Tienes una tarea muy importante. Sí, la tienes tú, quien lee esto. El objetivo de Diego cuando escuches Dalia es que veas a Rookid y no a El Cejas, y tu misión es perseguir esa meta. Si no lo haces, te estarías perdiendo a un artista que empieza un camino nuevo, puro y que trabaja con sentimiento, cuidando el detalle. Las consecuencias de no tomarlo en serio pueden ser graves, te lo advierto. Te puedes perder algo sincero, y esas cosas escasean hoy en día. No sé si el EP es para ti o no, pero lo que sé seguro es que es suyo.
Quería empezar por tu nuevo EP, Dalia. En las portadas de los adelantos se veía el deterioro de la flor que da nombre al disco, debe tener un motivo la elección del título.
El EP habla de un amor de verano y los amores de verano son eso, efímeros. Son muy intensos pero se terminan cuando acaba el verano y empieza de nuevo la rutina. La dalia es una flor que florece en verano y, cuando llega el invierno, suele morirse. Es una planta con una vida que coincide justo con el verano y era perfecto para un EP que quería que fuese de concepto.
¿Por qué has decidido tener atmósferas melancólicas cuando hablas de lo bonito de ese amor de verano?
Hombre, al final, cuando termina el verano, aparte de que se te termina ese amor se termina el propio verano. Vuelves a tu día a día, a lo que nadie quiere, a lo que a nadie le suele gustar.
Podría decirse que en verdad el disco es como justo el fin del verano, no como el desarrollo de la estación.
Eso es. De hecho, todo el mundo me decía, pero sácalo en verano, o si no, ya espérate y tíralo en invierno. Y yo decía, es que justo tiene que salir cuando termine el verano por el concepto que buscaba. Por eso lo lancé el día 1 de noviembre. En septiembre todo el mundo vuelve a clase o al trabajo, en octubre es cuando empiezas a asimilar que no está ya esa persona o que no estás de vacaciones, y ya es en noviembre cuando te entra esa bajona y dices, joder, ya es Navidad y no tengo a esa persona a mi lado, no tengo tal…
El concepto que me cuentas está muy apoyado por el sonido, hacia el cual ya estabas en camino. ¿Puede ser este disco la consumación de tu proceso hacía el pop rock, pop punk o el rock urbano?
Llevo muchos años componiendo y he tocado todo tipo de géneros, pero creo que estos son en los que más cómodo me he sentido siempre. Cuando mejores letras he tenido o mejores conceptos he tratado ha sido con el pop rock, el pop, el rock urbano o como tú quieras llamarlo. El EP sí que es muy esto, con un ambiente muy dosmilero de ese de Pignoise y demás, pero también con ese toque moderno de autotune y de reverb. También inspiraciones como el rollo más bedroom pop de Cupido… Pero sí, todo va ir más por el camino de la música orgánica, de instrumentos, que por el  urbano que habíamos estado trabajando antes de empezar con el proyecto de Rookid.
Para la gente que te escuchaba en tus primeros temas, enmarcados en lo urbano y latino, puede ser impactante escuchar este nuevo sonido.
Sí, sí. ¡Imagínate si nos vamos a la gente que me conoce de la comedia! Pero siempre me ha dado inquietud el arte en general. Llevo muchísimo tiempo componiendo cosas mucho más serías que Bellakeo, que al final era lo que sacaba como mi producto de El Cejas. Es por esto el cambio de nombre (Rookid) en la parte de la música, para que entiendas que es otra etapa en la que me descubro y me descubres en otra faceta. Por eso también el cambio de imagen, para que se entendiera como algo distinto.
Es verdad que tenías una imagen colectiva muy de chaval actual, oyente de reggaetón y dembow, pero es una música que te gustaba más allá de tu producto anterior, ¿no?
Sí, sí, yo consumo a día de hoy reggaetón, claro que lo consumo. Es el nuevo pop, y ya es algo que vas a escuchar aunque no te lo pongas, pero también es cierto que siempre he sido muy amante de la música como concepto. Tengo tatuado a Michael Jackson y a Héctor Lavoe, siempre me ha gustado mucho la música real y orgánica.
La pregunta en realidad iba enfocada hacia si has podido perder la influencia de lo latino o urbano…
No, no, de hecho, creo que es el color nuevo que le doy al pop. Como la playlist de Spotify que se llama Pop con Ñ, pues yo creo que hago un pop con Ñ, ¿sabes? El pop español está muy… no monopolizado, pero sí que son todos muy del mismo estilo, tanto físicamente como el estilo de lo que hacen. Yo en las canciones soy muy romanticón, pero siento que tengo ese sonido un poco más urbano al haber consumido toda la vida reggaetón y trap.
Entonces, y por volver un poco a tu nueva identidad, ¿estás también trabajando en toda tu figura 360 como artista?
Tengo un equipo de trabajo con el que pensamos en todo, y lo primero que planteamos fue, ¿qué tiene la gente en la cabeza cuando se habla de El Cejas? Pues tienen a un chaval de barrio haciendo su comedia o su música más de reggaetón y dembow en tono humorístico.  Con eso, ¿qué hay que hacer? Pues darle un giro, que la gente entienda que esto es otra movida. ¿Cómo se hace eso? Pues con una nueva imagen.
Tengo un físico muy característico que entiendo que mucha gente puede asociar a El Cejas, y había que darle una imagen mucho más profesional, de artista que no es un influencer que hace música. Tratamos que fuera muy marcada esta idea desde el principio y Rookid es todo, es el 360: las portadas, la imagen, la ropa y la canción.
Es muy interesante lo que puede significar El Cejas para Rookid. ¿No tienes miedo de los prejuicios que la gente pueda tener por tu etapa anterior?
Sí, o sea, El Cejas afecta tanto de manera positiva como negativa al proyecto de Rookid. Al final está claro que yo no tengo el trabajo que tiene un artista nuevo. No tengo que hacer que todo el mundo conozca mi cara, pero sí que tengo el handicap de que parto desde un punto totalmente distinto. La música de Rookid es una música muy sensible y puede que, aunque te hable de unos sentimientos megabonitos, te lo creas menos porque es de El Cejas. No me avergüenzo, es una etapa más de mi vida, pero en esta nueva faceta me encantaría que la gente viera más allá porque hacemos un trabajo de calidad.
Es verdad que es un EP muy trabajado a nivel sonido, pero tampoco has hecho una publicidad masiva como podía haber hecho alguien de tu alcance.
Eso es. Al contrario, lo que siempre le digo a mi equipo es que a veces no hay que intentar algo por TikTok. ¿Qué es lo que me pasa a mí? Dos problemas: el principal es que yo ya he sido mainstream. Ya sé lo que es andar por la calle y que te pare toda España. Ya sé lo que es que te pare la abuela y el nieto, y no van por ahí los tiros. Ser mainstream también es nunca tener un nicho real. Siento que Rookid tiene un valor artístico mucho mayor y quiero que el que conecte con esto conecte con Diego de verdad. Si un día lleno una sala con doscientas personas en vez de con dos mil, y lo sienten como yo lo siento, te lo juro, lloraré de emoción.
Y hablando de objetivos, ¿cuáles son los tuyos más allá de conectar con el público?
Creo que mi principal objetivo ahora mismo es que tanto dentro de la industria como del género, del indie, rock y tal, se me dé el respeto. La oportunidad de colaborar en una canción o incluso componer para otro artista. Y luego, a largo plazo, pues me gustaría llenar un Wizink Center, pero no como mainstream, a lo mejor como Cupido, que va lowkey, sin molestar a nadie, pero tiene sus fechas y su público.
Supongo que tú, al haber tenido éxito en otras disciplinas, tienes menos prisa por tener éxito en esto de la música.
Cero. Pero es que además es una cosa con la que mi equipo de trabajo me machaca. Igual me equivoco, igual soy un loco y un hippie, pero creo que es otro proceso el que yo debería de tener. Lo que hay que hacer ahora es tener tiempo para sacar música de calidad, y que cuando entres en el perfil y te guste un tema, tengas diez más para decir, joder, es que esto está guapo. Creo que es ahí cuando voy a desvincularme de eso del influencer que hace música.
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