan amplia y diversa la línea que separa los géneros musicales es cada vez más difusa. Habría que empezar preguntándose, ¿qué es el hyperpop? Si hablamos de hyperpop históricamente es inevitable hablar de Sophie y Charli XCX, entre otras. Pero si hablamos del género en España hablamos de Rojuu, Rakky Ripper, etc. Pero toda esa música es tan diferente, con sonidos tan distintos… Es una etiqueta que hoy en día abarca muchas cosas.
No creo en absoluto que mi tema sea hyperpop. No es un estilo que forme parte de mi obra de momento y no fue la intención de Oskar Okay (la productora del tema) ni la mía que la canción se acerque a ese género. Creemos que los elementos e instrumentos que aparecen en la canción la hacen acercarse mucho más a un techno o techno-pop. De todas formas, la gente que criticó usaba términos musicales erróneos todo el tiempo y solo habían escuchado 14 segundos de canción. Cuando salga entera podrán juzgar con más criterio.
Sobre la supuesta sobreproducción de hyperpop no tengo una opinión muy clara. Como he dicho, no es un género al que yo me haya acercado nunca en mi obra, pero al igual que en los años 50 y 60 había una sobreproducción de rock, ¿por qué no puede haberla ahora de cualquier otro género que se ponga de moda? La música no es un arma para hacer daño, hay que dejar que la gente haga y produzca lo que le apetezca.

¡Claro! ¿Por qué no? Es una artista con mucha visión y talento, y además luce majísima.

Si hablamos de mi obra, muchos artistas han influido en ella a nivel musical y lírico. He sido un niño que ha crecido escuchando música al tanto de todos los nuevos lanzamientos como cualquier maricón (risas). Siento que mis líricas han estado muy influenciadas por artistas como Lana del Rey, con esa visión más melancólica y poética de la vida. Su música ha sido clave en mi adolescencia.
Si hablamos de influencias a nivel de producción, creo que artistas como Frank Ocean, Caroline Polacheck, Tyler, The Creator o Brockhampton han sido referentes a la hora de producir mi música, sobre todo en lo que estoy trabajando ahora. A nivel español, C. Tangana, Sen Senra y Rosalía son artistas que admiro mucho y han sido referentes para mí si miramos su trayectoria musical.

Últimamente estoy obsesionado con la música de Judeline. Creo que tiene una producción súper minimalista y sabe jugar muy bien con los ritmos y los sonidos de sus canciones. También me encanta todo su universo conceptual y temático y cómo ambienta sus proyectos Me parece súper interesante y me encantaría trabajar con ella. Rusowsky es una persona que también admiro mucho y me encantaría trabajar con él. Creo que representa muy bien la nueva escena musical de nuestro país.

Desde principios de año estoy trabajando en mi primer EP con Oskar Okay, mi productora. Es a lo que más tiempo estoy dedicando últimamente. Es mi primer gran proyecto ambicioso, donde creo que he encontrado mi sonido y donde explico una historia con un concepto argumental y un universo temático muy interesante. De momento no puedo explicar más pero espero que vaya viendo la luz a finales de este año, ya tendréis noticias.
Aparte, estamos maquinando también la renovación del colectivo Pixel Pop Party. Este verano hemos hecho un parón para renovar el proyecto, dejarlo respirar y volver más fuertes con una nueva temporada de fiestas que lo va a petar en las salas de Barcelona, así que manteneos muy atentos.