Últimamente, parece que el panorama musical español se está alejando de esos miedos absurdos hacia lo desconocido. Hará 5 o 6 años que el trap empezó a calar en el panorama urbano, aunque siempre se había malentendido como algo alejado de lo que se consideraba serio. Sin embargo, cada vez más aparecen propuestas dispuestas a romper con estos estereotipos. Se trata de un sonido que llegó para quedarse, que le está comiendo terreno a lo tradicional y que sabe perfectamente que, si no te gusta, puedes coger tus cosas e irte. Por ello, propuestas como las de Safu, una veinteañera a quien ya vimos allá en 2019 bailando, son tan pasionales.
El título del EP que presentará en nada es una metáfora sobre cómo quiere enfocar su trayectoria. Con la fuerza de un huracán, el primer single, X MI, dejaba más que visto que lo suyo va sobre ser una artista propia.
Safu, cuéntame, ¿qué tal estos primeros meses como cantante?
Estoy muy emocionada con este cambio de rumbo que ha tomado mi vida. Es una locura para mí haber dado este gran salto y ver la acogida que estamos teniendo. Estoy muy feliz de haber encontrado en la música otra vía de expresión, además de tener un equipo que confía en mí y que apoya mis ideas.
La primera vez que te vimos fue allá por 2019 en Fama a Bailar. Desde entonces, no has hecho más que trabajar sin parar junto a Becky G, Anitta o C. Tangana, algo con lo que soñabas desde pequeña. ¿Qué han supuesto para ti estas experiencias?
He trabajado duro para dar cada paso que la vida me ha puesto delante sin saber realmente dónde me llevaría cada hecho, por lo que hoy puedo decir que todo lo vivido me ha nutrido de aprendizaje y experiencia. A nivel personal y profesional, he sumado en visión y tablas para esta industria. Ahora, al haber trabajado entre bastidores en ese tipo de proyectos, sé como hacer y dar un buen show. Cómo desenvolverme en cámara, cómo proyectar al público o cómo resolver contratiempos, por ejemplo.
¿Y qué te hizo querer dedicarte al mundo escénico desde pequeña?
El arte siempre ha despertado algo mágico en mí. Desde pequeña he tomado clases de baile de todos los estilos porque mi madre era profesora de salsa y tenía una escuela. Paralelamente al baile siempre he cantado, me encanta la moda, el maquillaje y el dibujo. Tras el Instituto estudié el bachillerato de artes y eso terminó de despertar mi vocación por ser artista y contribuir al mundo con mi obra.
Supongo que la música me llama más la atención porque es una de las disciplinas que más poder tiene y porque siempre, durante los años que bailé, tuve esa espinita clavada. Ahora es el momento de sacar de una vez por todas todo el potencial de la Safu a relucir (risas).
Supongo que la música me llama más la atención porque es una de las disciplinas que más poder tiene y porque siempre, durante los años que bailé, tuve esa espinita clavada. Ahora es el momento de sacar de una vez por todas todo el potencial de la Safu a relucir (risas).
Tengo entendido que el momento en el que decidiste cambiar de plano fue durante la cuarentena, ¿no?
En realidad fue pasada la cuarentena, al año siguiente. Tras el confinamiento exploré muchísimo mi faceta de bailarina y maestra, tanto que puedo decir que me quedé vacía. Era una sensación rara porque me sentía vacía pero con mucho que decir. La danza es contar, pero en silencio, con el movimiento. Y yo necesitaba dejar salir mi voz para seguir hablando.
Justo cuando yo me encontraba en esta marea de sensaciones, apareció Miguel, aka El Migue the big boss, mi productor y manager, quien me ofreció de la mano de Élite Estudio Madrid llevar a cabo el proyecto musical del que hablamos.
Justo cuando yo me encontraba en esta marea de sensaciones, apareció Miguel, aka El Migue the big boss, mi productor y manager, quien me ofreció de la mano de Élite Estudio Madrid llevar a cabo el proyecto musical del que hablamos.
Eres de Pamplona y tienes raíces en Cuba. ¿Cuáles dirías que son tus influencias?
Soy mitad vasca-navarrica, mitad cubana y con raíces afrodescendientes, o sea lo más. Todo el sabor, la frescura para hacer arte la tengo de mi herencia latina junto a la fuerza, casta y cabezonería vikinga para sacar lo que se me proponga adelante.
“La danza es contar, pero en silencio, con el movimiento. Y yo necesitaba dejar salir mi voz para seguir hablando.”
El pasado noviembre sacaste tu primer single X MI. Lo primero que dices es “Tengo una misión/Venir y hacerlo yo”. Parece una declaración de intenciones en toda regla, ¿no? ¿Podrías hablarme un poco más al respecto?
Quiero ser real con mi mensaje para llegar a la gente. Sé que hay muchas niñas que se sienten identificadas conmigo por ser mujer, de fuera, ser negra y tener el pelo afro. Solo quiero que me escuchen y me oigan decir que yo vine a conseguirlo para que ellas también pueden hacerlo. Quiero empoderar con mi mensaje, darnos un lugar y, por supuesto, motivarnos a que seamos sin miedo nosotras mismas, que cada vez seamos más y más fuertes.
Me da mucha curiosidad el hecho de que X MI suene tan fuerte, con rap incluso, mientras que el resto de las canciones que has ido sacando se han movido en un rollo más RnB parecido a SZA. ¿Cómo ha surgido esa evolución sonora?
Todavía estoy investigando mi sonido, por eso me he lanzado a probarme en diferentes géneros. No me cierro a nada, todo me vale, sé que puedo darle mi personalidad a cualquier registro. Aunque sí diré que tengo una fuerte predilección por la música urbana como el trap, el rap y el drill, que me flipan por su carácter. Son mis favoritos. Aunque el reggaetón y el afrobeats me aportan ese disfrute y esa alegría de sus sonidos y, sin embargo, el RnB me es ideal para mostrar un toque más romántico y sensual.
El EP tiene mucha mezcla de RnB, neosoul, urban y reggaetón, además de apostar por una estética muy de calle. ¿Por qué planteas un proyecto así?
Porque es el hueco que yo quiero ocupar. La chica que es libre con su creatividad, abarcando cualquier estilo urbano y llegando lejos, pero que no se olvida que viene de un barrio obrero y del colegio público. Del chándal Domyos con las DC.
Parece ser que, desde la pandemia, ha ido saliendo una nueva ola de artistas que le temen menos al qué dirán o al cómo meterse en la música. Tu EP parece ir un poco sobre esto también, ¿no?
Sí. Las culturas urbanas de fuera como el hip-hop llegaron a España hace unos 30 o 40 años y a cuentagotas. Es normal que antes no hubiera tanto movimiento, todavía se estaba generando.
¿Qué te depara el futuro? ¿Algún concierto en mente?
Pues espero que solo cosazas (risas). Mucho curro sin parar. En mayo saco mi primer EP X MI, mucha música nueva y videoclips. Estaré actuando con el equipo de 2x20 en su próximo evento y en Switch On Madrid 2022, además de algunas cositas más que estamos todavía cerrando con muchas ganas de que salgan adelante. También este verano planeamos varios conciertos por la península. ¡Os espero a todos!