La clásica discusión acerca del reggaetón como género musical ha quedado ya bien lejos de nuestra memoria. Ahora el género goza de ser un fenómeno global, quedando bien apartado de cualquier foco de polémicas pasadas gracias a todas esas voces que durante mucho tiempo lo han reivindicado como un espacio cultural de estos ritmos latinos. Y sin lugar a dudas, un nombre sobresale entre el resto y es nada más y nada menos que el de Rosa Pistola.
Nacida en Colombia, pero afincada en México desde hace mucho tiempo, esta DJ es una de las voces imperantes del reggaetón, especialmente de su escena underground. Creadora de fusiones inimaginables y de los movimientos más innovadores de los ritmos latinos, ha llevado las raíces del reggaetón por medio mundo, lejos de demostrarlo como un estilo de música, Rosa Pistola lo lleva como un estilo de vida.
Su faceta artística, más allá de la música, no se queda corta, ya que pone la semilla del nacimiento de este proyecto musical en una tienda de ropa. Después de todos estos proyectos, de girar por medio mundo e incluso después de formar dos bandas de punk y una de noise, Rosa Pistola ahora apuesta por dar oportunidades a todos esos jóvenes músicos mediante su propio sello discográfico, la Checkera Records, dando oportunidades a esa gente que no las tiene del mismo modo que le sucedió a ella para que proyectos tan especiales como el suyo puedan seguir existiendo. Después de muchos años de carrera, por fin hablamos con ella, una de las voces más interesantes de la escena latina actual.
Primero de todo, para todo aquel que aún no te conozca, cuéntanos un poco, ¿cómo definirías a Rosa Pistola?
Rosa Pistola es un personaje que se dedicó toda la vida a la expresión de sus ideales y conflictos, es alguien que actualmente se dedica a promover y apoyar proyectos jóvenes y underground. Una apasionada de la música, el arte y la cultura.
Como proyecto, Rosa Pistola es mucho más que música, existe también una tienda de ropa que empezó vendiendo lencería, ¿cómo evolucionó el proyecto hasta convertirse en un proyecto musical?
Desde muy pequeña hice las dos cosas. Me acuerdo que mi mama me regañaba siempre porque cuando me regalaban ropa para mi cumpleaños o para Navidad, yo lo primero que hacía era agarrar las tijeras y adaptarlo a mi gusto, de ahí que en mi casa me llamaban “Laura manos de tijera” (risas).  La música también la empecé muy pequeña como a los 14 o 15 cuando me uní en la escuela al grupo de percusiones.
Nunca he abandonado nada, pero pues la vida va dando sus vueltas… En un inicio mi primer negocio fue tener la marca y eventualmente tuve mi tienda durante 8 años. Al mismo tiempo siempre hice música, tuve dos grupos de Punk (Mangina y Raters), estuve en un grupo de noise que se llamaba Boy Band y tenía un sello de Witch House que se llama Petit Pistolette ... En fin, yo siempre estoy haciendo diferentes cosas, pero a veces me va bien en unas más que en otras. De repente y de la nada, sin pensarlo me fue bien en el reggaeton… la vida da muchas vueltas pero yo sigo haciendo de todo.
¿Qué dirías que une ambas facetas?
La necesidad de expresarme, aunque no lo parezca no soy muy social, pero tengo mucho que decir, pienso mucho en el sentido de mi existencia y eso me hace querer crear.
En muchas ocasiones has dicho que estás unida a la música desde muy pequeña, cuéntanos un poco cómo ha sido tu evolución tanto personal como musical.
Crecer en Colombia te hace estar acostumbrado a que haya música todo el tiempo y como ahí también hay una cultura de baile muy fuerte, aprendes sobre ritmo desde muy pequeño. Para bailar no solo tienes que aprender el ritmo y saber llevarlo, al bailar también aprendes sobre los tiempos y como están estructuradas las canciones. De ahí que se dio de forma natural en mi vida y pues ya de más adolescente y rebelde fue cuando empecé a jugar por primera vez con instrumentos; tomé clases de guitarra, estaba en el grupo de percusión de la escuela y empecé a formar grupos de música ‘experimental’ con mis amigos.
Ya en México, pude formalizar mis proyectos y tener presentaciones que me hacían sentir feliz, conocí mucha gente con talento que me inspiró y me dio la fuerza para crecer. Fue difícil creer que era posible... más que nada porque casi nunca nadie creyó en mí, siempre fui la oveja negra de la familia y de mis amigos. Apenas alguien me dio una oportunidad cambié mi vida y logré lo que quise, por eso mi proyecto ahora que soy una ‘señora’ es apoyar y creer en las personas que son auténticas y que nadie les ha apoyado.
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Aparte de tu proyecto personal como DJ, gestionas tu propio sello discográfico, la Checkera Records, donde apoyas a artistas underground, ¿qué tipos de sonidos podemos encontrar dentro del sello? ¿Con qué propósito nace?
En la Checkera Records puedes encontrar todo tipo de ritmos, más que nada está inspirado en lo que los chavos de la ciudad de México y el Edomex están haciendo y que ellos quieren expresar. Va desde ritmos súper comerciales, hasta lo más under de los ghettos como el cumbiaton o proyectos más personales de personas que tienen un concepto específico como lo es por ejemplo Lead Garufa.
Mi idea principal y el valor de mi sello está en dar los medios para hacer la música, en ayudarlos a administrar su proyecto, conseguirles trabajos donde se los respeten y les den espacios de calidad para sus presentaciones.
Para nada se trata de que a mí me tiene que gustar la música o tiene que estar aprobado por mí, es más que nada dar los medios a quienes consideramos les caería bien el apoyo.
Antes de empezar a pinchar reggaeton formaste parte de dos bandas de punk, y aunque muchos no lo crean, estos dos géneros tienen más en común de lo que la gente se piensa. Como artista que ha tocado ambos, ¿cuáles dirías que son los puntos en común de los dos estilos?
En mis pensamientos creo que los dos géneros coinciden en que son subversivos, agresivos y altamente explícitos, tienen una estética ‘antiestética’, van contra los valores establecidos por la sociedad y no importa el bien o el mal.
Creas una atmósfera única en la pista de baile, que convino la peligrosidad con el erotismo de alguna forma. Tú personalmente, ¿cómo definirías tus DJ sets?
Depende mucho de dónde me voy a presentar, más que nada trato de balancear lo que me gusta y lo que la gente quiere escuchar. pero usualmente mis sets son rápidos, trato de crear una historia donde se puede sentir un inicio, un nudo y desenlace (siempre con final feliz).
Cuando estoy en México, o en mis mixtapes que son más privadas y puedo ser más selectiva con mis gustos, suelo ser más agresiva, con tonos muy oscuros y suaves toques románticos.
Has pinchado en muchos sitios, desde Ciudad de México a Berlín pasando por Barcelona… ¿Dirías que cambian tus sesiones dependiendo de la zona en la que te toque pinchar? ¿Dirías que hay diferencias en el público?
Sí, claro, para cada uno yo preparo sets super diferentes. Además, estoy acostumbrada a tocar a veces para un público ‘latino’ y otras para tocar para un público más underground.  Más allá de que sean de países diferentes, son escenas que no tienen nada que ver una con la otra. Siempre está bien estudiar un poco al promotor y la fiesta en la que vas a trabajar, yo también recomiendo estudiar a los DJs que tocan esa misma noche, para estar preparada y tener música acorde a la situación.
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También has mencionado en más de una ocasión que te inspiras mucho para crear tus sesiones en el público que vas a tener, ¿cómo es tu proceso de elección teniendo en cuenta precisamente al público como factor de inspiración?
Siento que México es el reto más grande al que me enfrento, ya que el público es muy estricto y todos los DJs nacionales tocamos muchas rolas similares. Entonces, es difícil sorprender y mantener a la gente conectada contigo y lo que les estás poniendo. Europa me gusta porque puedo ser más experimental y jugar con instrumentales, en Estados Unidos siento que tengo que ser lo más comercial posible… Todo esto siempre balanceado para que no se pierda mi estilo.
Ahora el reggaeton y los ritmos latinos parecen estar de moda y se han convertido no solo en un elemento que une la cultura latina, sino en algo mainstream que es capaz de unir a mucha gente distinta bailando un mismo ritmo. En un género que ha sido tan cuestionado, ¿cómo ves tú esa evolución?
Bueno, para mi esto ha sido un beneficio y me dio la posibilidad de vivir una vida que yo no creía posible para mi. Es muy bonito que todo el mundo quiera consumir reggaeton y que proyectos como el mío tengan un espacio para existir.
Y, ¿cómo ves el futuro del reggaeton? ¿Cuáles dirías que son las fusiones más destacables en cuanto al género que empezaremos a escuchar con más frecuencia?
A nivel global, creo que la participación de artistas que tal vez antes no tenían mucho que ver con el género lo nutre de una forma muy única, al hacer su propia interpretación le agredan sonidos que lo hacen sentir fresco y novedoso.
A nivel nacional, aquí en México, se creó hace unos años un género de la mezcla de la cumbia sonidera con el reggaeton, se llama Cumbiaton y es de hecho el ritmo y la cultura que actualmente más me dedico a promover.
Y, para terminar, ¿cuál dirías que es el futuro de Rosa Pistola?
Bueno ya soy grande, creo que soy la mayor de las mujeres djs de reggaeton y la que más tiempo lleva dedicándose a eso. Estoy cansada de girar, así que se viene un retiro de ese estilo de vida, obviamente no me voy a retirar de la música pero sí de girar como lo hago. También es saludable darle ese espacio a las nuevas jovencitas que vienen también luchando por su sueño de vivir de la música.
Yo me siento muy agradecida, y aunque me costó mucho y traigo muchas cicatrices, me siento orgullosa. Creo que cuando me muera, tal vez, mi nombre quede por ahí en la historia de la música. Fue mi forma de trascender, fue un camino muy difícil pero muy bonito.
¿Cuáles son los sonidos con los que te gustaría experimentar más en un futuro?
Por el momento toda mi energía y amor está dedicado al cumbiaton. Cultura de barrio mexicano, único y auténtico. Música con el sabor de su gente.
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